martes, 29 de noviembre de 2011

EL INSTITUTO HUGO WAST FELICITÓ AL FUNDADOR Y PRESIDENTE DE LA EXPOSICIÓN DEL LIBRO CATÓLICO


Buenos Aires, 28 de noviembre de 2011

Señor
Manuel Outeda Blanco
Fundador y Presidente de la Exposición del Libro Catolico

Estimado Manuel: le hacemos llegar nuestras felicitaciones por el éxito de la XIII Exposición del Libro Católico, obra magnífica, fruto de su celo apostólico, que tanto bien ha hecho al espíritu y al intelecto de aquellos expuestos a su influjo a lo largo de los años, y a nuestra patria toda.

Aprovechamos esta oportunidad para agradecer la defensa que ha ejercido de la figura de nuestro admirado Hugo Wast en ocasión del ataque contra su persona por parte de la comunidad judía de La Plata en esta reciente exposición. Lo ha hecho con claridad, inteligencia y valentía.

Dejó en claro usted que Gustavo Martínez Zuviría no era antisemita sin dar demasiadas explicaciones. Esto cae de maduro por sí mismo. Quien ha leído su obra, particularmente El Kahal-Oro, Juana Tabor y 666, puede distinguir fácilmente entre lo que es antisemitismo y lo que es crítica al espíritu farisaico. Espíritu perverso y anticristiano por excelencia como nos lo enseña el Nuevo Testamento.

Lo defendió con inteligencia porque en lugar de perder tiempo en justificaciones innecesarias se remitió al artículo escrito por Monseñor Héctor Aguer en el diario “El Día”, de La Plata, donde explica Su Excelencia con documentos y argumentos irrefutables que los libros de Hugo Wast fueron prohibidos por la Alemania Nacional Socialista justamente por no compartir el autor la visión “nazi” de la cuestión judía. Sabemos también que usted tuvo participación decisiva en este artículo del año 2002.

Luego de leer a Monseñor Aguer ya no queda mucho más que hablar respecto a estos comentarios, pero como usted bien sabe este fariseísmo intolerante no busca la verdad sino acallar lo que molesta. Por eso la contumacia y el ensañamiento con Hugo Wast que florece año tras año, en este caso en cada Exposición del Libro Católico y no descansará hasta la llegada del Señor en toda su gloria cuando dé a cada uno lo que le corresponda según su fe y sus obras.

Es interesante observar que al remitirse usted a este artículo invierte ingeniosamente el esfuerzo y el desgaste al que estos personajes nos tienen acostumbrados haciendo que sean ellos esta vez quienes tengan que defenderse, vaya uno a saber recurriendo a qué alquimia, en una palabra, por ahora hacen oídos sordos al argumento, mas ya inventarán alguna mentira para neutralizar sus efectos. Seguirán irreductibles, ya nos hablaron las Santas Escrituras de su dura cerviz que no perdonó a los profetas ni al Santo de los Santos.

Queremos hacerle saber asimismo que valoramos enormemente su valentía porque hoy en día hay que tener verdadero coraje para expedirse ante esta potestad creciente y omnipresente, más poderosa de hecho que el poder que emana de nuestra propia Constitución Nacional, según palabras de Hugo Wast, con la claridad y contundencia que usted lo ha hecho. Nuestra Constitución lo permite, pero el Kahal lo prohíbe, dice nuestro autor.

Nos hemos preguntado muchas veces por qué tal obcecación con Hugo Wast, dado que el Kahal ya ha logrado erradicarlo prácticamente del escenario cultural de hoy en día a través de una persistente persecución y silenciamiento que lleva 75 años. Han convertido a nuestro personaje, que fuera el más leído y premiado de todos nuestros escritores, en un desconocido y lo que es peor aún, en un desconocido para la mayoría de los  católicos modernos aunque esta vez con la ayuda de los clérigos modernistas. Su influencia sobre el pueblo es hoy nula y sin embargo, no cejan en sus ataques y difamaciones. Como si quisieran hacerlo desaparecer completamente, pero para su sorpresa y escándalo no lo logran, porque Dios lo impide valiéndose de católicos vigorosos como usted que responden al llamado de sus conciencias. Hasta aquí han llegado y desesperan dando coces contra el aguijón.

Desesperan quizá porque en esa insignificancia semejante al tamaño de una semilla a la que han reducido su popularidad late el ideal católico, la fe, la fidelidad a Cristo, la Iglesia milenaria y militante y todo lo magnífico de la tradición católica argentina junto a la advertencia sobre el peligro farisaico enquistado en nuestra tierra y por sobre todo porque su obra ha reavivado la esperanza cristiana de la conversión de los judíos. Misterio teológico este. En una palabra, al ánimo de venganza que los mueve, intrínseco a la tradición del Talmud y abolido por Jesucristo en el Sermón de la Montaña, parecería sumarse el temor al poder germinativo que conlleva la obra y la persona ejemplar de Hugo Wast.

Aprovechando la mención sobre los “coces contra el aguijón”, asunto tan afín al problema que nos toca, traemos a colación un escrito que nos ha llegado y nos parece muy interesante:

“Dicen las escrituras que tras el martirio de San Esteban sus ropas fueron puestas a los pies de "un joven llamado Saulo", el cual consentía en su muerte y quien luego encabezara la primer gran persecución que la recién nacida Iglesia (llamada "los del Camino" o "la secta de los nazarenos") tuvo que sufrir. Por alguna razón, creyó  Saulo su deber destruir y desarraigar a ese nuevo grupo y recorrió muchas ciudades y regiones afanado en esa labor.

Saulo llevó a muchos cristianos ante los magistrados oyendo todas sus defensas. Y oyó muchas veces hablar al Espíritu de Dios en boca de estas sus víctimas. Mas el punto culminante hubo de ser la punzante predicación de Esteban. El aguijón se enterraba en su carne más profundamente y necesitaba deshacerse de él. Sus coces (o patadas) se tradujeron en la más dura y encarnizada persecución contra los santos. Necesitaba destruir aquello que encendía una luz en su conciencia, aquellas voces que le evidenciaban en su interior que era vana su auto justificación y que necesitaba una justicia superior, y que el único que podía proporcionarla era justamente Aquel a quien él perseguía, Aquel cuyo Nombre se había propuesto arrancar de toda boca humana para asegurarse de no volver a oírlo. ¡Qué terrible aguijón! Cuanto más daba coces, más se lo clavaba en su conciencia, cuanto más quería callar esa voz, más evidente se le hacía. Y esta lucha acabó cuando a punto de consagrarse en su carrera de fariseo, una luz lo envolvió y le dijo: "Saulo, Saulo ¿por qué me persigues?, dura cosa te es dar coces contra el aguijón" (Hechos 9: 4-5). Y él preguntó, aunque sabía la respuesta, "¿Quién eres, Señor?" y oyó lo que sabía que oiría: "Yo soy Jesús, a quien tú persigues".

No desesperemos cuando vuelvan a arremeter contra Hugo Wast como inevitablemente sucederá, recurramos a la fortaleza y a la templanza, virtudes que ha puesto Dios a nuestro alcance y confiemos en El pidiendo la intercesión de San Pablo, perseguido también hasta el último día de su vida por los fariseos, porque está escrito que llegará el día en que el pueblo judío se convertirá a Cristo Jesús.

Reciba una vez más nuestro sincero agradecimiento quedando a su disposición en todo lo que nos sea posible. Sin más, lo saludamos cordialmente en Cristo y María.

Pío Martínez Zuviría                           Guillermo Martínez Zuviría
Secretario                                                   Presidente
                                               
INSTITUTO HUGO WAST

UNA SOLA ALMA




En el hecho siguiente no se sabe qué admirar más, si la vivacidad del diálogo entre el embajador imperial y el Sumo Pontífice, o la espontánea naturaleza del comentario moral que hace Don Bosco.
Se lee en la historia que un poderoso emperador, mandó una embajada al pontífice Inocencio XI, rogándole adhiriera a ciertos deseos suyos contrarios a la justicia. El embajador usó de toda su elocuencia para demostrar al Papa la conveniencia de no disgustar a tan alto príncipe. El Papa lo escuchaba en silencio.
- Santidad, -proseguía el embajador-, mi soberano promete hacer un gran bien a la religión y proteger a la Iglesia.
-     No puedo, -contestó finalmente el Papa.
- Santidad, -pensad que posee inmensas riquezas y que dotará generosamente las basílicas y también a Vuestra Santidad, si lo necesita.
-    No puedo.
-    Santidad, vuestros enemigos os insultarán, y él está pronto a defenderos con todos sus ejércitos.
-    No puedo.
- Santidad, mi soberano podría indignarse y tarde os arrepentiríais de haber incurrido en su indignación.
-   No puedo.
-   Luego…
-   Luego, ya que tanto insistís, volved a vuestro emperador y decidle: -El Papa dice: si yo tuviera dos almas daría una de muy buena gana por él, a la perdición, y me contentaría con salvar la otra; pero yo tengo una sola alma.
¡Gran pensamiento es este y digno del Papa! Lo mismo os digo yo, hijos queridos. Tenemos una sola alma. Si tuviésemos dos, una se la podríamos dar al demonio contentando todas nuestras pasiones. Pero ¡tenemos una sola! ¿Cuál será pues nuestra conclusión? ¿Dársela al demonio? ¡No! Dársela a Dios para que la salve eternamente.
Pero para dársela al Señor es necesario practicar muchas cosas y huir de muchas otras; debemos pues empeñarnos en estudiar cuáles son unas y otras. En gran parte ya os las he enseñado y espero que sacaréis provecho de mis advertencias. Luego, deberéis decir al demonio cuando os pide algo contra la conciencia: “No puedo, no puedo, porque tengo una sola alma”.
Esta es la verdadera lógica cristiana, este es el razonamiento mejor que todos los de los sabios de todo el mundo. Pero, os advierto que el demonio razona también él. El estudió la filosofía, la historia, la teología, la geografía, y sabe razonar con sutileza para presentar las cosas bajo un aspecto seductor para engañar.
El admite que tenemos un alma sola, pero agrega:
-El hombre, nació para gozar; el tiempo de gozar es el de la juventud, por lo tanto coronémonos de rosas.
Pero preguntémosle:
-   Y ¿qué será de nosotros en el porvenir?
-    Oh, -nos contesta- deja el porvenir, PIENSA EN EL PRESENTE.
-    Pero, después que te haya complacido ¿qué me darás en la otra vida?
-    ¡Oh! ¡no hablemos de esto!
Y con estas palabras él sobrentiende: “Haz el mal ahora; en la otra vida yo sé qué es lo que debo hacer; ya te arreglaré”.
Así razona el demonio, y muchos se dejan arruinar.
(de las Memorias Biográficas de Don Bosco, Vol. VII, pág. 506)

NO EXISTIÓ NINGÚN PUTIMONIO MILITAR EN ARGENTINA


Una mega-operación de prensa surgida desde la publicación Tiempo Militar de Argentina, daba cuenta que dos militares habían solicitado autorización para un putimonio. Según trascendidos, dicha información es completamente falsa.
  
