sábado, 2 de junio de 2012

FUTURO DE LA CIBERNETICA EN RESPUESTA "RESPETUOSA" A MOSEÑOR AGUER.



Por Tcnl. José Javier de la Cuesta Ávila. (LMGSM 1 CMN 73)

           En la trascripción de un comentario realizado   (Pregón de la Plata -2 junio 2012) bajo el titulo de MONSEÑOR AGUER DENUNCIO EL AISLAMIENTO Y LA SOLEDAD QUE PRODUCE EL "USO" Y ABUSO DE LAS NUEVAS TECNOLOGIAS DE COMUNICACION, casi al final se señala una pregunta formulada que dice NO LES PARECE ALARMANTE TODO ESTO? Por lo que deseo, muy respetuosamente, tratar de darle alguna respuesta. Esto me lleva a Galileo Galilei y su declaración que la Tierra se mueve, que descartada en su tiempo fue, con prudencia y lógica, aceptada por la realidad. Nuestra civilización ha entrado en la CULTURA CIBERNETICA y estamos transitando la ERA DE LA DIGITALIZACION, lo que significa que la evolución hacia el CIBERESPACIO, es una realidad, tan concreta como fue en el Siglo pasado la idea de la "Conquista del espacio", que nos llevo en un momento a ver un "hombre en la Luna" y que mañana nos hará encontrar en los asteroides los recursos naturales no  renovables que puedan agotarse en nuestro planeta.

      Lo que nos esta pasando en nuestro tiempo, es una aceleración de los cambios que, consecuentemente, modificaran nuestra forma de vida. Acaso podemos ignorar que la aparición del automóvil nos cambio en nuestro actuar o que, los avances de la medicina, nos han dado expectativas de vida diferentes y, quizás, el aumento de ellas, es la causa de una mayor cantidad de "viejos",  que influye en la sociedad. Esto me lleva a pensar y recordar que, hace algunas semanas, en una conferencia "magistral", un filosofo "reconocido", se "quejaba" de los efectos del "modernismo" y las "maquinas que pululaban a nuestro alrededor", hasta que se escucho sonar estridente un teléfono celular......que no era de los asistentes, sino de aquel que nos hablaba. Claro esta que "apago" su celular e, inteligentemente, cambio sus palabras de "queja" por las de "exaltación" en lo que pasaba y nos daba el progreso. Ese, posiblemente, es el camino que deberíamos adoptar ante esta "crisis" de usos, que debe ser "bienvenida" por sus efectos, como así también prevenida, por sus consecuencias no deseadas. Las ultimas noticias nos señalan que niños de cuatro año "operan" con facilidad diversos artefactos sistematizados y que encuentran forma de relación con terceros antes no conocidas. Sin ir mas lejos, cuanto aumento el grado de comunicación merced a los celulares, hoy convertidos en "computadoras de bolsillo", que no tan solo significa comunicación, sino seguridad para relacionarse sin estar dependiendo de un teléfono fijo. Los "nuevos medios de comunicación" significan libertad, presencia, acción, contacto y, consecuentemente, una mejor forma de vida y no son el peligro infernal que alguno puede atribuir.

   El gran problema no es el desarrollo, sino la falta de adaptación al mismo, ya que, por las razones mas diversas, existe un "temor al cambio" por parte de los mayores y no se han adaptado los mecanismos educacionales, para que los menores sepan "usar", sin "abusar", lo que se les esta brindando. Este problema es similar a los que se vivió en la Humanidad en otras épocas, lo que es desusado y, hasta diría, alarmante, es la velocidad con que se produce. La solución, lógicamente, no esta en la "denuncia", sino en la "propuesta", no para detener lo indetenible, sino  encontrar las formas de aceptar la realidad y determinar las formas de su aprovechamiento.

   Es real lo que dice Monseñor Aguer cuando señala que "se transforman las costumbres y, en el fondo, nos van  cambiando la vida", señalando que "tenemos que usar estos medios con sabiduría, con prudencia, hacerlos verdaderos instrumentos de nuestra creación personal y no convertirnos en apéndice de una maquinita" y, además, destacando que "la escuela no puede quedar atrás, que ella tiene que incorporar las nuevas tecnologías". En estas tres frases, Monseñor Aguer, con una claridad intelectual destacada, esta señalando el problema y su solución.

