domingo, 30 de septiembre de 2012

MENTES DELIRANTES.




Por Marcos Attias

Pretender jugar al gato y al ratón con el mayor  estado terrorista de Irán, que ya mató dos veces en Buenos Aires, es algo que no se puede creer.
Irán es un estado, preparado en su máxima expresión, para el terrorismo internacional. Es un Estado preparado para cualquier contingencia bélica.
Y amenaza al mundo entero con una guerra nuclear. La ambición iraní es de apoderarse de America Latina, tiene base guerrilleras en Venezuela su principal aliado de América Latina, tiene infiltrados en Ecuador, Bolivia, y su máximo anhelo seria apoderarse de Argentina, donde tiene grupos guerrilleros infiltrados. Chávez a pesar de todo su armamento no pudo llevar a cabo esa dominación porque Brasil, toda una potencia en todos los niveles, es para cualquier nación un bocado demasiado grande y muy difícil  de tragarse.
Bolivia cambió con Irán  uranio por armamentos, tal vez luego de probar que la frontera argentino – boliviana es muy frágil, tenga la intención de dar un golpe de mano, incluso se anime a llevarlo a cabo a otras naciones vecinas.
No podemos detener el narcotráfico, que llegan camiones y aviones hasta plaza de Mayo. No podemos detener la inseguridad nacional, no podemos detener la trata de blancas, no tenemos ni producimos radares, ni aviones, ni tenemos una industria aero-naval que produzca los propios armamentos que se necesitan. No podemos siquiera arreglar los ferrocarriles destruidos. En realidad no estamos en condiciones de enfrentar cualquier agresión extranjera. Esto debe ser muy preocupante para todos los habitantes de esta nación. Yo no creo que se pueda adquirir capacidad de estrategia militar jugando al tejo en Santa Cruz.
Argentina en estos momentos esta prendida con alfileres en el mapa geográfico.
Si alguien tiene que alzar la voz y hacer algo, es el momento de hacerlo.

NOTA DE DIARIO PREGÓN DE LA PLATA: Si Irán es considerado un “Estado terrorista”, con más razón debe ser considerado de ese modo el sionismo del Estado de Israel. Irán tiene un problema teológico que solucionar, pero eso es otro problema distinto (el presidente Ahmadineyad dijo que Dios no inspiró ninguna religión que se llame judaísmo ni cristianismo, en lo cual se equivoca respecto de la visión católica, omitida en su apreciación). Fuera de las diferencias teológicas, no está comprobada judicialmente de modo fehaciente la intervención de Irán en la explosión de la Embajada de Israel o de la AMIA en la Argentina (en tanto que muchos sostienen que han sido implosiones), y lo más probable es que se trate actualmente de un oportunismo gubernamental para pedir como indemnización un porcentaje de la explotación petrolera de Irán, pero no como sanción sino como otro acto de corrupto enriquecimiento de los actuales gobernantes argentinos a septiembre de 2012. Por otra parte, los sionistas traficantes de armas y dueños de la inseguridad internacional, tienen sus manos manchadas con sangre de sus víctimas, e Israel es una prueba de ello, y pretenden hacer un negocio del genocidio nazi (que si existió), pero exagerando situaciones, cifras y a la vez difamando a la Iglesia Católica. Las vidas humanas no son un negocio, ni la justicia ha de ser un modo de venganza ni de hacer negocios. “La Verdad os hará libres”, dijo el Rabí Jesucristo no sólo a los judíos sino también a los paganos, y no sólo a los de su época sino a los que vivan en todos los tiempos. Las explosiones de la Embajada de Israel y de la Amia merecen explicaciones, merecen un acto de justicia, y la Verdad ha de ser la consigna inicial para establecer la justicia. No hay otro camino que transitar. Consideramos que el autor de la nota tiene algo de razón, pero que también es "políticamente correcto" en el discurso sobre Irán, alineado con la versión sionista.

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