lunes, 21 de abril de 2014

PASION, MUERTE Y RESURRECCION DE UNA NACION



por Enrique G. Avogadro

“¿Cómo habían podido llegar al punto de que el fundamento de la democracia se viese amenazado por un sistema judicial deficitario?”
- Henning Mankell


Más allá de confirmar que, como había supuesto, el Ministro de Economía, con su “índice de precios al consumidor nacional urbano”, lo único que ha hecho es un nuevo dibujo de menores dimensiones respecto al que nos había acostumbrado Patotín hasta su viaje a Roma, lo cierto es que, en sólo tres meses, Bambino Kiciloff ha escamoteado casi tres puntos porcentuales de inflación; si sigue así, llegaremos a fin de año con 12% debajo de la alfombra. Nótese que ese ocultamiento, por sí solo, duplica o, en muchos casos, triplica la inflación anual de nuestros vecinos.

Como en el FMI nadie se chupa el dedo, difícil resultará llegar a un acuerdo que, a su vez, permita cerrar un trato con el Club de Paris, con vistas a volver a los mercados voluntarios de crédito, y la temperatura de la crisis volverá a crecer a partir de julio de este año, cuando los dólares de la soja hayan desaparecido. En este sentido, resultará útil escuchar qué dijeron el martes, cuando los invité al programa semanal que conduzco por www.canaltlv1.com, Susana Merlo, ex Subsecretaria de Alimentos y ex Directora de Canal Rural, y  Agustín Monteverde, economista, para hablar de la realidad del campo y de la soja, el estado de las finanzas públicas y escuchar sus previsiones; puede verse la entrevista haciendo click en https://www.youtube.com/watch?v=ri4OyiZpxXg.

El Gobierno coincide con el pronóstico de complicaciones graves para el segundo semestre, a punto tal que sus primeras espadas en la Cámara de Diputados (Kunkel y Di Tullio, entre otros) presentaron sólo ahora, cuando ha perdido el control de la calle, un proyecto de ley que -¡oh, milagro!- pretende regular la protesta social y, cuando ésta fuera “ilegítima”, sea disuelta por la policía o, como será el caso, por la Gendarmería; debe ser preocupante mirarse en el espejo anticipado de la Venezuela en ebullición.

Con ello y con el pase de gorra ante los organismos internacionales, el mamarracho que constituyó el “modelo” ha perdido los últimos jirones de un “relato” que se ha desflecado por completo pero que, durante diez años, le permitió convencer a tantos y comprar a muchos, y hoy ha dejado en evidencia qué fue en realidad: un obsceno sistema de acumulación de poder para robar empresas y dinero público, aún a costa de la muerte y del hambre de miles de argentinos.

Pero el objetivo de esta nota, y la razón de su título, es enunciar algunos puntos básicos sobre los cuales todas las fuerzas no kirchneristas debieran coincidir para transformarlas en políticas de estado –o sea, aquéllas que se extienden más allá de varios períodos de gobierno, cualquiera sea el partido gobernante-, firmando un pacto que permita resucitar a la Nación, que estará en coma 4 cuando doña Cristina, por las buenas o por las malas, deba entregar la banda y el bastón presidenciales a su sucesor.

Lo primero que nuestro país debe hacer es recuperar la confianza de propios y extraños, muchos de ellos curtidos por tantas décadas de desaguisados, sobre todo en la economía. Sin ella, nos resultará imposible obtener las inversiones indispensables para desarrollar un potencial que, desde hace más de un siglo, nunca se ha transformado en realidad. Los cientos de miles de millones de dólares que los propios argentinos tienen en el exterior (o en los colchones), por sí solos, bastarían pero, hasta que constaten que volver no significa asumir riesgos que superen al propio negocio, seguirán siendo nada más que cifras en un papel.

Tenemos una Constitución Nacional, o sea, un contrato social que hemos firmado para convivir en comunidad; nunca la hemos respetado, como tampoco lo hemos hecho con los códigos y demás leyes que reglamentan las obligaciones y los derechos que ella nos impone y nos otorga. Mucho hemos hablado, todos, de la libertad; sin embargo, ninguna sociedad es verdaderamente libre hasta que no se transforma en esclava de la ley, y el ejemplo siempre debe provenir de la cabeza, es decir, de quienes tienen a su cargo las mayores responsabilidades del Estado, pero cada uno de nosotros tiene un papel a desempeñar y debemos ajustar estrictamente nuestro proceder a ese texto.