   El mundo del mañana ha incorporado a la civilización un nuevo escenario que compite con los tradicionales tierra, mar y aire, y es, el "ciberespacio", en el cual se "vivirá y convivirá", en una dimensión "virtual" pero en la que existirá las mismas virtudes y defectos que tiene el hombre, lo importante es saberlo y adaptarse a ello, con lo que, con el mayor de los respetos, se puede contestar al interrogante de que "no les parece alarmante todo esto ?", con la respuesta de que esto que nos está pasando no es "alarmante" sino "fascinante" pues son actos y obras de los seres humanos  marchando  hacia el futuro.


MONS. AGUER DENUNCIÓ EL AISLAMIENTO Y SOLEDAD QUE PRODUCE EL “USO Y ABUSO DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS” DE LA COMUNICACIÓN




MONS. HÉCTOR AGUER, Arzobispo de La Plata y miembro de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas, dedicó su reflexión televisiva semanal, en el programa “Claves para un Mundo Mejor” (América TV), al uso y abuso de las nuevas tecnología y como estas aplicadas a la comunicación transforman “las costumbres y, en el fondo, nos van cambiando la vida”.
 “En distintos planos de la existencia cotidiana vemos que las situaciones se transforman porque gozamos ahora de la posibilidad de utilizar estos medios fabulosos. En algunos ámbitos ya existe hoy una discusión acerca del límite que separa el uso del abuso de estas técnicas”, explicó.

Dijo: “tenemos que usar estos medios con sabiduría, con prudencia, hacerlos verdaderos instrumentos de nuestro crecimiento personal y no convertirnos nosotros en apéndice de una maquinita; bastaría hablar de sentido común. Para que la infinidad de recursos que nos ofrecen la tecnología nos haga crecer en humanidad y no frustre nuestras mejores posibilidades de realización”.

Puso como ejemplo el plano escolar afirmando que “la escuela no puede quedarse atrás, evidentemente tiene que incorporar las nuevas tecnologías” y destacó que en Europa ya se discute “acerca del beneficio o el daño que esto produce en los educandos, especialmente si son muy niños, por ejemplo para el ejercicio del pensamiento, para la lógica, para la aplicación concreta al estudio, más allá de toda información que el uso de los instrumentos tecnológicos permite recibir”.

El prelado manifestó que “en otros ámbitos de la vida la cuestión parece ser mucho más complicada todavía” y compartió textos de especialistas en diarios de otros países “acerca de la transformación de las costumbres y de los efectos que se producen en la intimidad de las personas y en sus relaciones”.

Entre ellos mencionó comentarios de Giuseppe Riva (Profesor de Nuevos Medios en la Universidad Católica de Milán), de Federico Toniolo (Responsable del Tratamiento Ambulatorio para las Dependencias de Internet del Policlínico Gemelli de Roma), de Daniel La Barbera (Pte. de la Sociedad Italiana de Psicotecnología y Clínica de los Nuevos Medios) y de Sherry Turkle (Psicóloga y Docente del Instituto de Tecnología de Massachusetts) que publicó en el “New York Times” un ensayo titulado “Alone, Together” señalando que “el título es muy significativo, quiere decir “Solos, Juntos”, o sea: cuando estamos juntos en realidad estamos solos”.

Y un escrito que consideró “un testimonio que nos releva de cualquier otra prueba, porque lo propone Marko Ahtisaari, Jefe Mundial de Diseño de Nokia. En una entrevista periodística cuenta el caso de una pareja que festejaba San Valentín en un restaurante y dice lo siguiente: “Estaban absorbidos por el “touch screen” del propio “smartphone” en vez de estar pendientes el uno de la otra. La continua evolución de los teléfonos celulares, con pantallas siempre más grandes y contenidos innumerables, capturan completamente nuestra atención aislándonos de lo que nos rodea y haciéndonos vivir una experiencia móvil completamente inmersiva. Para mí, en cambio –dice- es importante que las personas se miren a los ojos siempre, que no pierdan un solo instante de comunicación entre sí. Algo tiene que mejorar” ¡Si lo dice él!”.

Mons. Héctor Aguer finalizó preguntando “¿No les parece alarmante todo esto?” y señaló que todo esto “tiene que ver con una distinción muy sutil que ya usaban los antiguos moralistas cuando decían “Abusus non tollit usum”. Esto quiere decir que el hecho de que se pueda abusar de un instrumento, de un medio, de una costumbre, de una conducta, no quiere decir que ese instrumento, medio o conducta sea malo en sí. Pero la distinción entre uso y abuso nos pone en alerta”.

