sábado, 26 de noviembre de 2011

III JORNADA DE LAS FAMILIAS EN LA PLATA


III JORNADA DE LAS FAMILIAS
EN LA PLATA – Parroquia Santa Rosa de Lima
“La Familia católica: 
el desafío actual”
Domingo 27 de noviembre de 2011

10:00 hs. 1° Conferencia
“Varón y Mujer. La sabiduría revelada por Dios acerca de su creación, caída y redención”
Horacio Bojorge, SJ

11:50 hs. 2° Conferencia
“Cómo desarrollar una personalidad sana y fuerte en los hijos”
Osvaldo Cuadro Moreno

15:30 hs. Taller
“Agresiones actuales al Varón, la Mujer y el Amor Humano”
Horacio Bojorge, SJ

Fecha límite para pre-inscripción: 15 de noviembre al tel. 0221-457-9877
O al mail: jornadadelasfamiliaslaplata @gmail.com
Lugar: SUM del Colegio Santa Rosa, Calle 122 y 81 de La Plata
Traer bebida para el almuerzo y algo para la merienda

Instituto del Verbo Encarnado
Parroquia Santa Rosa de Lima


La Plata, 07 de Noviembre de 2011

Queridas Familias:

Los Padres, las Hermanas y la Tercera Orden del Instituto del Verbo Encarnado de La Plata, con el auspicio de los Colegios Santa Rosa de Lima y María Reina, tenemos el gusto de invitar a todas las Familias, como también a los jóvenes y a aquellos que se están preparando para el Matrimonio a participar de la III° Jornada de las Familias que se realizará en La Plata, el Domingo 27 de Noviembre, desde las 9:00 hs. hasta las 17:00 hs. en que culminará con la Celebración de la Santa Misa

Ante la acuciante realidad de muchas familias desunidas, en crisis y rupturas familiares, queremos dar apoyo humano y espiritual a todas las familias; y para tal motivo hemos invitado a expositores de gran nivel. Serán tres conferencias, destinadas a fortalecer la familia –esposos e hijos- como ámbito del amor y de la santidad del hombre.

Ese día contaremos con la presencia expositores de gran nivel, del R. P. Lic. Horacio Bojorge, y del escritor, Osvaldo Cuadro Moreno, quienes disertarán sobre los siguientes temas:

10:00hs. 1° CONFERENCIA “Varón y Mujer. La sabiduría revelada por Dios acerca de su creación, caída y redención”            Horacio Bojorge, SJ

11:50hs. 2° CONFERENCIA “Cómo desarrollar una personalidad sana y fuerte en los Hijos”
                                                         Osvaldo Cuadro Moreno

15:30hs. TALLER “Agresiones actuales al Varón, la Mujer y el Amor Humano”
                                                            Horacio Bojorge, SJ

Festejaremos en esa oportunidad, el día de la Tercera Orden del IVE.

Ese día haremos Adoración al Santísimo Sacramento continuada, así aquellos que deseen hacer un momento de adoración, podrán anotarse al momento de la inscripción.

Tendremos juegos para que se diviertan los niños.

El Lugar será el SUM del Colegio Santa Rosa de Lima, ubicado en calles 122 y 81, ciudad de La Plata (inicio de la ruta a Magdalena).

Les pedimos a todos los que quieran participar de La Jornada de las Familias que por favor se pre-inscriban, llamando al teléfono 0221 – 457-9877 o al mail: 
jornadadelasfamiliaslaplata@gmail.com   -  Encargado P. Daniel Quintar, IVE

Quedan todos invitados y esperamos contar con Uds.

Un saludo cordial en Cristo y María Santísima. Con mi bendición.

P. Daniel Quintar, IVE

Pd/ Traer bebida para el almuerzo y algo para la merienda

MONS. AGUER: NO SE "PUEDE CONVERTIR NUCA EN HUMANOS" A LAS MASCOTAS



Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, dedicó su reflexión televisiva semanal, en el programa “Claves para un Mundo Mejor” (América TV), comentó una información que señala que “el año pasado se gastaron 645 millones de pesos en compra de productos para mascotas”.

