sábado, 18 de mayo de 2013

FALLECIÓ EN CAUTIVERIO EL EX PRESIDENTE DE ARGENTINA, GENERAL JORGE RAFAEL VIDELA




EN LA FOTO: Jorge Rafael Videla también salió al balcón de la Casa Rosada ovacionado por multitudes en 1978, tras la victoria argentina en el Mundial de Fútbol.

Por Emilio Nazar Kasbo

Jorge Rafael Videla (Mercedes, Buenos Aires, 2 de agosto de 1925 - Marcos Paz, 17 de mayo de 2013) fue un militar y gobernante de facto argentino, designado por una Junta Militar.
Ocupó la presidencia entre 1976 y 1981 durante el gobierno autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, que se inició con el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, cumpliendo un período de gobierno de 5 años, siguiendo los períodos establecidos por el Estatuto del Proceso, en su aspecto de “renovación gubernamental”. Además fue Jefe del Ejército Argentino entre 1975 y 1978.
Tras la Batalla de Malvinas y el modo en que los militares en el Gobierno entregaron el poder luego de dictar una amnistía previa, retornó la partidocracia en 1983. Entonces Videla fue juzgado y condenado a prisión perpetua y destitución del grado militar por numerosos crímenes de lesa humanidad cometidos durante su gobierno. Durante el gobierno del presidente Carlos Saúl Menem fue beneficiado por un indulto. Sin embargo, fue juzgado nuevamente por las mismas causas por las que antes había recibido la Amnistía y el Indulto constitucional, y el 22 de diciembre de 2010 fue condenado a prisión perpetua en cárcel común por el caso denominado UP1. El 5 de julio de 2012 fue condenado otros a 50 años en prisión (en una situación jurídica inédita en la Argentina y no contemplada por la legislación local), por encontrársele responsable penalmente por el secuestro sistemático de neonatos y niños durante la última dictadura cívico-militar en Argentina.

SU BIOGRAFÍA
Jorge Rafael Videla Redondo nació el 2 de agosto de 1925 en la ciudad de Mercedes, Provincia de Buenos Aires. Fue el tercero de los cinco hijos del coronel Rafael Eugenio Videla Bengolea (1886-1952) y María Olga Redondo Ojea (1897-1987). Fue bautizado en recuerdo de dos hermanos mayores mellizos, fallecidos de sarampión en 1923. Videla desciende de una tradicional familia de San Luis, muchos de sus antepasados tuvieron destacadas actuaciones políticas, como su tatarabuelo Blas Videla y su abuelo Jacinto Videla, gobernador de San Luis entre 1891 y 1893.
El 7 de abril de 1948 contrajo matrimonio con Alicia Raquel Hartridge Lacoste, hija del embajador Samuel Alejandro Hartridge Parkes (1890-1967) y María Isabel Lacoste Álvarez (1894-1939). Con ella tuvo siete hijos: María Cristina (1949), Jorge Horacio (1950), Alejandro Eugenio (1951-1971), María Isabel (1958), Pedro Ignacio (1966), Fernando Gabriel (1961) y Rafael Patricio (1953). Tanto Rafael Patricio como Fernando Gabriel, ingresaron en el Ejército Argentino.
Ingresó en el Colegio Militar de la Nación el 3 de marzo de 1942 y se graduó el 21 de diciembre de 1944 recibiendo el grado de subteniente de infantería, fue el 6º de la promoción 73ª sobre un total de 196 cadetes. Cursó la Escuela Superior de Guerra entre los años 1952 y 1954 y se licenció con el título de Oficial de Estado Mayor. Formó parte de la Secretaría de Defensa entre 1958 y 1960, dirigió la Academia Militar hasta 1962. En 1971 fue ascendido a general de brigada y nombrado por Alejandro Agustín Lanusse director del Colegio Militar de la Nación. A fines de 1973, el comandante Leandro Anaya lo nombró Jefe del Estado Mayor del Ejército y el 27 de agosto de 1975, la presidente María Estela Martínez de Perón lo nombró Comandante en Jefe del Ejército.
Ante la situación de ingobernabilidad impulsada por el terrorismo subversivo en el país, habiéndose cerrado la vía partidocrática por la renuncia misma de Balbín a tal posibilidad, el 24 de marzo de 1976 encabezó, junto a Emilio Eduardo Massera y Orlando Ramón Agosti el golpe de Estado cívico militar anunciado por Héctor Timerman en el diario que él mismo dirigía, con gran apoyo de radicales, derrocando a la presidente constitucional María Estela Martínez de Perón, prohibiendo los partidos políticos excepto el Partido Comunista, y cerrando las sesiones del Congreso Nacional, dando comienzo al Proceso de Reorganización Nacional. Es más, tan anunciado fue el golpe militar, que en la Provincia de Buenos Aires, se hizo traspaso de mando oficial del Gobernador constitucional al Gobernador de facto. Durante su gobierno, una disputa fronteriza con Chile estuvo a punto de devenir en un conflicto armado.

