martes, 20 de marzo de 2012

EL CIPAYISMO PATOLÓGICO DE LUÍS ALBERTO ROMERO




Por el Dr. Edgardo Atilio Moreno

Desde las páginas del diario La Nación, del 7 de marzo del 2012, Luis Alberto Romero volvió a alertar sobre el peligro de un “nacionalismo patológico”, el cual estaría instalado en el sentido común de los argentinos.
Uno podría pensar que el prestigioso académico se esta refiriendo a cierta ideología racista, totalitaria, y de origen foráneo, que algunas personas de mala fe suelen confundir con el nacionalismo argentino.
O bien al pseudo nacionalismo, populista y marxistoide, que campea en ciertos despachos oficiales.
Pero no; Romero no se refiere principalmente a esas expresiones extrañas o adulteradas, sino al verdadero nacionalismo. Al que defiende nuestra Tradición histórica; y pugna por recuperar el señorío sobre lo nuestro. Al que quiere una republica orgánica, y se bate por el Reinado Social de Nuestro Señor Jesucristo. A este nacionalismo, justamente, Romero le llama patológico.
Pues bien, ese nacionalismo –lamentablemente-, brilla por su ausencia en el maltrecho sentido común de los argentinos. De no ser así, otro seria el cantar.
Lo que sí subsiste aun en muchos argentinos es el patriotismo.
Pero eso es otra cosa. Ese sentimiento patriótico, con todo lo noble que pueda ser, no es nacionalismo. El nacionalismo es algo mas que el patriotismo, es la racionalización del patriotismo; es ese sentimiento hecho una idea política, plasmado en un programa político, el cual incluye un diagnostico de la realidad y una propuesta de soluciones en beneficio de la nación. Esto es elemental y lo sabe cualquiera que tenga un mínimo de formación política.
Pero a Romero no le interesan estas distinciones, y al igual que los sofistas de la antigua Grecia, que estaban disponibles para aportar argumentos a cualquier político que les pague bien, apunta sus cañones al nacionalismo. Lo acusa de combinar “soberbia” y  “paranoia”, y de reclamar la unidad del pueblo detrás de sus gobernantes frente a los enemigos externos y sus agentes nativos.
Acusación con la que obviamente pretende soslayar el accionar hegemónico de las naciones poderosas, así como la existencia de un Poder Mundial que se vale de gerentes locales para imponer sus dictados. De ahí el mote de “patológico” con el que fulmina al nacionalismo.
Ahora bien, ¿no es acaso de elemental sentido común, que en una situación de real emergencia nacional todo el pueblo debe estar unido en defensa de la Patria amenazada? ¿Sostener esto implica acaso apoyar a un gobernante inicuo que para zafar de algún brete finge defender una causa nacional, como es el caso de la actual presidente? De ningún modo se puede confundir así estas cuestiones.
El nacionalismo no es un movimiento que postule apoyar a gobiernos que están al servicio del extranjero; cosa que si hace el liberalismo, y en algunos casos lo hace envuelto en una aureola de “patriotismo”.
A esa impostura liberal Luis Alberto Romero le llama nacionalismo “constructivo e integrador”. Es decir, a ese seudo patriotismo de unitarios, liberales, y masones, que se impuso después de Caseros y Pavón, y que no tuvo nada de nacionalista pues buscó destruir a la Nación real, renegando de nuestros orígenes y de nuestro destino, para construir una anti-argentina abyecta y sometida al imperio anglosajón. A eso, Romero le llama nacionalismo sano.