Comentó al comienzo que “entiendo perfectamente la situación de personas solas o personas mayores que tienen en sus mascotas una compañía, depositan en ellas y de ellas reciben cariño; eso me parece perfectamente razonable. Le puede hacer bien a un chico crecer con una mascota cerca, pero será incomparablemente mejor si crece rodeado de hermanitos. El hombre, a lo largo de la historia, ha domesticado a los animales, los ha acercado a él pero no se los puede convertir nunca en humanos”.

Reconoció que la cifra mencionada lo dejo “perplejo” pues “hay tantas necesidades fundamentales que no son advertidas en la sociedad argentina y en el mundo entero” y puso como ejemplo “lo que ocurre en Europa, donde la caída de las tasas de natalidad es un fenómeno terrible. Y eso está proporcionalmente ligado al cuidado de las mascotas y al gasto que se hace en ellas”. De inmediato reconoció que “esto puede darse en determinados niveles de la sociedad. Por las calles de las grandes capitales europeas se ven pocos niños, pero muchos perritos elegantes”.

“Creo que hay un desnivel en el gasto del dinero que la gente tiene cuando uno advierte las necesidades tremendas no satisfechas que perduran hoy día. Tantos chicos nuestros que viven en una situación más precaria que muchísimas mascotas”.

Y luego se preguntó; “¿Hay una sensibilidad respecto de esto? ¿No vivimos, quizás, demasiado encerrados en nuestro pequeño mundo, en nuestras pequeñas satisfacciones?... Ese cariño que se dispensa a las mascotas y que no hay porque cercenar: ¿no tendría que equilibrarse un poco con una inquietud mayor y con algún gesto solidario respecto de tantas personas que padecen necesidades enormes, elementales?”.

Por ello admitió que “este planteo supone una visión moral del uso del dinero y por tanto también una educación de nuestra propia conciencia”.

Mons. Héctor Aguer pidió tener en cuenta “que no vivimos aislados” y sostuvo que “la caridad tendría que brindarse de un modo prioritario allí donde las necesidades son más urgentes. Sin duda podemos querer mucho a nuestras mascotas pero no son estrictamente hablando nuestro prójimo”.

Finalizó su reflexión televisiva afirmando: “Todas estas cosas tienen que ser objeto de un equilibrio superior, y en ello queda implicada la idea que uno se hace del mundo, de la vida, de la relación con los demás”


Transcribimos el texto completo de la alocución televisiva de Mons. Héctor Aguer:

“El otro día escuché una noticia que me dejó perplejo. Parece que en la Argentina, el año pasado, se gastaron 645 millones de pesos en compra de productos para mascotas”.

“Todos sabemos que ahora las atenciones que reciben nuestros perritos y gatitos son múltiples. No solamente para mantenerlos en buen estado de alimentación, de belleza, la necesaria vacunación, medicinas y cirugías cuando es necesario y demás. Todas cosas que antes no existían”.

“Por supuesto que, en principio, yo no tengo nada contra eso pero la cuestión es: ¿no habrá un desbalance en este presupuesto?”.

“Entiendo perfectamente la situación de personas solas o personas mayores que tienen en sus mascotas una compañía, depositan en ellas y de ellas reciben cariño; eso me parece perfectamente razonable. Le puede hacer bien a un chico crecer con una mascota cerca, pero será incomparablemente mejor si crece rodeado de hermanitos. El hombre, a lo largo de la historia, ha domesticado a los animales, los ha acercado a él pero no se los puede convertir nunca en humanos”.

“¿Una mascota puede llenar la vida a una pareja joven? La vida se la llena verdaderamente un hijo, y varios hijos!  Y todos sabemos que tener un hijo y poder educarlo bien, hoy día cuesta y cuesta enormemente”.

“Les decía que quedaba perplejo con aquella cifra porque me parece que hay tantas necesidades fundamentales que no son advertidas en la sociedad argentina y en el mundo entero”…

“Basta considerar lo que ocurre en Europa, donde la caída de las tasas de natalidad es un fenómeno terrible. Y eso está proporcionalmente ligado al cuidado de las mascotas y al gasto que se hace en ellas. Esto puede darse por cierto en determinados niveles de la sociedad. Por las calles de las grandes capitales europeas se ven pocos niños, pero muchos perritos elegantes”.

