domingo, 8 de julio de 2012

LA INCREÍBLE PACIENCIA DEL GOBERNADOR SCIOLI




Por Carlos Manuel Acuña

El fin de semana largo apenas si atemperó la movilización política en torno de los intentos de la Casa Rosada para bloquear el camino político del gobernador Daniel Scioli. Este, fiel a su estilo, se limitó a convocar a una conferencia de prensa que, en los hechos, significó una respuesta por elevación a Cristina W. Fernández, a subrayar los aciertos de su gestión y a reconocer implícitamente que el problema existe, que las diferencias se mantendrán y que la política nacional no dejará de quedar centralizada en este conflicto.

Mientras tanto, la izquierda avanza. En la Cámara de Diputados tiene despacho favorable un  proyecto de Ley elaborado por María de los Angeles Higonet y Carlos Verna, por el cual se modifica la normativa laboral del personal que trabaja los fines de semana. Según parece, se olvidaron de legislar acerca de quienes trabajan los feriados que no sean sábados y domingos, por lo que no se descarta que vuelva al senado donde la iniciativa quedó sancionada. Esta, afectará sensiblemente a miles de personas que lograron una salida laboral a través de este sistema que si se reforma como se lo ha propuesto, encarecerá la actividad de determinadas empresas que sufrirán una retracción. Entre ellas, los supermercados o las estaciones de servicios, los establecimientos hospitalarios o guardias médicas, en tanto nada se dice sobre que sucederá con aquellos locales que están atendidos por sus dueños ¿se les prohibirá trabajar como sucedió durante el gobierno de Isabelita...? Para colmo, la iniciativa, para atemperar los efectos negativos, propicia que dentro del mes laboral, quienes trabajaron un fin de semana podrán tener los "correspondientes" francos compensatorios, inaugurándose así una larga cadena, pues los días "compensados" deberán ser cubiertos por otro personal y así sucesivamente... Con el agravamiento de que el país entro en la recesión, el aumento de los costos, será inevitable.

La pulseada entre el kirchnerismo y Scioli desplazó el debate acerca de este tema tan importante, lo que da la pauta del nivel de tensiones que están en juego. Ambos contendientes han estudiado con ardor los resultados de las últimas encuestas de opinión que mantenía las diferencias entre el ex motonauta y Olivos en más del 10 por ciento en favor del primero, un numerito que baila frente a los ojos de los políticos que parecen encandilados no ya en los comicios parciales de 2013, sino en las presidenciales de 2015. Arriesgamos que esto es lógico pues los cálculos  indicarían que el empeño de Cristina por volver a candidatearse fracasará, por lo que todos hacen cuentas no sobre la quiebra económica de la ex República Argentina, sino acerca de como se alinearán los candidatos principales y los que no lo serán tanto pero que podrán participar de alguna manera.

Las izquierdas aprecian que tendrán una oportunidad y así lo manifestaron los delegados del Foro de San Pablo que, como lo relatamos en otra parte de este número del IP, fue saludado con entusiasmo por uno de sus fundadores, el ex presidente Lula Da Silva, quien señaló su optimismo, un dato que tampoco fue considerado por nuestros campeones de la democracia, entretenidos en evaluar hasta donde llegará la enorme paciencia   demostrada por el gobernador. En la práctica, su estrategia también despierta un poco disimulado nerviosismo en Olivos y la Casa de Gobierno, donde preferirían un intenso debate para profundizar sus argumentos y desgastarlo más todavía. Sin embargo, los últimos números sobre la opinión de los argentinos despertaron una doble señal de alarma: la pelea desatada por Cristina contra Daniel perjudica a ambos, pues las dos figuras registraron durante las últimas horas un retroceso fundado, precisamente, en la competencia que distrae.

El tema no deja de ser interesante pues de alguna manera ofrece indicios de que a la gente le interesa más la tranquilidad que las diferencias partidarias, lo que viene a ocurrir en medio de una de las crisis más profundas de la Argentina. Otros, le dan una lectura distinta (como se dice ahora) a esta cuestión. Sostienen que en realidad, lo que ocurre es que los partidos políticos están absolutamente agotados, que nadie cree en ellos y que carecen de líderes efectivos que merezcan la pena de ser seguidos. Por cierto, esto también alcanza para Cristina que hoy está muy lejos del 54 por ciento alcanzado en las últimas elecciones, con el agregado de que la caída de su imagen es la más acelerada de todos los que tienen alguna aspiración.