Luego vendría -según Romero-, el nacionalismo malo; el que “fue atrapado por la idea de la unidad de la nación”; el que pretendió develar y defender ese “elemento común y homogeneizador, esencial y eterno”, llamado Ser Nacional. El que anidó una peligrosa serpiente, a saber, “la voluntad de encontrar una matriz cultural”.
De todo eso reniega nuestro publicitado historiador; sin reparar que la idea del autoconocimiento, es decir la voluntad de indagar sobre lo que fuimos, sobre nuestro Ser, es uno de los móviles del conocimiento histórico.
¿O es que le disgusta nuestra identidad nacional, y se siente un “cosmopolita”? La respuesta es evidente.
Por eso también se molesta cuando el nacionalismo se arroga –según sus palabras-, “el poder de definir la Nación sagrada, y consecuentemente el poder de condenar a los otros, a quienes califica de antipatriotas o, peor aún, apátridas”
Sin embargo, aquí se vuelve a equivocar; no es que el nacionalismo se atribuya el poder de definir la Nación; es la historia la que define nuestro Ser Nacional. Al nacionalismo en ese sentido solo le interesa la verdad histórica, ya que ella nos enseña el vero rostro de la Patria, y por que, como dice Antonio Caponnetto, la Patria es su historia verdadera.
El problema para Luis Alberto Romero es que ante la verdadera historia, y ante la presencia de nuestro Ser Nacional, este queda al descubierto, queda en evidencia como lo que es: un intelectual funcional a los poderes que nos dominan, es decir un cipayo.
            Es por ello que, al igual que todos los que se arrogaron el poder de definir que es la Civilización, y que lo mejor para el país; esos mismos que jamás se ahorraron calificativos para injuriar a los héroes de la nacionalidad; se siente ofendido por que el nacionalismo llama a las cosas por su nombre, a la traición, traición; y a los traidores, traidores.
            Entonces no sorprende que insista en su cruzada instando a los argentinos a “tomar distancia de todo lo que hoy evoca a este nacionalismo”, “irrecuperable” y “manchado” por “el chauvinismo, el integrismo, el militarismo y el populismo”.
            Y no asombra que invite a reemplazar al nacionalismo por el patriotismo, que es “una palabra más adecuada para una nación democrática y plural”, como la que él y otros quieren construir.
            Todo es perfectamente lógico teniendo en cuenta lo que Walter Beveraggi Allende advertía en su libro “El dogma nacionalista” cuando enseñaba que: “el patriotismo, por acendrado que sea, a lo sumo supone la autodefensa de la Patria, frente a una agresión palpable, en tanto no esta ni en condiciones de percibir otras formas sutiles de agresión y de dominación… Por esta misma razón, los imperialistas de todo tipo no se han molestado en combatir el patriotismo dentro de los países a quienes pretenden subyugar… por que dicho sentimiento no molesta para nada los designios y los medios solapados del imperialismo. Por el contrario, el nacionalismo es objeto del mas continuo e implacable ataque por parte de los imperialistas de toda índole…”
Esta a la vista entonces a que molinos lleva agua la predica del señor Romero.