DIFUSIÓN MEDIÁTICA
Efectivamente, en la primera semana del mes de septiembre de 2011, se difundió la información de que dos militares argentinos, un teniente coronel y un capitán, habían elevado una notificación con 60 días de antelación (es decir, en junio de 2011) al departamento de personal del Ejército para anunciar su decisión de casarse en el marco de la antinatural ley de putimonio que fuera aprobada hacía un año antes (el 15 de julio de 2010).
La información consignaba que la identidad de ambos militares no trascendió, aunque se informaba que tenían destino en Buenos Aires, donde se anunciaba la celebración del supuesto putimonio.
Desde el Ministerio de Defensa se informó: “No se pregunta más a los militares sobre sus vínculos de familia, por lo tanto no es un tema del que se tenga conocimiento” según publicara Télam, a partir de una información publicada por Tiempo Militar.

FUENTE: TIEMPO MILITAR
La usina de la desinformación fue Tiempo Militar. Uno de los directores de ese medio, en un reportaje concedido a Radio Diez, expresó que los tiempos habían cambiado, que hay que asumir tales “realidades”, y que el problema consistiría en el destino que debería darse a ambos “contrayentes”, ya que no podrían trabajar en ciudades lejanas.
Tras la difusión por Tiempo Militar, varias agencias internacionales replicaron la información, emitiéndose incluso un comunicado de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), en el que se consideró un paso muy importante el enlace.
Se trató de una operación psicológica, tras haber convocado a los altos mandos militares a un evento donde se abordó la cuestión homosexual en las Fuerzas Armadas.
Según el trascendido, que tiene por fuente una alta autoridad militar del Ejército, tal putimonio fue desmentido, y jamás se realizó.


FUE PROFANADA LA TUMBA DE BENITO MUSSOLINI EN ITALIA, MIENTRAS CRECEN LOS HOMENAJES A “IL DUCE”

Tumba de Benito Mussolini
Tumba de Benito Mussolini 3
Tumba de Benito Mussolini 2
En la madrugada del domingo 27 del mes de noviembre de 2011, se llevó a cabo una actividad sacrílega contra el debido respeto que merecen todos los muertos, con pintadas en la entrada de la cripta donde se encuentran los restos de Benito Mussolini, Il Duce. Los autores que perpetraron el hecho, además han intentando realizar otras acciones.
El alcalde de la ciudad, de tendencia izquierdista, desprotegió la tumba de Mussolini.
Numerosos italianos están enviando reclamos, y pedidos de protección a la alcaldía de Predappio, cuya dirección digital es:
Entre las pintadas realizadas por los profanadores de la cripta, puede leerse: “Fascismo e Clero! Complici corrutti” (traducido: “Fascismo y Clero! Cómplices corruptos”). 
Fuente: http://fascismorevolucionario.blogspot.com/
A continuación, se transcribe una nota publicada por el diario Los Andes de Mendoza el día domingo 13 de noviembre de 2011, que explica los hechos:
EL CULTO A MUSSOLINI CRECE EN ITALIA
El código de vestimenta era negro riguroso. Los cantos eran nostálgicos, un popurrí de obviedades fascistas salpicado de entrecortados estallidos de “Duce, Duce, Duce” que fueron silenciados cuando el desordenado desfile entró al cementerio de Predappio, un poblado del centro de Italia, a finales del mes pasado para llegar a su meca: la tumba del ex dictador fascista Benito Mussolini.
Por Elisabetta Povoledo - Servicio de noticias The New York Times - © 2011
“¿Por qué, por qué vienen aquí, quién es este hombre Mussolini?'”, preguntó el celebrante, Giulio Tam, sacerdote de la Sociedad de San Pío X, secta tradicionalista de católicos que rompió con el Vaticano hace 20 años.
“Venimos a agradecerle a este hombre por la idea más europea, más mediterránea y más original de todas”, respondió Tam, figura familiar en círculos conservadores, antes de empezar a recitar el rosario.
Así se desarrolla la escena en Predappio, tres veces al año, para conmemorar el día del nacimiento de Mussolini (el 29 de julio de 1883, en una casa no lejos del cementerio), su muerte (a manos de los partisanos el 28 de abril de 1945) y la denominada Marcha sobre Roma, que llevó al partido de Mussolini al poder en Italia en octubre de 1922.
“He estado viniendo cuando menos una o dos veces al año, desde el 31 de agosto de 1957, el día que trajeron el cuerpo del Duce aquí”, dice Marcello, amigable veterano de 85 años de edad, quien solicitó que no se publicara su apellido. “Mi fe en él ha permanecido intacta”.
Llegaron en camiones repletos, desde Turín hasta Palermo, en algo similar a un peregrinaje.
“Al igual que cristianos yendo a San Pedro, con la excepción de que algunos usan un fez aquí”, afirma Gianni, corpulento hombre de Turín, refiriéndose al sombrero de fieltro negro con la forma de un cono truncado que se volvió parte del uniforme de los camisas negras del fascismo, usados  por un puñado de jóvenes hombres arreglados meticulosamente.
“Pero no somos anacrónicos, tenemos tarjetas de crédito. No queremos restablecer esa era, sencillamente tampoco queremos negarla”.
Incluso otros llegaron para expresar una época en la cual creían que Italia, contrastando con tiempos actuales, representaba algo en el mundo.
“Italia necesita un claro cambio. Estamos en las manos de políticos que no fueron dignos del voto”, opina Enrico Cozzani, el propietario de una empresa de seguridad con sede en Lucca. “Somos el hazmerreír de Europa”.
Angelo Aquilani, el coordinador del centro de Italia de la Nuova Destra Sociale con sede en Florencia, grupo conservador, fue más conciso: “Amamos al Duce”, afirmó. “Él es nuestra fe”.
Este tipo de veneración tuvo peso sobre los dirigentes de Italia en 1945.
Tras la muerte de Mussolini, se tomó la decisión de borrar el sitio de su tumba, de manera muy similar a como oficiales militares en el Consejo Nacional de Transición de Libia optaron por enterrar a Muamar Kadafi en una ubicación secreta el mes pasado y comandos estadounidenses sepultaron a Osama Ben Laden en el mar en mayo, a fin de evitar la creación de un santuario para sus seguidores.
Después de que el cadáver de Mussolini fuera colgado de ganchos para carne el 29 de abril de 1945, en Piazzale Loreto en Milán, donde los ciudadanos ventilaron su furia hacia el ex dirigente, fue enterrado en una tumba sin marcas en un cementerio de la cercanía.
Un año más tarde, leales neofascistas exhumaron su cuerpo y lo ocultaron en un convento en Lombardía hasta 1957, cuando los restos fueron devueltos a la viuda de Mussolini, quien los sepultó en la cripta familiar en Predappio.
De hecho, los esfuerzos de las autoridades italianas por ocultar el sitio del entierro repercutieron sobre ellas, a medida que su ubicación rápidamente se convirtió en una cuestión de intenso interés.
“La vitalidad de la vida de Mussolini en el otro mundo era grande mientras no existiera el mausoleo. Un cadáver que no está en ninguna parte está en todas partes”, cree Sergio Luzzatto, historiador de la Universidad de Turín que escribió “El cuerpo de Il Duce”, sobre las vicisitudes del cadáver.
El documental “Il Corpo del Duce”, inspirado en el libro, será exhibido en el Festival de Cine de Turín este mes.
“Los italianos vivieron la ausencia del cuerpo como una presencia, continuando por tanto la historia de amor entre los italianos y su líder, que fue muy carnal en muchas formas”, destacó Luzzatto.
Esa historia terminó cuando el cuerpo fue devuelto a la familia y “se volvió fijo y sepulcral”, continuando principalmente en los libros de invitados en la tumba, donde los visitantes pueden firmar y dejar comentarios.
Esos libros están archivados actualmente en una sala del piso superior de la Casa de Memorias, el museo de objetos memorables del Duce abierto en 2001 por Domenico Morosini, exitoso empresario de Lombardía, en lo que fue alguna vez una residencia de verano de Mussolini.
Los registros están archivados debajo de un haz de luz, grabados con lo que Morosini aseguró que era una cita de Mussolini: “No es imposible gobernar a los italianos, es meramente inútil”.
El museo atrae a entre 2.000 y 3.000 personas al año y pudiera atraer más, pero Morosini ha encontrado dificultades para promoverlo. Letreros en el camino hacia el museo “son derribados constantemente por integrantes de la izquierda”, dice.
En la calle principal de Predappio, un puñado de tiendas hace buenos negocios con recuerdos fascistas, como la tienda Predappio Tricolore, que promueve de todo, desde macanas hasta calendarios de Mussolini.
Los calendarios también son distribuidos a través de puestos de periódicos, “donde se venden mejor que calendarios sexys”, informa el propietario de una tienda, Pierluigi Pompignoli, saludando con el brazo extendido a un grupo de visitantes alemanes, los cuales respondieron con un “Sieg Heil”.
La tumba de Mussolini recibe entre 80.000 y 100.000 visitantes al año, con cifras mayores durante las tres conmemoraciones, que en años recientes han sido presididas por Tam.
El domingo pasado, durante un recital de rosario acompañado de comentarios, advirtió sobre la inminente invasión islámica de Europa, acelerada por los sucesos en el norte de África este año y aprobada por una liberal clase política en Europa y una “juventud (norte) americanizada”, abierta a herejías como el matrimonio homosexual.
Mussolini estaba en lo correcto, estaría llorando en su tumba si viera que Italia ha sido reducida a esto”, afirma Tam (aunque el matrimonio entre homosexuales de hecho es ilegal en Italia). “Estamos orgullosos de las Cruzadas”, aseguró, generando intensos vítores y aplausos de la muchedumbre.
Es precisamente este tipo de turismo que el alcalde de Predappio, Giorgio Frassineti, tendiente al centro-izquierda, preferiría evitar: “Rechazamos la visión de Predappio de unos pocos, de las personas que asisten a las conmemoraciones, pero también de aquellos de la izquierda extrema que quieren cancelar su historia”, sostuvo Frassineti.

