martes, 22 de octubre de 2013

A CASI 100 AÑOS DEL GENOCIDIO EN MARDIN


Por Emilio Nazar Kasbo
Estamos por cumplir 100 años del Decreto que iniciara el Genocidio Islámico Turco Otomano contra los Armenios y otros cristianos, el 24 de abril de 1915. Ese fue el último Genocidio, pero antes hubo muchos otros en la región. Los armenios que hoy seguimos vivos, somos los sobrevivientes de numerosos genocidios.
Desde que los Jóvenes Turcos asumieron funciones de Gobierno en el Imperio Otomano, y principalmente desde 1915, las mayores calamidades recayeron en la población de Mardin, ciudad que actualmente se encuentra en Turquía, que antes pertenecía a Siria, en tanto que es una ciudad perteneciente a la Armenia Histórica, aledaña a la ciudad de Diarbekir (originalmente denominada Tigranaguert)
No todos los descendientes de mardinsíes reconocen esto que acabo de mencionar. Es más, estos comentarios a muchos “no gustan”, o resultan “desagradables”, sin más explicación. Imposible resulta hurgar en los motivos. No se trata más que de un “negacionismo” protagonizado por los mismos descendientes de las víctimas.
Los descendientes de quienes conformaron inicialmente el Club Mardin de La Plata y el de Quilmes, son todos descendientes de armenios católicos de raza e identidad armenia.  Pero somos armenios arabófonos, armenios que hablamos árabe, motivado ello por un genocidio anterior al de 1915 que además alteró los apellidos.
Hoy dicen muchos que son árabes.  Pero el árabe es un idioma.  No es ni una raza ni una religión.  Decir que “soy árabe” es como decir “soy mandarín” o “indostani”, que también son idiomas.
Hay una sola excepción: puede decirse “árabe” el originario de Arabia Saudí; sin embargo, quien esto quisiera sostener debería acreditarlo primeramente con su tipo racial, con sus genes. Los mardinsíes son todos de un tipo racial blanco, caucásico, en tanto que las tribus de Arabia Saudí son de rasgos semitas, de color grisáceo.
Yo hablo árabe coloquial, pero mi identidad es armenia. Mi abuelo tenía Pasaporte sirio, y por tanto soy segunda generación de sirio (como nacionalidad asignada por el dominio sobre Mardin en su tiempo). Lo mismo sucedió con la rama familiar materna: tras el Genocidio y la Caravana de la Muerte sobrevivieron en Aleppo, donde los planes turcos de exterminarlos a todos no pudieron concretarse por la derrota en la Primera Guerra Mundial y el cambio geopolítico sufrido como su consecuencia. Mi madre nació bajo régimen francés, además, puesto que Siria se convirtió en una Colonia de Francia, siendo su derecho derivado del mismo nacimiento. De modo que a su vez soy hijo de una persona francesa, y por vía materna también segunda generación de nacionaldiad siria. Por ambas partes, dado que todos mis bisabuelos y bisabuelas eran originarios de Mardin, soy Tercera Generación de víctimas del Genocidio, y mis hijos son la Cuarta.
No tengo rasgos tártaros  como los turcos. Soy blanco y no tengo rasgos semitas como palestinos, libaneses o algunos sirios, dado que en Siria coexisten diversos grupos, y en su zona Oriental hay numerosos Kurdos y Armenios, al igual que siempre hubo gran concentración de armenios en la zona de Aleppo y muchos otros dispersos por el país. Y todos tienen una similar contextura y tipo racial, excepto los descendientes de armenios fundadores de Mardin que se han casado con personas libanesas o de otro origen (entre quienes incluso deben ser contabilizados algunas mujeres que eventualmente hayan sido violadas en el marco del Genocidio por los turcos, transmitiendo así otros rasgos diversos a su descendencia).
Además, muchas familias han tenido propiedades en Mardin. Las de mi familia están reclamadas. Algún día las recuperaremos nosotros.  No sé si el resto conoce cuál fue el destino de sus propiedades familiares que en algún momento tuvieron en Mardin.
A casi cien años del Genocidio… ¿Quién prepara los actos del centenario?
Soy armenio católico arabófono descendiente de mardinsíes de tercera generación desde el Genocidio, y ya viene la cuarta, en medio del olvido y la negación de muchos. Y así, a muchos les resulta “desagradable” lo que digo. Pero nadie explica con fundamentos cuál es el error en su caso, mientras continúan debatiéndose acerca de su propia identidad: “¿y nosotros, qué somos?”, preguntan. Nadie les dará una respuesta.
Soy armenio católico arabófono descendiente de mardinsíes. Mi Parroquia en Argentina en Charcas 3529 de Capital, que es la Catedral que me corresponde.
Soy armenio católico arabófono descendiente de mardinsíes, y estoy aprendiendo el idioma armenio, que se sumará a otros idiomas que conozco, como el inglés. El resto de los descendientes que viven en Argentina, hasta donde yo sé, prácticamente han perdido el idioma árabe. La mayoría hoy ya no son “armenios arabófonos” ni “armenios arabizados”, sino que hoy son “armenios castellanizados”, “armenios hispanizados” o “armenios argentinizados”. Pocos son conscientes de ello, creo.
Soy armenio católico arabófono descendiente de mardinsíes, y conozco la historia de mi familia. Ya sé que a muchos no les importa, no les interesa.
Soy armenio católico arabófono descendiente de mardinsíes, y he visitado Siria, pero también he estado en Mardin.
Soy armenio católico arabófono descendiente de mardinsíes. Los demás, que sigan debatiendo su identidad.

Soy armenio católico arabófono descendiente de mardinsíes.