lunes, 24 de septiembre de 2012

INCIDENTES EN LAS ESCALINATAS DE LA CATEDRAL DE LA PLATA GENERADOS POR HOMBRES Y MUJERES ABORTISTAS, EN MEDIO DE LA BICICLETEADA POR LA VIDA




Por Emilio Nazar Kasbo

"Es digno de alabanza 
ser paciente en el sufrimiento 
de las propias injurias, 
pero soportar pacientemente las injurias 
contra Dios es la suma impiedad." 
SAN JUAN CRISÓSTOMO

Mientras en la Plaza Moreno de La Plata se desarrollaba la “bicicleteada solidaria” que recorrió las calles de la ciudad, organizada por “Elegimos la Vida”, rechazando las iniciativas de legalización del aborto y los planes antivida en general, una movilización de organizaciones universitarias izquierdistas con extrema violencia verbal fue a reclamar subvención estatal y “despenalización” del delito de aborto, ante la Catedral platense.

ANTIVIDA
Militantes antivida de la Coordinadora de Organizaciones y Movimientos Populares de Argentina (COMPA) se habían reunido el domingo 23 de septiembre de 2012 en la facultad de Agronomía de la Universidad Nacional para apoyar el aborto legal y gratuito, en el marco de un congreso y caravana bajo la consigna “por el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y contra todo tipo de violencia hacia las mujeres”.
Estos grupos antivida que el viernes 28 de septiembre harán un “Día de lucha por la despenalización y la legalización del aborto en América Latina y el Caribe”, fueron con carteles y banderas de grupos homosexuales, lesbianas y trans, remeras y vinchas (llamadas “bandanas”) color verde, y en algunos casos pañuelos atados al estilo piquetero, marcharon hacia la Catedral, en un acto de directa provocación anticatólica. Efectivamente, fue un acto discriminatorio contra la Religión Católica, y no hay institución que se preocupe por ello, ya que ni la Policía ni el INADI estuvieron hicieron presentes para impedir semejante agresión. ¿Discriminar a los católicos no es discriminar?
Según el diario El Día de La Plata, el Frente Popular Daría Santillán es el principal movilizador de la “COMPA”, los cuales sostienen que “nuestra insistencia por reclamar la despenalización y legalización del aborto no es un capricho sino que se basa en una realidad concreta: es la primera causa de muerte de mujeres en situación de embarazo, cada año se practican más de 500 mil en la clandestinidad y quienes no cuentan con el dinero suficiente para realizarlo en condiciones de cuidado sufren complicaciones o mueren”. A su vez, los manifestantes pedían la sanción en el congreso nacional de una ley de aborto “legal, seguro y gratuito”, y se pronunciaron contra el “capitalismo patriarcal”, y en favor de “mayor presupuesto y políticas de prevención de la violencia de género”, “el desmantelamiento de las redes de trata y prostitución”, y el final de la “homofobia, lesbofobia y transfobia”.

DOGMA DE GÉNERO
El tema de género es la aplicación de los postulados gramscianos de la Escuela de Frankfurt a la sociedad, para degenerarla. Efectivamente, se lleva la “lucha de clases” marxistas al ámbito sexual, inventando la “tesis” (el hombre), la “antítesis” (la mujer), y la “síntesis” (la homosexualidad, subclasificada en variantes inexistentes del mismo problema), que se convertirá en “nueva tesis” para llevarla a la “nueva antítesis” (legalización del naturalismo exhibicionista, la pedofilia, del bestialismo y cuanta aberración sexual exista). En este marco, la “violencia de género” se torna en una afirmación que abre una multiplicidad de opciones como las antedichas.
El reclamo efectuado es un “dogma” para quienes lo sostienen, algo “indiscutible” y que no admite argumentos en contra. La “despenalización del aborto”, su “legalización”, oculta toda la problemática vivida por la mujer que asesina a su propio hijo, y el síndrome post-aborto, que en algunos casos conduce a la mujer a graves situaciones de depresión. Después de que la mujer aborta, comienza su angustia por recuperar a ese bebé al que jamás podrá tener en sus brazos, y ese dolor no tendrá jamás reparo alguno, y semejante debilidad luego es aprovechada por los grupos abortistas para inocularle odio a la sociedad entera.
Las cifras de 500 mil abortos anuales “en la clandestinidad” es una enormidad para la Argentina, una cifra insustentable y carente de toda base científica o racional. A su vez, si el aborto produce muertes de mujeres, simplemente no se debe abortar. Al pedido de aborto “legal, seguro y gratuito”, le faltó agregar “obligatorio”.
Despotricaban contra el “capitalismo patriarcal”, lo cual es una expresión que mezcla el intercambio de bienes mediante el dinero con la figura paterna, un mero sinsentido: si están en contra del “capitalismo”, nadie les prohíbe volver al trueque; y hemos de suponer que ninguno de los manifestantes ha tenido un papá y habrán nacido de un repollo, puesto que desde Adán y Eva cada persona tiene un papá y una mamá…
Finalmente, una sociedad donde no se practican las virtudes, ni son promovidas, lógicamente caerá en violencia y malos tratos entre hombres y mujeres, en el silencio ante las redes de trata y prostitución. Finalmente, los manifestantes deberían leer el Catecismo de la Iglesia Católica antes de ir a quejarse ante la Catedral en un acto de odio y provocación.