LA JUDERÍA TURCA Y SU RELACIÓN CON EL GENOCIDIO ARMENIO

Mujer armenia embarazada abierta para saber el sexo de su hijo- Genocidio Turco contra Armenios 1915-1923
En la foto: Una mujer armenia embarazada es abierta por los turcos para ver si su bebé era varón o mujer, en el marco del Genocidio islámico turco contra los armenios (1915-1923), que fue el primer Genocidio científico de la Humanidad, el primer Genocidio del Siglo XXI, y el genocidio más cruel de la Historia al presente.


En todas las plazas centrales de las ciudades turcas está su busto; colegios y universidades llevan su nombre; todos los organismos estatales le rinden homenaje, como si el Estado Monopolizara su irremplazable figura. Para los turcos, el fué, es y será el "Padre de la Turquía moderna". Si Talaat Pasha cavó la tumba, el terminó de esculpir la lápida que dice "GENOCIDIO ARMENIO 1915 – 1923"


El misterio sobre sus orígenes:


A) Las versiones oficialistas:
Casi todos los biógrafos que lo estudiaron, incluyendo al argentino Blanco Villalta, comenzaron por endiosar a la ciudad-emblema de esa época: Salónica, lugar de nacimiento de Mustafá Kemal en 1881 (actualmente es Thessaloniki, en Grecia). Es el día de hoy que los turcos anhelan tener dentro de sus fronteras a la ciudad en donde nació el creador de la República.
Para ese entonces, Salónica era una ciudad habitada por turcos, armenios, griegos y, en gran parte, judíos sefaradíes. Según esta vertiente, los padres de Atatürk provenían del tradicionalismo religioso islámico de origen otomano. Su madre decidió enviarlo a tomar una instrucción escolar religiosa tradicionalista islámica, que sin embargo Kemal abandonó al poco tiempo. Se dice que su padre, en cambio, era un laico que inculcó en su hijo ideas progresistas y el amor hacia la escuela militar, a la cual asistió al abandonar en secreto la escuela religiosa. Su padre siempre había querido ser comerciante, pero, al igual que los otros ciudadanos turcos, no podía aspirar a convertirse en más que un militar o un funcionario gubernamental, ya que, según aseguran los biógrafos que adhieren a esta vertiente, no podía competir con los griegos, judíos y armenios que habitaban la zona y monopolizaban el comercio. Mustafá terminó asistiendo el Colegio Militar, donde fue apodado "Kemal" (que significa "el perfecto", en árabe) por uno de sus profesores.

B) Los Donmeh (turcos conversos), el secreto de Kemal y la actual dirigencia turca:
Este es un dilema que aún hoy corroe a la nación turca. Mucho se investigó acerca del posible origen judío converso de Kemal Atatürk, el partido Ittihad y la dirigencia turca de ese entonces y de la actualidad. En las ciudades de Salónica, Ismirna (ver recuadro) y Estambul había una gran comunidad denominada Donmeh, conformada por judíos conversos al Islam, seguidores del profeta Shabattai Zevi (siglo XVII). Esta es una comunidad muy cerrada que, tanto para los musulmanes como para los hebreos, es considerada "hereje", ya que sus miembros se casan sólamente entre ellos y tienen ciertos valores morales, relativos a los abusos sexuales que realizan entre ellos, que no son bien vistos por las otras comunidades. Actualmente, varios periódicos islámicos están sacando a la luz cuestiones que, de ser confirmadas, darían un gran vuelco al tema de la participación de esta minoría religiosa en el genocidio armenio.
Los Donmeh, organizados en grupos de trabajo secretos y con el aval de la diplomacia europea, se abalanzaron sobre Estambul en 1908, derrocando al Sultán Abdul Hamid II. Según esta vertiente, Kemal Atatürk y su familia pertenecerían a este grupo. Otra fuente reciente, perteneciente a un periódico hebreo de la ciudad de Nueva York, revela que Mustafá Kemal Atatürk solía rezar en secreto el "Yema Israel" (un rezo de los seguidores de Sabattai Zevi).
Hoy en día hay dos bloques de poder que se enfrentan: el islámico y el militarista kemalista, que tiene mucho que ver con la historia del Donmeh. Tan solo habría que analizar la alianza Turco-Israelí-Estadounidense para razonar cómo siguió y sigue la historia.

Su llegada a Estambul y la muerte del Imperio
A los 25 años Kemal Atatürk obtuvo el diploma de Capitán de Estado Mayor. Su llegada a Estambul sucedió en tiempos de tensión política, ya que el malestar hacia el Sultán Abdul Hammid II era notorio. Es más, Kemal y otros jóvenes formaron una asociación secreta llamada "Watan" ("Patria"), por medio de la cual volcaban en diversos periódicos su desacuerdo con el régimen del califato otomano y la propuesta de la reforma democrática del Imperio. Kemal estuvo cerca de perder la vida al ser desbaratada la agrupación.
Finalmente, el Imperio Otomano sufrió el golpe: la insurrección de los Jóvenes Turcos, en 1908, se abalanzó sobre Estambul. Muchos armenios, en ese entonces aún esperanzados, festejaban abrazados por las calles de la ciudad el advenimiento de esta agrupación. El triunvirato integrado por Talaat, Enver y Djemal todavía no se había constituido, pero el mando se concentraba en la figura de Enver, quien se convertiría en la contrafigura de Kemal. El Ittihad consagró a Mehmet V como Sultán, un cargo simbólico más que operativo, ya que se creó un parlamento y un gabinete, constituido también por algunos miembros armenios.
Para esa época, comenzaron a producirse asesinatos en torno al aparato de poder de Abdul Hammid II. La primera guerra balcánica y la guerra ítalo-turca marcaron el inicio de la pérdida total de la zona europea del imperio, así como el inicio del fin del imperio mismo.
A comienzos de la Primera Guerra Mundial Kemal fue encargado de seguir el movimiento de las fuerzas francesas. Entre tanto, Rusia avanzaba por el Cáucaso hasta la zona del Lago Van. Esta acción resultó una cachetada para el ministro de guerra Enver, quien, humillado, culpó de su propia ineptitud como estratega a los armenios, quienes vencieron con ferocidad al ejército turco en la batalla de Sari-Kamish (1915). Enver, que tenía expresas directivas alemanas para empezar a construir el ferrocarril hacia Bakú, dejó en evidencia que su obrar no era eficiente. Entonces, junto al triunvirato ya constituido, encontró el mejor pretexto para llevar a cabo su plan sistemático de exterminio. Talaat y Djemal se encargaron de consumar el plan y disimularlo a los ojos de un mundo ocupado en el caos de la Gran Guerra.
Es importante destacar que, para entonces, Kemal ya había entrado en el partido Ittihad y, aunque no ocultaba su desagrado hacia el triunvirato, también demostró antipatía hacia la Causa Armenia. Vale como ejemplo de esta actitud una conversación que tuvo en 1918 con un funcionario alemán que es quejaba de la situación de los armenios, a quien le respondió. "-Me sorprende que un gobernador alemán, un hombre de valor, haya escogido un tema semejante para conversar con vuestro aliado, y a favor de los armenios, que tratan de engañar al mundo para restablecer una existencia nacional que se pierde en la noche de los tiempos…Hemos venido aquí no para hablar sobre la Cuestión Armenia sino para darnos cuenta de la situación del ejército alemán, nuestro aliento y nuestro sostén…"
Los Aliados arremetieron sobre el Dardanelos. Esto detonaría la historia de Kemal Atatürk, quien fue promocionado a grado de Coronel y triunfó en la costa oeste en la Batalla de Anafarta. Luego de Galípoli, en 1915, los Aliados se retiraron cabizbajos. En apenas semanas, Kemal recuperó parte de las proximidades del Cáucaso (las ciudades de las planicies de Mush y Bitlis). Esto no hizo más que enfurecer tanto a Enver como a las misiones americanas evangelizadoras, que presenciaron los desmanes que llevó a cabo el ejército turco con la población armenia.
Hay un factor a tener en cuenta: tanto Kemal como el Ittihad luego enquistaron en el poder a la casta turco-sefaradí, que a principios de siglo veía al pueblo armenio como el único escollo ecónomico, social y político en la zona. Esta cita que pertenece a Ziá Gok Alp, autor panturanista, contribuye a entender con mayor exactitud los anhelos de aquella dirigencia: "¡Mi Atila! ¡Mi Gengis! ¡Figuras de héroes que son la gloria de mi raza! Oguz me llena el corazón. La patria de los turcos no es Turquía ni es el Turquestán. Es una vasta y eterna región: ¡El Turán!".
La Revolución Rusa de 1917 cambió sustancialmente el panorama para la Turquía otomana. Ante el retiro de los rusos, la Armenia oriental quedaba expuesta y débil ante un ataque del ejército turco. Esto les era favorable a los que se dirigían hacia el anhelo turánico. No ocurría lo mismo con la vasta zona occidental del agonizante Imperio, que estaba siendo abatida nuevamente por las potencias aliadas. Sin embargo, llegaría el armisticio de Mudrós, que daría fin a las hostilidades contra el Imperio o, mejor dicho, a lo que quedaba de éste.

