sábado, 26 de octubre de 2013

EVOLUCIÓN EN EL MÉTODO DE ELECCIÓN



LA EVOLUCIÓN DE LA CULTURA CÍVICA CIUDADANA COMO BASE DE  FORTALECIMIENTO DE LA DEMOCRACIA Y ESENCIA EN LA CONDUCCIÓN DEL PAÍS –
Propuesta de adhesión directa como forma de  elección  en reemplazo del voto secreto.

Por Tcnl. José Javier de la Cuesta Avila (LGSM 1 y CMN 73)

      Nunca la historia tiene en sus páginas un proceso de elevación cultural como el que vivimos. La tecnología, con sus avances constantes, está llevando a las sociedades a la globalización  integral planetaria. En el presente, el enlace digital, ha puesto a las antípodas en un mismo escenario y, las comunicaciones en el ciberespacio, unifican los momentos, en una arrolladora acción de hechos, resultados y pronósticos. Este avance del presente, tiene en sus acciones, un nuevo perfil de relaciones en la sociedad y, consecuentemente, la vinculación  de ella con el  gobierno. Los seres humanos de hoy tienen a su acceso directo e inmediato, temas, materias y antecedentes, que le dotan de una mayor capacidad y calidad cultural, que constituye una adecuada base cívica sociopolítica para la democracia y un desafío operativo para los gobiernos. Ayer, los dirigentes actuaban, hacían y decidían, en un nivel restringido, negado a los ciudadanos. En el presente, los ciudadanos tienen la misma posibilidad que los dirigentes para estar informados, lo que convierte su juicio y opinión sobre la conducción gubernamental en una realidad innovadora, de constante cambio y permanente observación. Mañana, seguramente, el poder de gobernar, es decir decidir sobre la voluntad de otros, será cada vez más compartido  con la sociedad y, por lo tanto, será más democrático. Pero ello, debe comenzar en el presente por una nueva modalidad de determinación de los representantes del pueblo que ya no deberán ser un accionar masivo y anónimo, sino adecuarse a uno directo y especifico.

      Los dirigentes que gobiernen en el futuro, deberán, sin dudas, consultar, asesorarse y actuar, con cada vez un mayor consenso y, para ello, los sistemas serán el medio de concreción. En el pasado, el dirigente político, se ponía a prueba solo en los actos electorales, en los cuales el "voto" señalaba apoyo o negación. En los últimos tiempos, ya con las posibilidades de los avances tecnológicos, se comenzó a recurrir a la "evaluación" mediante diferentes métodos, como son las encuestas de opinión, reuniones de consulta, etc.. Mañana, se podrá "actuar" en forma directa y tener evaluación  oportuna de las propuestas de manera inmediata.

    Seguramente, el  cambio inicial se producirá en la elección de los dirigentes que actuarán como autoridades o representantes. Hasta el presente, los candidatos surgen del seno de los partidos políticos y sus figuras son ofrecidas al voto de la comunidad. Ello constituye un "filtro" que se expresa como la "militancia". En el mañana, posiblemente, los aspirantes tendrán que actuar individualmente para obtener el apoyo directo, es decir la nómina de quiénes son los que le asignan la representación. Si por ejemplo, se define que habrá un legislador cada 20.000 ciudadanos, el mismo deberá obtener el apoyo de cada uno de ellos que, de esta manera, usara su poder  electivo concreto directamente. Para evitar situaciones equívocas, este proceso deberá ser de tipo "privado", con acceso al mismo solamente por parte de la Justicia, en los casos de duda o evidencias de algún tipo de fraude. Lógicamente este método será apto y útil en el nivel electivo más bajo (por ejemplo la comuna) y, luego, se deberá tipificar, con cantidades adecuadas, sucesivamente, los superiores, hasta llegar a la más alta jerarquía del país. Este método crea un vincula inmediato entre cada uno de los electores y su representante, con lo cual se modificará el poder que, en lugar de estar en las "cúpulas", como hoy, estará en las sucesivas "bases", con lo cual realmente  "pueblo" será el real, directo y verdadero elector. Estamos ante la posibilidad de materializar el mandato de representación (CNA Art 1) con una concreta acción. El ciudadano individual podrá hacerse "representar" por aquel que elija y que por ello será “su representante” que, al llegar a la función para la que es designado, tendrá que actuar, a su vez (en colegios electorales) para las instancias superiores.

     Este proceso electivo directo deberá estar basado en la territorialidad (federalismo, CNA Art. 1) lo que hace al representante "vecino" de sus representados. Así, los concejales vivirán en la misma localidad, los diputados provinciales en sus provincias como así los nacionales que provienen de estas. Esta proximidad física completará la relación operativa en las funciones ya que habrá un real y efectivo efecto de vivencia y convivencia especifica. De esta manera el ciudadano/vecino sabrá que quien lo representa esta bajo el mismo ambiente, con los mismos problemas y ante idénticas situaciones, con lo que se concurrirá al bien o la solución que corresponda.


   Nuestros abuelos fueron sabios al fijar cómo se debería gobernar (CNA Art. 1), pero, los desarrollos políticos institucionalizaron una metodología diferente y ajena a las realidades. En el presente, la tecnología cibernética, que a la vez globaliza e identifica, está dando una variable operativa que en sus efectos devolverá al pueblo, es decir a cada ciudadano como individuo, la posibilidad de hacerse representar real y efectivamente por el dirigente apto, capaz y concreto que el determine.

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