“Volviendo al asunto: creo que hay un desnivel en el gasto del dinero que la gente tiene cuando uno advierte las necesidades tremendas no satisfechas que perduran hoy día. Tantos chicos nuestros que viven en una situación más precaria que muchísimas mascotas”.

“¿Hay una sensibilidad respecto de esto? ¿No vivimos, quizás, demasiado encerrados en nuestro pequeño mundo, en nuestras pequeñas satisfacciones?”.

“Ese cariño que se dispensa a las mascotas y que no hay porque cercenar: ¿no tendría que equilibrarse un poco con una inquietud mayor y con algún gesto solidario respecto de tantas personas que padecen necesidades enormes, elementales?”.

“En definitiva yo les dejaría esta inquietud: ¿cómo gastamos nuestro dinero? ¿Lo gastamos razonablemente?, ¿tenemos una idea de cuánto podríamos hacer con aquello que disponemos de más?, ¿no nos creamos “necesidades superfluas”, es decir que no son verdaderamente necesarias?”.

“Este planteo supone una visión moral del uso del dinero y por tanto también una educación de nuestra propia conciencia”.

“Tengamos en cuenta que no vivimos aislados. Por más solos que estemos participamos de una sociedad de la cual somos miembros vivos y, especialmente, si somos cristianos participamos de la gran comunión de la Iglesia. La caridad tendría que brindarse de un modo prioritario allí donde las necesidades son más urgentes. Sin duda podemos querer mucho a nuestras mascotas pero no son estrictamente hablando nuestro prójimo”.

“A propósito de esto: parece que en algunos ambientes de filosofía jurídica se está hablando del derecho de los animales y es una expresión que no corresponde. Los animales por más que tengamos que cuidarlos, como tenemos que cuidar a toda la creación, no son sujeto de derecho”.

“Todas estas cosas tienen que ser objeto de un equilibrio superior, y en ello queda implicada la idea que uno se hace del mundo, de la vida, de la relación con los demás”

¿RELIGION DE ESTADO?



El pensamiento de Mons. Richard Williamson
Obispo de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X
Número CCXXVIII (228), 26 de noviembre 2011

¿Que papel tendría que jugar el Estado para proteger o promover la religión Católica? Cualquier Católico que sabe que el Catolicismo es la única verdadera religión del único verdadero Dios puede contestar únicamente que el Estado, siendo también una criatura de ese Dios, está obligado a servir lo mejor que pueda a Su única verdadera religión. Por otro lado, cualquier liberal que cree que no le incumbe al Estado decir cuál es la verdadera religión porque, por ejemplo, la religión es en todo caso asunto de cada individuo, contestará que el Estado debe proteger el derecho de todos sus ciudadanos a practicar la religión de su elección, o ninguna. Veamos los argumentos Católicos.

El hombre viene de Dios. Su naturaleza viene de Dios. El hombre es por naturaleza un ser social, por eso su carácter sociable viene de Dios. Pero el hombre en su totalidad, y no solamente una parte de él (Primer Mandamiento), debe rendir culto a Dios. La sociabilidad del hombre, pues, debe rendir culto a Dios. Pero el Estado no es otra cosa que la sociedad formada por la sociabilidad de todos sus ciudadanos que se reúnen juntos en su cuerpo político. Por consiguiente, el Estado debe rendir culto a Dios. Pero entre todos los diferentes cultos que necesariamente se contradicen el uno al otro (de otra manera no serían diferentes), todos pueden ser más o menos falsos, pero no puede haber más que uno que sea totalmente verdadero. De tal manera que si existe tal culto, totalmente verdadero y reconocible como tal, entonces ese es el culto que cada Estado, como Estado, le debe a Dios. Ahora bien, el Catolicismo es tal culto. Por consiguiente todo Estado, como Estado, debe rendir el culto Católico a Dios, ¡incluyendo aún la Inglaterra de hoy, o Israel o Arabia Saudita!

Pero una parte esencial del culto es rendirle a Dios el servicio del cual uno es capaz. ¿De qué servicio es capaz el Estado? ¡De un gran servicio! El hombre siendo social por naturaleza, su sociedad tiene una gran influencia sobre la manera como él siente, piensa y cree. Y las leyes de un Estado tienen una influencia decisiva para moldear la sociedad de sus ciudadanos. Por ejemplo, si el aborto o la pornografía están legalizados, muchos ciudadanos terminarán por pensar que tienen poco o nada de malo. Por consiguiente cada Estado tiene en principio el deber de proteger y promover por sus leyes la fe y la moral Católicas.