Concluyó afirmando que “tenemos que usar estos medios con sabiduría, con prudencia, hacerlos verdaderos instrumentos de nuestro crecimiento personal y no convertirnos nosotros en apéndice de una maquinita, por más útil que ésta sea. Sabiduría, prudencia, parecen términos demasiado solemnes; bastaría hablar de sentido común. Para que la infinidad de recursos que nos ofrecen la tecnología nos haga crecer en humanidad y no frustre nuestras mejores posibilidades de realización”.

Adjuntamos el texto completo de la alocución televisiva de Mons. Héctor Aguer:
“Las nuevas tecnologías aplicadas a la comunicación van transformando aceleradamente las costumbres y, en el fondo, nos van cambiando la vida”.

“En distintos planos de la existencia cotidiana vemos que las situaciones se transforman porque gozamos ahora de la posibilidad de utilizar estos medios fabulosos. En algunos ámbitos ya existe hoy una discusión acerca del límite que separa el uso del abuso de estas técnicas”.

“Por ejemplo, en el plano escolar, la escuela no puede quedarse atrás, evidentemente tiene que incorporar las nuevas tecnologías. En Europa se discute, hoy día, acerca del beneficio o el daño que esto produce en los educandos, especialmente si son muy niños, por ejemplo para el ejercicio del pensamiento, para la lógica, para la aplicación concreta al estudio, más allá de toda información que el uso de los instrumentos tecnológicos permite recibir”.

“En realidad, en otros ámbitos de la vida la cuestión parece ser mucho más complicada todavía. Yo he copiado, de algunos diarios del exterior, opiniones, especialmente críticas, acerca de la transformación de las costumbres y de los efectos que se producen en la intimidad de las personas y en sus relaciones”.

“Por ejemplo, Giuseppe Riva, que es Profesor de Nuevos Medios en la Universidad Católica de Milán, dice: “La tecnología ha pasado muy rápidamente de una impostación centrada en la PC, que tenía la computadora personal como medio y estaba delimitada en un espacio físico (el escritorio), en un horario (el del trabajo), a un escenario móvil que no tiene más ningún límite”.

“Es decir que ahora ya no es solo y principalmente cuestión de la computadora instalada,  sino de un aparatito cada vez más chico, que nos ofrece cada vez más posibilidades de contactos y de comunicación ilimitada”.

Federico Toniolo, Responsable del Tratamiento Ambulatorio para las Dependencias de Internet del Policlínico Gemelli de Roma, dice lo siguiente: “Ha cambiado nuestro modo de estar presentes y ausentes cada día. Se ha multiplicado nuestra capacidad de interactuar con personas lejanas, pero estamos también amputando las relaciones con quienes tenemos cerca”.

“Atención a lo que esto significa, y a quien lo está diciendo un especialista que trata a adictos de Internet”.

“Escuchen ahora la opinión de Daniel La Barbera, Presidente de la Sociedad Italiana de Psicotecnología y Clínica de los Nuevos Medios. Notemos que ya se está hablando de una enfermedad causada por el uso de los medios. Dice: “Cuando nos comunicamos chateando, nuestras disposiciones emotivas cambian respecto de lo ordinario. Internet, las redes sociales y los celulares se han convertido en facilitadores emocionales. Nos hacen decir cosas que en un encuentro personal de viva voz jamás diríamos. Pero así las emociones no se consolidan. De allí entonces la dispersión relacional y la incapacidad de vivir relaciones profundas y estables”.

“Algo semejante afirman aquellos expertos en educación a los cuales yo aludía antes y que señalan que en realidad los chicos en lugar de fortalecer su capacidad de concentrarse se dispersan cada vez más con las posibilidades que les ofrece Internet”.

“Pero salgamos del ámbito italiano, vayamos a Estados Unidos. Sherry Turkle, Psicóloga y Docente del Instituto de Tecnología de Massachusetts, acaba de publicar en el New York Times un ensayo titulado “Alone, Together”. El título es muy significativo, quiere decir “Solos, Juntos”, o sea: cuando estamos juntos en realidad estamos solos. La constatación es la siguiente: “Nos estamos habituando a estar con una persona y contemporáneamente a estar en otra parte. Ahora esperamos más de la tecnología que de los otros, que de los demás; no sabemos más conversar, ser pacientes, escuchar respetando los tiempos de nuestro interlocutor. Estamos perdiendo la profundidad”.