MARCHA ANTICATÓLICA
El reclamo de los antivida es una mera excusa. No importan sus consignas a los organizadores, sino solamente el hecho de atacar a la Iglesia Católica y a los católicos.
El equivocado reclamo de los antivida fue dirigido en una marcha desde la Facultad de Agronomía de La Plata hasta la Catedral de la misma ciudad. Sus carteles responsabilizaban a la Iglesia por “las muertes en abortos clandestinos”, con cánticos de similar tenor, querían subir las escalinatas de la Catedral para hacer pintadas e ingresar para blasfemar y causar daños en el interior. El grupo antivida se detuvo frente a la escalinata de acceso al templo, porque hubo un cordón de feligreses católicos autoconvocados que resguardaron el ingreso a la Catedral.
La Policía no intervino, sino que se limitó a mirar la situación de tensión que generaron los grupos antivida. Mientras los feligreses rezaban, acompañados por algunos sacerdotes presentes, el tono de los gritos antivida iban subiendo de tono, imitaron gritos de guerra como si fuesen indígenas, empezaron a escupir a los feligreses (incluyendo al sacerdote), las mujeres hicieron actos exhibicionistas levantándose las remeras.

CANTANDO AL SOL
Mientras esto sucedía, se congregaban en la vereda de enfrente las bicicletas y las familias a las 16 horas, mientras se escuchaban canciones del grupo Filocalia y de Full Brothers en un escenario que daba la espalda a la Catedral, disponiéndose al recorrido habitual por las avenidas 53 y 51 de ida y vuelta a la Plaza Islas Malvinas, pasando ante el Ministerio de Salud bonaerense.
En el acto fueron recolectados pañales para el Hospital de Niños “Sor María Ludovica”. Los organizadores del evento, de Elegimos la Vida, refutaron desde el tablado los argumentos más reiterados por quienes proclaman el derecho al aborto.
La alegría y el alborozo desbordaba a las familias que participaron del evento con sus hijos. Cientos y cientos de personas que estaban a favor de la vida se manifestaron de ese modo.

PROVOCACIÓN Y VIOLENCIA ABORTISTA
Simultáneamente, los antivida pretendían atacar el frente de la Catedral. Provocaron verbalmente, escupieron, pero no pusieron un pie en la escalinata, donde los feligreses estuvieron firmes, a pesar de la desventaja numérica. De la defensa de la Catedral platense también participaron algunos integrantes de la unidad militar histórica del Real Cuerpo de Blandengues del Fuerte Barragán.
Dado que el campamento “de género” se realizó en la Facultad Nacional de Ciencias Agrarias, hay quienes se preguntan quién es el decano, y qué tiene que ver esa actividad con la Facultad, cuestionando el permiso otorgado. Desde ese “campamento” se había programado la marcha hacia la Catedral, y difundieron sus intenciones en ese sentido.
Advertidos, algunos católicos, sacerdotes y laicos, se apostaron como una valla humana entre los antivida abortistas y la Catedral, rezando a la Virgen. Las expresiones “democráticas” de los agresores abarcaban sus blasfemias, escupitajos, y el exhibicionismo en medio de un desaforado griterío enloquecido y enloquecedor (propio de ese grupo de angustiados debido a su completa falta de Caridad).
De la defensa de la Catedral también participaron miembros de Acción Nacional Católica y Jóvenes de la Juventud Nacional del MIN-PPR.