Así de claro está el principio. Pero, ¿será que ese principio significa que todos los no-Católicos deberían ser arriados por la policía y quemados en la hoguera? Claro que no, porque el objetivo del culto y del servicio a Dios es darle gloria y salvar las almas. Ahora bien, una acción desconsiderada por parte del Estado tendrá el efecto contrario, expresamente de desacreditar al Catolicismo y de alejar a las almas. Por ello la Iglesia enseña que incluso un Estado Católico tiene el derecho de abstenerse en la práctica de actuar contra una falsa religión cuando tal acción pueda causar un mal mayor o impedir un bien mayor. Pero el principio del deber de cada Estado de proteger la fe y la moral Católicas permanece intacto.

¿Significa eso imponer el Catolicismo a los ciudadanos? No, en absoluto, porque la creencia Católica no es algo que pueda ser forzado –“Nadie cree contra su voluntad” (San Agustín)-. Lo que sí significa es que en un Estado Católico la práctica pública de todas las religiones que no sean el Catolicismo puede o tendría que ser prohibida ahí donde tal acción puede o tendría que no ser contra-producente. Esta conclusión lógica fue denegada por el Vaticano II, porque aquel Concilio fue liberal. Sin embargo ha sido una práctica común en los Estados Católicos antes del Concilio, y habrá ayudado a salvar muchísimas almas.

Kyrie eleison.

¿LA TRADICIÓN Y LA MORAL “FUERA” DE LA IGLESIA CATÓLICA?




Por Emilio Nazar Kasbo

En el presente artículo, abordaré el “colapso” de la Iglesia Católica (ya que después de más de 40 años de “crisis” no puede seguir calificándose como tal). Se explica cómo se incurre en el abandono de la Tradición en los hechos, se indagan las raíces de sus causas, y la contrariedad a la Encíclica Pascendi de San Pío X. Finalmente, se descubre cómo existe la Tradición fuera de la Iglesia Católica.

¿DOS TENDENCIAS O DOS IGLESIAS?
La Iglesia Católica, al admitir lo “opinable” y lo “ambiguo” como norma de indeterminación que rige la Moral, la Tradición y la Liturgia, ha convertido en “optativo” todo su propio contenido.
No podemos, de ninguna manera, afirmar que la Iglesia Católica, o que los Sumos Pontífices haya dicho palabras ex cátedra contrarias a la Moral, la Tradición y la Liturgia. Pero en los hechos se ha dado un peso excesivo al juicio propio intraeclesialmente, que ha atentado contra la Tradición.
Es de básica experiencia que todo lo que es obligatorio y que implica un esfuerzo, al ser expuesto como optativo, se deroga de hecho, no se cumple. Si un docente dice a sus alumnos que estudien de la página 30 a la 35 del libro, y que es optativo de la página 40 a la 45, sólo quien tenga verdaderas inquietudes estudiará lo “optativo”.

DE LA CRISIS AL COLAPSO
El Concilio Vaticano II fue presentado como un momento que aparejaría una “crisis” en la Iglesia, para una final “primavera”. Mons. Luigi M. Carli, en su libro “Tradicionalistas y progresistas”, afirmaba: “La historia auténtica del Vaticano II… se encargará de medir y documentar el aporte efectivo de ambas tendencias… La historia auténtica del Concilio hará justicia con la tendencia de “fidelidad a la tradición”.” (pp. 45).
Mons. Carli describe cómo en 1970 hubo un colapso eclesial, en que conventos y seminarios fueron vaciados, sin renovación de vocaciones, y donde incluso hubo importantes apostasías. Pretendía justificar esto con el argumento de que tras cada Concilio siempre hay una crisis eclesial.
Sucede que tal crisis ha llegado hasta el año 2011, y que los sacerdotes de hoy no llegan a la gran formación que tenían a fines del Siglo XIX los importantes formadores en los Seminarios (podría decirse que muchos sacerdotes de hoy no están formados, que hay otros que directamente están deformados… y que dentro de la Iglesia pueden hasta llegar a Obispo).
¿A qué se debe esto? A la aceptación de que existen “dos tendencias” en la Iglesia: la tradicionalista y la progresista. Este argumento es completamente falso. El progresista no forma parte de la Iglesia Católica, y el “tradicionalista” que es fixista tampoco (pero a su vez cabe la pregunta: ¿existe algún “tradicionalista” que sea completamente fixista?).

