jueves, 18 de diciembre de 2014

COMO SOBREVIVIR A UNA CRISIS ECONOMICA FAMILIAR


Por Emilio Nazar Kasbo

El Catolicismo, durante dos mil años, ha sabido superar todo tipo de avatares humanos y temporales: políticos como Imperios anticristianos, económicos como la opresión otomana o el comunismo soviético, sociales como la esclavitud o el sistema de trabajo liberal, y actualmente deberá superar la cultura anticatólica, que tiene incluso una veta espiritual gnóstica y sincretista propia de la "New Age", sabiendo además que en toda época han existido persecuciones mortales a los católicos en particular y a los cristianos en general, incluso llegando a la escala de genocidios. Siempre se trata de una persecución teológica.

NO AFERRARSE AL "STATUS"
Indefectiblemente, las persecuciones descriptas acarrean una caída económica para quien no comparte el "régimen" o "sistema" imperante.
La indiferencia ignaciana, o la pobreza franciscana, son claves para superar estas situaciones.
¿Cómo debe sobrevivir un católico que busca ser coherente, a las dificultades económicas? Esto es lo que trataremos de responder en esta nota.
En primer lugar, no hay que estar aferrado a un status, y saber que si hoy hay cierta "prosperidad", en el futuro puede haber una caída, para lo cual deben haberse establecido ciertos ahorros que permitan palear la situación durante un tiempo.

DESPRENDERSE
En segundo lugar, hay que desprenderse. Así como se debe quitar peso a un globo aerostático para que mantenga altura, hay que reducir prontamente por ejemplo el gasto de los servicios, luz, gas, y particularmente el teléfono. Quien hoy goza de cierto pasar económico, pero incluso quienes viven en la indigencia, actualmente tienen teléfonos y celulares. Se debe reducir al mínimo su uso, su consumo, revisar los planes para bajar los montos de facturación, y monitorear que efectivamente sean reducidos, porque muchas veces las Empresas toman el pedido, pero no lo ejecutan y continúan sobrefacturando.
Quite el cable, canales prepagos, TV satelital paga... quite la TV y además vivirá más sano y tranquilo, porque es mentira que la TV entretiene, informa y educa: hoy sólo degenera. Elimine sus suscripciones pagas, particularmente a las ediciones de diarios. Todo esto le quita dinero que Usted necesita para vivir.
Hay quienes son profesionales, y tras un período trabajando en relación de dependencia, son despedidos. Este grupo requiere de la presencia como herramienta de trabajo, e implica un importante gasto: camisa, traje, corbata, zapatos al tono, medias, etc. Con las mujeres es algo distinto, aunque también pueden seguir la misma propuesta para solucionar tal dificultad. Para ello, lo mejor es recurrir a Cáritas en alguna Parroquia en que haya distribución de ropa usada a cambio de una colaboración, particularmente en alguna iglesia céntrica donde hay gente con recursos que cambia con frecuencia su indumentaria, pudiendo conseguir así ropa usada, muy económica y en buen estado e incluso de marca. Por caso, la Parroquia San Cayetano del barrio de Belgrano en la Ciudad de Buenos Aires, es un sitio donde pueden hallarse prendas de las características descriptas para profesionales.
Se deben eliminar todos los gastos superfluos. Vivir austeramente. No hay otro modo. Las circunstancias solas se lo enseñarán, como obra de la Providencia, si es que no quiere entenderlo.

TRANSPORTE Y COMIDA
En cuanto al transporte, usar el más económico, no usar taxi o remisse, viajar en bus (colectivo), subterráneo (metro), tren, evitando el automóvil. Una alternativa para distancias accesibles, es la bicicleta.
Asimismo, hay quienes acostumbran a comer alimentos preparados, los encargan telefónicamente o los compran en locales de venta o restaurantes. Todo eso debe ser suspendido inmediatamente. Lo mejor es preparar las comidas en la casa, adquiriendo alimentos cuidados en su calidad y precio (en Argentina, la línea de "precios cuidados" es una buena alternativa actual). Esto implica que haya alguien en la casa que sepa cocinar (que por lógica en una familia tradicional debe ser la esposa... pero "cada loco con su tema", vivimos en una sociedad de... mejor no digo de qué). 
Si lo que gana la mujer, apenas le alcanza para pagar el viaje de ida y vuelta, la comida cotidiana en el trabajo, comprar algo de ropa y pagar al personal doméstico... le recomiendo que revea profundamente su situación laboral... ¿vale la pena trabajar exclusivamente para pagar a alguien que mantenga la casa?
La otra forma de reducir gastos es despidiendo al personal doméstico, y asumiendo la limpieza y las tareas del hogar.

