sábado, 25 de mayo de 2013

MONS. AGUER DENUNCIÓ LA “PROMISCUIDAD DEL MUNDO DEL DINERO” CON EL PODER Y LA DEMOCRACIA



Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, en su reflexión televisiva semanal en el programa “Claves para un Mundo Mejor” (América TV), tomó palabras recientes del Papa Francisco, con quien estuvo hace pocos días en Roma, y un estudio del filósofo italiano Sergio Romano, analizando la relación existente entre Democracia, Poder y Dinero indicando que “este es un problema que atañe al mundo entero. Es un problema real de las democracias de hoy”.
Recordó que el Papa Francisco decía, refiriéndose a la situación económica del mundoque la mayoría de los hombres y mujeres de nuestro tiempo siguen viviendo precariamente el día a día con consecuencias funestas” y apuntaba que una de las causas es la relación que hemos establecido con el dinero, aceptando su predominio sobre nosotros y nuestras sociedades”, haciendo ver “que la reciente crisis financiera internacional se funda en un problema antropológico. La relación del hombre con el dinero ha quedado completamente alterada, en un sentido antiético y también antirreligioso”.
Además dijo que el Papa apunta a “que mientras las ganancias de unos pocos van creciendo exponencialmente, las de la mayoría disminuyen. Se trata de un afán de poder y de tener que no conoce límites. En este hecho se manifiesta un problema ético que implica un rechazo de Dios, porque consiste en convertir al dinero, a la riqueza, en un ídolo. Cuando no se relativiza el dinero y el poder, y se los convierte en un absoluto hay una falla ética fundamental”.
Asimismo se propugna, de acuerdo a la tradición de la Iglesia, “una reforma financiera verdaderamente ética, de la cual se seguiría una reforma económica beneficiosa para todos. Pero esto requiere, afirma Francisco, un cambio de actitud enérgico por parte de los dirigentes políticos”.
Por eso lo relacionó con un artículo, que se publicó pocas semanas antes, de Sergio Romano,un intelectual y periodista italiano de primer nivel, y que apunta en el mismo sentido” sobre el problema de las democracias, de las democracias modernas, y de una connivencia inmoral del poder con el dinero”.
“Dice: “la historia de la democracia es también una historia de ambiciones muy terrenas y de personas que aprovechan su estatus político paras enriquecerse”. Y pone ejemplos tomados del siglo XIX y del siglo XX en los principales países del mundo. Él está apuntando sobre todo a Europa y a Estados Unidos. Dice además que “entre el 800 y el 900 hubo escándalos clamorosos y grandes fortunas acumuladas gracias a un uso desprejuiciado del poder”.
Mons. Héctor Aguer explicó que “poder y dinero se potencian; hace falta dinero para alcanzar el poder y el poder ayuda a acrecentar la riqueza. Pero eso es suerte de unos pocos y el autor aquí pone ejemplos de importantes funcionarios que están sospechados, procesados o condenados en sus respectivos países”.
Sergio Romano presenta este problema “como un drama de la democracia. Es un virus o un bacilo, es una enfermedad que se llama el excesivo dinero, el demasiado dinero”. En el fondo tendríamos que decir el amor al dinero, haciendo referencia a una frase del apóstol San Pablo que dice que la raíz de todos los males es el amor al dinero”.
También destacó que Romano comenta “el caso de la última campaña electoral en los Estados Unidos que gastó 5 mil millones de dólares y dice que la crisis de Wall Street y de las finanzas norteamericanas, que tuvo sus consecuencias luego en todo el mundo, tiene que ver precisamente con una cierta promiscuidad del mundo del dinero con el poder político”.
Luego de indicar que Sergio Romano es un demócrata” que piensa que la democracia ha demostrado en el pasado que sabe corregir sus propios vicios y sanar las propias instituciones” dijo que “si este un problema actual, hay que saber ver no solo sus consecuencias sino también sus causas”. Y añadió que “en el régimen democrático los gobiernos son elegidos por la población, por la mayoría de la población. Aquí se juega entonces una instancia ética y también religiosa, porque tiene que ver con la relación con Dios. No es compatible una recta relación religiosa con Dios con el amor al dinero, con la idolatría del dinero. Y especialmente con esta especie de promiscuidad, como dice Sergio Romano, entre el dinero y el poder”.
Por último recordó que la “Doctrina Social de la Iglesia siempre ha hablado en esta línea y es interesante cómo el Papa Francisco hoy actualiza esa enseñanza hablándole a embajadores de países muy diversos; este es un problema que atañe al mundo entero. Es un problema real de las democracias de hoy”.