¿SANA DOCTRINA?
“Vendrá un tiempo en que no sufrirán la sana doctrina; antes, deseosos de novedades, se amontonarán maestros conforme a sus pasiones y apartarán los oídos de la verdad para volverlos a las fábulas” (2 Tim. 4, 2-4).
Efectivamente, la “Nueva Teología” ha buscado “nuevos caminos de evangelización”, alegando que se trata del “verdadero cristianismo original” y que por eso la libertad debe basarse en una “religión sin dogmas, sin ritos, sin moral”, en que lo preponderante es la elección de la persona en su camino hacia Dios, en bien de la misma persona.
Precisamente, esto que se acaba de describir (y que es el sustrato teológico y filosófico de la “Nueva Teología”), es la herejía pelagiana, que también diera origen a la “libre interpretación” de Martín Lutero. Este pensamiento es el centro del colapso (que no es ya “crisis”) en la Iglesia Católica.

FUENTE DEL PRÓXIMO CISMA
Tal “Nueva Teología” (con sus derivados, ya que múltiples herejías han surgido de ella, tales como la “Teología de la Liberación”, o la visión espiritual psicologista de Anselm Grün, por ejemplo) se presenta como una de las dos “tendencias” dentro de la Iglesia Católica.
Efectivamente, una “tendencia” sostiene la “Tradición”, y es descripta como la “Iglesia conservadora”, la que considera, estudia y defiende la integridad del Depósito revelado, exigiendo precisamente la fidelidad a la Tradición.
La “Nueva Teología” se enfrenta a esa “tendencia”, y la discute, la “deconstruye”, alegando la adaptabilidad de la Iglesia a las cambiantes exigencias de las almas, en una pretendida “fidelidad al progreso”, que incluye “innovaciones” en moral, en Liturgia, y a la vez afirmando que se trata del “verdadero cristianismo primitivo” y no sólo eso, sino que el mismo Espíritu Santo los ilumina por tal vía.
He aquí que nos encontramos con la segunda herejía condenada: la Encíclica Pascendi de San Pío X esclarece que la Iglesia Católica es una, y que no pueden existir tales “tendencias” en la misma.
El progresista rechaza la Tradición, rechaza la jerarquía de la Iglesia, rechaza en su interior al Papa (aunque externamente alegue sumisión para ser considerado “dentro” de la Iglesia y poder continuar con su acción disolvente), habla de estructuras y superestructuras eclesiales, tiene una visión materialista de la Iglesia, pretende rebajar lo teológico a lo simplemente “humano”, banalizando el mensaje del Evangelio de ese modo, relativizándolo.
El progresista quiere una Iglesia Católica sin dogmas, sin moral, sin Tradición, sin Ritos ni Liturgia, e incluso sin sacerdotes ni Obispos. En una palabra: el progresita quiere destruir directamente la Iglesia Católica, aunque pretendiendo permanecer en ella. Todo esto recibe un solo nombre: Modernismo.

SOCIEDAD DE MASAS
Es importante destacar la función de los medios de comunicación no católicos, que han afectado incluso a la prensa católica y a la familia católica. Y a este punto nos dirigimos, ya que la moral en la familia ha sido deformada.
El católico se ha mundanizado, ha buscado “rescatar” al mundo en todo lo que este tiene de fuente de pecado, y lo ha asimilado como tal, tras la “nueva visión” que enseñó el “espíritu del Concilio”. El católico prefiere hoy ser parte de la “sociedad de masas”, que ser persona en la Iglesia.
Las advertencias en las Encíclicas son claras, pero al no contener anatemas, aquello que condenan no resulta evidente, y por tanto es ofrecido como materia de “debate” y de “discusión”. Las Encíclicas tienen “advertencias”, no tienen condenas explícitas que no dejen lugar a dudas sobre lo expresado en el texto.