     Edgardo Atilio Moreno



ASÍ SON LOS POLÍTICOS



Por Cosme Beccar Varela 

Buenos Aires, 19 de marzo del año 2012 - 1094

Siempre pensé que la Política de Ideales es posible. La "Política de Ideales" es aquella cuyo objetivo es la Justicia y el bien común, por amor a Dios, con total desapego del bien personal del político y con menosprecio de los peligros personales que uno pueda correr a causa de ese servicio que se considera una obligación de honor. Con esa aspiración fundamos el Partido Orden y Justicia en 1989 y en el 2002 el Partido de la Recuperación Argentina.

La Política de Ideales no es una utopía. Existió durante varios siglos y fundó Europa cuya civilización se extendió a América, Asia, Oceanía y África. Fue la Política de los reyes y señores santos, como San Luis de Francia, San Fernando de Castilla, San Eduardo el Confesor, de Inglaterra, San Esteban de Hungría, San Estanislao de Polonia y muchos otros. Gobernaron y gobernaron bien, con políticas justas, amor y temor de Dios y al servicio del bien común.

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Sin embargo, existe la otra política, la que vemos hoy todos los días en todos los países y especialmente en este en que vivimos (o sobrevivimos, como quiera llamarle) y existen los políticos que han hecho de ella una profesión.

Lo triste es que para que la Política de Ideales, sea posible, es necesario que haya hombres idealistas de buenos principios, inteligentes, con buena formación intelectual y práctica, valientes y generosos, que quieran arriesgarse para servir al bien común actuando en política, es decir, dando todos los pasos legítimos y necesarios para llegar al poder y gobernar.  Y eso no hay.

En cambio, la otra política, la de todo el tiempo y de todas partes, es una realidad repulsiva compuesta por miles y miles de individuos de la peor calaña que ocupan todos los cargos con algún poder, en cualquier sistema de gobierno y en todos los niveles, y todavía sobran por la turba de aspirantes de la misma calaña que espera su oportunidad. .

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Para pertenecer a esa banda se exige todo lo contrario que para la Política de Ideales. Es necesario que el candidato sea mentiroso, inescrupuloso, ladrón y que deje robar a otros, injusto y que pueda aceptar sin pestañear cualquier injusticia cometida por otros, despectivo del bien común y ávido procurador de su placer personal, farsante, desleal, capaz de aliarse con el demonio si eso le parece útil para sus fines, contradictorio, hábil para cambiar de opinión con la velocidad del rayo, excepto la de que no existe moral alguna que esté por encima de la "razón de Estado" y la "razón de Estado" es la que él usa para trepar y mantenerse en las alturas, porque ésta última opinión no la cambia jamás. 

Los candidatos se atropellan en esa carrera infame y son tantos y tan malos que es difícil saber cual es el peor, pero en general eso se sabe por el éxito obtenido. En la política corriente el que gana es generalmente el peor.

Ahora que la televisión por satélite pone al alcance de nuestros ojos la cara de todos los políticos del mundo he podido comprobar que, en distintos grados de cinismo, todos son más o menos de la misma especie.

Los de aquí, al cinismo le agregan la mediocridad ordinaria de la más baja estofa. Son personajes que no tienen calidad ni para ser lacayos del más humilde padre de familia. Éste correría peligro de que le robara los cubiertos y le usurpara la casa.

¡Esas caras de piedra! ¡Esa labia de charlatanes de feria! ¡Esa capacidad de huir de las responsabilidades! ¡Ese desprecio por el bienestar general! ¡Ese hábito inveterado de robar! ¡Esa complicidad de los unos con los otros, sean oficialistas u "opositores"! ¡Ese pacto de impunidad notorio y descarado! ¡Esa soberbia con que actúan como si los que no formamos parte del poder fuéramos cucarachas y no seres humanos! ¡Esa capacidad de inventar frases hechas y "slogans" malévolos o vacíos para construir discursos idiotas! ¡Esa capacidad de pasar de un bando al otro sin abandonar nunca el circo de la política en el cual siempre tienen algún papel con cualquier gobierno! ¡Ese ateísmo práctico que les lleva a despreciar toda moral y todo temor de Dios! ¡Esas sonrisas permanentes de estafadores natos que delatan su total falta de seriedad!

Es un espectáculo dantesco, de esa primera parte de la Divina Comedia en la que el poeta florentino evoca el infierno. Y lo peor es que estamos en manos de esos políticos, sine die, con una resignación bovina.

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Los políticos de aquí, son de lo peor que hay en el mundo. Los de los EEUU son un poco menos payasescos pero las sonrisas permanentes que hay en sus caras nos dejan siempre la duda de si son totalmente idiotas o fingen serlo para no ser expulsados del círculo de los políticos o tienen malas intenciones y sólo se ponen la máscara de la sonrisa para ocultar lo que realmente piensan..

La política es un asco en todas partes. Basta ver los noticieros de Europa y de los EEUU, en los que aparecen los hechos y dichos de los políticos de los países ricos para darse cuenta que los políticos de esos países son tan mentirosos como los de aquí. Sólo que deben cuidarse un poco más porque la opinión pública en esas naciones  es un poco más inteligente.