“Ahora propongo una manifestación, un testimonio que nos releva de cualquier otra prueba, porque lo propone Marko Ahtisaari, Jefe Mundial de Diseño de Nokia. En una entrevista periodística cuenta el caso de una pareja que festejaba San Valentín en un restaurante y dice lo siguiente: “Estaban absorbidos por el “touch screen” del propio “smartphone” en vez de estar pendientes el uno de la otra. La continua evolución de los teléfonos celulares, con pantallas siempre más grandes y contenidos innumerables, capturan completamente nuestra atención aislándonos de lo que nos rodea y haciéndonos vivir una experiencia móvil completamente inmersiva. Para mí, en cambio –dice- es importante que las personas se miren a los ojos siempre, que no pierdan un solo instante de comunicación entre sí. Algo tiene que mejorar”. ¡Si lo dice él!”.

“Retornando al ámbito italiano, apunto lo que relata el sexólogo Marco Rossi sobre una paciente que se comunicaba con su marido por Facebook: “La ausencia de comunicación interna estaba contrabalanceada por un exceso de interacciones virtuales. Muchas personas están continuamente proyectadas al exterior de la relación. Yo propondría dedicar a la pareja la mitad del tiempo que se dedica a las redes sociales: sucederían cosas maravillosas”.

“¿No les parece alarmante todo esto? Tiene que ver con una distinción muy sutil que ya usaban los antiguos moralistas cuando decían “Abusus non tollit usum”. Esto quiere decir que el hecho de que se pueda abusar de un instrumento, de un medio, de una costumbre, de una conducta, no quiere decir que ese instrumento, medio o conducta sea malo en sí. Pero la distinción entre uso y abuso nos pone en alerta”.

“Quiere decir que tenemos que usar estos medios con sabiduría, con prudencia, hacerlos verdaderos instrumentos de nuestro crecimiento personal y no convertirnos nosotros en apéndice de una maquinita, por más útil que ésta sea. Sabiduría, prudencia, parecen términos demasiado solemnes; bastaría hablar de sentido común. Para que la infinidad de recursos que nos ofrecen la tecnología nos haga crecer en humanidad y no frustre nuestras mejores posibilidades de realización”.

RECUPERAR LAS FFAA PARA LA NACIÓN




Miguel Ángel Sarni
General de División (R ). Ingeniero militar.
Escribió Educar para este Siglo