Nace un nuevo Estado:
con la Espada, sin la Pluma ni la Palabra.
Después de que el Imperio Otomano perdiera la guerra, Armenia vivía plena confusión entre el surgimiento del movimiento bolchevique y la creación del SEIM transcaucásico (integrado también por Georgia y Azerbaijan), que duró unos meses. Mediante el Tratado de Brest-Litovks, Rusia y Alemania acordaron entregar a Turquía las provincias de Ardahan, Kars y Batum, que los beneficiados no tardaron en ocupar, utilizando métodos bárbaros contra los ciudadanos armenios.
Para este entonces, el gobierno puso fin a la misión militar de Kemal en la Primera Guerra Mundial. Esta decisión no lo dejó conforme, ya que imaginaba que las fuerzas aliadas pronto desembarcarían nuevamente sobre el Dardanelos y penetrarían por la Anatolia.
Tras la muerte del Sultán Mehmet V, en 1918, su lugar fue ocupado por el último Sultán heredero de la raíz osmánica, Mehmet VI Vahdettin, quien había viajado meses antes con Atatürk a Alemania. Pronto se instaurarían asambleas de vertiente nacional-militar para planear el futuro del desastre de la posguerra. Mientras tanto, el pueblo armenio resistía como podía en la batalla de Sardarabad, lo que no impidió que una pequeña parte del ejército turco llegara a Bakú y se encontrara con que las ideas de izquierda ya habían hecho gobierno allí. Más adelante, Mustafá Kemal no dudaría en coquetear con la incipiente Unión Soviética.
Congresos y asambleas se reunían mientras las fuerzas francesas se afianzaban en Cilicia, las inglesas mantenían su poderío en el norte de Irak (específicamente en Mosul) y tanto Italia como Grecia se alistaban para desembarcar en el Dardanelos. Todos preparaban sus cubiertos para repartirse la torta del ex imperio. Miles de armenios desterrados de la zona de Cilicia se repatriaron nuevamente, creyendo que las nobles potencias ya estaban allí para protegerlos.
Taner Akcam, prominente intelectual turco contemporáneo, afirmó acertadamente: "Los militares crearon la Turquía moderna y son ellos los encargados de custodiar los tabúes e incongruencias de su historia, mediando la fuerza" Pues así empezaron ellos, primero en Amasya, luego en Erzerum hasta el congreso clave: el Congreso de Sivas. Allí, Kemal se hizo notar y acentuó su idea de decretar una dictadura militar para salvaguardar lo que quedaba del Imperio. Se habían perdido Europa y toda Siria; se estaba por perder casi toda la Anatolia y el Dardanelos. La espada tenía que volver a actuar.
Se redactó y se aprobó el Pacto Nacional, con fronteras delimitadas como objetivo. Cabe destacar que, tras el mal desempeño en la Gran Guerra, el Ittihad quedó disuelto y sus máximos representantes fueron condenados a muerte, lo que no impidió que muchos miembros de sus filas se alistaran en la rama nacionalista-militar: las comitivas bélicas pro-kemalistas necesitaban del manejo de información de estos dirigentes, por lo que los juicios políticos cada vez se hicieron menos frecuentes.
Las fuerzas aliadas ocuparon Estambul y los griegos tomaron Adrinópolis. El Imperio quedó reducido a la Anatolia Central y a la concentración de poder emanado desde Ankara. En ese momento comenzaron las tratativas del histórico paladín de la justicia contractual de esa época: el Tratado de Sevrés, firmado en agosto de 1920. Woodrow Wilson, entonces presidente de los Estados Unidos, había proyectado una Armenia independiente que contenía siete de sus doce provincias históricas, mientras que se le otorgaba Estambul y gran parte del Dardanelos a Grecia y parte de Tracia a Italia. Además, se proclamaban las ansias de libertad de un pueblo que nunca había bajado los brazos: los kurdos y el Kurdistán Libre se consagraban también en este tratado.
Sevrés fue firmado por delegados turcos que, mientras dejaban asentada su conformidad y su compromiso con la mano derecha, preparaban las bayonetas con la mano izquierda. Sobran ejemplos para sustentar esta afirmación. En principio, las siete provincias que se le restituían a Armenia debín ser repobladas. Según declaraciones explícitas del británico Lloyd George, los aliados no se iban a encargar de seguir una guerra especialmente por el caso turco, por lo que los armenios se tendrían que ocupar de invadir esas tierras nuevamente. Paralelamente, el ejército turco se rearmaba y empezaba su última gran ofensiva. Incluso más: la expedición se denominaba "Campaña a Armenia". Ese sería el golpe final a la consigna de "limpiar de armenios la zona".
Los armenios, que habían vertido toda su confianza en las fuerzas aliadas, se encontraron desprotegidos e inmersos en la indiferencia política a la que lo condenaron las grandes potencias. No sería descabellado proponerle a la Standard Oil que explicara sus negociados de ese entonces, resumidos en un ejemplo como el que sigue: un gobierno pro turco-sefaradí negociando el futuro de los armenios junto a la compañía anglosajona más importante de petróleo, cuyo fundador, Rockefeller, otorgó a los refugiados armenios de ese entonces grandes sumas de dinero.
La popularidad de Wilson se esfumó, al tiempo que una enfermedad lo alejó del asunto Sévres. Así fue como Kemal y su ejército recomenzaron la ofensiva. Retomaron Marash, Hadjín, Ourfá y Aintab, entre otros pueblos. Las epopeyas de sus pobladores fueron impresionantes: lucharon hasta las últimas consecuencias. Los armenios, no sin ingenuidad, tenían un lema: "Mère des Armeniens France notre espérance" ("Madre de los armenios, Francia, nuestra esperanza", ignorando los varios convenios que luego firmarían los franceses con Ankara, cediendo los protectorados de Mousa Dagh y alrededores. Atatürk se encargó de esta ciudad, a la cual rebautizaron GazyAntep, por la "brillante" ("gazy") toma del pueblo. El ejército turco devastó toda la Armenia Histórica, tomó venganza en Sari Kamish y ajustició en masa a cualquier armenio que se le cruzara.
Al implementarse la ley de dictadura militar, Kemal orientó sus fuerzas hacia el oeste de Ankara y se lanzó de lleno a Esmirna, quemando el barrio armenio y el griego, enfrentándose a las fuerzas griegas de Eleftherios Venizelos. Kemal Atatürk venció y, como era usual, dejó su marca en el lugar: miles de muertos masacrados. Su ejército no era nuevo sino el mismo que utilizaba el Ittihad, compuesto por mercenarios sin disciplina alguna -y menos aún escrúpulos hacia extranjeros y cristianos.
Los Aliados dieron un paso al costado, interesándose únicamente en lo que sería la nueva y moderna República de Turquía, el puente que uniría a las potencias con el petróleo de Bakú. Se firmó pues, en 1923, el Tratado de Lausana, que ratificó las fronteras de la actual Turquía.