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Hace pocos días hubo "elecciones" en Rusia y "ganó" el ex-coronel de la KGB Putin, uno de los tipos más repugnantes que presenta el mundo contemporáneo. Hubo un fraude gigantesco iniciado mucho antes del acto electoral mediante el asesinato de opositores, el impedimento de publicidad contraria al régimen tiránico putinesco que ya lleva 12 años en el poder, la puesta en escena de una falsa oposición consistente en el partido comunista (¡cómo si Putin no fuera archi-comunista y el más auténtico heredero de la URSS!) y el uso masivo del poder estatal para imponer a Putin, sí o sí.

Y por si eso fuera poco, el fraude electrónico, recurso permanente de las "democracias" modernas para perpetuar sus elencos en el poder, aseguró el resultado deseado.

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En cuanto a los políticos de Europa occidental y de los EEUU, si bien no son ex-coroneles de la KGB son personajes lamentables.  En EEUU gobierna un pro-marxista extranjero y vista la inepcia de los republicanos (que no son mucho mejor que Obama, dicho sea de paso, y si no me creen, ¡acuérdense de Bush!) es posible que siga en el poder.

La Comunidad europea, un invento inspirado en la idea masónica de la República Universal, está haciendo agua por todas partes y sólo se mantiene la ficción de su existencia porque los políticos de Alemania y Francia están empeñados en que se mantenga.

En realidad, éstos les mienten a sus pueblos porque ahora no cabe duda de que ese engendro es un artificio insostenible. Cuando sus integrantes eran nada más que las grandes naciones de Europa pudo parecer viable, pero desde que empezaron a incorporarse las antiguas naciones sometidas al yugo de la URSS, misteriosamente "liberadas" por la "perestroika", el armatoste se está cayendo a pedazos y está siendo invadido por los musulmanes.

Los políticos, sin embargo, no se dan por enterados y siguen hablando como si se tratara apenas de algunos problemas "normales" como el de la deuda griega, italiana y española o la desocupación en esos y en otros países cuando en realidad es un cáncer que se está comiendo la substancia de Europa.

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En África y en Asia las cosas son todavía peores porque los “políticos” de allí son simplemente orates fanatizados en mayor o menor grado. Las “rebeliones” de los países árabes contra sus respectivos tiranos que soportaron pasivamente por décadas sin que parecieran molestarles, la prensa occidental las califica gratuitamente como  rebeliones supuestamente espontáneas pero son obviamente provocadas y dirigidas por políticos-agitadores anónimos, pero con armas modernas y poderosas.

Por qué son seguidos por fanáticos mahometanos que mueren de a cientos por día sin que deje de haber otros al día siguiente y todo eso en nombre de una “libertad” que nunca les importó ni tendrán al día siguiente de las masacres, es un misterio. ¿Es que en esos pueblos no funciona el instinto de conservación?  Esa gente que sale a las calles no es la misma que usa aquellas armas, ¿Quiénes son? ¿Por qué aceptan, de repente, morir de a miles sin saber quienes los mandan ni quienes los mandarán mañana en nombre de consignas que no entienden? La cosa es tan extraña que no veo cómo excluir la hipótesis de una masiva infestación diabólica en ambos bandos, en el de los tiranos y en el de los rebeldes inexplicables.

Y la pregunta más grave es, ¿por qué los países occidentales que apoyaron siempre a los tiranos ayudan ahora con armas a los desconocidos políticos-agitadores de esas multitudes extrañas  violando el principio de “no-intervención” que , sin embargo, se invoca para mantener a tiranos feroces como los Castro, en Cuba, desde hace más de 50 años?

