miércoles, 13 de abril de 2016

CONTRA LA NUEVA EXHORTACION APOSTOLICA AMORIS LAETITIA DEL PAPA FRANCISCO




Por Emilio Nazar Kasbo

La unión sexual extra-matrimonial es un pecado grave, que se agrava por el uso de anticonceptivos. Es doctrina largamente tradicional que el pecado de la fornicación se agrava cuando el acto sexual se realiza contra la naturaleza, es decir, haciendo imposible la procreación (Santo Tomás, STh II-II, 154,1 y 12). Pero ahora, parece que los divorciados vueltos a casar pueden comulgar… prácticamente sin distinción y sin límites, y eso según el juicio propio de cada Obispo.
¿Hay cambios en el magisterio del documento sobre la Comunión de los divorciados, la exhortación del Papa Francisco sobre la familia, Amoris Laetitia?
"Se trata de una simple reflexión personal", afirma el Cardenal Raymond Burke despreciando dicha exhortación papal: al afirmar que "No es un texto magisterial", es decir que no atañe el Magisterio de la Iglesia, pese a que la exhortación firmada por el pontífice es el fruto de dos consultas a los obispos de todo el mundo, recalca indignado el purpurado. Es “música para piano” esa exhortación, como diría un conocido sacerdote argentino.

CASTIDAD
El matrimonio civil es considerado un concubinato para la Iglesia, ya que no han recibido el Sacramento, y además es un pecado grave. Sin embargo, al aceptar la Iglesia el matrimonio civil, se introduce el problema antes inexistente de “dos clases de matrimonio”, cuando la Iglesia siempre se guió antes de modo exclusivo por su propia legislación. Es decir, la Iglesia siempre legisló para el católico en Comunión con la Iglesia, no para quienes rechazan el Evangelio, asumiendo las consecuencias.
Fornicación, adulterio, concubinato, matrimonio civil, son pecados y también son vicios. El Matrimonio Civil es pecado en las condiciones en que es legislado, puesto que no reconoce el Sacramento de la Iglesia, pero en el tiempo la Iglesia lo terminó asumiendo, y muchos subordinan el Sacramento a que los contrayentes antes se casen por civil, porque de lo contrario no otorgan el Sacramento.
El tema en el fondo, en una parte del problema, es la castidad que enseña la Iglesia. Están pretendiendo que el escándalo público y el mal ejemplo se solucionan con la castidad. Pero eso produce un desastre "pastoral", sobre todo en adolescentes y jóvenes.

MAL EJEMPLO Y ESCÁNDALO
Con la castidad se soluciona el problema personal, de quien vive en una situación irregular. Pero tomar públicamente la Comunión en ese caso, está señalando que es posible ser un picaflor o una adúltera y luego "tras un discernimiento" tomar la Comunión… tal vez para luego reincidir.
El otro problema, viene también del divorcio civil, provocado ello porque es aceptado el matrimonio civil, y en este caso se trata del divorciado inocente y que no "rehace su vida", sino que permanece fiel al Sacramento.
TODO ESTO VIENE POR ACEPTAR EL MATRIMONIO CIVIL EN ESTAS CONDICIONES. Los Obispos hoy se sujetan a la Ley Civil en materia de Matrimonio, de Familia, y de Educación. NINGÚN OBISPO Y REPITO, NINGUNO, SE RIGE EXCLUSIVAMENTE POR LA LEY QUE LE CORRESPONDE: EL CÓDIGO DE DERECHO CANÓNICO.
Los Obispos en la práctica viven como en la herejía de la "doble verdad" (teológica y racional), pero en el ámbito legal, como si hubiese dos legislaciones independientes y válidas recíprocamente entre sí, la legislación del Estado, y el Código de Derecho Canónico, siendo además privilegiado el Estado por sobre la Ley Canónica. Y esto involucra además una postura ante la Fe, una postura ante la Gracia que indudablemente debe ser revisada por sus graves carencias.
Aceptado el primer principio falso, que es el matrimonio civil, lo demás es una consecuencia, como puede ser el matrimonio entre homosexuales ajeno al Derecho Canónico. Veamos: ¿un homosexual casado por civil con otro que se divorcia, puede comulgar?
Respuesta pastoral no magisterial ni dogmática del Papa: "¿quién soy yo para juzgar?”. El problema es que esta “respuesta pastoral no magisterial”, confunde y atenta contra el “sí sí, no no”, atenta contra la claridad del mensaje del Evangelio, es decir, atenta contra Jesucristo.

HEREJÍA PASTORAL ECLESIAL
El texto lo que hace es atentar contra el Magisterio del Papa, en contra del Concilio Vaticano I. Es decir, la autoridad en esta materia ya no es el Papa, sino el Obispo, cada Obispo, por lo cual se producirá una anarquía y habrá Obispos que dirán que pueden comulgar hasta los incestuosamente “casados”, o los “casados” con animales porque los “aman” donde estas posibilidades sean admitidas, que ya están comenzando a serlo… porque "todo es amor" ¿verdad?
Y el problema está ahí. El problema es doble: atenta contra el Amor de Dios, y atenta contra la única Iglesia fundada por Jesucristo.
Eclesialmente, no es puntualmente la herejía del "Conciliarismo", sino la herejía de la "Sinodalidad", que es un derivado de aquélla, ya que si un Concilio tiene autoridad sobre el Papa (excepto en el caso del Papa hereje, Antipapa, siendo esta una cuestión debatida), el Concilio manejado por una "sub-Iglesia" de Episcopados conformados por Sínodos nacionales individuales y Regionales o Universales convocados, también estarán por sobre la autoridad del Papa. Esto no es "humildad", esto es degradación de la Autoridad de Cristo puesta en cabeza del Papa.
Se trata de un atentado a la unidad de la Iglesia, pretendiendo una inadmisible “democratización” que atomiza a la unidad orgánica que es la Iglesia unida a su Cabeza que es Jesucristo mismo y cuyo Vicario es el Papa. Hay una "herejía Pastoral", que es "no dogmática" ni forma parte del Magisterio, y que por tanto debe ser rechazada.