Se puede matar y volver a escribir:
las reformas occidentales acortinando el salvajismo.
Años atrás, una revista pro-kurda se preguntaba: "¿A quién pertenece Turquía?" y enumeraba las etnias y pueblos que la habitaban contemporáneamente: griegos, armenios, kurdos, circasianos, nestorianos, asirios, tártaros, lazes, turcos-osmanlíes, etcétera. Relata el artículo que todos ellos festejaban juntos las festividades en Soumela, Trebizonda. Todos se respetaban, hasta que, luego de Lausana, en 1923 comenzó a flamear un lema: "¡Turquía para los Turcos!".
El 29 de octubre de 1923 Mustafá Kemal accedió a la Primera Magistratura mediante elecciones. La ironía nunca se alejó de los gobiernos turco-sefaradíes, que siempre preconizaban justicia hacia el mundo exterior, mientras que en su interior ofrecían una política que creaba una úlcera en la sociedad. En los Principios y Propósitos de Atatürk su artítulo 1º, inciso 3º, expresa "…el respeto a los derechos humanos y a la libertad fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivo de raza, sexo, idioma o religión".
Pero nada cambió: también durante el gobierno laico de Kemal los armenios fueron constantemente perseguidos y masacrados por el ejército, al igual que los griegos del Dardanelos y los lazes del Póntico (Mar Negro).
No obstante, después de toda la destrucción que generó a su alrededor, Atatürk comenzó a tejer una cortina para tapar los desastres que cometió con los pueblos que interferían con su lema "Turquía para los turcos". Esa cortina, que aún hoy tapa varios tabúes, consistió en occidentalizar Turquía para el mundo. Inyectó en la población el alfabeto occidental, para dejar de lado los caracteres arábigos. Transformó la sociedad, admitiendo reformas que le contribuyeron a cambiar la identidad otomana por una más acorde con la de sus nuevos "socios" (por ejemplo, prohibió el uso del fez, que era el símbolo por excelencia del dirigente otomano en ese momento).
Algo que tal vez pocos le perdonan en el mundo musulmán fue la abolición del califato y los tribunales religiosos. El proyecto de Atatürk era laicizar la nación por completo, pero sabía que esto era imposible sin atenuar la efervescencia religiosa. De esta manera, prohibió los ritos sufíes y la práctica de los derviches islámicos y el diezmo, al tiempo que se redactó un nuevo Código Civil que adoptaba también el calendario internacional.
Hubo una guerra civil que duró unos meses. Hoy, la crisis turca podría desatarse en otra guerra civil. La dirigencia turco-sefaradí (Donmeh), enquistada desde principios de siglo pasado en el poder, se contrapone con los anhelos del pueblo turco, especialmente en el interior de Turquía ( ver Generación 3 nº 7, reportaje al Dr. Vahakn Dadrian). En este aspecto, obviar la relación militar que liga hoy a Israel, Estados Unidos y Turquía sería una grave omisión. Además, el adiestramiento israelí al ejército azerí en la contienda contra los armenios en Nagorno-Karabagh también tendría que ser tomado en cuenta, más que nada considerando el origen turco-sefaradí del presidente Alyev. Siguiendo este razonamiento, tampoco es erróneo inferir que, no casualmente, los tártaros de origen khazar (imperio hebreo del cáucaso norte) que habitaban Turquía no fueron perseguidos por Atatürk. Los relatores especiales que designan las Naciones Unidas en materia de "Protección de Minorías Religiosas en Turquía" reportan que sólo el rabinato posee personería jurídica en la República, y no así los patriarcados armenio y griego. Un antropólogo alemán de principios de siglo pasado sacó una inteligente conclusión: el armenio o cristiano siempre fue consejero del Sultán, ya que los otomanos no poseían grandes habilidades comerciales o estratégicas. Sin embargo, el caso sería diferente con el judío-islamizado, quien finalmente reemplazó al otomano y al armenio a la vez.
Para terminar su obra, Atatürk se dedicó a limpiar el pasado de la República. Los turcos se apropiaron y adjudicaron monumentos de todo tipo y origen (ver Generación 3 nº 7, El Genocidio Cultural). Pagaron y siguen pagando a profesionales de prestigio para desviar la historia de los pueblos que habitaron Turquía hace miles de años.
Hoy, el país atraviesa una grave crisis institucional y económica gracias a la corrupción dirigencial. Sólo las bases estadounidenses en Erzerum y los futuros oleoductos mantienen este país, que posee enemigos en todas sus fronteras.
Kemal Atatürk murió en Estambul el 10 de noviembre de 1938. El denominado "Padre de los turcos" también fue quien sembró el futuro incierto de un pasado cierto.
EL GENOCIDIO ARMENIO
A parte de los hechos mencionados. Comienzan ataques, saqueos y quemas contra tiendas y propiedades de armenios y griegos. Los turcos comienzan a reunir y movilizar tropas. Los hombres armenios fueron reclutados entre los 20 y 40, algunos lograron escapar. Se ordena el desarme de los armenios, mientras el gobierno arma grupos paramilitares de kurdos y turcos. En este año comienzan a aparecer atropellos evidentes por parte del gobierno turco en contra de los armenios. El 5 de noviembre Rusia, Inglaterra y Francia le declaran la guerra a Turquía. Una proclamación de “Yihad” (guerra santa) en contra de las potencias extranjeras, es hecha. Esta es interpretada por la población como una puerta abierta para el saqueo y el ataque de propiedades armenias, se forman con esto los grupos “chete”. Algunos lideres Dashnaks son puestos presos en Erzurum. Muchas propiedades armenias son confiscadas. Algunos soldados armenios son condenados como traidores y son ejecutados. Los “chete” siembran el terror entre los armenios.
1915; este fue el año en el que todo ocurrió. Los armenios fueron acusados de colaborar con las potencias de la entente y la sistemática eliminación de esta raza comenzó. A los armenios (principalmente mujeres, ya que los hombres se encontraban en la guerra o ya habían sido asesinados) se le pidió que se convirtieran al Islam, la persecución fue prácticamente religiosa. Para los turcos la conversión al Islam no era solo convertirse y ya, la mujer debida aceptar un esposo turco, esto es la llamada “otomanizacion”. Muchos líderes políticos del dashnak fueron encarcelados. Es en este ano el 24 de abril, cuando 250 intelectuales armenios son mandados a asesinar sin piedad. El propio Dashnaktsutiun perdió ese ano gran parte de sus lideres como Haroutiun Shahrigian, E. Agnouni, Karekin Khazhag, Roupen Zartarian, Taniel Varouzhan, Siamanto, Vartkes Serengiulian y Krikor Zohrab, Sarkis Parseghian, Hrach (Tiriakian), Dr. Garabed Pashayan, Sarkis Minasian, Arshag Vramian, Vana Ishkhan, Roupen Sevag, Vartan Vartabed, Slak (Armenag Okhigian), Kalousd Aloyan, Mihran Terlemezian, Vahakn Datevian, Balajan (Stepan Stepanian), Palabekh Garabed, Karmen, Tovmas Jelalian, Goriun y Godoyi Haji (los últimos dos cayeron en batallas de auto defensa).
FORMA
Todo esto ocurría así, las gentes eran sacadas de sus casas, donde los hombres eran asesinados. Muchas veces las mujeres eran violadas, las casas saqueadas y quemadas. Estas gentes eran reunidas y sin alimento eran enviados al desierto, hacia Der-el-Zor o Alepo, donde eran reunidos. Cuando llegaban ahí ya muchos habían muerto de hambre y otros murieron en estos sitios. Si algo extraño ocurría o simplemente se le “pegaba la gana” los soldados turcos comenzaban a disparar contra las personas, principalmente mujeres y niños. Exhibían sus cabezas y huesos como trofeos de guerra. Según ellos matar a un cristiano no significa nada y no era delito, después de todo los armenios eran “infieles”. Muchas personalidades extranjeras (ingleses o alemanes) que se encontraban en Turquía observaron con horror lo que ocurría, y lo relataron a sus países. Hasta el gobierno alemán, aliado de los turcos en la gran guerra, critico las acciones realizadas en esa época.
Entre abril y mayo de este año, los soldados armenios que se encontraban peleando a favor de Turquía, fueron desarmados y asesinados. Así que los pueblos comenzaron a preparar la resistencia por ellos mismos. Conociendo lo que había ocurrido en otras localidades, los armenios se fueron armando. Algunos de los jóvenes huyeron a las montañas donde fueron armados para la resistencia por lo que quedaba de los Dashnak. Esto por supuesto solo pudo ser llevado a cabo donde los jóvenes no habían sido deportados y asesinados aun. Estas resistencias se fueron ordenando alrededor de militares Dashnak reconocidos como Dro (Drashtanat Kanajan) y Antranik (Antranik Ozanian)
AUTODEFENSAS
Los hechos se narran por los lugares:
Vaspurakan (cercanías del lago Van):
Las defensas de la primera localidad atacada Shadakh, fueron liderizadas por Samuel Bedrosian y Dieran Baghdasarian (ambos Dashnak), las batallas duraron 45, hasta que los voluntarios de Dro llegaron y los turcos abandonaron la región. Dos días después Arshag Vramian, un miembro del parlamento otomano fue arrestado en Van. Aram Manugian logró escapar. Entonces se convocaron reuniones para la defensa de la ciudad. Se nombraron jefes militares Bulgaratsi Krikor, Gaydzag Arakel y Armenag Yegarian. Los turcos rodearon la ciudad con 6.000 y luego 10.000 hombres. La defensa armenia consistía en 800 hombres de los cuales solo 400 estaban armados. La pelea comenzó el 7 de abril y se prolongo hasta marzo. Los armenios hicieron lo imposible, usando la inteligencia, para romper la poderosa línea de cañones turcos, logrando incluso capturar uno. Armenios de las villas cercanas se acercaron a Van en busca de refugio y combatieron. Al final la batalla se convirtió en una sangrienta lucha cuerpo a cuerpo. El 3 de mayo los turcos abandonaron la ciudad. Los voluntarios armenios llegaron a Van el 5 de mayo. Esa noche y el día siguiente Dro, el general Nikolayev y el ejército ruso llegaron. El 7 de mayo Aram Manugian fue nombrado gobernador del Vaspurakan liberado. Esta gobernación solo duro 70 días, ya que el ejercito ruso se retiro de la ciudad. La población de la zona se retiro con los rusos, para evitar ser capturados por los turcos. Muchos murieron en el camino.
Daron-Sassun:
La población de Sassun y Daron, mas lejos del frente no corrieron con tanta suerte, su fin fue muy cruel. La gente peleo heroicamente, pero al final fueron masacradas. En los primeros días las opiniones estaban divididas entre pelear o esperar. Pensando que los rusos llegarían pronto se decidió esperar. Como los rusos no aparecían, para marzo del 15 lideres del partido Dashnak se prepararon para la defensa: Roupen, Goriun, Mjo, Petara Manoug, Sasountsi Moushegh, Ghazar, Semaii Manoug, Cholo, Morouk Garo entre otros, se organizaron y dividieron Sassun en 7 zonas de defensa. Las luchas en Sassun duraron 6 meses, en este periodo muchos líderes llegaron para defender la ciudad. Pero las maniobras rusas de ataque y retiro ayudaron a la mantaza generalizada de armenios. Muchos lideres murieron en esta ciudad, que se quedo esperando la llegada de los rusos.
Suedi-Musa Dagh:
En julio de 1915, las poblaciones de las villas armenias de este rincón de Cilicia decidieron ascender a las montanas en vez de unirse a las caravanas de la muerte. Para el 5 de agosto casi toda la población de las villas de Suedia, habían ascendido las alturas de Musa Dagh y estaban rodeadas de fuerzas turcas. Su único acceso al mundo exterior, el mar mediterráneo, se hallaba en el acantilado de la cara oeste de la montaña. Por 40 días, los armenios de Suedia llevaron a cabo una lucha de vida o muerte con un ejército de 4.000 turcos y 4.000 más irregulares. Los armenios sumaban 800 de los cuales solo 600 estaban armados. El líder militar era Movses Der Kalustian, un Dashnaktsagan. Mientras que el jefe del campamento era el reverendo Der Antreasian, un sacerdote protestante. Durante la batalla varios viejos líderes militares murieron. Después de muchos intentos de llamar su atención, el 7 y 8 de septiembre, dos barcos de la flota francesa del mediterráneo, el Guichen y el Dezek se aproximaron a la costa. Por medio de botes los sobrevivientes fueron subidos a los barcos, y trasladados a Port-Said en Egipto, donde muchos se unieron a la legión oriental francesa. Bajo el mando del General Allenby pelearon en los frentes Palestino y árabe, logrando al final de la guerra regresar a Cilicia.
Muchas otras ciudades siguieron el mismo ejemplo, algunas defensas resultaron con suerte, otras no con tanta. Lo importante es que se comenzó a gestar este fuerte movimiento. Aun así los armenios fueron masacrados y expulsados de las tierras donde habían estado por mas de 3.000 años, pero no sin pelear.

RESPUESTA ARMENIA
Los ataques turcos a civiles armenios provocaron cierto malestar entre los personajes extranjeros dentro del imperio, sobre todo los de la entente, Francia, Inglaterra y Rusia. Estos hechos precipitaron a la formación de ejércitos de voluntarios armenios, auspiciados por los rusos. Estos ejércitos se venían formando desde los últimos meses del ano anterior entre armenios orientales (del imperio ruso), bajo la iniciativa de Oficina Nacional Armenia en Tiflis. Posteriormente se fueron agregando armenios de Turquía que habían logrado escapar de las atrocidades, sobre todo veteranos de las dos guerras balcánicas. El 13 de septiembre de 1914 el Dashnaktsutiun aprobó la idea de formar ejércitos de voluntarios para combatir al lado de los rusos. El comité ejecutivo de estos batallones estaba formado por Rosdom, Dr. H. Zavrian, A. Giulkhandanian, Armen Garo, Simon Vratsian, Ishkhan H. Arghoutian, y Nigol Aghbalian. Los líderes militares eran Antranig, Vartan, Keri, Hamazasb, Dro, Dashnaktsakan Khecho, Ishkhan H. Arghoutian, Armen Garo. Fue en la primavera de 1915 cuando, dado los nefastos hechos ocurridos en Turquía, los voluntarios armenios entraron en la guerra. Armenia era a partir de ese momento una aliada de la entente.
El batallón de Antranik, bajo el comando general del General Nazarbegian, salio hacia Azerbaiján, que estaba en esos momentos a favor de los turcos, a pesar de formar parte del imperio ruso, donde se gano la histórica batalla de Dilman en abril de 1915. El segundo batallón, bajo el comando de Dro, avanzo hacia Van vía Ikdir. El tercer y cuarto batallón, dirigidos por Hamazasb y Keri, respectivamente, operaron en las regiones de Sarighamish y Olti. Luego de la liberación de Van las fuerzas de Dro y Antranik avanzaron hacia Akhlat y Bitlis. El mayor objetivo de los voluntarios era salvar a la población de Armenia occidental de la masacre total. Durante el primer año, los rusos prometieron a los voluntarios armenios la formación de una gran Armenia unida, desde Garabagh hasta Cilicia, con un total apoyo y protección. Pero posteriormente se evidencio que los rusos no tenían la fuerza suficiente para mantener abierto el frente del Caucaso, dadas las derrotas sufridas en el frente Austro-alemán. Las maniobras rusas fueron en 1915, de avances y retiradas, que causaron desconcierto entre los armenios, tanto voluntarios, como en la población general, que dada la entrada de Armenia en la guerra, era masacrada abiertamente. Los desplazamientos y masacres eran ahora justificados por los avances de los ejércitos ruso y armenio. Los turcos alegaban que la población armenia de la zona entrarían a apoyar a los rusos por lo cual debían ser “removidos” de la zona por todos los medios.
En 1916 los rusos, apoyados por los armenios tomaron Ezerum (16 de febrero) y Trebizonda (18 de abril). Los movimientos rusos en Anatolia se hicieron más sólidos, parecía que Turquía estaba cediendo. Ante esta situación, a mediados de ano, los batallones de voluntarios fueron disueltos e incorporados al ejército ruso, donde los armenios continuaron su lucha. Durante su existencia, esto batallones habían salvado la vida de mas de 200.000 armenios occidentales, que fueron trasladados a territorios mas seguros en Armenia oriental. Varios de los líderes armenios como Khecho, Keri y Zemliag perdieron su vida en esta lucha. En toda Europa mas de 250.000 armenios combatieron a favor de la entente, aproximadamente 200.000 en el ejercito ruso en su frente europeo. Si se habla de proporciones los armenios, junto con los serbios y los franceses, son uno de los pueblos que mas sacrifico (en vidas humanas) por la victoria de la entente.
A la llegada de año 1917, la situación era la misma. Los armenios en los territorios ocupados lograron salvar sus vidas, mientras que los armenios en los territorios turcos perdían sus propiedades y eran asesinados o deportados hacia el desierto, con destino incierto, donde morían de hambre. La presión internacional para evitar mas masacres crecía, incluso entre los aliados de Turquía, los imperios centrales. En enero, el embajador de Alemania en Turquía, Goppert, en una visita e Talaat, Enver y el ministro de relaciones exteriores Halil, les indicaba que la “islamizacion” no tenia ningún objetivo militar y que debía ser detenida inmediatamente. Pero los turcos hicieron caso omiso. Los niños armenios huérfanos eran llevados a orfanatos turcos donde eran “islamizados”. En marzo de ese ano los aliados ocupan Bagdad. Los norteamericanos ofrecen ayuda a los armenios, pero los turcos no aceptan la entrada de sociedades humanitarias de ningún tipo. A finales de ano, ya Turquía había roto relaciones con los Estados Unidos, que habían hecho su entrada en la guerra y los aliados habían ocupado Jerusalén.

