martes, 4 de abril de 2017

CONSECUENCIAS DE QUE LAS MUJERES SE SUMEN AL MERCADO LABORAL




 
Un estudio del McKinsey Global Institute pronosticó que si se redujera la brecha y las mujeres pudieran participar en igual número que los varones en la economía, se agregarían 28 billones de dólares al PBI global para 2025. 

MUJERES TRABAJANDO
Asimismo, estima que, el concepto de diversidad debería expandirse al multiculturalismo, es decir, considera que debe ser más que integrar a las mujeres a la fuerza de trabajo: implica también contar con personas de diferentes orígenes, referencias y perspectivas, ya que cuanto más diverso es un equipo, más fuertes serán los resultados.
El día jueves 6 de abril de 2017, en la segunda jornada del evento que se llevará a cabo en Argentina del World Economic Forum en Buenos Aires, disertará la ejecutiva Claudia Vásquez, Presidente y Gerente General para Latinoamérica y Caribe de la empresa de software CA Technologies. 
La disertante ofrecerá su punto de vista en el panel sobre “Building the Workforce of the Future” o “Construyendo la fuerza de trabajo del futuro”. En dicha oportunidad, se debatirá acerca de la importancia de la diversidad en los negocios y cómo equipos diversos crean soluciones innovadoras.

REFLEXIONANDO EL TEMA
Acotamos que si se incorporase al mercado tanta “fuerza de trabajo” femenina, haría caer los salarios por una mayor demanda de puestos de trabajo. La consecuencia sería que esos 20 billones de dólares harían caer el promedio general de ingresos, obteniéndose pura mano de obra barata.
Efectivamente, dado que el trabajo humano es sujeto en su remuneración a la Ley de la Oferta y de la Demanda, independientemente del Justo Salario que permite la manutención de una familia, en tanto dicho parámetro resulta desvirtuante de las remuneraciones, tal inclusión laboral indefectiblemente ha de producir una reducción general de los salarios, siempre que se conserve el contexto mencionado.
Recordemos que ser Ama de Casa también es un trabajo, que tiene el límite de ingresos ya sea propio, del cónyuge o pareja, de modo que entre ambos no es posible un "reclamo laboral". Esta condición que millones de mujeres optan antes que el trabajo fuera del hogar, involucra una condición social que debe ser estatalmente reconocida. Esta función social, que abarca todos los menesteres del hogar, cuidado y salud básica de los hijos de modo permanente, y en el caso de homeschooling incluye la parte educativa con un consecuente ahorro al Estado, debe ser reconocida estatalmente y concedidos subsidios proporcionales al contexto familiar. Es decir, es el Estado el que debería redistribuir ingresos en este sentido, asignando mayores recursos a las mujeres que más hijos tengan, colaborando así a la mejora de su condición de vida y consecuentemente de sus hijos, que son el futuro de toda Nación.