Creo que todos coincidimos en que los principales temas a discutir hoy por la ciudadanía, y por quienes pretendan representarla en los comicios, deben ser: la inseguridad, el narcotráfico y el lavado de dinero, la salud y la educación públicas en todos sus niveles, la colonización y el funcionamiento de la justicia, la corrupción generalizada y su impunidad, el unitarismo fiscal de un país teóricamente federal, la indefensión de la nación, la inexistencia de leyes migratorias, el colapso de nuestra moneda, el gasto público y la desaforada inflación, la desmesurada presión impositiva, la desintegración de los organismos de control, las reelecciones indefinidas en ámbitos públicos, la inexistencia de planificación en materia de infraestructura y el actual estado de ésta, la recuperación el autoabastecimiento energético, la reinserción social de los ni-ni, la informalidad laboral y las relaciones internacionales y el papel geopolítico de la Argentina en el mundo.

Por mi parte, he formulado algunas propuestas concretas, que pueden verse clickando en http://egavogadro.blogspot.com.ar/2012/02/la-argentina-que-quiero.html. Sin embargo, hasta ahora no he escuchado a ninguno de los partidos políticos expresar claramente qué piensan hacer respecto a cada uno de esos temas fundamentales; en algunos casos, pocos, los precandidatos en danza se oponen a medidas concretas del Gobierno y, aunque reconozco que esa actitud ha sido esencial para impedir nuevos avances del kirchnerismo sobre la república, no han dejado de constituir hechos aislados.

Es indispensable que los ciudadanos exijamos que se pongan de acuerdo (como empezará a hacerlo UNEN el martes) en la forma de encarar a lo largo de mucho tiempo cada drama de los enumerados, lo firmen todas las fuerzas democráticas y las expliquen públicamente. Sólo así dejaremos de elegir nuevos mesías, a quienes entregamos la suma del poder, y después nos lamentamos al descubrir que, una vez más, se nos ha engañado y se nos ha hundido aún más en la ciénaga inmunda en que nos debatimos hace décadas.

El mundo nos sigue dando oportunidades que no merecemos, y debemos rogar que se nos permita, al menos, alcanzar el último coche del tren del progreso. Si lo perdemos, si las desperdiciamos, la Argentina dejará de ser un país viable y habrá muerto, como nación soberana, en el fondo de cenizas del baúl de la historia de la humanidad.

Sin una justicia independiente, seria y rápida nada podrá ser posible pero, con ella, todo lo será, porque habrá recuperado su rol de último custodio e intérprete de la Constitución, y podrá obligar a su estricto cumplimiento, tanto por parte de las autoridades cuanto de los ciudadanos de a pie. Hoy, aunque no los utiliza, la Corte Suprema dispone de remedios para hacer cumplir sus fallos al Poder Ejecutivo; sin embargo, cuando hoy es desobedecida y se limita a lamentarse como si fuera un mero testigo, o cuando se transformó en un instrumento indispensable para ejecutar la falsa política de derechos humanos de los Kirchner, tolerando y respaldando tantos simulacros de juicios, degrada su función legal y denigra a sus integrantes, por muchos lauros académicos y conductas republicanas exhiban en sus antecedentes personales. El próximo martes, a las 20:30 hs., siempre por www.canaltlv1.com, el invitado será el Dr. Alejandro Fargosi, representante de los abogados en el Consejo de la Magistratura, con quien conversaré sobre estos temas y, en especial, sobre el presente de ese órgano del Poder Judicial.

Espero que, en esta Pascua de Resurrección –y en este Pésaj- a los argentinos se nos conceda la gracia de vislumbrar, al menos, el final de un camino de decadencia y desintegración como sociedad, que iniciamos hace muchas décadas, para poder reinsertarnos entre las comunidades civilizadas del mundo y, sobre todo, para ofrecer a nuestros hijos y nietos un país digno, libre, democrático, justo y republicano, capaz de verse Nación.

Este es un reenvío de un mensaje de "Tábano Informa"
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¿POR QUE?



Por Carlos Belgrano

Amigos:

En esta Pascua de Resurrección, confió que el espíritu de Nuestro Señor, nos ilumine a todos nosotros por igual.

