viernes, 23 de marzo de 2012

ABURRIDÍSIMO, CON UN FINAL DE HORROR




Por Cosme Beccar Varela
Buenos Aires, 23 de marzo del año 2012 - 1095


No me interesa ser un comentarista político. El tema me parece demasiado falso, los personajes demasiado despreciables y los eventuales lectores demasiado impermeables a cualquier argumento lógico como para que esa sea una tarea atractiva. Y no porque no estén ocurriendo cosas de una extrema peligrosidad para nuestro futuro personal y colectivo, sino porque  cualquier cosa que se diga, para que valga a pena decirla, tiene que apuntar al largo o mediano plazo y eso es intolerable para la miopía general. Y tratar de lo cotidiano al menudeo exige referirse a personas y a hechos que no tienen en sí mismos y al corto plazo, ni la más mínima importancia. Todos los personajes que aparecen en la escena cotidiana son unos delincuentes comunes y unos pigmeos mentales, además de ser moralmente deformes.

Mire, por ejemplo, el caso Boudou. Ese mutante inferior ha tenido más prensa últimamente que la propia usurpadora,  a pesar de que ésta no deja pasar un día sin decir maldades en forma de pavadas, con gestos de "madama" y mohines de muchachita que no se ha dado cuenta de que ya tiene muchos años, muchas papadas y muchas arrugas.

Toda persona que tenga dos dedos de frente (¿cuántas habrá?) se da cuenta que el acusar a Boudou todos los días de una estafa de poca monta (digo "poca monta" porque se habla apenas de algunas decenas de millones de dólares cuando el "standard" de los robos de otros altos funcionarios se mide por centenas de millones de esa moneda) no tiene ninguna consecuencia y ninguna importancia. Es casi un chisme banal en este mundo de catástrofes morales en que vive la ex-Argentina.

Pero como lo que hacen los directores de este teatro (o sea, la secta marxista que nos tiene agarrados del cogote) siempre tiene un objetivo perverso y grave en todo lo que hace o manda hacer, no podemos suponer que todo esto sea eso y nada más.

Luego, habría que tratar de descubrir, por ejemplo, cual es ese objetivo en el "caso Boudou". Sin embargo no tengo la intención de ensayar hipótesis alguna. Sólo digo que no creo que todo este "show" se deba al celo por la moral pública de "La Nación" y "Clarín". Eso no lo puedo creer aunque me lo juren sus directores sobre los huesos de las víctimas de sus mentiras (no digo de sus "abuelos" porque no me consta que los tengan).

Otro tema que está empezando a hacer carrera es el caso YPF, cuya estrella principal es el mequetrefe marxista que responde al nombre de Axel Kicillof, surgido de la nada de un día para otro, pero con una cara de "maffioso" precoz que anuncia una exitosa carrera política. No sería nada raro que hasta fuera candidato a presidente en un futuro no muy lejano. Semejante hampón ideológico está hecho a la medida de la secta directriz y a la medida del castigo que nos merecemos los descastados  habitantes de este país descuartizado.

Según las noticias de estos días, primero hubo unos discursos inconexos de la usurpadora contra YPF, después algunas provincias "revocaron" las concesiones de explotación que tenía YPF y ahora Kicillof, que forma parte del Directorio de YPF como delegado del Estado, se opuso a que se dejaran de pagar dividendos y se reinvirtieran las ganancias, rechazando esa lógica idea de los españoles dueños de la mayoría de las acciones de la petrolera que pensaban así satisfacer la exigencia de hacer inversiones en la exploración y explotación del petróleo.

Todo esto es un disparate. En primer lugar, desde la ley 14.773, propiciada por Frondizi en 1958 y leyes posteriores, "los yacimientos de hidrocarburos líquidos y gaseosos situados en el territorio de la República Argentina y en su plataforma continental, pertenecen al patrimonio inalienable e imprescriptible del Estado Nacional". Es decir, las Provincias no pueden ni conceder ni cancelar concesiones petroleras. Sólo tienen una regalía sobre el producto obtenido en sus respectivos territorios. Luego es mentira que las Provincias hayan cancelado tales concesiones, una mentira burda que cualquiera puede descubrir consultando cualquier colección de leyes.

Que los españoles hayan resuelto no pagar dividendos y usar la plata para invertir en el país es lo que la usurpadora exigía. Pero ahora resulta que eso está mal. Entonces, ¿qué quieren? ¿Que paguen los dividendos y traigan otra plata o la misma para invertir? ¿Qué es ese disparate?

Que Kicillof sea Director (sin corbata) de YPF, con aires de matón desagradable y el portavoz de todo este cuento de humor negro es a su vez una burla siniestra. Es evidente la intención es insuflarlo como estrella naciente en el elenco de esta tragedia.

Entretanto, Moyano, el estanciero secretario de la CGT, finge tener ciertas diferencias con la usurpadora pero como peronistas que son ambos, la unidad entre ellos es indestructible  Moyano se prepara para cortar rutas, calles y puertas de fábricas y el gobierno para dejarlo hacer lo que se le dé la gana, en perjuicio de toda la población.

Por su lado, Macri, que aceptó quedarse con los subterráneos hace unos meses, hace unas semanas los devolvió y ahora el Club de Políticos Inútiles, mal llamado Congreso, aprobó pasárselos nuevamente por ley. ¿Qué clase de ley es esa? Conozco las leyes de "expropiación" o sea, quitarle algo a alguien por causa de utilidad pública. Pero leyes de "entrega forzosa" no conozco. Macri, que no sabe nada de nada ni hace nada de nada, no parece interesado en reclamar contra el engendro jurídico y la ronda-catonga entre él y la usurpadora sigue su curso, para vergüenza de nuestra vergonzosa historia política.