GUERRA INTESTINA
Jorge Rafael Videla afirmó haber presentado a las autoridades constitucionales un plan “antisubversivo” en tres niveles, uno de mayor seguridad en la precisión de objetivos y que se desarrollaría a largo plazo, uno intermedio de menor precisión en los objetivos y que implicaba comisión de errores a desarrollarse en un mediano plazo, y un tercer nivel a corto plazo en el cual no se podía asegurar precisión de objetivos y que presumiblemente daría lugar a errores generalizados. Según los dichos de Videla, fue Ítalo Argentino Luder quien encomendó llevar a cabo la tercera opción, que derivara además en el golpe militar alentado y hasta proclamado mediáticamente.
Por ejemplo, según informa Wikipedia, Héctor Timerman a los 22 años, dirigió en dos ocasiones (durante marzo y agosto de 1976) el diario que perteneciente a su padre Jacobo Timerman, La Tarde, en que se condenaba al “extremismo”, a la “subversión” y a los “sediciosos”, a la vez que se defendía a la dictadura, a Jorge Rafael Videla, Albano Harguindeguy y a Antonio Domingo Bussi.
Efectivamente, hubo un movimiento subversivo que revistió características militares, y por ello la constitución de un Estado paralelo que incluso buscó independizar una región del Noroeste argentino, llegando a solicitar tal extremo infructuosamente ante las Naciones Unidas. La población había sido llevada a una situación de pánico, convirtiendo a la ciudadanía en rehén. El movimiento terrorista guerrillero era un brazo armado de lo que más tarde implicó el descubrimiento en Argentina de las ideas gramscianas, que fueron adoptadas por la izquierda en el marco de su guerra, ideas profundizadas con posterioridad por la Escuela de Frankfurt (que proclama como síntesis del marxismo y el capitalismo la vigencia del sistema económico liberal al que se adosa la materialista lujuria extrema como único sentido en la vida y la sociedad, copando para ello las instituciones para difundir tales ideas).

ACCIÓN MILITAR
Videla llevó a cabo una guerra militar, en la cual el terrorismo perdió la lucha armada, trocando así la izquierda su estrategia dentro del marco de la misma guerra.
Sin embargo, Videla era un liberal, se subordinó a los intereses estadounidenses como un cipayo, recibiendo los “consejos” de Henry Kissinger, quien fuera el ideador de la desaparición forzada de personas como acto que aún no se encontraba condenado por los Tratados Internacionales de Derechos Humanos, evitando además de ese modo la figura de las Ejecuciones Sumarias Reiteradas que señalaría al gobierno como atentatorio a la dignidad de la persona humana. “Háganlo pronto” dijo Kissinger al gobierno militar, según citara en una publicación Horacio Verbitsky.
El Proceso de Reorganización Militar puso sobre la Constitución Argentina su Estatuto, y en el marco de una inédita guerra intestina con soldados guerrilleros extranjeros como componente adicional, optó por aplicar el mismo sistema de Francia en Argelia: ocasionar el mismo grado de terror y pánico que el ocasionado por los terroristas, deteniendo a efectivos enemigos para cambiarlos “de bando” y que oficiaran de “inteligencia” para denunciar a sus propios subordinados. Así, el gobierno de Jorge Rafael Videla logró sus propios objetivos para el año 1978, quedando para esos tiempos pocas células terroristas en funcionamiento, dejando una estela de pánico entre los subversivos que no se pasaban de bando más que de modo oportunista para evitar daños a su propia persona e incluso con riesgo de perderla.