¿Y el apoyo de Rusia y China al tirano sirio?  ¿Cómo queda su supuesta “conversión” a la democracia y al capitalismo? ¿Por qué los políticos occidentales siguen fingiendo que los creen democráticos, por lo menos a los rusos, cuando no debieron creerles nunca y menos ahora?

                                   *           *           *

¿Y qué decir de la pústula permanente de la guerra de Israel contra Palestina y viceversa, que ahora amenaza con dar comienzo a una guerra nuclear entre Israel, con apoyo de EEUU, contra Irán? ¿Qué clase de políticos son esos que matan inocentes sin contemplación y que están jugando con el aniquilamiento de toda la humanidad en una guerra atómica?

                                   *           *           *

Mientras tanto, la Iglesia Católica, nuestra Santa Madre Iglesia, el Cuerpo Místico de Nuestro Señor Jesucristo, en la cual están todas las gracias y todos los poderes para rescatar al mundo de este infierno, inspirando una Política de Ideales, está misteriosamente eclipsada o más bien, sus más altas Jerarquías acompañan y hasta apoyan indirectamente este proceso nefasto, como puede verse por la próxima visita de Benedicto XVI a la Cuba comunista.

Sólo la intervención milagrosa de la Santísima Virgen, Mediadora de todas las gracias y terrible como un ejército en formación de batalla contra los enemigos de Dios,  puede salvarnos de este horror.

Cosme Beccar Varela 

NOTA: Hoy reapareció "La botella al mar". Supongo que se debe a los esfuerzos del técnico que me ayuda en su publicación. Sin embargo, sigue siendo verdad que en un momento dado desapareció del mapa durante varios días y que eso puede volver a ocurrir mientras exista la tiranía bajo la cual estamos.  CBV



DECLARACIÓN DEL CONSORCIO DE MÉDICOS CATÓLICOS SOBRE PRONUNCIAMIENTO DE LA CSJN




El Consorcio de Médicos Católicos le pide al Ejecutivo nacional y a los legisladores que “estén a favor de los derechos humanos” que -desde las atribuciones que sus cargos le confieren- condenen el aborto en casos de violación “por ser ello contrario a la vida, a la justicia con los más débiles y por constituir un asesinato, grave agresión al bien común de la sociedad y de las familias que la constituyen”.

Destacan que el pronunciamiento de la CSJN es “simplemente enunciativo y no obliga” y que el ser humano a partir de que es “concebido es una persona humana con las características, derechos y dignidad que le son propias”.

Mencionan estadísticas sobre mortalidad materna y agregan que disminuiría mejorando las estructuras sanitarias e implementando programas de ayuda a las embarazadas en riesgo y a sus hijos.

Remarcan que la violación es un delito bien tipificado en el Art. 119 del Código Penal y que debe existir una denuncia y la condena respectiva.

Tras recordar que los médicos han jurado “defender la vida y la salud de sus enfermos; no matarlos”; exhortan a sus colegas a que “de ninguna manera y por ninguna presión”, se conviertan “en verdugos de pequeñas personas inocentes”.

Como médicos católicos, enfatizan finalmente, que “es Dios quien da la existencia y no existe sociedad o autoridad alguna que pueda disponer libremente de la vida de una persona humana inocente. Desde sus inicios, Dios otorga al nuevo ser humano un alma que le da la dignidad de persona humana, heredera del cielo. Asesinar a esa persona pequeña e indefensa o considerarla un injusto agresor, es un grave atentado a los planes de Dios”.

A continuación el texto completo de la Declaración:

DECLARACIÓN DEL CONSORCIO DE MEDICOS CATÓLICOS

SOBRE EL ABORTO EN CASOS DE VIOLACIÓN

El Consorcio de Médicos Católicos de Buenos Aires lamenta profundamente el fallo unánime de los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, de no castigar el aborto en los casos de violación. Este fallo -explicito para los casos de violación- implica llanamente la supresión del derecho humano mas fundamental, cual es el de nacer, pues se podrá aplicar en cualquier embarazo.