¿A Ud. le parece que valía la pena ocuparse de estas estupideces y de estos inservibles publicando un comentario que será rechazado o ignorado por la casi totalidad de los lectores? Hubiera valido la pena, si pudiera, elaborar una hipótesis sobre el verdadero significado de todas estas payasadas, pero eso me parece que sería lo mismo que hablarle a la pared. Nadie me creería y mi fama de agorero y de aburrido aguafiestas, crecería aún más.

* * *

Sin embargo, no quiero terminar sin recordarle que por detrás de ese tinglado político despreciable se ven el bisturí y las pinzas ensangrentadas de los abortistas que ahora tienen abiertamente licencia para matar inocentes, cuyos pequeños cuerpos despedazados son arrojados a la basura por las manos criminales de sus madres. Estas son peores que la degenerada asesina de su propio hijito al que despertó bien temprano para asesinarlo ahogándolo en una pileta. A ese pobrecito, la diabólica madre por lo menos no lo abortó sino que lo dejó vivir seis años (“Clarín”, 23/3/2012).

¿Qué reacción ha habido por estos horrores? Prácticamente ninguna, porque la única reacción digna de llamarse tal sería un rugido nacional y un levantamiento popular contra la "dirigencia" política que los fomenta. No siendo eso, ninguna reacción es digna de tenerse en cuenta. Esta pasividad ante el horror demuestra que los argentinos somos cada día más canallas. Tengo miedo de lo que Dios nos prepara.

Cosme Beccar Varela

e-mail: correo@labotellaalmar.com

REINVINDICANDO AL VETERANO DE GUERRA.




Por Tcnl. José Javier de la Cuesta Ávila (LMGSM 1 CMN 73)


Veterano de guerra es aquel que volvió vivo de la conflagración en la que, cumpliendo su deber militar, puso en riesgo su vida por el amor a la Patria.

       En los últimos tiempos, seguramente por la proximidad del 2 de abril, fecha en la que recordaremos la "GESTA DE MALVINAS",se aviva el tema de los VETERANOS DE GUERRA, ya sea por su reconocimiento o bien su valoración. En esta materia, sin embargo, parece olvidarse un hecho básico que hace y fundamenta la cuestión para aquellos que tienen la posibilidad de juzgarla y que es, simplemente, la VOLUNTAD de aquellos de ir, participar, etc. de la conflagración. Ellos fueron por cumplir con su deber, no por la voluntad de luchar o combatir como seres aislados, aspecto que los hace engrandecer como ciudadanos ante la sociedad. Sin embargo, algunas veces se olvidan también que hubo los "voluntarios", es decir aquellos que sin tener la obligación, se ofrecieron a servir, siendo o no convocados, y que, seguramente, también deberían ser considerados en esta reivindicación de honores.

     La GUERRA, todas las guerras, son hechos sociales que están dirigidos a cumplir por la fuerza un objetivo o una finalidad,  la que no se alcanza por los medios naturales y llevan al uso de las fuerzas. La decisión de IR A LA GUERRA, es una acción política que toman los gobernantes y que motivan la puesta en operaciones de los diferentes medios que incluyen, lógicamente, a las fuerzas armadas. En el caso de la OPERACIÓN MALVINAS, se da exactamente este principio, lo que llevo, en fases sucesivas, al desencadenamiento de los hechos y combates que se conocen.

   Los argentinos que FUERON A LA GUERRA, lo hicieron por disposición legal de los gobernantes, no por el deseo "cruel" de ir a matar, y menos aun el suicidio de querer que se los "mate. El personal, convocado, movilizado y destinado a las diversas unidades, lo fue conforme los roles de las organizaciones y los planes de las operaciones que determinaron los comandos, sin que ellos pudieran "elegir", "solicitar" o "determinar" el puesto, rol o tarea que desempeñarían. Es decir, que esos argentinos que cumplieron su deber militar, no fueron consultados sobre su voluntad de ir a los combates, ni el lugar en el que actuarían o como se les compensaría por lo que daban, dejaban o abandonaban. Sin embargo FUERON y eso los hace grandes ante los valores que configuran a nuestra sociedad.

   El desarrollo de las operaciones, ya no fue tampoco la voluntad de nuestros comandos, sino que fueron influidos, modificados y condicionados por las acciones y decisiones de los británicos y (lamentablemente) sus aliados. Los frentes de combate,  los sucesos en cada uno de ellos, los choques con el enemigo, resultan de un conjunto de momentos, posiciones y situaciones, tan variables que no se pueden generalizar. Cada uno de los soldados hizo lo que podía, no lo que quería, dentro de las ordenes que se le impartían y las acciones en las que vivía. Algunos, en esta puja de valor y coraje, dieron sus vidas, junto a otros muchos que heridos regaron con su sangre las tundras de nuestras islas. Los que volvieron se convirtieron en heroicos VETERANOS DE GUERRA, es decir de soldados que el destino les dejo vivir regresando. Ellos deben ser parte del orgullo de los argentinos.

   Ninguno de aquellos que formaron las unidades, sabían de su destino, ya que la volatilidad de la situación era característica, pero todos sabían que podían o no ser enviados a la primera fila, estar en el frente de combate real o , de pronto, estar sometidos a una acción sorpresiva inimaginada. Porque así son las guerras, desde que nuestra civilización las emplea para dirimir diferencias o imponer acciones. Solo aquellos que creen que las guerras son ejercicios teóricos, pueden desconocer que ellas son concretas materializaciones sangrientas de la lucha por los porvenires.

