lunes, 27 de agosto de 2012

LECCIONES DE LA HISTORIA




En el siglo de lo virtual, se ha perdido la capacidad de analizar la historia como maestra de los hombres, perdido el hábito de la reflexión de los hechos pasados. Hoy el paralelismo es palpable.
El continuo machacar de una idea repetida con insistencia durante varias generaciones, termina por no ser analizada, se la acepta como una verdad revelada. El Estado, es posterior al individuo, por tanto un servidor público. La propiedad privada es la base fundamental del progreso y la libertad, la familia es el fruto de la libre iniciativa y la cultura del trabajo, el ahorro y la economía particular. Estos principios elementales son los que hicieron Grande a esta Nación, si omitimos su explicación, desarrollo y transmisión, no serán defendidos con convicción por los que tienen la obligación de hacerlo y la sociedad quedara a la merced de las ideologías dominantes.
En los terroríficos años del reinado de la guillotina, cuenta la historia de la que fuera la dulce Francia, que la idea de igualdad había llegado a penetrar tan profundamente en la nobleza, que muchos olvidando su verdadera función en la sociedad, se presentaban voluntariamente para ser juzgados por los tribunales de Maximilien de Robespierre.
En sus alegatos manifestaban el remordimiento de haber nacido nobles y haber tenido educación, sentían que ellos no podían ser el ejemplo de una sociedad llamada a liderar las naciones, ¿Cuál fue la causa de esta fenómeno?,  Aquellos nobles que se suicidaron de esa forma tan peculiar, por no reaccionar ni defenderse, son un ejemplo de lo que le pasa a un cierto número  de productores rurales y sus dirigentes, tienen vergüenza.
Louis Philippe II Duque de Orléans queriendo congraciarse con la Revolución, colaboró con ella porque tenía vergüenza de su estado; en su alegato final se quejó amargado – (colaboré con la revolución, la financié, negué mi condición de noble y me condenan; después de haber dialogado, consensuado y cedido todo lo que me fue pedido, me condenan).
“Felipe Igualdad” fue decapitado por su condición de noble sin importar los “servicios prestados”.
               
¿Acaso los productores rurales debemos tener vergüenza De haber heredado?
¿De haber desarrollado y defendido una iniciativa fundamentada en la libertad?
¿De haber defendido las empresas familiares del agro?
¿Acaso por miedo de perderlo todo debemos ceder de a poco, como un salme al que se le saca feta por feta hasta que no quede nada?
¿Qué espera el campo para reaccionar y manifestar ya no solo su disconformidad, si no que país quiere?  ¿O no estamos seguros de que país queremos?
Nosotros sí sabemos
Queremos un país donde se respeten las instituciones, donde la ley natural sea respetada y protegida contra toda deformación artificial, porque es la ley con que Dios gobierna su creación y que dio origen a la civilización cristiana.
Queremos un país con armonía entre las clases sociales donde se respeten los mandamientos de la ley de Dios. Un país serio ponderado por todas las naciones, donde la palabra empeñada sea un documento de identidad.
Queremos ser hijos agradecidos a Nuestra Señora de Lujan a quien encomendamos nuestro futuro y el de la Patria.
Por la Paz del Campo
26/8/2012
Francisco Jose Balbiani

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