La Corte Suprema se ha excedido en sus facultades. Se han violado puntos de índole procesal, naturales, biológicos, estadísticos, jurídicos, éticos y religiosos.

Procesalmente la Corte no tenía a resolución ningún caso ni expediente concreto y su fallo fue en adhesión a la Resolución de un Tribunal Provincial. Por lo tanto, su Declaración es simplemente enunciativa y no obliga, por no ser dictamen de un caso en estudio, pero seguramente será acatada y seguida por la mayoría de los tribunales inferiores.

            Atenta contra la naturaleza humana, que un Alto Tribunal de Justicia dicte un fallo como el analizado. Los embriones y los fetos son seres humanos y ciudadanos que desde su concepción tienen que ser protegidos por la Justicia y defendidos por la Corte. Si hubo un delincuente violador, es a él a quien hay que buscar y castigar. Es incoherente castigar con la pena de muerte, violenta y agresiva, al ser inocente resultado de ese delito sexual.

Biológica y antropológicamente el ser concebido es una persona humana con las características, derechos y dignidad que le son propias. Es un ser en acto. Es decir: vive, existe. Es muy pequeño, microscópico: mide sólo 140 micrometros, la séptima parte de un milímetro. Pero tiene vida activa. La primera semana de vida no crece en tamaño, pero sus células se multiplican aceleradamente. Mas aún, durante esos primeros días de su existencia -antes de anidarse en el útero materno- es un ser libre y autónomo que vive y se desplaza por la Trompa de Falopio materna.

Y este ser en acto, tiene en potencia todas las cualidades y propiedades que tendrá en su vida adulta. Se formó físicamente con la mitad de los cromosomas que aportó la madre y la otra mitad el padre (aunque sea el violador). No se puede decir que ahora es “algo” y que después será una persona. Es, ya una persona humana completa con potencias que se irán desarrollando progresivamente. Tiene cromosomas sexuales XX si es mujer o cromomas XY si es varón. Y eso es definitivo y nunca cambiará. Físicamente medirá 4 cm. a los dos meses de gestación, 25 cm. a los cinco meses, 50 cm. al nacer a los nueve meses y 1,60 o 1,80 metros en la adultez.

Al abortar se está asesinando un pequeño ser humano.

Estadísticamente, los partidarios del aborto manifiestan que por los abortos clandestinos mueren centenares de madres y sobre todo adolescentes inexpertas. La realidad y las estadísticas oficiales del Ministerio de Salud del año 2009 señalan que por todas las causas hubo 429 muertes maternas en el país, y de ellas, 87 lo fueron por abortos, suma de espontáneos y de provocados.

Por otra parte, hablan de una calamidad nacional, especialmente entre las madres adolescentes que -dicen- mueren por abortos clandestinos. Se habla de decenas de muertes de adolescentes por esa causa, en las regiones más pobres del país. Eso no es verdad. Estudiando las mismas cifras estadísticas oficiales del Ministerio de Salud se observa que en las madres adolescentes menores de 20 años de edad, la mortalidad materna por todas las causas en la Argentina ha sido de 35 madres. En ese año, en todo el país han fallecido 8 jóvenes menores de esa edad por abortos espontáneos o provocados. Esto destruye el argumento tan difundido, de que es necesario el aborto legal para evitar la alta mortalidad de menores de edad por aborto en la Argentina.

Para reducir estas muertes la solución no es el aborto libre, sino mejor organización sanitaria, buena atención médica y un subsidio serio universal a las madres embarazadas y a los recién nacidos. Por otra parte, con los abortos permitidos libremente, aumentarán las muertes maternas.