  Los países con experiencia de guerra, han estudiado profunda y detalladamente al personal que participa en estas conflagraciones. Ello es lógico y racional, ya que se sabe que si bien las armas son importantes, la acción del soldado, es decir del ser humano, es fundamental. Estos estudios han arrojado como conclusión, que el soldado "sufre" física y psíquicamente en los encuentros y que, en este ultimo caso, puede llegar al denominado "trauma del combatiente".  Este trauma, que  se origina por la denominada "ansiedad del combatiente", alcanza a todos los que "van a la guerra" y es la sensación psicológica de que van a matar y que pueden morir. Este tema también alcanza a las familias de los convocados, ya que no saben si regresaran y perciben claramente los riegos y peligros ante los que se estará.

   No existen en los antecedentes  de la Operación Malvinas, detalles que indiquen la presencia de "desertores" o sea personas que evadan su rol y "escapan" de sus obligaciones. Pese a que los soldados, marineros, aviadores y civiles no fueron consultados en su VOLUNTAD, los que se llamaron, no dejaron de cumplir a la convocatoria y, aun ya en las unidades, no las abandonaron. Este tema tiene que ser valorizado en lo que significa, tanto que se sabe que la "vida no les fue fácil", que sufrieron situaciones que en algunos casos podrían ser calificadas como "abusos" y que "dieron el pecho" ante el arrollador de los ingleses mas poderosos en armas y medios. El dolor de la frustración ante el vencedor, esta reflejado en cada una de las caras tristes de aquellos que el combate transformo en "prisioneros de guerra".

    Solo aquellos que han "sentido" la sensación de la guerra, están en condiciones de juzgar y determinar que es ella en el espíritu de una persona. La guerra es cruel, despiadada, terrible y, casi diríamos, inhumana, pero es, lo que hace que difícilmente pese a los buenos deseos de todos, ella deje de existir. Nuestros soldados, marinos y aviadores, junto con gendarmes y prefectos, en unión con civiles que cumplían las mas diversas tareas de apoyo, exploración, vigilancia. etc. estaban bajo las condiciones clásicas que hacen y configuran a las guerras.

   Debemos tener la certeza que todos aquellos que participaron en el conflicto de Malvinas fueron en cumplimiento de si "deber militar", no claudicaron con evasivas o dudas, actuaron como la Patria les requería, pero, también hay que saber que  seguramente sentían que ofrecían su vida, pero, sin embargo, marcharon, lucharon, sufrieron y, algunos, murieron convirtiéndose en HÉROES, pero, los que regresaron son sin dudas nuestros VETERANOS DE GUERRA.

  Hay dos maneras de agradecer a esos compatriotas, una con el reconocimiento por lo que hicieron, pero, hay otra, quizás menos brillante pero mas calurosa, dándoles en el sentir de la sociedad, el afecto que nace y fortalece en el amor a la Patria.

LA PEOR OFENSA: DEBIERON RELLENAR CON EMPLEADOS LA CENA DE HONOR A CRISTINA EN CHILE





La visita de la presidente Cristina Fernández de la semana pasada a Chile no fue de lo mejor ni salió como ella misma esperaba. No solamente el presidente Sebastián Piñera le solicitó formalmente la extradición del terrorista prófugo Galvarino Apablaza, protegido de Cristina, sino que su comentario de que el público chileno que había asistido al acto oficial había gritado que Las Malvinas eran argentinas resultó falso.

 A su vez, Piñera declaró a los medios de su país que "el respaldo formal del gobierno chileno al reclamo argentino de soberanía no empañará la amistad que tenemos históricamente con la Gran Bretaña" y que se expresa en los lazos comerciales, los vuelos desde Punta Arenas a las islas y los puertos de reabastecimiento que ofrecen a la marina comercial inglesa.

El jefe del Gabinete trasandino, Rodrigo Hinzpeter, dijo también a la prensa nacional, sin pudor por la visita, "que no es posible que el hecho de cruzar una frontera sea un recurso de impunidad, que sirva para evadir la justicia, agregando que la aspiración del Gobierno es que todos los delitos cometidos en el país sean juzgados por los tribunales chilenos".

Pero, más allá de estos contratiempos que se suman a los que en la política doméstica debe enfrentar la presidente, se sumó uno que debe haber herido su inalcanzable ego: Durante la cena de honor celebrada en el Patio de los Cañones de la mismísima La Moneda, los organizadores notaron inmediatamente que faltaría cubrir un centenar de puestos.

Según cuenta la prensa chilena, para evitar el bochorno, se dispuso que personal de diversas oficinas que lucían a esa hora “ropa de trabajo”, tomaran asiento en la mesas como “invitados de honor”, como rezaba la invitación presidencial.

En las crónicas del país vecino se contó que se trató de "una velada en que no hubo mucho protocolo y donde la señora K hizo gala de su manejo escénico opacando al presidente Piñera, que leyó un discurso más bien frío y en el cual erró varias veces".

Lo peor que le podía haber pasado a la presidente. Confirmar que hay gente que no quiere tener contacto con ella. Algo que en el país disimula muy bien, en su actos cada vez más controlados, con participantes domesticados o directamente empleados públicos que dependen de su potestad.

ACEPTARÍA LA CORTE UNA RECUSACIÓN A ZAFFARONI Y A LORENZETTI



Por Emilio Nazar Kasbo

Según fuentes propias, el Capitán de Navío de Infantería de Marina Eugenio Vilardo, comentó en el Hospital Naval que la Corte Suprema de Justicia había aceptado la recusación de dos de sus miembros, (Zaffaroni y Lorenzetti), que fuera solicitada por su abogado, en el trámite de excarcelación que este interpusiera.