                  Es tan evidente la gestión de desprestigio de nuestras Fuerzas Armadas y tan notorios los indicadores de la degradación de su componente militar que continuar manifestándose sobre la cuestión, como un mero ejercicio intelectual, resulta un absurdo. Es un deber de las autoridades civiles, militares y de la dirigencia política en general velar por el prestigio de nuestras Fuerzas Armadas. No hay excusas para seguir mirando al costado cada vez que son agraviadas o atacadas. Urge rescatar y acrecentar su prestigio y su respeto ante el pueblo de la Argentina y, también, lo no menos importante, su institucionalidad.
Desde hace años, se ha decidido mantenerlas indefinidamente en "el banquillo de los acusados" y que cumplan con su misión bajo restricciones presupuestarias extremas.
El hecho de la sustitución de un gobierno constitucional por un gobierno defacto, las consecuencias de la represión de la guerrilla que tuvo lugar entonces, la pérdida de la guerra de Malvinas, la crisis económica fueron, entre otros, una suma de factores que produjeron resentimientos y desconfianzas mutuas en el seno de nuestra sociedad.
Estos resentimientos y desconfianzas provocaron, en muchos casos, una suerte de enquistamiento que inmovilizó la modernización, y por otra parte, la recurrencia en abordar un pasado traumatizante sin un mensaje superador que nos permitiera asumirlo, pero, a la vez, avanzar hacia el futuro con una sociedad cohesionada, impidieron que las máximas conducciones políticas condujeran el proceso de modernización con el dinamismo y celeridad que las nuevas necesidades hacían menester.
Con el "nuevo orden mundial" y el mejoramiento de las relaciones entre los países de la región, recaló la idea de la retracción del poder militar en nuestro país. Rápidamente, se montaron a la tendencia los detractores de las FF. AA. y algunos "pensadores de la defensa", para desnaturalizar su misión.
La paz universal está tan lejos hoy como hace mil o dos mil años, pero las armas son infinitamente mejores que las de entonces, y los conflictos de interés por recursos naturales o por mercados, mucho peores. El desarme podrá ser un objetivo deseable, pero por ahora sólo ha sido “privilegio” de países derrotados en guerra o de protectorados que pactaron su defensa con otros países mayores. Y el precio por ese pacto suele ser su eternización como país menor.
Y esto se sabe. Por eso, a pesar del progreso del Mercosur y de la solución de los problemas limítrofes de la Argentina, nadie ha querido proponer en voz alta un desarme unilateral. Y, sin embargo, ocurrió. En cámara lenta, pero ocurrió.
Vamos a contramano de la historia y la geografía. Nuestros vecinos y socios Chile y Brasil, invierten sumas importantísimas en Defensa. Brasil construye submarinos nucleares para defender sus activos petroleros off shore en alianza estratégica con Francia y Rusia.
Quizás debido a la superpoblación, el mundo esta cada vez más brotado de guerras regionales de extraordinaria crueldad por asuntos de petróleo, minería, ríos, religión o límites.
Asimismo, rara vez el mundo estuvo tan aquejado de estados que colapsan devorados por amenazas internas, separatistas, sediciosas, narcotráfico  o criminales; mejor armadas que los propios ejércitos.
En el idílico escenario argentino, fueron borradas las hipótesis de empleo como metodología de planeamiento, las amenazas pasaron a tener mala prensa y, con un utópico paraguas de buenas intenciones, se agudizó la "racionalización de gastos militares", un eufemismo del estrangulamiento presupuestario.
Tomar conciencia de los cambios que ha experimentado el mundo en los últimos veinte años, y la influencia que esos cambios deben producir en la estructura y funcionamiento de nuestras Fuerzas Armadas, es un deber que no debiera soslayarse y ser asumido por el actual gobierno  y la oposición.
Con respeto y con la responsabilidad que me cabe como ciudadano, solicito a las nuevas autoridades que fijen una Política de Defensa en la agenda nacional. Con humildad me permito sugerir:
1. Respecto de los recursos humanos.
    a. Preservar la calidad y el prestigio en la conducción de las fuerzas: los hombres designados deben ser de confianza de las instituciones, no sólo para el Poder Ejecutivo, sino para la ciudadanía toda. Hay que legislar un mecanismo de selección de la cúpula militar basado en el esfuerzo, la dedicación y capacidad profesional, y desligado de la cercanía del gobierno de turno. Así también hay que definir un período lógico para la gestión de la jefatura militar, que no sea coincidente con la duración de los mandatos presidenciales.
     b. El Poder Ejecutivo debería fijar y regularizar la escala salarial del personal militar, conforme a la ley para el Personal Militar 19.101 y sus modificaciones. Esto eliminaría (o reduciría al máximo) los 'suplementos no remunerativos y no bonificables' que componen el haber militar, que rondan alrededor del 70% de este y que no tributan aportes sociales ni jubilatorios. Como los aportes se realizan sobre las sumas remunerativas, la regularización de los haberes mejoraría la situación delicada del sistema de retiros. Así se podrían pagar los juicios ganados por el personal militar y continuar con los préstamos al Estado Nacional. También se mejoraría la situación  de las obras sociales militares.
Se cumpliría con la sentencias de la Corte Suprema, que dictaminan que a los militares se les debe pagar  todo en blanco en lugar de casi todo en negro (“haberes no remunerativos”).
     c. Modernización de la educación militar. A partir de fines de los 80,  los sucesivos Ministerios de Defensa convencidos de que la calidad operacional de las FFAA dependería de su calidad educacional, tomaron la decisión prioritaria de modernizar la educación militar, apuntando a mejorar su activo  principal: el recurso humano. Se potenciaron el conocimiento de ciencias afines a las necesidades militares. Los oficiales vieron que las carreras de grado y los posgrados como vías para ser mejores militares. Los suboficiales a través de pregrados y tecnicaturas. Se les sumó como exigencia el conocimiento de dos lenguajes: una lengua extranjera y el lenguaje informático.
El Sistema Educativo Militar implementado se constituyó en una muestra de cómo se estaba generando esa síntesis de potencialidad civico-militar en esta área estratégica del conocimiento, meta tan reclamada por los argentinos. Asimismo, podemos afirmar que la mayoría de países que determinarán la historia del siglo XXI (BRIC - Brasil, Rusia, India y China-; EEUU, Francia,…) comparten  la misma perspectiva.
Sin embargo tras más de una década de exigirse excelencia y apertura educativa; durante los últimos años, se suprimieron gran parte de los cambios excelentes del modelo de educación militar adoptado para la modernización de las FFAA.
Es una de las decisiones que sería necesario revisar.