PRIMERA REPUBLICAA finales de febrero de 1917, la primera revolución rusa puso fin al reinado de los Romanov, quienes fueron remplazados por el gobierno provisional de Alexander Kerenski en Petrogrado (anterior Sankt Petersburg). Respondiendo a solicitudes armenias, Kerenski remitió la administración Caucásica sobre Armenia occidental y su ejército y la ligo directamente al poder central. El General Averianov fue nombrado comisario de la Armenia turca, con la ayuda de Hagop Zariev. Los derechos de los armenios de manejar Armenia occidental fueron garantizados. La reconstrucción comenzó en las cuatro regiones administrativas de la Armenia turca ocupada, Van, Bitlis, Garin (Erzurum) y Trebizonda. Las fuerzas armadas del Dashnaktsutiun operaron ahora con libertad y autonomía. Garantizando la seguridad de la zona.
A principios de mayo, el primer congreso de Armenia occidental se instalo en Yerevan. Se trataron asuntos de seguridad y defensa, se discutió la situación de los refugiados, que llegaban de todas partes de Turquía, y sobre todo la reconstrucción. Se constituyo un Consejo de Armenia occidental. En octubre del mismo ano, el congreso de Armenia oriental se estableció en Tiflis, en este se trato la situación de Armenia en la nueva Rusia, y también se formo un consejo.
A finales de octubre (7 de noviembre según el nuevo calendario) de mismo ano estallo la revolución bolchevique en todo el imperio ruso. El nuevo gobierno garantizo la completa libertad de los pueblos bajo el poder ruso. En enero de 1918, un decreto garantizo a los armenios occidentales libertad militar y administrativa.
Los bolcheviques iniciaron un cese a las hostilidades en todos los frentes y se dispusieron a firmar una paz por separado con los alemanes y sus aliados. Los soldados rusos comenzaron a retirarse del Caucaso y de los otros frentes. Dado esta situación el General alemán Hans Friedrich von Seeckt, fue encargado de evitar mas atrocidades en contra de los armenios del Caucaso. A partir de este momento los alemanes quedaron encargados de la seguridad de los armenios.
El 3 de marzo se firmo el tratado de Brest-Litovsk entre Rusia y Alemania. Los territorios ocupados por los rusos, junto con toda Transcaucasia, y los países bálticos, pasaron a la tutela alemana. Los alemanes ordenaron la devolución de los territorios de la Armenia turca a Turquía. El compromiso es que los turcos deben terminar las agresiones en contra de los armenios. Pero pocos días después Enver Pasha ordena el asesinato de todos los armenios varones mayores de 5 años. La retirada de los rusos dejo a los armenios solos para defender un territorio que no estaban dispuestos a entregar. Los armenios defendieron los territorios con un ejército de solo 30.000 hombres reunidos entre los armenios occidentales y orientales. Pero los turcos comenzaron un periodo de reconquistas. Un mes después ya habían recuperado gran parte de la armenia turca que este pequeño ejército no había logrado defender. El 15 de abril Talaat Pasha anuncia, bajo la presión internacional, que se les garantiza amnistía a todos los armenios. Demasiado tarde, ya practicamente la totalidad de los armenios habían sido deportados de sus tierras. Más de un millón de armenios murieron en estas masacres.
En el territorio abandonado por los rusos, bajo la tutela alemana, se había formado un estado semi-independiente conocido como Republica de Trancaucasia. Este estado comprendía las actuales republicas de Armenia, Georgia y Azerbaiján. Rápidamente se intento armar en esta republica una defensa para los territorios que aun quedaban de la Armenia turca, pero ni los georgianos ni los Azeries (que sentían afinidad por los turcos) estaban dispuestos a entrar en la guerra. El 28 de abril los turcos reconocen la republica, pero esta se disuelve un mes después con la separación de Georgia y Azerbaiján. En ese momento la republica de Armenia es proclamada. Aram Manugian fue proclamado dictador.
Ahora los turcos no solo habían recuperado los territorios ganados por los rusos, sino que habían penetrado en Armenia oriental. Hindenburg el jefe de estado de Alemania, ordena a los turcos que desocupen las regiones ocupadas en Armenia oriental (recordemos que el Caucaso había pasado a la tutela alemana), pero los turcos hacen caso omiso a esta petición. El gobierno de Azerbaiján adopto una posición pro-turca y deportaciones y matanzas de armenios se llevaron a cabo en Bakú.
Mientras esto ocurría, los turcos se apoderaban de Armenia gradualmente. Una gran fuerza de defensa se organizo en los alrededores de Yerevan. Los encargados de esta defensa eran veteranos armenios que habían participado tanto como voluntarios como en las autodefensas de 1915. Estos armenios lograron defender su posición y mediante batallas como Gharakiliseh, Bash-Abaran, y Sardarabad, en los últimos días de mayo, lograron detener y sacar a los turcos de Armenia oriental. El 4 de junio Turquía reconoce oficialmente la republica de Armenia.
Las dimensiones de esta republica eran prácticamente las de la Armenia actual. El gobierno pudo en ese momento tomar acciones hacia la reconstrucción del país. Fue en ese momento cuando los pobladores armenios tuvieron su porción de “desquite” contra los “tártaros”.Según los turcos la población musulmana de Armenia fue exterminada. Pero debemos recordar que muchos de los armenios que Vivian en la republica eran refugiados de Armenia occidental, que habían perdido a sus familias enteras, siendo civiles y desarmados, por eso pudieron actuar de esa forma contra los turcos una vez que tuvieron el poder de hacerlo.
Mientras, las fuerzas de los aliados, en el mes de septiembre habían alcanzado Siria, capturando Damasco y Beirut en octubre. En ese mismo mes Bulgaria firmo un armisticio con los aliados. Los refugiados armenios en Bulgaria estaban ahora a salvo de ser mandados a Turquía.
Los armenios continuaron luchando en Azerbaiján (Bakú), hasta el 15 de septiembre. De la misma forma que el regimiento de Antranik lo hacia en las montanas de Zankezur (hasta el tratado de Mudros) al lado de las fuerzas aliadas.
En el mes de octubre la situación de la guerra en Turquía se había hecho insostenible. Los aliados habían avanzado hasta Alepo. Con la llegada de la legión armenia y los ejércitos británico y Francés, 125.000 armenios que quedaban en la región fueron salvados de morir de hambre en el desierto. Ante esta situación Enver, Talaat, Osman Bedri, Behaeddin Shakir, y otros líderes Itadistas se marcharon el 29 de octubre hacia Alemania. El día siguiente el armisticio de Mudros es firmado entre Turquía y los aliados.
El 9 de noviembre Guillermo II, emperador de Alemania abdico. Un armisticio se firmo con los aliados. La guerra había llegado a si fin.
Para la firma de este tratado la republica de Armenia había ganado los territorios correspondientes a la Armenia rusa y las regiones de Kars, Ardahan, y buena parte de lo que anteriormente había sido la “Armenia turca”, estas posesiones ratificadas por Woodrow Wilson, presidente de los Estados Unidos.
Para 1919, un nuevo gobierno se había formado en Turquía, este gobierno era enemigo de los Itadistas. Comienzan juicios contra los líderes del gobierno anterior y Enver, Talaat, entre otros fueron condenados a muerte. Estos se encontraban en el exilio, así que las condenas no pudieron cumplirse. El 14 de mayo tropas griegas ocupan Esmirma y otras ciudades del Egeo. Ese mismo mes un líder turco llamado Mustafa Kemal comienza a organizar un movimiento contra el gobierno de Constantinopla con ayuda de viejos itadistas.
En Armenia, el 28 de mayo, para la celebración del primer año de la republica, se declara la unión de Armenia oriental y occidental, que había sido abandonada a su suerte por el nuevo estado turco.
En la segunda mitad de ese año, los turcos nacionalistas (Kemalistas) comienzan acciones en contra del gobierno turco de Constantinopla y en contra de los franceses que tenían ocupada Cilicia.
En 9 de enero de 1920 los aliados reconocen la independencia de Armenia, con todo y la zona de Armenia occidental que fue incorporada el año anterior. Poco tiempo después los Estados Unidos seguirían sus pasos.
Los turcos nacionalistas comienzan a ganar posiciones en los territorios de Armenia occidental. En mayo del mismo año los franceses firman un armisticio con los mismos.
El 10 de agosto se firma el tratado de Sevres. Los territorios arabes que se encontraban ya desde 1918 en manos de los aliados so distribuidos como sigue: Siria y Líbano para Francia; Palestina, Irak y Jordania para Inglaterra. Se reconoce la soberanía de la republica de Armenia sobre los territorios ocupados por los armenios en la antigua Armenia turca. Las islas del Dodecaneso pasan a poder italiano. Los griegos ganan para si la ciudad de Esmirna y una gran región en la costa del Egeo.
Los turcos nacionalistas (Kemalistas), buscando apoyo internacional se alinean con los bolcheviques. Los nacionalistas logran ganar terreno ante el gobierno de Constantinopla.