RECUSADOS
En noviembre del año 2011 fue presentado  un escrito ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, recusando a Lorenzetti y a Zaffaroni en la causa que trata el REF por la excarcelación del CNIM(RE) VGM VILARDO.
La Corte ya ha notificado mediante cédula en el Caso "Vilardo, Eugenio Bautista s/casación "(expediente V. 443. XLVII), la resolución donde los cinco ministros restantes aceptan la excusación de Lorenzetti y Zaffaroni con cita de los artículos 30 y del 17 del Código Procesal Civil y Comercial. Ellos dijeron que a ellos no se los recusa, pero luego se excusaron.
En el caso, se trata de un Recurso Extraordinario Federal por una excarcelación, que mientras Argibay y Petracchi se oponían a tratarla, los otros cinco Ministros de la Corte trataban la cuestión, mas para pronunciarse rechazando el pedido.

FUERA DE LA LEY
Es importante destacar que se trata de causas políticas judicializadas, y que eventualmente si se llegara a una denuncia por el Tratado de Roma, se hallaría personalmente responsables ante el Tribunal Internacional a los Ministros de la Corte que emitieran fallos contrarios a las leyes y a su espíritu.
El abogado Sebastián Olmedo Barrios, fundado en el artículo 58 del Código Procesal Penal de la Nación, recusó a los Ministros Ricardo Luis Lorenzetti y E. Raúl Zaffaroni, en aras de que cesen de conocer en el Expediente.
Respecto del Dr. Raúl Zaffaroni, el pedido se funda en que éste ha actuado en calidad de “amicus curiae” en la causa 14.217/03, que tramitara por ante el Juzgado Federal de Instrucción n° 12 de Capital Federal, Secretaría n° 23, en la cual, fue inicialmente imputado Eugenio Vilardo. Además, fue patrocinante de “Human Rights Watch”, entidad internacional cuyos intereses no pueden considerarse ajenos al desarrollo de la causa. Finalmente, se basa el pedido en las públicas manifestaciones del Ministro, que indicarían que su pronunciamiento no sería objetivo.
Acerca del Dr. Lorenzetti, el mismo se ha manifestado con relación a los casos ahora llamados de “lesa humanidad” entre los cuales se encuentra la causa en que el mismo es recusado. Recalca el abogado en su escrito que el Presidente de la Corte presentó su último libro, , “Derechos Humanos: justicia y reparación” en agosto de 2011, con prólogo de Baltasar Garzón, un letrado español que, por su actuación como Juez, “ha sido imputado por prevaricato y separado de su cargo y cuyas ideas son palmariamente claras en relación a los juicios que se llevan a cabo en nuestro país”, afirma el escrito de interposición. En dicho evento de presentación bibliográfica, se encontraba Eduardo Anguita, “cuya participación en las fuerzas guerrilleras de triste y funesto recuerdo de lo ocurrido en la década del ’70, es por demás conocida”, afirma el letrado.

CORTE INFORMADA
En su escrito, además, afirma que la Corte de la Nación fue informada de que los recursos de excarcelación en las causas donde hay presos políticos, fueron concedidos mucho tiempo atrás del pronunciamiento revocatorio;  que en ese período los defendidos, todos mayores de 70, han dado cumplimiento a todos y cada uno de los requisitos que les fueron impuestos por los jueces; y que todos – por edad o por otras razones- tienen una salud comprometida y que subsisten con los magros haberes de retiro que perciben.
En su escrito recusatorio, además, consigna que “si bien en algunas ocasiones el Ministerio Público ha manifestado que no “teme” una fuga de ancianos, no es menos cierto que se escandaliza ante la posibilidad de que éstos puedan confabular con el personal militar en actividad, lo cual, teniendo en consideración las décadas de diferencia de edad existentes entre los Oficiales Superiores en actividad (no hablemos de los Oficiales Subalternos) y los imputados deviene a todas luces imposible de considerar como posible”.
Es importante destacar que aquí, se estarían tomando medidas por eventuales delitos no cometidos, e incluso contra el mismo derecho de pensar de las personas. Afirmar que los detenidos no merecen gozar de los beneficios que la Ley concede porque “pueden confabular con el personal militar en actividad”, implica una sanción basada en un potencial hecho futuro que además resultaría incierto e imposible por tanto de probar. ¿En la Argentina se condena a personas contra la Ley por eventuales delitos futuros? El párrafo anteriormente citado así lo indicaría, y los responsables de tales situaciones algún día habrán de responder por el Tratado de Roma.

UN “CÓDIGO” DISTINTO
A todo ello, se suma la sospecha sobre todos los presos políticos relacionándolos “con el fallecimiento del Prefecto Febres, o la presunta desaparición del testigo López”, según afirma el abogado en su escrito. Semejante sospecha generalizada, no individualizada, atenta asimismo contra el ordenamiento legal,  y es base de inseguridad jurídica, ya que cualquier persona podría ser arbitrariamente acusada de hechos delictivos potenciales sin prueba alguna, e incluso condenados por potencialidades y no por hechos probados.
El “garantismo” no funciona en estos casos, al parecer, y los Tratados escritos por los especialistas en tal orientación ideológica no son aplicados a los presos políticos. Se trata de una “imputación irresponsable y casi malintencionada”, al decir del abogado que presentara el escrito.
            La defensa solicitó a la Corte que se pronuncie teniendo en cuenta el dictamen de la Procuración “en atención al tiempo ya transcurrido excarcelados y cumpliendo con sus obligaciones legales, resultan casi  fantasiosas y llevan a que, a la postre, por vía judicial, se imponga un “código procesal penal para delitos de lesa humanidad” diferente del común que rige para el resto de la ciudadanía” lo que a todas luces constituye una flagrante violación del principio constitucional de igualdad ante la Ley, concluye el abogado.

EL ABORTO DE AGUINIS



Por Antonio Caponnetto


       
El martes 20 de marzo, desde las páginas de La Nación , el conocido trapisondista que responde al nombre de Marcos Aguinis salió a defender el reciente fallo abortero de la Corte Suprema , mediante un suelto al que tituló “El aliento de vida”; pero que por mejor nombre debió llamarse “Asnología”, e integrar el inquietante repertorio de burradas insignes que bajo tal nombre ha recopilado José Antonio García Ramos.
 