UN SIMPLE EJEMPLO
¿Es el método “billings” un sistema anticonceptivo?
La respuesta a esta básica pregunta en la mentalidad común de los fieles de la Iglesia Católica, de los sacerdotes e incluso de Obispos, sería afirmativa. Y dirían que es un sistema “natural” y que por tal motivo es aprobado por la Iglesia. Todo eso resulta falso. Dicho método es “conceptivo”, es para concebir hijos, no para evitarlos (excepto gravísimos casos muy excepcionales, tan raros que son prácticamente inexistentes en su proporción, y que debieran incluso ser consultados con un confesor de lúcidos principios morales).
La única clara exposición sobre esta materia, hasta el momento, se halla en el libro del Dr. Alberto Caturelli, “Orden Natural y Orden Moral”, editado por Gladius. Se trata de la única expresión científica con autoridad, pero aislada.
De tal modo, efectivamente y objetivamente, el progresista se halla fuera de la Iglesia Católica. No es posible que halla un avance en el tiempo de la Iglesia en este mundo, que implique un cambio en su sustancia, porque la destruiría (algo que además es imposible según la promesa de N.S. Jesucristo).
Sometida la feligresía a semejante bombardeo durante tantas décadas, surgiendo además los sacerdotes de esa misma feligresía bombardeada, se ha configurado una nueva “mentalidad eclesial”, inexistente en casi dos mil años de Historia.

DENTRO DE LA IGLESIA
¿Qué vemos entonces “dentro” de la Iglesia?
Vemos mujeres que han dejado la indumentaria propiamente femenina, que visten indecentemente, que van en bikini a exhibir sus cuerpos en el verano, que tienen una moral laxa, que no son sumisas a sus esposos, que pretenden una “libertad sexual”, que se sienten “dueñas de su cuerpo”, que consideran su realización no como madre ni como consagrada a Dios sino en un plano humano en un título universitario, en un cargo laboral o en importantes sumas de dinero.
¿Y los varones? La rebeldía de la mujer y su insumisión, convierten en cobardes a los varones, en amanerados, gente sin carácter ni decisión, que huyen de todo tipo de responsabilidades en pos de la “comodidad”.
El matrimonio entre ambos, acabará siendo la unión de sus defectos, produciendo grandes rupturas, sobre todo porque se vive en una cultura “descartable”. Niños que crecen sin la figura paterna, en el marco de un matrimonio en que ambos trabajan y la mujer no tiene tiempo de educar, formar y criar a sus propios hijos (¿hijos? Uno, con suerte dos… no vaya a ser que arruinen la vida ¿No?). Llaman “responsabilidad” y “planificación familiar” a evitar los hijos, como si fuesen un daño, una peste, un problema, una enfermedad. Eso sí, “planificación natural”, no con anticonceptivos y métodos “de barrera” o esas cosas antinaturales. Y luego acuden a la manifestación “provida”, sí, a eso no se puede faltar.
Los sacerdotes, nacidos de esa sociedad bastarda, sin padre, criados con mentalidad femenina entre mujeres que pretenden ser “amazonas”, exentas del “Pecado Original”, también gozan de tales cualidades e impulsan las ambigüedades en todo el campo de la Fe. Y eso con suerte.
Hay sacerdotes que odian confesar a los feligreses, que se quejan de que hay feligreses que “se confiesan mucho”, que odian el espíritu ascético, que quieren vivir en una “fiesta” permanente, que no les importa la Liturgia, la arquitectura propia de la iglesia, ni la moral, ni la Tradición, ni la Jerarquía eclesial… ¡Nada! ¿Qué hacen entonces, dentro de la Iglesia? Son como actores en un teatro, que fingen para tener un modo de vida cómodo, tal como los fariseos de tiempos de Jesús… ¡sólo que de éstos no hay que obedecer lo que dicen, pero tampoco seguir el ejemplo de lo que hacen!