FIN DE LA REPUBLICA
A mediados de 1920 comenzó a crecer, con ayuda de los soviéticos el partido bolchevique en Armenia, aprovechando esto los Kemalistas ocuparon gran parte de los territorios reconocidos como armenios por el tratado de Sevres el cual ellos no reconocían. Para ese entonces ya Azerbaiján estaba sovietizada, al igual que Georgia. Armenia era el único estado de la región que faltaba. En otoño de ese mismo ano el XI ejercito rojo comenzó la invasión de Armenia, en contra del gobierno dashnak, que entonces estaba en poder del general Antranik. Los últimos reductos armenios se rindieron en Kars. Los líderes dashnak escaparon hacia Siria, Europa y América. Dejando Armenia para los soviéticos. Quienes finalmente en 1922 la incorporarían a la republica socialista soviética de Transcaucasia, parte integral de la U.R.S.S.
En el año 1921, los turcos nacionalistas reclaman para la “republica turca” los territorios armenios y griegos e inician ofensivas en contra de los armenios que desgraciadamente poco podían hacer para defenderse. Nuevas atrocidades son cometidas contra las poblaciones armenias.

JUSTICIA
En el año anterior un dashnatsagan, Soghomon Tehlirian, había sido encargado para asesinar a Talaat Pasha. Soghomon llego a Berlín en diciembre de 1920. Donde se encontró con otros dashnak que ya estaban ahí. El 15 de marzo de 1921, frente al numero 17 de Hardenberg Strasse, Talaat, con un disparo en la cabeza de la pistola de Tehlirian cayo en la acera. Tehlirian fue arrestado. El 3 de junio Soghomon Tehlirian es declarado inocente de toda culpa y es soltado. Esto se debe a que fueron reconocidas las atrocidades de Talaat Pasha, así que el asesinato fue defensa legítima. Además Talaat Pasha tenía cuentas pendientes con el estado turco de Constantinopla.
Ese mismo ano Jivanshir, ministro de interior de Azerbaiján durante las masacres de Bakú en 1918, fue asesinado en Constantinopla por otro dashnak, Misak Torlakian. Este fue soltado en noviembre de ese mismo ano. En la tarde del 5 de diciembre de 1921, el primer ministro de Turquía en la época del genocidio, Sayid Halim Pasha, fue asesinado en Roma por Arshavir Shirakian, asistido por Krikor Merjian y Mickayel Varantian. Shirakian logro escapar de las autoridades
El ano siguiente fueron asesinados en Berlín, Jemal Azmi (el carnicero de Trebizonda) y Behaeddin Shakir (uno de los lideres itadistas). Los vengadores Arshavir Shirakian y Aram Yerganian escaparon. Meses después en Tiflis Stepan Dzaghikian, Bedros Der Boghosian y Ardashes Kevorkian asesinaron a Jemal Pasha, miembro del famoso triunvirato. Enver Pasha, el otro miembro del triunvirato, fue asesinado en el Turkestan por un soldado armenio de ejército rojo, mientras intentaba escapar.
Mientras en Turquía los nacionalistas ganaban terreno. Los ejércitos franceses e italianos ya se habían retirado, dejando a los turcos ocupar Cilicia. Los armenios poco podían hacer contra los ejércitos nacionalistas turcos. En agosto de 1922 los solados griegos fueron aniquilados por los nacionalistas turcos, que quemaron la ciudad de Esmirna. El 11 de octubre se firmo el armisticio de Mundanya entre turcos y griegos y británicos. Los nacionalistas turcos ganaron la potestad de acabar con el débil gobierno turco de Constantinopla. La decisión en Gran Bretaña para la firma de este armisticio se llevo a cabo principalmente con la intención de crear un estado turco lo suficientemente fuerte para detener un posible avance de los comunistas en la zona.
En 1923 se firma un nuevo tratado en Lausana, los turcos nacionalistas recuperan la totalidad de Anatolia expulsando a los griegos de la zona. El nombre de Armenia ni siquiera se menciona en ese tratado. La primera republica de Armenia oficialmente había dejado de existir, repartida entre comunistas soviéticos y turcos.

DIASPORA
En los territorios de la Armenia occidental hoy en día no queda un solo armenio. Los armenios de la zona emigraron hacia Siria y Líbano, en ese momento bajo poder de los franceses. En esos países se formaron grandes colonias de armenios. Algunos irían a dar hacia Europa, principalmente Francia, Inglaterra y Alemania, donde se convertirían en ciudadanos eminentes. Luego de la segunda guerra mundial, cuando los arabes ganaron la independencia de Siria, muchos armenios escaparon hacia Europa y América, en este continente hacia California, Canadá y Argentina principalmente. Por el otro lado, armenios de oriente se movilizaron a lo largo de toda la unión soviética. Muchos armenios en el exilio se convirtieron en ciudadanos ejemplares en los países donde fueron acogidos.
RECONOCIMIENTO
El reconocimiento del genocidio armenio poco a poco va ganando terreno. Aquí se enumeran algunos de los países y las acciones que ratifican el reconocimiento del genocidio.
1921.- Alemania. En el juicio a Soghomon Tehlirian se exponen las atrocidades cometidas por el gobierno de los jóvenes turcos a los armenios. Por esto Tehlirian es declarado inocente. Esto es considerado actualmente como una declaración de reconocimiento del genocidio por el gobierno alemán. Alemania hoy en día reconoce el genocidio armenio.
1939.- Alemania. Adolfo Hitler al ordenar la invasión de Polonia, donde ordeno disparar a todo lo que se “moviera”, justifico sus acciones con las siguientes palabras: “Y quien recuerda ahora la matanza de los armenios”.
1984.- Francia. El presidente Francois Miterrand, se refiere en uno de sus discursos al “genocidio de los armenios”. El gobierno francés actualmente reconoce el genocidio de los armenios.
1985.- Uruguay. El congreso reconoce el genocidio armenio.
1985.- Argentina. El congreso reconoce el genocidio armenio.
1987.- Europa. El parlamento Europeo adopta una resolución para buscar una solución política a “la cuestión armenia”. En esta resolución se reconoce el genocidio.
1990.- Chipre. El parlamento Chipriota declara el 24 de abril un día de luto y reconoce el genocidio armenio.
1994.- Rusia. El parlamento reconoce el genocidio armenio, como el primer genocidio del siglo XX.
1995.- Bulgaria. El parlamento reconoce el genocidio.
1996.- Canadá. Se declara esa semana de abril como un recuerdo de las atrocidades en contra de la humanidad. Se reconoce el genocidio.
1996.- Grecia. El parlamento reconoce el genocidio.
1997.- Líbano. El parlamento reconoce el genocidio armenio.
1997.- Nueva Gales del Sur (Australia). El parlamento de Nueva Gales del Sur reconoce el genocidio de los armenios.
1997.- California. El estado de California reconoce el genocidio perpetrado en contra del pueblo armenio. El gobierno norteamericano actualmente califica los hechos como “masacre”, pero no como genocidio, debido a la importancia de las bases militares en Turquía. Debe mantener una excelente relación con el gobierno turco para mantener sus intereses en el medio oriente.
1997.- Italia. Se pasa una resolución en la que se condena el genocidio armenio.
1998.- Bélgica. El parlamento reconoce el genocidio.
2000.- Suecia. El parlamento reconoce el genocidio armenio.
Actualmente el resto de los países del mundo consideran los ellos ocurridos en la primera guerra mundial como “sumamente deplorables” y “masacre”. Algunos de estos países se han pronunciado a favor del reconocimiento, pero sin declaración oficial. Mientras todo esto ocurre, el gobierno turco niega que todo esto haya ocurrido, catalogándolo de “propaganda”. Alega que los armenios fueron deportados y que las personas que murieron eran soldados o guerrilleros que combatían en contra del gobierno, que hechos como este ocurren en todas las guerras. De hecho, dicen que los armenios asesinaron 2.5 millones de musulmanes (¿?). Ninguno de los países del mundo se ha pronunciado con respecto a este supuesto “genocidio”. Un solo país contra más de 100. El gobierno turco se ha esforzado en desaparecer a esta Armenia histórica en Turquía. Las construcciones, iglesias y ciudades históricas de Armenia se encuentran completamente abandonadas a los saqueadores, lo poco que queda de ellas. La gloria pasada de los armenios se encuentra totalmente abandonada. Actualmente no hay armenios en esas zonas, y estas son las menos pobladas y desarrolladas de Turquía. Todo esto es el afán que tienen los turcos de borrar mas de 4.000 años de historia de Armenia.
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PROCLAMA CATÓLICA EN FAVOR DEL MATRIMONIO Y LA FAMILIA

Varon y Mujer los creo
En la ciudad de San Rafael (Mendoza) el pasado 20 de Noviembre, Día de Cristo Rey la agrupación CIDEPROF creada para la defensa  de la familia, presidida por el doctor Ricardo Curuchet, ha dado a conocer a los medios locales y nacionales una declaración donde se reafirma los valores católicos en defensa del matrimonio, la familia y la vida del niño no nacido, repudiando todo proyecto de leyes o mal llamadas leyes, que aprueben el homonomio, el aborto y la eutanasia, así como aquellas leyes que bajo el titulo hipócrita de educación sexual pervierten a los niños, enseñando practicar el sexo contra natura y el uso de profilácticos, pasando por encima de la autoridad de los padres.
Su difusión misión  de todo bautizado que ve amenazada la unión nacional  como consecuencia de la destrucción de la familia, célula básica de nuestra organización nacional, es un acto solidario de Fe, de Esperanza y de Caridad.
Eduardo Palacios Molina
A continuación, el texto de la declaración:

Cristo Rey

20 de noviembre de 2011

“Dos amores construyeron dos ciudades: el amor propio hasta el desprecio a Dios hizo la ciudad terrena; el amor de Dios hasta el desprecio de sí mismo, la ciudad del cielo” (1). Que debe convivir, en el tiempo, con aquélla.
No nos equivoquemos ni nos dejemos engañar. Cuando el Señor le dijo a Pilatos que su reinado no era de este mundo (2) lo que afirmó es que su Majestad no le ha sido conferida por los poderes del mundo sino por Dios. Se refirió al origen de su potestad y no al ámbito universal de sus alcances.
Así, pues, Cristo Jesús, nuestro Redentor, debe reinar en nuestras almas pero debe también hacerlo en nuestras familias, en nuestras costumbres, en nuestras instituciones, en nuestras leyes, en nuestra Patria.
Y hoy, tristemente comprobamos que así como Cristo no reina en las almas, tampoco reina en nuestra sociedad.
Cristo no reina en nuestras familias. Aún quienes nos llamamos cristianos y nos decimos sus discípulos hemos excluido a Jesucristo de nuestras casas, dejando que en ellas entren otros señores; hemos silenciado la voz de su Palabra dejando que otros ruidos la sustituyan; hemos arrinconado sus imágenes, dejando que sean otras las que llenen nuestro espacio visual. Pero Cristo tampoco reina en la vida de nuestras casas, donde no se lo invoca, donde no se lo honra, donde no se cumple su ley. Otros, blasfemos y obscenos, han sustituido su adorable y amorosa presencia.
Cristo Jesús ha sido desterrado de nuestras calles y de nuestras instituciones. ¿Reina Cristo verdaderamente en nuestra sociedad? “¿…reina Cristo en este país?”, se preguntaba Castellani e irónicamente respondía: “¿Y cómo no va a reinar? Somos buenos todos. Y si no reina, ¿qué quiere que le hagamos?” (3).
Muchos hombres buenos, pero Él no  reina.
Y si no reina ¿qué quiere que le hagamos?
Vemos cómo las antiguas naciones cristianas reniegan de Cristo y de su Iglesia, blasfeman y se burlan de sus leyes. Y, mientras, con cierta curiosidad distante e indiferente observamos lo que ocurre en otras tierras, dejamos que crezcan en nuestra Patria las mismas flores venenosas y los mismos frutos de podredumbre. ¿Qué quiere que le hagamos?, responderíamos tal vez, resignados y vencidos, si tuviéramos que contestar aquél interrogante.
Cristo no reina en nuestra familia no sólo porque lo hemos echado de ella, sino porque hemos echado a la misma familia de nuestra organización social. Hace tiempo, mucho tiempo, que venimos haciéndolo, alegremente. Primero dejamos que el Estado se metiera en ella, regulándola con el matrimonio civil. Luego permitimos que se inmiscuyera con las primeras leyes inicuas de educación que, en los albores del siglo XX, comenzaron a sustituir la autoridad de los padres en la formación de sus hijos. Permitimos que se pusiera en crisis el principio de autoridad y jerarquía, en un grado mayor, al aceptar que se destruyera la autoridad paterna.
No hace tanto, luego de otras claudicaciones, aceptamos que esa familia, ya regulada por el Estado, se fundara sobre una unión inestable al admitir el divorcio, primero en nuestras leyes y, luego, en nuestros hábitos sociales, admitiéndolo, si no siempre como una solución óptima a los problemas inevitables de la convivencia conyugal, sí como un mal menor tolerable y, aún, beneficioso.
Y finalmente, pero no finalmente del todo, nos habituamos a prescindir del matrimonio como institución fundante de la familia y permitimos que se llamara familia cualquier unión, y admitimos como normales y hasta buenas las uniones de hecho y la paternidad o maternidad extramatrimonial. ¿Qué quiere que le hagamos?, respondimos. Y nos conformamos con que nuestros jóvenes aceptaran a los hijos concebidos fuera del matrimonio, también como un mal menor frente al aborto.
Pero se dio un paso más, en esa paulatina y creemos que ya definitiva expulsión de la familia de nuestra organización institucional, con la sanción, el año pasado, de la mal llamada “ley de matrimonio igualitario”, mal llamada ley, porque no lo es propiamente, sino una corrupción de la ley y una perversión de la justicia. Y mal llamada de “matrimonio igualitario” porque, al legalizar la unión homosexual y equipararla al matrimonio, se ha fabricado una caricatura siniestra y una mofa de la sagrada institución del matrimonio, fundado por el mismo Dios en los albores de la creación.
Con el homomonio, porque no podemos llamar matrimonio a ese infernal engendro, nos hemos lanzado al abismo.
Nuestra sociedad, que debía estar basada en los sólidos fundamentos de la familia y de la autoridad paterna, ha quedado empantanada en las sucias arenas de la unión homosexual estéril y de la parodia de una paternidad sin padres verdaderos y sin hijos propios. Ya no sólo hemos aceptado que se cuestionara la potestad de Dios y el reinado de Cristo en el gobierno de nuestra sociedad, de nuestras instituciones y de nuestras leyes, sustrayéndonos a su Ley; sino que abiertamente la hemos conculcado, sancionando normas y fabricando instituciones que no sólo la ignoran sino que directa y alevosamente la violan en su raíz. Porque esto es el homomonio, una repugnante y diabólica inversión de la ley de Dios.
Y si no reina, ¿qué quiere que le hagamos?,
Pero, como la caída al abismo no tiene fondo y se abre al infinito, nuestra precipitación no se detiene en esas inmundicias sino que se lanza raudamente hacia las más hondas negruras al incorporar al sistema de nuestras leyes no ya la contranatura como norma, sino el crimen como derecho.
Hoy el aborto está a nuestras puertas. No el aborto como crimen individual, como una de las más tristes y graves consecuencias del pecado original, sino el aborto como derecho, como derecho de la madre, con lo cual se llega a la destrucción del nudo mismo de todo el orden social, porque no sólo se devastan el matrimonio y la familia sino que se destruye la maternidad, el principio más sagrado de la vida, en el orden natural.
El aborto no sólo es el asesinato de la más inocente e indefensa de las criaturas del hombre, no sólo es el más grave abuso de poder frente a la mayor debilidad, no sólo es la más grave infidelidad a la más alta de las custodias, sino que es la destrucción de la mujer y de lo más sagrado y alto de la mujer, que es la maternidad. El Estado, al otorgar a la mujer el derecho de matar a su hijo, a su hijo no nacido que reposa en el claustro de su vientre, destruye la esencia de la feminidad, la maternidad y los restos de toda institución matrimonial  y social. ¿Qué quiere que le hagamos?
“Tengo miedo –decía el padre Castellani, comentando esa respuesta– de los grandes castigos colectivos que amenazan nuestros crímenes colectivos”.
El aborto, como derecho social, es el más grande de nuestros crímenes colectivos y su adopción nos hará acreedores de los más grandes castigos.
Con su  sanción, ya no hay valor que merezca respetarse. Si la vida del niño por nacer nada vale y puede disponerse de ella ¿qué habremos de decir de la vida del anciano, del discapacitado, del enfermo? Y estamos a las puertas de la eutanasia. Bajo el eufemismo de “muerte digna” ahora mismo nuestros legisladores están considerando proyectos que la consagren. Si admitimos que los padres maten a los hijos “no deseados” ¿qué impide consagrar a los hijos el derecho de disponer de la vida de los padres inútiles y gravosos; a los padres y hermanos asesinar a los prójimos enfermos o discapacitados; a los fuertes eliminar a los débiles? ¿Qué limite hay en todo esto si ya se ha transpuesto el más sagrado de los límites?
¿Qué derecho de educar a sus hijos pueden reivindicar unos padres que han admitido una sociedad en la que es legítimo y un derecho matarlos? ¿Qué autoridad pueden pretender quiénes han admitido ser ellos mismos eliminados cuando se convierten en una carga?
Todo esto va  acompañado de mucho más. Se debaten y estudian leyes que reglamenten la fabricación de hijos a gusto y placer, industrialmente y como si fueran cosas; se instrumentan las formas de penetrar más y mejor en el alma de los niños sobrevivientes, mediante la educación organizada por un Estado enemigo de Dios y de su ley. Se procura eliminar los rastros de la Cristiandad y las manifestaciones de la fe y la devoción popular. Se intenta legislar llevando al extremo el principio de igualdad, de modo tal que se haga imposible distinguir lo distinto convirtiendo en delito el uso racional de la discriminación, indispensable para separar el bien del mal, lo justo de lo injusto, lo conveniente y necesario de lo nocivo. Se convierte a la justicia, a la administración de justicia, en instrumento de la venganza y del rencor. Y así vamos...
¿Qué quiere que le hagamos?
Si no es por amor a nuestro Rey amable que nos creó y nos redimió y que conquistó con su Sangre el poder que como Dios le pertenece, al menos temblemos y actuemos para  evitar que caiga sobre nosotros y sobre nuestra Patria la ira de Dios.
Pongámonos virilmente de pie, afinemos nuestras inteligencias, fortalezcamos nuestros corazones, dispongamos nuestro espíritu porque vivimos un tiempo agonal, un tiempo de lucha y de martirio. Porque es necesario que hoy estemos dispuestos a decir toda la verdad, y a defender toda la verdad, aún con nuestras vidas. No sólo es necesaria nuestra paciencia, como expresión pasiva de la virtud de la fortaleza. Es hoy, más que nunca necesaria, junto con ella, nuestra firme determinación de hacerle frente a la caída hacia el abismo de nuestra Patria y de nuestras familias, para nuestra propia salvación y para el bien y la salvación de nuestros hijos.
Tengamos presente al menos, si nos falta el fuego del amor, la admonición del padre Castellani. “Tengo miedo de los grandes castigos colectivos que amenazan nuestros crímenes colectivos”.
Ante la apostasía general, ante el silencio de los cobardes, frente a la torpeza de los necios, afirmemos nuestra Fe, levantemos nuestras voces, agudicemos nuestras inteligencias.
Hoy, más que nunca, es necesario instaurar todo en Cristo y para hacerlo, debemos instaurarlo y hacerlo reinar en nuestras almas y en nuestras casas y debemos militar para restaurar su reinado en nuestra sociedad y en nuestra Patria. Hoy nosotros, más que nunca y como tantos otros lo han hecho en España y en Rusia, en México y en Cuba, y en tantas otras regiones de la tierra, en los últimos tiempos debemos lanzar nuestro grito ardiente ¡Viva Cristo Rey! aún cuando en ello nos vaya la honra, la fortuna y la vida.
Hoy, en el 167° aniversario del glorioso combate de la Vuelta de Obligado, un hito en nuestra historia patria, cuando nuestros padres supieron hacerle frente a los poderosos del mundo, gritemos con toda nuestra fuerza y con todo nuestro corazón ¡Viva Cristo Rey! y así digamos ¡no! al espíritu del mundo que nos invade, nos envenena y nos mata.
¿Qué quiere que le hagamos? Pongámonos de pie, en orden de combate, bajo las banderas santas y gloriosas del Rey vencedor. Y al amparo de su Madre  Reina, en su Iglesia Santa.
¡Esa es nuestra respuesta! ¡Esa es nuestra misión! ¡En ese combate debemos empeñar nuestro tiempo y jugar nuestra vida!
¡Viva Cristo Rey!
Ricardo S. Curutchet
San Rafael, 20 de noviembre de 2011
[1] Ciudad de Dios, San Agustín.
[2] (Jn 18, 33-36)
[3] Cristo, ¿vuelve o no vuelve?
Familia numerosa