2. Respecto del Presupuesto:
      El gasto dedicado a defensa no se puede decidir irracionalmente. Un proceso de reestructuración inorgánico, fruto únicamente de restricciones presupuestarias, lleva siempre al deterioro de la capacidad operativa. El presupuesto militar tiene que ser un resultado del debate, y los ciudadanos deben poder evaluar en qué y cómo se lo gasta, sabiendo que se trata de alcanzar un determinado fin; el mismo que debe regir la escala salarial del personal militar. Y ese fin debe ser la eficiencia operativa.
3. Responsabilidades tecno-industriales para la defensa:
     La única función de las fuerzas armadas, en realidad, es ser operativas y creíbles. Si deben entrar en guerra, es porque alguien creyó, con razón o sin ella, que no lo eran. Y hoy, esta credibilidad depende en gran medida de su equipamiento tecnológico, una parte del cual se puede y debe fabricar localmente por cuestiones de costo. Lo científico, lo tecnológico y lo industrial son la médula misma de una política tecno-industrial de la defensa.
Políticos y militares poseen, en general, diferentes lógicas para entender los problemas, por lo que es menester lograr una adecuada sincronía entre las visiones. Hay que erradicar o marginar las visiones prejuiciosas entre unos y otros.
Para transitar a una democracia donde las Fuerzas Armadas tengan una correcta inserción es necesario seguir secuencialmente los pasos de conocimiento, confianza, coordinación e integración (entendimiento). Deben sentirse parte del diseño de un sistema de defensa y de un proyecto de Nación.
Nuestras Fuerzas Armadas han realizado un profundo análisis crítico sobre su actuación en el pasado y existe hoy la convicción, en todos sus cuadros, acerca del respeto a la institucionalidad y a la subordinación a las autoridades legítimamente elegidas por el pueblo, más allá de la opinión que les puedan merecer las políticas que se instrumenten. Esta reflexión crítica no la han hecho otros sectores de nuestra sociedad que debieran hacerla, de manera de poder escribir entonces la historia de nuestro pasado, única forma de obtener la garantía de que los errores en que hemos incurrido, por acción u omisión, no se repetirán en el futuro.
De lo contrario, si como eternos adolescentes colocamos toda la culpa en el otro y ninguna responsabilidad en nosotros, jamás creceremos como sociedad ni construiremos la unidad necesaria que hace falta para afrontar los tiempos que vendrán.
Querer vivir en este mundo sin Fuerzas Armadas creíbles es exponerse a perder todo: oportunidades, territorio, modo de vida, autonomía, libertades.

INNOVACION + SISTEMAS = EQUILIBRIO VERTEBRAL DEL FUTURO.




Por Tcnl. José Javier de la Cuesta Ávila (LMGSM 1 CMN 73)


Nuestro tiempo cultural, tanto el internacional como el local, nos muestra un cambio en la conformación del poder, que se concentra en personas que innovan, chocando con su accionar con la seguridad operativa que se originan en los sistemas que son la base de la seguridad evitando riesgos.
          Estamos en un tiempo de acelerado cambio, que se muestra en todo el mundo por los embates y colapsos que se autoalientan, pero, conjuntamente, están surgiendo capacidades de evolución que anuncian una vida mejor en el mañana, si aquellos que deben tomar las grandes decisiones lo conocen y aplican. . La esencia de este proceso se encuentra en el equilibrio de la vinculación entre la fuerza de innovación con la adaptación de los sistemas, para lograr éxito en el equilibrio de los avances. Se parte de la idea de que el progreso esta siempre delante nuestro, pero, el acceso al mismo, solo se logra, si se esta preparado para ello, y, la forma no traumática de alcanzarlo, esta, lógicamente, en una adecuada conducción que ajuste los pasos, regule los tiempos y permita los espacios de adaptación. De ahí, la importación vital que tienen aquellos que están en el poder, y que, desde el mismo, no tan solo guían, sino que ajustan y atemperan, los avances hacia el mañana. Una aceleración puede destruir enlaces, pero, una marcha lenta, separar la posibilidad de los avances.

        Los sistemas, es decir las rutinas de acción con un fin determinado, constituyen la base operacional, a la que concurren las acciones y motivan los efectos específicos, materializados en las organizaciones. Las innovaciones son los aportes, normalmente técnicos, que modifican las posibilidades materiales, con efecto directo en lo social. Una organización equilibrada, sea ella publica o privada, basa su existencia, en el uso inteligente y oportuno de las innovaciones, sin que ellas disturben sus sistemas, pues esta asimilación se hace con prudente inteligencia racional.