FUERA DE LA IGLESIA
Las personalidades equilibradas están siendo formadas por muy reducidas minorías que están en adhesión al Papa, y que son cada vez menos.
La decencia en el vestir de la mujer, que conoce su importante puesto en la familia y en el futuro de la misma, casada con un esposo responsable y que tiene presencia familiar como varón, criando a los propios hijos en el hogar, sin delegarlos desde los 45 días a las guarderías o a que abuelos jubilados los cuiden, guardando de ese modo no solamente el Orden Natural sino las mismas palabras de San Pablo referidas a los cónyuges. En el marco del amor cristiano, no existe “violencia familiar” ni nada que se le pueda asemejar.
¿Cuántas chicas aceptan hoy vestirse como mujeres, sin indumentarias “unisex” ni provocativas prendas que prácticamente todo lo exhiben? ¿Cuántas chicas hoy renuncian a las playas y ambientes semejantes para no exhibir impúdicamente sus cuerpos como ocasión de pecado para todos los demás? ¿Cuántos varones hoy tienen una personalidad viril y prudente?
Precisamente, muchos testimonios de esta clase acaban viéndose en personas que no aceptan a los actuales Papas, y siempre que se trate de personas que no vivan en la hipocresía, por supuesto: entre sedevacantistas, fieles (o ex integrantes) de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, en sectas como los testigos de Jehová, o entre los judíos ortodoxos.
Dañada la naturaleza, impidiendo que los niños crezcan en una familia conforme el Orden Natural, se acabará dañando el Orden Sobrenatural. Esto es absolutamente claro, porque el Orden Sobrenatural supone e implica el Orden Natural (también creado por Dios). De lo antinatural no podrá salir nada agradable a Dios, más bien todo lo contrario. Y este es un “signo de los tiempos” que va preanunciando una próxima venida del Anticristo en estos tiempos de “globalización”.

¿OBRA DEL ESPÍRITU SANTO?
La "Nueva Teología" expulsa fuera de la Iglesia Católica a quienes sostienen la Moral, la Tradición y la Liturgia, como "fariseos", como "dogmáticos", como "integristas", con palabras dichas en sentido peyorativo... y utilizando además otros calificativos que no es bueno enumerar.
¿Pero quién es el que en verdad está fuera de la Iglesia Católica?
“Por sus frutos los conoceréis…”, dijo Jesucristo. ¿Qué frutos ha brindado el tiempo del Concilio y el “postconcilio”? Nos preguntamos:

¿Ha crecido la Fe entre la feligresía y los sacerdotes?
Definitivamente, se cambió la enseñanza del Catecismo de San Pío X, para dar paso a una nueva idea de que es suficiente saber que Dios es Amor para poder tomar la Primera Comunión, en medio del desprecio de los Sacramentos y la falta de Temor de Dios inculcada por los mismos sacerdotes.
Los sacerdotes, que antes conocían múltiples idiomas, conocían a la perfección la Filosofía Perennis y se reían de los disparates sustentados por extravagantes pensadores con ínfulas de filósofos que surgieron principalmente desde el nominalismo en adelante, hoy no saben distinguir entre ser y esencia, esencia y definición, ni entre esencia y naturaleza. Para ellos, todo es lo mismo, y lo importante es el sentimiento y el “predicar la Palabra”. Sacerdotes con una Fe poco ilustrada, transmiten precisamente eso a los feligreses.

¿Ha crecido la Caridad?
Mundanizado el criterio de la acción propia del católico, la Caridad se ha enfriado. Las mismas organizaciones católicas que tenían por carisma la Caridad, han dejado de practicarla. Y esto tiene una explicación: fue sustituida la Caridad por la “solidaridad”, por el altruismo y la filantropía, que nada tienen que ver con Cristo y la Iglesia Católica. La “solidaridad” expresada en el marco de la Doctrina Social de la Iglesia, no puede ser entendida más que como Caridad; pero hoy se entiende la solidaridad como una “acción social”, como entrega de bienes materiales al necesitado de bienes materiales… e incluso a lo “políticamente correcto” de participar en los plantes anticatólicos y antivida promovidos desde las Naciones Unidas (I Cor. 13, 3).