Adjuntamos el texto completo de la alocución televisiva de Mons. Héctor Aguer:
“Hace poco más de una semana el Papa Francisco, en un discurso dirigido a un grupo de embajadores que presentaban sus cartas credenciales, les habló acerca del problema de la finanza internacional. Quiero recoger algunos de los párrafos del mensaje papal, porque me parecen de una gran importancia en cuanto a actualización de una enseñanza permanente de la Iglesia en su magisterio social”.
“El Papa Francisco decía en el discurso mencionado, refiriéndose a la situación económica del mundo, que la mayoría de los hombres y mujeres de nuestro tiempo siguen viviendo precariamente el día a día con consecuencias funestas”.
“Y apuntaba, en seguida, a una de las causas de esta situación que es la relación que hemos establecido con el dinero, aceptando su predominio sobre nosotros y nuestras sociedades. Hacía ver, el Papa que la reciente crisis financiera internacional, reciente aunque se está tornando crónica, porque parece que no tiene solución definitiva- que esa crisis se funda en un problema antropológico. Es decir que la relación del hombre con el dinero ha quedado completamente alterada, en un sentido antiético. Y en un sentido, digámoslo también, antirreligioso”.
“El Papa apunta, al mismo tiempo, que mientras las ganancias de unos pocos van creciendo exponencialmente, las de la mayoría disminuyen. Se trata de un afán de poder y de tener que no conoce límites. En este hecho se manifiesta un problema ético que implica un rechazo de Dios, porque consiste en convertir al dinero, a la riqueza, en un ídolo. Cuando no se relativiza el dinero y el poder, y se los convierte en un absoluto hay una falla ética fundamental”.
“Entonces el Papa propugna, de acuerdo a la tradición de la Iglesia, una reforma financiera verdaderamente ética, de la cual se seguiría una reforma económica beneficiosa para todos. Pero esto requiere, afirma Francisco, un cambio de actitud enérgico por parte de los dirigentes políticos”.
“Yo quiero ahora relacionar este discurso del Papa con un breve artículo, que se publicó pocas semanas antes, de Sergio Romano, que es un intelectual y periodista italiano de primer nivel, y que apunta en el mismo sentido. Habla del problema de las democracias, de las democracias modernas, y de una connivencia inmoral del poder con el dinero”.
“Dice: “la historia de la democracia es también una historia de ambiciones muy terrenas y de personas que aprovechan su estatus político paras enriquecerse”. Y pone ejemplos tomados del siglo XIX y del siglo XX en los principales países del mundo. Él está apuntando sobre todo a Europa y a Estados Unidos. Dice además que “entre el 800 y el 900 hubo escándalos clamorosos y grandes fortunas acumuladas gracias a un uso desprejuiciado del poder”.
“Es decir, poder y dinero se potencian; hace falta dinero para alcanzar el poder y el poder ayuda a acrecentar la riqueza. Pero eso es suerte de unos pocos y el autor aquí pone ejemplos de importantes funcionarios que están sospechados, procesados o condenados en sus respectivos países”.
“Sergio Romano presenta este problema “como un drama de la democracia. Es un virus o un bacilo, es una enfermedad que se llama el excesivo dinero, el demasiado dinero. En el fondo tendríamos que decir el amor al dinero, haciendo referencia a una frase del apóstol San Pablo que dice que la raíz de todos los males es el amor al dinero”.
“Romano apunta el caso de la última campaña electoral en los Estados Unidos que gastó 5 mil millones de dólares y dice que la crisis de Wall Street y de las finanzas norteamericanas, que tuvo sus consecuencias luego en todo el mundo, tiene que ver precisamente con una cierta promiscuidad del mundo del dinero con el poder político”.
“Por supuesto Sergio Romano es un demócrata, y piensa que la democracia ha demostrado en el pasado que sabe corregir sus propios vicios y sanar las propias instituciones. Pero si este un problema actual, hay que saber ver, entonces, no solo sus consecuencias sino también sus causas”.
“En el régimen democrático los gobiernos son elegidos por la población, por la mayoría de la población. Aquí se juega entonces una instancia ética y también religiosa, porque tiene que ver con la relación con Dios. No es compatible una recta relación religiosa con Dios con el amor al dinero, con la idolatría del dinero. Y especialmente con esta especie de promiscuidad, como dice Sergio Romano, entre el dinero y el poder”.
“La Doctrina Social de la Iglesia siempre ha hablado en esta línea y es interesante cómo el Papa Francisco hoy actualiza esa enseñanza hablándole a embajadores de países muy diversos; este es un problema que atañe al mundo entero. Es un problema real de las democracias de hoy”.