Jurídicamente, el aborto libre “en casos de violación” contradice a la Constitución Nacional, al Código Civil y al Código Penal. La Constitución en el Preámbulo sostiene que hay que afianzar la justicia, promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad. En su Art. 18 prohíbe tanto las penas sin juicios previos, como los tormentos. El Art. 25, inc. 22 otorga jerarquía constitucional -superior a las leyes- a los Convenios internacionales que defienden al niño desde la concepción, como ser la Convención Americana de Derechos Humanos de Costa Rica del año 1969 y la Convención de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño del año 1989.

            El Código Civil señala en su Art. 70 que “se es persona desde la concepción”. El Código Penal condena el aborto en el Art. 85 y expresa en el Art. 86 inc 1) que no es punible en caso de peligro para la madre y en el inc. 2) en caso de “violación o de atentado al pudor de una mujer idiota o demente”. Pero la Corte no ha interpretado este inciso del Articulo 86 del Código Penal (que es clarísimo) sino que en la práctica lo ha derogado. Ello no puede hacerse en un estado de derecho. La única forma de derogar una ley, es por otra ley posterior. Este es un principio básico de la República. Los jueces de la Corte no pueden interpretar una ley de la manera en que lo han hecho.

            A fin de evitar que el erróneo fallo sea extendido a casos en que no hubo violación, es de esperar que los jueces de todo el país tengan presente que la violación es un delito bien tipificado en el Art. 119 del Código Penal y que para darle valor legal debe existir una denuncia judicial del delito y una condena respectiva. Esa denuncia, debe ser hecha en tiempo y forma, obviamente simultáneamente con la comisión del delito y no uno, dos o más meses después de alegado el hecho.

La Corte con su fallo permite abortar, pero los que realizarán los abortos serán médicos que han estudiado y se han dedicado a defender la vida y la salud de sus enfermos. No a matarlos. Al recibirnos hemos hecho el juramento hipocrático o de la Convención de Ginebra, de defender la vida y de no matar. De ninguna manera y por ninguna presión, debemos los médicos y el equipo de salud convertirnos en verdugos de pequeñas personas inocentes.

No escapa a nuestro pensamiento la tremenda realidad y el estado emotivo que se genera en una mujer que ha sido violada, quien sin duda llegará a plantearse diversas alternativas respecto de su situación. Frente a ello, la legislación y las autoridades deberán tener muy en cuenta la asistencia médica, social, psicológica, familiar y religiosa de aquella persona que lleva dentro una nueva persona, un ser humano con derecho a la vida.

 Finalmente -y muy importante- como médicos católicos declaramos que es Dios quien da la existencia y no existe sociedad o autoridad alguna que pueda disponer libremente de la vida de una persona humana inocente. Desde sus inicios, Dios otorga al nuevo ser humano un alma que le da la dignidad de persona humana, heredera del cielo. Asesinar a esa persona pequeña e indefensa o considerarla un injusto agresor, es un grave atentado a los planes de Dios.

            Por eso el Concilio Vaticano II en el punto 51 de la Constitución Pastoral Gaudium et Spes dice que “el aborto y el infanticidio son crímenes abominables” y Juan Pablo II en el punto 62 de la Encíclica Evangelium Vitae lo reafirma, llamándolos “crímenes nefandos”.

El Consorcio de Médicos Católicos lamenta la interpretación que ha dado la Corte al Art. 86 del Código Penal y ruega a Dios y a la Virgen Madre ilumine las mentes y los corazones de las autoridades para reparar este error. Además, espera fervientemente que el Poder Ejecutivo eleve un proyecto de ley al Parlamento, o que legisladores que estén a favor de los derechos humanos presenten un proyecto de ley, que condene el aborto en los casos de violación, por ser ello contrario a la vida, a la justicia con los más débiles y por constituir un asesinato, grave agresión al bien común de la sociedad y de las familias que la constituyen.