INJUSTICIA PROMOVIDA POR KISSINGER
Así, la injusticia de la situación de los desaparecidos provocó la incertidumbre en su tiempo, que se prolonga hasta el presente en sus secuelas. Es una injusticia que las personas no reciban el cuerpo de un familiar muerto (por el motivo que fuese). Sin embargo, muchas veces la incertidumbre era provocada por los mismos terroristas cuando pasaban a “la clandestinidad”, cortando todo vínculo y comunicación con sus familiares, amistades y lugares donde habitualmente se lo podía hallar; cuando este cuadro subversivo resultaba capturado por las fuerzas gubernamentales su situación de “desaparecido” de los lugares habituales continuaba, y muchas veces siguió por muchos años.
Además, el gobierno militar en algunos casos ofreció identidades falsas a quienes denunciaban a sus propios compañeros, de modo que fueron a vivir a otros sitios dentro del país e incluso en el exterior, aunque su identidad originaria continuaba siendo la de un desaparecido.
Resulta claro que esta metodología, inspirada desde el centro de poder mundial de los Estados Unidos y sus voceros como es el caso de Henry Kissinger, no es avalada por el Catecismo de la Iglesia Católica ni por el Magisterio. Ello no implica la posibilidad de que la persona pueda confesar sus pecados y acceda a la Comunión, y no sólo para Videla y quienes acompañaron al régimen de facto, sino también para los mismos terroristas guerrilleros subversivos que también cometieron gravísimos actos que ocasionaron muertes, mutilaciones, lesiones y graves daños a numerosas personas y sus familias.

GUERRA CON CHILE
Durante el gobierno militar, el conflicto limítrofe entre Argentina y Chile acerca de la soberanía sobre las islas en el Canal de Beagle estaba pendiente de resolución y sometido al Laudo Arbitral de la corona británica de 1977 que ambas partes habían acordado obedecer.
En 1977 se dictó una sentencia que entregó las tres islas a Chile, pero la junta declaró la sentencia "insanablemente nula", colocando a ambos países al borde de la guerra. El 22 de diciembre de 1978 Videla dio inicio a la “Operación Soberanía” destinada a ocupar las islas militarmente. Solo la intervención del Papa Juan Pablo II en último instante hizo desistir a la Junta Militar de comenzar la guerra, con la participación del Cardenal Samoré. El Papa inició una mediación, otorgando no sólo todas las islas e islotes a Chile, sino inventando una antijurídica curva sobre el agua sin sustento en tierra que rodeaba las islas, pretendiendo que tal curva imaginaria era el límite del Océano Pacífico. La propuesta de Juan Pablo II fue rechazada por Videla, Viola, Galtieri y Bignone.
Las tensiones continuaron hasta el retorno de la democracia a Argentina, tras la Guerra de las Malvinas. El conflicto no se resolvería hasta que el ex presidente Raúl Ricardo Alfonsín promoviera la entrega de las Islas a Chile con la excusa de que mantenerlas bajo la Soberanía Argentina podía llevarnos a una guerra como la de Malvinas, provocando el pánico en la población que aprobó en un plebiscito las gestiones gubernamentales de renuncia a la Soberanía a cambio de “las nubes de húbeda”. Así, se firmó un Tratado de Paz y Amistad con Chile en 1984.

VIDELA: UN LIBERAL
Videla no sólo fue liberal en su subordinación al poder político estadounidense, que le ofreció su apoyo circunstancial, que luego le fue quitado. Tanto le fue quitado, que la misma Fundación Ford, de los “conservadores” republicanos de yankilandia, “extrañamente” comenzó a financiar a Horacio Verbitsky y a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Efectivamente, los mismos que avalaron a Videla, luego apoyaron al “bando contrario”.
Videla también fue liberal en su subordinación al poder económico de yankilandia. Así, ubicó como ministro de Economía a José Alfredo Martínez de Hoz, quien después de la devaluación del “Rodrigazo” y el colapso económico buscó privilegiar las agroexportaciones con un dólar bajo que permitiese abonar la deuda externa. Sin embargo, ésta creció exponencialmente, ya que Martínez de Hoz era uno de los “chicago boys”, formados en la escuela de dicha ciudad según la cual la capacidad de endeudamiento puede llegar al límite de que puedan abonarse los intereses, manteniendo intacto el capital. Así, la Deuda Externa llegó al límite de lo impagable, introduciendo al país en la usura internacional de la cual resulta imposible salir. También implicaba asumir a la Argentina como un país agroexportador, dañando la industrialización que se agravó por la apertura incondicional de las exportaciones contra las cuales la economía nacional no podía competir, inventando el fracasado “compre argentino”.
El plan económico de Martínez de Hoz, fue continuado luego, años más tarde, por otro funcionario del gobierno militar, Domingo Cavallo, y proseguido por el sistema económico posteriormente implantado durante la presidencia de Fernando De la Rua y los sucesivos gobiernos. Actualmente se ha desembocado en una extraña mezcla de liberalismo con dirigismo estatista en dirección stalinista con un capitalismo para “los amigos del poder”.