         Varios roznidos aporta el autor a la causa homicida de la Corte , sorprendiendo el primero por su craso determinismo y fatalismo atroz. En efecto –escribe el rucho- si la niña de 15 años eximida de toda culpa por eliminar a su bebé no lo hubiera hecho, “esa madre no sería una madre normal y feliz, ese niño no sería una persona equilibrada”.
 
         Cómo ha llegado Aguinis a profetizar ineluctables e irrevocables desdichas, es un secreto que albergará su diván. Cómo se le restituye la felicidad y la normalidad a una mujer que ha matado a un hijo inocente, tampoco se explica. De cuño espartano, en cambio, es su opción por una persona asesinada antes que desequilibrada o enferma. Tal vez ronde próxima la DAIA con su medidor infalible de deslices discriminatorios, para sentenciar si el jumento ha incurrido en tan fatales conductas.
 
         Pero esta fiesta de Crimen Para Todos, que acaba de organizar la gavilla de Lorenzetti -fiel al modelo nacional y popular- ha resultado empañada una vez más, según Aguinis, por “el dogma de la más importante vertiente del cristianismo, que es la Iglesia Católica ”, la cual insiste en condenar tan inocuas prácticas restituidoras de la felicidad y la normalidad a las mujeres.
 
         No obstante, y para que nadie lo suponga preñado de animadversión hacia la Iglesia, nuestro garañón confiesa sus simpatías por la misma desde los tiempos en que tomaba “vino del Rhin” en un restaurante de Friburgo, atendido por “monjas simpáticas y al que concurrían muchos sacerdotes”. Por boca de ellos se enteró “sobre los preparativos del Concilio Ecuménico II” [sic], y también por ellos asistió  invitado “a ceremonias ecuménicas con protestantes, griegos ortodoxos y judíos, cosa imposible de imaginar en la Argentina de entonces”.
 
            Así, místicamente, entre los brebajes y las comilonas en el Albertus Burse, rodeado de pretes conciliares y de rituales sincretistas, Aguinis descubrió sus ternezas por la Iglesia Católica, la cual –“libre ya de las sanguinarias cruzadas y la delirante Inquisición”- se dedica a “acciones positivas” como la “defensa de la libertad de conciencia, respeto a cultos diversos, intensa acción solidaria con los desposeídos, continuos llamados a la paz, prudente lucha contra los agravios a la democracia”. Una especie de pintoresca ONG, sin la molesta y anticuada preocupación por saber si su Cabeza es Cristo y si Cristo es Dios. “Una secta disidente israelita servida por un personal italiano”, como ironizó impíamente Jorge Luis Borges.
 
         Y tanto simpatiza con esta “iglesia católica” el afamado pollino, que no trepida en aconsejarla bien: que cese de sostener la diferencia entre varones y mujeres, la ilicitud de los medios anticonceptivos y la negativa a que las féminas puedan “acceder al obispado”. Pero sobre todo, que termine de condenar y de reprobar el aborto, porque “ya no es aceptable que se atente contra la libertad de abortar un hijo no querido con el argumento de que se asesina una vida inocente”.
 
         Nadie ose pensar que Aguinis está queriendo desnaturalizar y pervertir a la Esposa del Señor. Tampoco roce alguno su pensamiento con la conjetura maligna de que el celebrante de las gestas del marrano esta befando una vez más el rostro santo de la Barca. No; nada de eso. Tales reconvenciones sostenidas con admonitorio gesto tienen lugar, sencillamente, porque lo contrario le “genera [a la Iglesia ] una deserción de fieles”, y no es cuestión de perder la clientela. Bastante escrupuloso estuvo ya el paisano Judas, que devolvió los denarios y encima se ahorcó. Si al fin de cuentas todo lo que habían hecho él y sus empleadores hebreos era prefigurar el fallo de la Corte y matar a la víctima.
 
            La agudeza del rucio no parece dispuesta a detenerse, en esta su nota impar. Habiendo desechado que cuando se aborta se asesina la vida de un inocente (¿de qué será culpable?), acota para una antología del cinismo: “Si la madre y el médico son asesinos por terminar con un embarazo no querido, ¿quién es el asesino de los abortos espontáneos? ¿Dios? ¿Por qué esa ‘vida inocente’ en el vientre materno no es protegida por el Señor Omnipotente? ¿Tocamos el absurdo?”.
 
         No es propiamente el absurdo lo que está tocando Aguinis con esta farsa argumentativa, sino algo más trágico que se llama blasfemia. Porque va de suyo que en una muerte naturalmente ocurrida –sea a la edad de la vida que sobrevenga- no hay asesinato alguno, y que un aborto espontáneamente advenido no tiene responsables culposos, sino padres dolientes que jamás podrán olvidar el desgarrón de esa vida trunca. Sabemos empíricamente de qué estamos hablando. Explicarle a tamaño burro porqué el “Señor Omnipotente” nos dona y nos quita la vida o los bienes cuando su justa providencia lo dispone; porqué no abandona a ninguno de sus hijos, mucho menos cuando los llama a su seno, es algo que escapa a sus merecimientos intelectuales y morales. Si el zopenco supiera que Job no es un sustantivo inglés sino el nombre de un personaje veterotestamentario, algo podría colegir al respecto.
 