LA MUJER Y LA EDUCACIÓN
Finalmente, ¿envía a sus hijos a colegios privados? ¿los envía a colegios públicos? Cuánto cuesta prepararlos a principio de año, comprarle sus cosas, lo mismo que durante todo el año, llevarlos, traerlos... ¿Por qué no analiza la alternativa del Homeschooling?
Veamos: la mujer trabaja afuera y lo hace de la mañana a la noche. ¿Cuánto gana? ¿Le alcanza para pagar los viáticos, a la empleada doméstica, el colegio de los chicos, su alimentación fuera del hogar, los servicios, etc? Si no fuese a trabajar fuera del hogar y se dedicase a la casa, ¿cuánto ahorraría si asumiera todas esas tareas? ¿Nunca pensó eso? Y ni hablar que la mejor terapia para los niños es el amor de los padres...
El último tema, hace al domicilio: ¿alquila? Busque un lugar más económico, aunque esté más apartado, e incluso por ese motivo hasta puede ser más amplio que su domicilio actual. Si es propietario de su domicilio, tiene gran parte del problema solucionado, e incluso puede ir a vivir a otro lado por un valor locativo económico y analizar la alternativa de poner en alquiler su domicilo para generar ingresos. En tiempos de crisis, si hay habitaciones vacías en una casa... se alquilan.


PREOCUPACIONES MATERIALES
¿Cuánto considera que debe ganar para "estar bien" económicamente? ¿Le alcanza con tener "el pan nuestro de cada día", o siempre quiere "mucho más" que eso? Si tiene techo, una indumentaria digna aunque económica, y alimento para la jornada ¿le falta algo?
Los problemas de dinero, se solucionan con dinero. Piense que siempre habrá gente en peor situación que usted. Si no se adapta a la situación, si no hace prontos cambios, la situación lo sobrepasará y quedará marcado por deudas que lo perseguirán donde vaya, y más en la sociedad informatizada actual.
No viva con preocupaciones materiales, por más que los acreedores busquen alterarlo con sus reclamos de cobranza. Lo peor que puede hacer es entrar en crisis anímica o colapso nervioso, porque no soluciona nada. A mayor gravedad del problema, más tranquilidad, serenidad y sobriedad debe tener para superarlo.

"EL SUDOR DE LA FRENTE"
Muchas veces, los problemas económicos enfrentan y dividen las familias. En vez depelear juntos, puede surgir el reproche, la denigración, la injuria estéril que sólo daña al otro sin involucrar solución alguna. En vez de eso, juntos se debe salir, los problemas deben fortalecer al matrimonio y la familia, no debilitarlo. Piense: ¿Qué le está diciendo Dios a través de esta situación que le toca vivir?
Finalmente, busque entre sus habilidades y encuentre alguna alternativa para iniciar un microemprendimiento, desarrollar otra actividad distinta a la que está acostumbrado, o para coordinar actividades en familia que puedan producir un ingreso, porque además de tener que vivir monásticamente como "con voto de pobreza" (a veces llevado por las circunstancias, que son obra de la Providencia), también hay que "ganar el pan con el sudor de la frente". Por ejemplo: la mujer en la casa cocina empanadas, las vende en el barrio a quien viene a su domicilio, y el varón que ha quedado desocupado, sale a venderlas fuera. O establecer un servicio para lavar la ropa a los vecinos y a la gente del barrio, en que el varón va a buscarla y devolverla, y la mujer la lava. Muchas son las alternativas, sin tener que recurrir al trabajo en relación de dependencia, y en el cual incluso hasta los hijos pueden participar en cierta manera. Todo es cuestión de conversar y ver las alternativas en familia.
He tratado de dar algunas sugerencias, las cuales son aplicadas en mi propia vida y la de mi familia. No todos los tiempos son malos, pero al menos en mi caso son décadas de estar paleando una situación que parece no tener fin. Ser responsable, sí, porque se debe rendir cuenta de los talentos recibidos, pero también vivir con la confianza en Dios con que viven las aves del cielo, tal como enseñó el mismo Jesucristo.
El problema económico no sólo es material y moral, también es espiritual. La Doctrina Social de la Iglesia nos enseña mucho en esta materia. ¿Recomendación? Fortalecer la vida espiritual, propia y de la familia... porque "no solo de pan vive el hombre".