Dr. Alejandro NOLAZCO, Presidente

Dr. Fabián ROMANO, Secretario

Dr. Carlos Abel RAY, Consultor

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NOTIVIDA, Año XII, Nº 809, 20 de marzo de 2012

Editores: Lic. Mónica del Río y Pbro. Dr. Juan C. Sanahuja

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PERONISTAS



 Enviado por Víctor Rubén García
"Si los dirigentes políticos del Peronismo no se persuaden de la imperiosa necesidad de posponer intereses de círculo y pasiones personales, para dar paso a la necesidad de unificar al Peronismo y luchar solidariamente con unidad de acción contra el enemigo común, poco tendré ya que hacer con ellos. Quizás la proliferación de partidos y partiditos neoperonistas sea la solución, ya que los dirigentes del partido Justicialista se dedican a combatir a sus compañeros y no al enemigo, cuando se encuentren empeñados en denigrar a los propios compañeros con un afán que no desmerece a la saña con que lo hacen nuestros propios enemigos."

18/05/1961 Juan D. Perón

LOS HABERES EN LAS FUERZAS ARMADAS




Si me permiten, les reitero mi nota anterior (del 4/2/2012), con una salvedad:
El salvaje aumento de sueldo de nuestros representantes elegidos por el pueblo, obvia cualquier argumento para que a las FFAA (r) nos tengan totalmente fuera de todo contexto económico
Si a esto le sumamos el boicot desconsiderado del IAF, para con nuestros juicios, a pesar de la presencia en el Directorio de 6 Oficiales Superiores, me da la sensación de que nos borraron del mapa.
Por lo tanto, les solicito, respetuosamente, que públicamente nos informen qué proyecto tienen para nosotros en el transcurso de este año.
No les voy a repetir nuestra situación.
Solo queremos la verdad, y consideren que miles de integrantes esperamos vuestra contestación.
A.J. SESIN
AV.MIL.FAA


MINISTRO DE DEFENSA
JEFE DEL ESTADO MAYOR CONJUNTO
JEFE DEL ESTADO MAYOR F.A.A.
Bueno, llegamos al mes de febrero, feliz año para Uds.
Lástima que esa felicidad no es extensiva al personal retirado de las F.F.A.A. y en mi caso de la F.A.
Nuestro estado de ánimo, se lo imaginan. Uds. son mis jefes naturales y como tales, tienen que asumir los problemas por los cuales estamos pasando, mas sabiendo la barbaridad de aumentos de todo tipo que se nos viene aplicando gracias a la pésima administración de este gobierno.
Realmente, no les puedo expresar por este medio lo que siento. Les adjunto mi recibo de sueldo del mes de diciembre que es exactamente igual al mes de enero y a los que vendrán de acá en más.
¿Cómo hacemos para seguir viviendo?
Les rogaría respetuosamente que saquen algún comunicado que nos explique qué proyectos tienen para nosotros los retirados este año.
Todavía me queda una gota de sangre y como aviador permítanme confiar en Uds. dos.
¿Se acuerdan cuando volábamos, nuestro buzo verde transpirado, el casco, el calor, el frío, la formación de combate, acrobacia, emergencias, etc. que le enseñábamos cuando Uds. eran jóvenes?
Bueno, confío en Uds. dígannos la verdad, dejemos el término de Chirolita para los funcionarios aplaudidores civiles.

A Uds. dos me despido con el respeto y aprecio de siempre. Que Dios los ilumine.
A.J. Sesin
Av. Militar F.A.A.
4-2-12

HUMOR: DESPUÉS DE MISA




El esposo regresa de Misa, entra a la casa corriendo y se dirige a la esposa.
Con una gran sonrisa la abraza, la levanta tiernamente en sus brazos y danza con ella en el aire alrededor de todos los muebles de la casa.

- ¿Pero, qué es lo que dijo el cura en el sermón? -pregunta ella al amado esposo- ¿Acaso dijo que los esposos tenían que ser más cariñosos con sus esposas?

- “Noooooooooooo” - contesta el esposo - ¡El cura dijo que teníamos que cargar nuestra cruz con alegría y júbilo!