            Quedaba por alcanzar la cima mayor de la estulticia y de la burdísima ignorancia, y Aguinis conquistó el anhelado trofeo. Sumando a sus muchos títulos –como el de arrebatador de la gloria de Edipo, injuriador de San Cirilo de Alejandría, inventor del Prondec, invertidor de la Cruz o pavo real- decidió convertirse en exégeta bíblico, y nos regala esta perla interpretativa a la que no arribaron siquiera las testas de Spinoza o Teodoreto: El primer hombre se llamó Adán [...]. La versión más difundida es que fue modelado con tierra por las escultóricas manos del Creador. Lo hizo completo, con vísceras y pestañas, con labios y uñas. Era un feto grande. Una ‘vida inocente’, como se dice en la actualidad. Pero no tenía vida. No la tenía y no la tendría si Dios no le insuflaba su espíritu, que vendría a ser el oxígeno que le permitiría respirar. Sin oxígeno (que en la antigüedad no se conocía y se llamó aliento o soplo o espíritu) no habría existido el primer hombre. Los sucesivos nacimientos siguieron ese modelo: una previa configuración, que adquiría vida autónoma al inhalar el oxígeno [...]. Formó Dios al hombre (Adán) del polvo del suelo (adamá) e, insuflando en sus narices aliento vital, quedó constituido el hombre como ser vivo [...]. Dios insufló ‘en sus narices el aliento vital y quedó constituido el hombre como ser vivo’. Se refiere a las narices, no al embrión. Se refiere al aliento vital, que no puede ser sino el oxígeno. Recién entonces se constituye el hombre como ser vivo, según marcan las Escrituras. No cuando era un simple embrión”.
 
         Una primera y relevante consecuencia se sigue de la hermenéutica aguiniana. Y es que en lo sucesivo, las diferentes y valiosas agrupaciones Pro Vida deberán constituirse en defensoras a ultranza de narices, puesto que por tamaño órgano, está visto, penetra la vida. ¡Cesen los genetistas y neonatólogos sus arduos exámenes científicos sobre la vida y el desarrollo del nasciturus! Es la hora de las pituitarias, el glorioso y postergado turno de los otorrinolaringólogos. Dios hizo vivir a los nasos, no a los embriones; y adelantado fue Quevedo que supo decir aquello de “érase un hombre a una nariz pegado”.
 
         Una segunda consecuencia de la erudita exposición del onagro es el obligado cambio de rumbo que deberán hacer de ahora en más los teólogos de todas las escuelas y corrientes. Al fin sabemos que Dios es un enfermero eficiente, un adelantado de Carl W. Scheele –el descubridor del oxígeno- que con su inmenso tubo a cuestas iba desparramando vida de napia en napia y de trompa en hocico. Por suerte, y con el paso de los siglos, llegaría Cristina Kirchner para abreviar el nombre de tan salvífico elemento, llamándolo “cero”, a secas. Según el neo-biblista Aguinis, antes de que el “feto grande” hecho de barro recibiera su primera bocanada de oxígeno, fuera del vientre materno, no tenía ni tiene vida. Ergo, si la Corte decide achurarlo panza ad intra, aplaudamos el hecho.
 
         Al fin un corolario tercero se desprende del análisis del levita cordobés, y está llamado a revolucionar el universo de la antropología. “Los sucesivos nacimientos” –le hemos leído- “siguieron ese modelo [el de Adán]: una previa configuración, que adquiría vida autónoma al inhalar el oxígeno”. ¡Tantos debates semánticos estériles agitándose en el terreno de la metafísica, de la medicina, de la bioética, y Marcos Aguinis tenía resuelto el dilema valiéndose de un tropo informático! ¿Qué es el hombre?, se preguntaba Hamlet. ¿Qué es el hombre?, nos preguntamos todos. He aquí la respuesta final y unívoca: una configuración, a la que recién se puede tener por viva cuando inhala un poco de oxígeno autónomamente. Como el windows xp si no lo agarra el virus troyano. La nobel periodización aguiniana no abriga dudas: antes de la oxigenación nasal asistida por un extraño demiurgo neumonólogo, no hay vida; después sí, aunque su duración dependerá de la cantidad de delincuentes que dejen en libertad los mismos jueces garantistas de la Corte Suprema.
 
        Ironías al margen, es demasiado grave que este sujeto indocto y fatuo tenga un espacio público desde el que desgranar el error, la mentira, la confusión y la ignorancia. Y que una vez más, no haya obispo dispuesto a salvar la ofensa que le ha propinado a la Iglesia y a reponer el orden alterado. Demasiado grave, incluso, que se justifique el asesinato de las criaturas por nacer con una retorcida y estúpida interpretación bíblica.
 
         Se cuentan por decenas los textos escriturísticos en los que la vida del embrión es considera sagrada e intangible; como querida y premiada por Dios es considerada la tarea de los padres de engendrar un hijo. Embrión, hijo o fruto de las entrañas maternas, no nariz oxigenada por una deidad que nos saca de la hipoxia.
 
           A la vista está el Salmo 138, 13, cantándole al Señor: “Tú formaste mis entrañas, me tejiste en el seno de mi madre”. El libro de Jeremías, en el que Dios dice al profeta: “antes de formarte en el seno materno te conocí” (Jer. 1,5); los pasajes del Génesis en los cuales el Altísimo ordena engendrar y parir; y hasta los mellizos de Rebeca que combatían dentro de su vientre (Gén. 25, 21-22). Cuando el Señor castiga a María con la lepra, Aarón dirige esta súplica: “no sea ella como un aborto, que al salir del seno de su madre tiene ya medio consumida la carne” (Núm. 12, 11). Sin olvidarnos el explícito y conocido pasaje del Libro del Éxodo (21,12), en el que se dispone el castigo recio e inflexible para quienes “trabados en riña dieren un golpe a una mujer encinta, de modo que aborte”. ¿Se humillaba el Apóstol San Pablo cuando se llamaba a sí mismo “aborto” (I.Cor.15,8), o se estaba ponderando, anticipándose al fallo de Lorenzetti y sus secuaces? Cuando la misma y terrible metáfora es utilizada por San Ignacio de Antioquía, ¿debe entenderse que la rotulación escriturística de alguien como un abortivo es un encomio, o el más agraviante de los epítetos que uno pueda cargar sobre sus hombros para expresar su nadidad?
 