    En este devenir del mañana, se están produciendo algunos fenómenos, que destruyen lo clásico y alientan a lo nuevo, y, dentro de ello, esta la "capacidad comunicacional". Hasta hace poco, la comunicación requería de medios para su difusión que, por sus características, imponían controles y restricciones, que la desalentaban o restringían, pero, en el presente, con los avances de la Cibernética, estas barreras condicionantes, han sido vencidas. Es decir, las personas están ante el desafió de "ser" individualmente y la posibilidad de "actuar" sustantivamente, por la facilidad que le brinda el acceso a medios simples y prácticos, que los lanzan poderosos en la sociedad. Una buena idea o un aporte positivo, encuentra en el escenario de las comunicaciones digitales, la posibilidad de un poderoso repetir, impulsado en forma constante. Es de aclarar que, como este impulso puede ser sano, honesto y positivo, también puede albergar el mal, la negación lo destructivo.

   Estas reflexiones iniciales, nos llevan, naturalmente, a considerar los aspectos que hacen a la existencia de las masas (como concepto de unión de personas) y, consecuentemente, la forma  del dominio de ellas, es decir, la nueva relación que se concreta y existe entre los ciudadanos y sus gobernantes. Esta relación, ha personalizado la política, ya que no se habla más de partidos y plataformas, sino que se trata de candidatos e ideas. En las lides electorales, en todas partes, pero en especial en los países mas avanzados socioeconómicamente, se observa que se trata de personas en lucha, para lograr el apoyo de la voluntad de los electorados, y que, este accionar, tiene una fuerza tal que lo hace como personal y directo. El político de partido ha sido reemplazado por la persona-candidata y, su éxito, esta en la forma en que se presenta y las innovaciones que ofrece. Si revisamos la información que nos llega de las ultimas contiendas electorales en los países del hemisferio Norte, nos sorprenderemos por este accionar de personas, que llegan por efecto de su individualidad. En este sentido, hasta aparecen postulantes a la función de gobierno, hasta hace pocos ignorados o desconocidos, que, de pronto, por su carisma y mensaje, pasan a competir con éxito, con aquellos que detentan en su pasado un largo y concreto accionar. Esta situación la hemos vivido también en nuestro país, cuando personas no involucradas en la política, se asoman a ella sin antecedentes que las hagan características y, sorprendemente, con su sinceridad y, algunas veces, "candor" reciben el apoyo del electorado. Este tema, cuando se superen los aspectos de "logística electoral" y se llegue a lo que se denomina "boleta única" adquirirá una mayor fuerza en sus realizaciones.

   En verdad, casi siempre,  una vez asumido el poder por los antes candidatos, es que se encuentran con la "realidad del sistema", que, no tan solo los condiciona, sino que les lleva a buscar la adaptación de sus propuestas a las variables que permitan su ajuste. Es allí, donde aparece en plenitud el conductor  que, aplicando sus conocimientos (y casi siempre el "sentido común"), sabe afrontar las situaciones y resolverlas, por lo que recibe su premio, si logra reales avances, con la reelección en su mandato de gobierno. Si el sistema no es real, y el mismo solo responde a las influencias del presente, es decir no tiene en cuenta las bases del pasado y la necesidad de ajustarse modularmente al futuro, se corre el riesgo del "colapso" en el mañana, cuando los efectos de los aportes realizados afloran sin la presión de las conveniencias. Esto nos lleva a la idea de que, entre lo que se hace en la "coyuntura" y lo que se piensa para la "estructura", tiene, necesariamente, que existir una adecuada coherencia pues, en síntesis, es la adaptación de las innovaciones  que se adaptan al sistema.

    Normalmente, en el caso de una empresa, las innovaciones están en los elementos que actúan en la "investigación y desarrollo" y el sistema en los que operan la "producción y la comercialización" y, depende de la habilidad  del empresario, el traslado y puesta en operación de los temas, que surgen de los primeros y materializan los segundos. El éxito esta, lógicamente, en el respeto adecuado de las acciones, para que ellas tengan coherencia y resulten de impulsos de apoyo, y no motivo de trabas y barreras. Tenemos ejemplos recientes de grandes empresas, con larga trayectoria y extenso mercado, que han caído estrepitosamente, por no "escuchar" los mensajes de innovación y no actuar, oportunamente, en el ajuste de sus sistemas, pero también aquellas "apresuradas" que se lanzaron a los mercados y sus productos no fueron recibidos y adoptados, con el lógico fracaso.