DISCRIMINADORES, DAÑINOS, DROGADOS
Los antivida han sido los discriminadores, quienes han insultado con odio e intolerancia. Son los rojos, los bolches, los zurdos, los progres. Querían pintar la Catedral con sus consignas blasfemas y heréticas, pero no eran mujeres, sino que también había varones que ostentaban el color verde abortista (a no ser que fueran mujeres barbadas). Uno de los manifestantes tenía una botella que tendría algún líquido, pero no se animó a arrojarla.
Fueron los antivida los que insultaban haciendo gestos propios de los maleducados, maldiciendo. Algunos de estos manifestantes estaban fumados de marihuana, las mujeres mostraban sus intimidades mientras gritaban frases abortistas, ateas, y llevando a niños al frente. Son “las compas” y el MST los que enferman a los argentinos, corrompen a los niños con promiscuidad pretendiendo ampararse en el “progresismo”, son ellos los que buscan hacer de la Patria una tierra arrasada.
Una persona mayor afirmó al evaluar el hecho lo siguiente: “Un querido Hermano Marista me decía siempre: "seamos cristianos, no bolu…". Hasta cuándo seguir con tanta blasfemia, tanta difamación, tanta inmoralidad y tanta desnaturalización del hombre. Hicieron muy bien los camaradas que fueron a defender la integridad de la catedral. Lamenté mucho no poder concurrir. Tengo 70 años, pero a esta manga de degenerados los corro con la vaina.”

DEFENDER LA VERDAD
Un sufrido sacerdote estuvo en la primera línea, formando la cadena humana que se constituyó en la valla infranqueable para los antivida. Fue escupido e insultado de la peor manera por los energúmenos que ejercieron violencia en el lugar.
Nunca es violencia decir la Verdad y defenderla. Todos tenemos la responsabilidad de defender a la Iglesia. Por dejar hacer y dejar que pasen las cosas ante nuestro silencio, nos entibiamos. El que no vive como piensa termina pensando como vive.
Hay que defender a la Iglesia siendo valientes, y actuar siempre con paz, obras y Fe. Pero si nos agreden, tenemos el legítimo derecho de defensa. Defender no es atacar a nadie, defender hoy a nuestra Iglesia es una manera de demostrar que obras son amores y no buenas razones.

CATÓLICOS AUTOCONVOCADOS
El grupo de católicos autoconvocados fue a la Catedral en primer lugar a rezar, y además a formar una barrera en el frente para que quienes pretenden atacar con insultos o tirando cosas al Templo no puedan hacerlo. Es decir, apostarse frente a la Catedral a rezar no es generar violencia ni agredir a nadie. Este hecho mostró que los católicos no queremos violencia sino paz y que realmente los no creyentes deberían tener mas respeto por la casa de Dios.
Los agresores fueron los violentos. Suele rezarse el Rosario en estas ocasiones, y este hecho suele enfurecer más las feministas por esa razón. Se vio en esta oportunidad, además, que las feministas estaban acompañadas por peludos barbudos “feministos”… Rezar un Rosario no es violencia, el que cree sabe que Dios oirá las peticiones, pero el que no cree ¿en qué se ve afectado?
Lo que más odia el demonio es que podamos acudir a la Virgen María, porque Ella lo venció por su humildad y porque Ella siempre nos ayuda a vencerlo a él y además a llegar mas rápido a Cristo; entonces cuando rezamos el rosario, el Diablo quiere causar más daño. Pero las puertas del Infierno no prevalecerán.
Mucha gente quiere sumarse y participar para poner freno a la pública agresión a Jesucristo, buscando que se aplique la Tradicional Doctrina Social de la Iglesia para que se instaure la Justicia Social en nuestra Patria. Cada vez más gente quiere adherirse a las convocatorias, y tal vez este sea el principio de la Restauración de las Leyes en la Argentina.

UN TESTIMONIO FINAL
Para terminar esta nota, que fue realizada con aportes vía Internet como fuente de testigos presenciales y notas de otros medios, transcribo los dichos de uno de los defensores de la Catedral, reservando la identidad de la fuente:

Yo estuve en la Catedral, y ver cómo nos escupían, nos insultaban y blasfemaban contra Dios, la Virgen María, el Papa y la Iglesia me hace pensar en la triste situación por la que está atravesando el mundo entero y la Argentina en particular.
Yo estoy a favor que nos podamos manifestar, estamos en democracia, pero insultar, injuriar a una creencia religiosa en particular, es DISCRIMINATORIO.
De paso quiero felicitar a un sacerdote creo que es el Párroco de Ntra Sra. de la Piedad que fue increíblemente insultado y escupido, me enorgullezco en tener sacerdotes como él que a pesar de tantos agravios siguió rezando por estas personas.
Algo más que quisiera agregar, cuando vi a este grupito acercarse a la Catedral para entrar, con una mayoría de jóvenes la mayoría aunque también había gente grande, es el profundo odio que hay en sus corazones.





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