         A la vista de estos escogidos pasajes –que no son los únicos, pues también el Salterio abomina de quienes andan derramando la sangre inocente de sus hijos- es cuanto menos una canallada salvaje valerse de la Biblia para justificar y aplaudir el fallo crapuloso de la Corte Suprema. Cuanto menos, decimos. Cuanto más cabe otro nombre, pero las meretrices no tienen la culpa de todas las filiaciones que le brotan, maguer sus sanitarias prevenciones.
 
         Aguinis dice pertenecer a una camándula de intelectuales opugnadores del Gobierno. Y Cristina se dedica más que a gobernar, a criticar cada artículo de los medios que presume opositores. Aguinis aprueba el aborto. Cristina ha dicho que no lo promueve ni lo busca. ¿No era una buena ocasión para que la presidente reuniera a sus aplaudidores lacayunos, con alguna de las excusas  que lo hace habitualmente, y dijera en público, con la noteja de Aguinis en la mano, que “ La Nación miente”, y que su autor incluso destila “un tufillo racista”, al predeterminar quiénes tienen que morir para no vivir padeciendo desequilibrios o traumas?
 
         Ocurre que el antioficialismo de los innúmeros Aguinis es un escandaloso bluff. Son sirvientes del Régimen, esbirros de la democracia, agentes del sistema cuya perversión prohíjan, potencian, usufructúan y medran. Cuando hay que matar inocentes –sus cuerpos o sus almas- están codo a codo con quienes dicen diferir o confrontar.
 
          Y ocurre que la oposición al aborto de Cristina es un fraude inicuo. No sólo porque no ha protestado contra el fallo de la Corte –que contiene a algunos de sus amigos, como un sodomita prostibulario y una atea invertida- sino porque, desde hace años, tiene desplegada y ordenada a sus infernales huestes para impulsar el derecho al aborto en el ámbito legislativo. Tales los casos, entre otros, de María Elena Chieno, Silvia Risko, María del Carmen Bianchi, Gloria Bidegain, Mara Brawer, y un sinfín de esperpentos.  
 
            “Es un tema para el debate tranquilo, no para los anatemas”, concluye Aguinis su culposo dislate. Y reclama "un consenso [...] que mantenga a la religión -y a la Iglesia Católica en especial- en una postura acorde con las necesidades de la actualidad".
 
           Las necesidades de la actualidad de Aguinis están sobradamente cubiertas con sus recursos múltiples de betsellerista fenicio y de Epulón sin atriciones. Que se entregue nomás al consenso de sandeces rentadas, con tantos otros de su mísera laya. Pero la primera necesidad de la actualidad de los niños por nacer es la de ser alumbrados, recibidos, criados y educados cristianamente. Sean el fruto de una violación horrenda o del más amoroso acto conyugal. Si lo primero, porque un mal no se remedia con otro mal. Si lo segundo, por razones obvias.
 
          En pos de esos niños por nacer cruzamos hoy espadas. Contra la Corte, el Gobierno, la intelligentzia judía o la inacción lacerante de la Jerarquía Católica.

DENUNCIA CONTRA VÍCTOR HUGO MORALES




El uruguayo que se dice ser periodista y relator de futbol Víctor Hugo Morales es un: ¡¡MERCENARIO, Y UN MIE......A !!
Aquí va la denuncia:

Somos un grupo de empresas dedicadas a la fabricación de maquinarias agrícolas en el centro de la república, Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires.
Hace aproximadamente 30 días, escuchamos al relator uruguayo Víctor Hugo Morales preguntarse en su programa: “Porque los ambientalistas no van a hacer piquetes a la Expoagro”.
Nos preocupó esta pregunta, ya que estábamos a las puertas del inicio de esta muestra, en la que teníamos nuestros stands, le solicitamos una entrevista para aclarar esta situación.
Luego de una charla y de escuchar su perorata, muy suelto de cuerpo nos dijo que todo eso se podría solucionar si nuestras empresas compraban espacios publicitarios en su programa a través de una productora que el nos indicaría.
Alguien de nuestro grupo le insinuó si no era lo mismo que en ese momento le abonáramos lo que el solicitaba, no por publicidad de nuestras empresas, sino a cambio de su silencio, que no hablara de Expoagro en sus programas.
Muy suelto de cuerpo y con su sonrisa irónica comento: que si, que era lo mismo, pero que el debía también repartir con sus compañeros y que la suma en cuestión era de U$S 100.000 (Dólares) Eso nos dio pie para decirle que esa suma no la teníamos con nosotros que la reuniríamos y volveríamos a llamarlo.
Como imaginarán estimados conciudadanos, nunca volvimos a llamarlo. Pero comprobamos la clase de persona que es el “señor” (si podemos llamarlo así) Víctor Hugo Morales.
Un verdadero mercenario y por supuesto ahora no nos caben dudas de cuanto mail anda circulando acerca de la plata que recibe del gobierno nacional para ejercer la defensa de lo indefendible.
Somos cuatro los testigos que podemos dar fe de lo conversado con el “señor” Morales.

Exequiel Donato Marcó del Pont DNI: 4.551.888
Federico Eduardo Rimato DNI :4.551.888 DNI 9.271.320
María Angélica Bisnara DNI 12.445.890
Rubén José García Tuñón DNI 12.445.890

FUENTE: http://scolaro.blogspot.com.ar/2012/03/rata-uruguaya.html

RESPUESTA PÚBLICA A LA CARTA ABIERTA DE MGR. NICOLA BUX



El pensamiento de Mons. Richard Williamson
Obispo de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X
Número CCXLV (245), 21 de Marzo de 2012
Corrección - Versión de su Fe de Erratas
Traducción de Diario Pregón de La Plata

Monseñor,

Londres, 22 de Marzo de 2012.