   En el caso de las naciones, las innovaciones están en los políticos, que actúan en la función de "gobernantes", y, consecuentemente, el sistema, en su "administración publica". Los gobernantes están innovando (es decir "ajustando lo presente con vistas al futuro") en tanto los funcionarios son los ejecutores fieles de lo normado, logrando de esta manera  "seguridad jurídica". La evolución del mundo en sus artes, cultura, etc., esta en una permanente y constante acción de evolución, y por ello es necesario entender y aplicarlo, para lograr que el país se encuentre en el nivel internacional que le de vigencia y participación. En un planeta que se caracteriza por su integración, ya sea como resultante de la "globalización" o por efecto de los objetivos de "universalización", cada vez mas los países, como comunidades de intereses, tendrán que ser participes entre si, para lograr la integración que sus potenciales y posibilidades les brinda, como bases de su existencia.

    Este tema del "personalismo", en la función de los gobernantes, que se materializa entre las acciones de innovación y sistemas, tiene un riesgo permanente y es la posibilidad de que, agotado el mismo, todo tiende a cambiar. Este fenómeno y riesgo, a su vez, motiva la búsqueda de la "continuidad", que ayer era la "partidaria" y en nuestros días es  "personal". Esta situación se presenta cada vez con mayor claridad y se observa, en sus acciones y consecuencias, en los países de más altos valores relativos. Un cambio de presidente en una nación, no debería tener tanta influencia, que la lleven a modificaciones sustanciales, pero, ello si se produce, cuando los cambios provengan de la existencia de posiciones antagónicas, que, si bien, pueden parecer ocultas, afloran en la realidad. La experiencia política nos señala que, candidatos que se postulan con un perfil de gobierno determinado, cuando acceden al poder, lo modifican, lo que constituye  un severo fraude al electorado que lo eligió.

   Cuando la innovación (gobierno) se confunde con el sistema (Administración), la primera se impone en razón de su poder propio, y, consecuentemente, destruye a la segunda, creando de esta suerte la perdida de seguridad que lleva, lógicamente, al riesgo o el caos. Pese a la lógica de este tema, en el presente y aun en países que se caracterizan por su seguridad jurídica y respeto constitucional,  se esta mostrando con una peligrosa continuidad, esta aparición de los "personalismos". En algunos casos, ello es sin ningún tipo de cobertura y se produce una "continuidad" que torna al proceso en una símil de "monarquía", cuando no en "dictadura" y, en otros, por una "seudo alternancia" en la cual las figuras mutan entre si, dando un aspecto de cambio que, en la realidad no lo es.

   En un tiempo cultural, como es el de principios del Siglo XXI, en el cual se están produciendo avances y fenómenos antes no pensados, resulta conveniente tener la flexibilidad de seguir y adaptarse a los cambios, pero ello, lógicamente, no tiene que tener una amplitud que signifique la modificación absoluta de la tendencia o, lo que puede ser aun mas grave, los objetivos. El problema, si bien tiene un perfil difícil y complejo, en realidad, en su misma concepción, tiene que encontrarse su solución, ya que, en esta nueva  dimensión de la socioeconomía, los parámetros se aclaran por la misma imposición de sus realizaciones. El mundo del mañana será, necesariamente, mas claro que el del presente y menos frágil de lo que fuera en el ayer, lo que permitirá una mejor relación de acciones conjuntas pues ellas tendrán que ser conocidas por todos los participantes y, por ello, no se podrá ocultar factores que, al ser mal empleados, actuarían como rémoras infeccionas que deterioran o traban las acciones.

  El mundo esta viviendo su "crisis de cambio" que, aparentemente, no encuentra aun una salida racional y lógica para su adaptación. Esta crisis, en diferentes medidas, llega a cada nación y pone problemas a su sistema clásico e impone una revisión a sus tradiciones que, inteligentemente, tienen que servir de base a su estructura, pero, racionalmente, no deben trabar su progreso hacia el futuro. En un tiempo en el cual la cibernética esta brindando nuevos horizontes, que pueden ser similares a los que el "viejo mundo" encontró en el Siglo XV con la apertura del "nuevo continente", es fundamental que el conocimiento se aplique con la debida calidad, para que el mismo encuentre cursos de acción lógicos y positivos, se descarte el "providencialismo" de los inspirados y se logre el equilibrio del saber aplicado al bien y la justicia expandido a todos los pueblos del orbe.