De alguna manera, podemos decir que el cuadro - al margen de ser explicable - es desalentador y cargado de un agobio que cansa hasta lo inimaginable. Incluso la caída de las expectativas hasta es insoslayable para los números que elaboran las encuestadoras que trabajan para el Gobierno y que pagamos todos nosotros. Todo un dato que los teóricos que rodean a la viuda consideran que puede revertirse con un giro más acentuado hacia la izquierda. Por ejemplo, con un silencio que suponemos está derivado del profundo revés que sufrieron en los setenta, maniobran con una gran prudencia que consiste en ensayar algunos pasos que ni bien son resistidos, se detienen o buscan artilugios para alcanzar el objetivo más disimuladamente. Vivimos en un permanente tanteo. Así, ahora se presentará un proyecto en el Congreso que relativizará la propiedad de la tierra. No será una reforma agraria propiamente dicha, pero sí un primer ensayo limitativo que, incluso, podrá perfeccionarse luego con una sutil variante que se introduciría en la modificación del Código Civil. Esta será variada, como se sabe, cosa de dividir las opiniones, descentralizar las resistencias y como en el colectivo repleto, "dar un pasito más atrás" para permitir el ingreso de renovaciones o quitas inesperadas. Todo sea por el avance de la colectivización, por pequeño que sea.

Como la Argentina tiene una bien ganada fama de ir a contramano del mundo -y cuando eso no sucede, simplemente se aparta de éste- podemos esperar que el ideologismo salga vencedor por encima del sentido común, que la obcecación se imponga y que del fracaso podamos decir, como en el tango, que "la historia vuelve a repetirse".

Casi sin querer nos hemos apartado del eje de nuestro comentario de hoy que gira en torno de la paciencia del gobernador a quien le aseguran lo mismo que a todos nosotros: el quiebre de la economía es inevitable, la caída de las fuentes de trabajo se acelerará a partir de proyectos como los que dejamos mencionados y los subsidios que disimulan en parte esa misma caída y fomentan la cultura del no trabajo, dejarán de otorgarse por falta de recursos. El consiguiente estallido social demostraría que el kischnerismo - Cristina, en fin - caería víctima de su propia trampa, agrandada por la imposibilidad de Boudou (Amado) por el reemplazo negociado de la Presidente hasta las elecciones una vez concluido el período. Como ya lo dijimos y volvemos a hacerlo pues el tema forma parte de las especulaciones que recorren distintas oficinas y embajadas, la presidencia caería en manos de la senadora nacional Beatriz Rojkés de Alperovich por ser la tercera en el orden sucesorio. Para ese entonces entraría a jugar una Liga de Gobernadores deseosa de encarrilar las cosas -un desorden descomunal- y preparar una estructura política de futuro y mientras tanto lograr la mayor cantidad de votos posibles para la Asamblea Legislativa que dentro de las 48 horas deberá convocar la senadora tucumana, siempre de acuerdo con lo establecido por la Constitución Nacional. Planteadas así las cosas, el candidato mejor posicionado por las encuestas y por lo que representa, sería Daniel Scioli.

Como podrá evaluarse, además de su carácter este razonamiento explicaría la enorme paciencia del gobernador, convencido que la confrontación es negativa con el añadido de que la opinión pública está cansada de la prepotencia, la agresividad y el autoritarismo desplegado por Cristina y sus acólitos. Esta situación es cierta e incluso comentada hasta por aquellos que en el exterior todavía se ocupan de la Argentina. Asfixiante, la atmósfera ahora se ha profundizado un poco más, gracias a que los jóvenes rentados que se anotaron y anotan en La Cámpora están más entusiastas y sus andanzas demuestran que están convencidos de que el poder y la impunidad nunca se acaban. Incluso, algunos de ellos repiten en confianza algo que de manera reiterada, habíamos dejado escrito: "suceda lo que suceda, este gobierno jamás dejará el poder..." Volveremos sobre el tema.  

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