Monseñor,
En una carta abierta del 19 de marzo dirigida a Monseñor Fellay y a todos los sacerdotes de la Fraternidad San Pío X, usted nos ruega aceptar el sincero y afectuoso ofrecimiento de reconciliación que el Papa Benedicto XVI presenta a la Fraternidad San Pío X para superar la fractura de larga data existente entre Roma y esta Fraternidad. Permítame, en mi carácter de uno de los Obispos a quienes usted se ha dirigido, tomar la responsabilidad en nombre propio, darle mi opinión de lo que hubiera podido ser la respuesta de este “gran hombre de Iglesia”, el Arzobispo Lefebvre.
Vuestra carta empieza por un llamado a “sacrificarlo todo en nombre de la unidad”. Pero no puede existir verdadera unidad Católica si no está fundada sobre la verdadera Fe Católica. El gran Arzobispo lo sacrificó todo para la unidad en la verdadera doctrina de la Fe. ¡Ay! Las Discusiones Doctrinales de 2009-2011 probaron que la fractura doctrinal entre la Roma del Vaticano II y la Fraternidad San Pío X es más grande que nunca.
Esta fractura fue designada por Usted el 19 de marzo como “perplejidades remanentes, puntos a ser profundizados o detallados”, pero, sin embargo, el 16 de marzo el Cardenal Levada había sido categórico al declarar que la posición asumida por Monseñor Fellay el 12 de enero es “insuficiente para superar los problemas doctrinales”. Monseñor Fellay ha comentado una vez cuánto divergen entre sí los hombres de Iglesia de Roma, pero sea lo que fuere su unidad, de todas formas la Fe sacrificada en pro de tal unidad es una unidad sin Fe.
Of course, as you remind us, the Church is an institution both divine and human. Of course the divine element cannot fail, so of course the Church cannot ultimately fail, and the sun will rise again.
Por supuesto, como Usted nos lo recuerda, la Iglesia es a la vez una institución divina y humana. Por supuesto, el elemento divino no puede fallar, de modo que por supuesto finalmente la Iglesia tampoco puede fallar, y el sol saldrá de nuevo. Pero perdónenos estar en desacuerdo con usted cuando dice que el alba está al alcance de la mano, porque esta verdadera Fe que la Fraternidad San Pío X defendió en las Discusiones, no brilla desde la Roma del Vaticano II donde, por ende, la Fraternidad no puede estar segura. Tampoco ella podría hacer brillar la luz si ella misma adoptare las tinieblas conciliares.
No se pone en duda el sincero deseo del Papa de dar la bienvenida al retorno de la Fraternidad San Pío X a una “plena comunión eclesial”, como lo han mostrado varios gestos suyos de real buena voluntad. Pero “una profesión de Fe común” entre la Fraternidad y aquellos que creen en el Concilio Vaticano II no es posible, a menos que la Fraternidad San Pío X llegue a traicionar esta Fe que ella representó en las Discusiones. Y cuando la Fraternidad San Pío X clama “¡Dios no permita!” tal traición, lejos de que su voz sea silenciada, ella es escuchada en el mundo entero y lleva para la Iglesia Católica buenos frutos que hoy en día son la excepción más que la regla.
Ciertamente “es el momento adecuado”, ciertamente “la hora favorable ha llegado” para solucionar la agonía y los problemas de la Iglesia y del mundo. Sin embargo, la solución es la que Nuestra Madre del Cielo ha pedido por largo tiempo y que depende únicamente del Santo Padre. ¡De hecho, puesto que Nuestro Señor ha dejado en manos de Su Madre la solución, Ella dijo que ninguna otra solución funcionará, de tal manera que Nuestro Señor no podría permitir que cualquier otra solución funcionare, ¡sin convertir a Su Madre en una mentirosa! ¡Inconcebible!
La solución ha sido conocida desde hace mucho tiempo, pues ¿como hubiera sido posible que el Cielo haya abandonado el mundo a tal zozobra como la de los últimos 100 años sin ofrecer un remedio tal como ofreció el profeta Eliseo para sanar la lepra del General Sirio Naaman? Desde un punto de vista humano, bañarse en el Río Jordán parecía ridículo, pero nadie podía decir que no era posible. Solamente requería algo de fe y de humildad. El General pagano reunió a la vez bastante fe y confianza en el hombre de Dios para hacer lo que el Cielo había pedido y, por supuesto, fue sanado instantáneamente.
¡Pueda solamente el Santo Padre reunir a la vez suficiente fe y confianza en la promesa de la Madre Celestial! ¡Que él solamente aproveche este “buen momento” antes de que toda la economía global se colapse en ruinas y antes de que unos locos logren lanzar la Tercera Guerra Mundial en Medio Oriente! Déjelo, pedimos a él, le suplicamos salvar la Iglesia y al mundo con sólo hacer lo que la Madre Celestial ha pedido. No es imposible. Ella vencería todos los obstáculos puestos en su camino. Haciendo lo que Ella pide, él y sólo él puede ahora salvarnos de sufrimientos inimaginables -- e innecesarios.
Y si él deseara el apoyo -- sea en oración o en acción -- con el cual la humilde Fraternidad San Pío X podría ayudarle a consagrar Rusia al Corazón Inmaculado de María en unión con todos los obispos del mundo que la Reina del Cielo reclutaría, él sabe que él puede contar en primer lugar con el apoyo de Monseñor Fellay y de los tres otros obispos de la Fraternidad San Pío X, de los cuales el menor entre ellos es
Vuestro humilde servidor en Cristo,

+ Richard Williamson.