CULTURA LIBERAL
En el marco cultural, todo siguió “como siempre”, y quienes aparecían cotidianamente en las pantallas de TV, en los diarios y en las revistas, no cambiaron prácticamente. Sofovich, Moser, Bo, Palito Ortega, Moria Casan, Graciela Alfano y otros, continuaron con su producción barata y vulgar, sin elevar jamás el perfil y bajo la aplicación de la censura, pasando por todos los gobiernos previos y posteriores tan intactos como lo fue José Martínez de Hoz.
Es sabido que tal “basura cultural” también fue un modo de “educar”, que contrastaba con los contenidos escolares, cuando también se enseñaba un criterio y una historiografía liberal, que era la “oficialista”.
Hoy está vigente la misma basura, pero con otro signo ideológico supuestamente “opuesto”. Hoy la Argentina vive lo mismo, pero en sentido inverso, en toda la extensión que el término invertido puede tener. Hoy no hay armas. La guerra es cultural e institucional. Todo es igual, sólo que la versión es el otro extremo de la sinarquía: el de la izquierda gramsciana derivada en Escuela de Frankfurt.

RUMOR: “LO IBAN A MATAR”
Jorge Rafael Videla falleció a las 6:30 de la mañana del 17 de mayo de 2013, a la edad de 87 años, por muerte natural según informaron los medios. El exdictador argentino fue encontrado muerto en el penal de Marcos Paz sin pulso ni respiración, donde cumplía con el castigo de cadena perpetua.
La muerte del dictador fue confirmada por Cecilia Pando. "Me enteré por la esposa de un detenido que estaba en el penal con Videla. Anoche no se sentía bien. Lo llevaron al hospital que hay dentro del penal, pero no tenía nada y lo volvieron a llevar a su celda. Esta mañana cuando hicieron el recuento de los detenidos, no estaba y cuando fueron a ver a su celda lo encontraron muerto", dijo Pando.
En declaraciones a la radio Cadena 3, de Córdoba, Pando señaló que no tenía un problema puntual de salud, "pero el último tiempo lo aislaron porque había un rumor de que lo iban a matar".

NI LIBERALES NI MARXISTAS
Mientras tanto, una autopsia fue ordenada por el juez federal de la localidad bonaerense de Morón, Juan Pablo Salas, quien tiene jurisdicción en Marcos Paz, según fuentes citadas por la agencia estatal Télam. Será realizada en la Morgue Judicial del Cuerpo Médico Forense de la capital federal.
 “Si bien todo hace indicar que se trató de una muerte natural, se ordenó la autopsia como un trámite de rigor y para despejar cualquier tipo de dudas”, precisaron los portavoces judiciales.
Y mientras se oyen voces como la de Estela Barnes, titular de Abuelas de Plaza de Mayo diciendo que Videla "Fue un ser despreciable que nunca ser arrepintió", tampoco se han oído voces de arrepentimiento por cada bomba, por cada masacre, por cada extorsión o daño realizado por la izquierda en los denominados “años de plomo”.
Ningún católico puede adherir ni al liberalismo ni al marxismo bajo cualquiera de sus formas, ni tampoco a metodologías que son contrarias a la moral católica como las del Proceso de Reorganización Nacional o la de diversos grupos armados de la década de 1970,  ya que sólo es lícito matar a otra persona, incluso en una guerra, sólo cuando es realizado en defensa propia, o en base a una justa sentencia de un Juez en tanto la pena de muerte haya sido legislada en un país y aplicada a casos de extrema gravedad que afectan a la sociedad toda.