Pero siendo una fecha trascendental para muchos, entre los que me incluyo, ya que la conmemoración de la Resurrección* de nuestro Cristo y el venidero Pentecostés son las fechas más importantes para la Fe Cristiana, creo que han arribado con ellos, los tiempos de preguntas y reflexiones, cuyas respuestas inconclusas, nos alimentan la ausencia del tan anhelado sosiego colectivo.
Hablamos de continuo sobre esta política barrial y soez, no porque sea un tema en debate, interesante y superador, sino más bien por la necesidad extrema de algo parecido a la catarsis literaria.
Mencionar casi a diario a esta pitonisa de pr*stíbul*, no es agradable ni edificante, pero deviene inexorable, ya que todos de alguna particular manera, debemos absorber los costos del despilfarro de los recursos del Estado por sus veleidades, propias de una monarquía sin Casa Real.
Y acaso lo que más nos sobresalta hasta la propia ira, es la rigidez de su descompostura y del baño cotidiano de sus infamias, dignas de otra de su condición, la Popea nerónica.
La mayoría de nosotros, se está dejando guiar hacia los brazos del instituto del recambio electoral, pero carecemos del poder de veto sobre la legitimidad de los candidatos, lo que nos conllevará a seleccionar, como desde antiguo, entre los menos crápulas. Pero tal distingo no existe, salvo en el terreno de los valores fisonómicos, solo eso.
Todos los presidenciables que poco a poco, comienzan a abandonar sus cubiles, son de una factura idéntica y monocordial. La República no necesita de ninguno de ellos, porque pertenecen a la misma estofa hibrida, de la toma del poder por el poder mismo.
No les importa en lo absoluto, su desconocimiento del Deber Ser y el correcto manejo de la Cosa Pública. Cuando falleció Doña Elena Faggionato de Frondizi en 1991, recuerdo que entre un grupo de colaboradores de Don Arturo, de los cuales "Tito" González, fue el mayor aportante, tuvimos que suscribir una tanda de pagarés en la funeraria Lázaro Costa, porque el ex Presidente, no tenía los fondos para sufragar su sepelio.
Una pequeña prueba de la otra Argentina, en la que se militaba "por los colores", no por los cargos ni el "bolsiqueo" de lo ajeno. Y no huelga decir que esa Clase Dirigente -subrayo las mayúsculas- era más o menos igual.
Oscar Alende, Ricardo Balbín, Américo Ghioldi, Horacio Teddy, "Paco" Manrique, el "colorado" Abelardo Ramos y tantos otros de esos años, estaban en veredas opuestas a las nuestras, pero la frugalidad de sus vidas, eran un denominador común.
En cambio, los peronistas, a través del sindicalismo, eran propietarios de caballos de carrera, estancias y ostentosas mansiones, como el "lobo" Vandor que dirigía a la UOM, desde su stud en San Isidro.
Por eso, no hay que preguntarse tanto, de donde proviene la podredumbre del justicialismo. Del hilo conductor, degenerativo del "amasado" de fortunas, enmascarado con el discurso de la voluntad popular. Tan vacío como las falsas promesas.
Hoy a través de Massa, ese peronismo se retroalimenta con un mensaje de renovación; el mismo del "turco" con la "revolución productiva" que concentró el capital en los consorcios parasitarios de siempre y hundió a las Pymes, que fueron y son las dadoras del setenta por ciento de la mano de obra laboral.
Macri que no solo es el hijo de un mafioso, sino además el heredero del "viciado" de la Obra Pública, también promete.
Todos ellos y sus rivales de las próximas "abiertas", verterán lo mismo. Porque la virtud Republicana está sepultada y olvidada en los confines del pasado. Y a estas alturas, con el pesimismo que nos embarga por la consagración estelar de estos "prometeos" y anticipándonos a este asegurado continuismo, que pondrá a resguardo, entre muchos otros crímenes, la libertad ambulatoria de esta Kretina, ¿tiene el Lector alguna duda sobre ello?
¿Se imagina a estos descontados triunfadores en los comicios del 2015, removiendo a todos los jueces federales que tutelan la prosecución de todas las fechorías presidenciales? No avizore ni por segundos esta infantil hipótesis.
Ya contamos con el antecedente de "chupete" De la Rúa, cuando remitió a Menem, a una espaciosa Quinta en Don Torcuato, para que se asoleara con la "Chechu".
Recientemente fue el "mismo aparato", el que le retribuyó el favor con su absolución, en la causa por los "sobornos en el Senado", como al intrépido Mauricio en la de "las escuchas".  Porque así funciona el "sistema".
Lo que me hace recordar otra anécdota que ya he citado antes de ahora, varias veces. Es la historia de un desdichado Diputado, Víctor Juan Guillot, quien había aceptado un soborno, cuando el escándalo de "los terrenos del Palomar" en las postrimerías de 1939. Cuando Solano Lima, ordenó una investigación en la Cámara de Diputados por esos días, Guillot se suicidó, luego de indagarse que una "querida suya" con la que había tenido un hijo extramatrimonial, había cobrado por ventanilla en la casa matriz del Banco Español, un cheque de veinte mil pesos.
Ahora sí, imagine el Lector, si estos legisladores nuestros, imitasen la valiente actitud de este malogrado. Seguramente la pila de cadáveres, treparía hasta el domo del Congreso y los pasillos de nuestro Capitolio, se asemejarían a la tragedia de Guyana.
Infortunadamente, todos los ejemplos de renunciamientos son mucho muy pretéritos. Demasiado para que el imaginario popular los recuerde.
Ahora todo se reduce a observar como los K, son protegidos por los Oyarbide y muchos más de la misma catadura amoral.
Y me pregunto

¿POR QUE?

Cordialmente Carlos Belgrano.-

alarosadatodos@gmail.com    

NOTA:
* Editado