¿Se ha conservado la Tradición?
Como puede observarse, la Tradición es relativizada en los mismos Seminarios. Equiparada filosóficamente la Verdad con idéntica consideración otorgada a los errores filosóficos en los Seminarios, la Tradición corre la misma suerte: el relativismo impera en donde “todo es opinable”, porque el juicio propio campea como criterio para determinar la “acción del Espíritu Santo” cuando nada hay más falso que tal afirmación. No existe identidad entre la acción del Espíritu Santo con el juicio propio, y más bien existe una contradicción, ya que este último es un grave pecado. El Espíritu Santo no enseña ni impulsa los abusos litúrgicos, ni la desobediencia al Papa (ni las desobediencias del mismo Papa), ni los desvíos del Dogma, del Magisterio, de la Moral ni de la Tradición. Y si no es el Espíritu Santo… ¿quién inspira todo eso?

¿Hay más vocaciones y se ha crecido en evangelización?
He dejado para el final la pregunta central del modernismo, de la “Nueva Teología”. Y es central, porque alegando la existencia de “pocas vocaciones” en tiempos del Concilio Vaticano II, han sometido a la Iglesia con sus ideas prácticamente al vaciamiento de los seminarios, noviciados, aspirantados, e incluso de los fieles.
Y no es que fuese el Concilio en sí, sino la manipulación del mismo hecha por quienes ni siquiera lo han leído e interpretado. Y si el Concilio es objeto de manipulación, tal manipulación se cortaría si se solucionara el problema de raíz.
Lamentablemente, jamás se produjo la “primavera de la Iglesia”, sino que se ingresó a un “crudo invierno” que lleva más de 40 años. Es más, las voces que señalan esto son consideradas como “agoreras”… cuando no se hace más que ver el balance hacia el pasado de los resultados. Sería “agorero” si se hablara del futuro, pero se habla del pasado y del presente…
Católicos inseguros, de poca Fe, débiles, que cantan en Misa: “más allá de mis miedos, más allá de mi inseguridad”, mientras ofrecen a Dios la misma ofrenda que Caín. Personas que adoran a Dios porque así se sienten bien, sin darse cuenta que se están adorando a sí mismos, que realizan tales acciones para “sentirse bien” y no para en verdad adorar a Dios, que es Persona.
La Iglesia no ha crecido en número, mientras que el número que permanece fiel se ha dividido en quienes tienen la espiritualidad “berreta” de la “Nueva Teología” (y sus derivados), y los tradicionales que son cada vez menos. Tal división, inadmisible en la Iglesia, lleva a la conclusión de que quienes no son tradicionales, no están en plena unión con la Iglesia Católica, ya sea por desconocimiento o por perversión interna. Es decir: hay personas que se dicen católicos, que creen serlo, pero que no lo son. Tienen los criterios del mundo, impulsados por el mundo como fuente de pecado, e identifican eso con la Iglesia Católica.
No nos queda más que rezar, para que esta situación acabe. Y hay dos formas de que acabe: o una conversión de todos los católicos “berretas” (incluyendo a los integrantes de la Jerarquía de la Iglesia), o la pronta llegada del Apocalipsis, que anuncia la persecución a muerte de los católicos tradicionales casi hasta su extinción.

LA GRAN BATALLA EMPIEZA EN LOS ESPÍRITUS




Por Cosme Beccar Varela
Buenos Aires, 25 de Noviembre del año 2011 - 1074


He tratado de aclararme a mí mismo lo que pienso acerca del qué hacer para destruir la tiranía e instaurar un gobierno justo que restablezca la Justicia y el bienestar general, y de explicar a otros lo que me parece que debe hacerse y por qué creo que lo que todos ellos hacen hasta ahora, no alcanza, aunque sea meritorio y muy laudable, y que mucho menos alcanza no hacer nada y limitarse a deplorar lo que pasa.

Este es el planteo. Ahora tengo que ver si consigo ver claro, sacar conclusiones, hacer una propuesta, explicarla de una manera comprensible y dejarlo expuesto para que mis compatriotas puedan pensar sobre el asunto y decirme cuales son sus conclusiones. 

El problema es que hay que buscar la manera de llenar el espacio inconmensurable que hay entre la inmensidad de la tarea (acabar con  la tiranía e instaurar un gobierno justo) y los minúsculos medios con que contamos para semejante obra.

* * *

Me imagino un hombre parado frente a un abismo de una anchura tal que ni se vea el otro lado de la sima, pero que esté obligado a transponerlo, sin medio alguno del cual valerse, como una obligación moral que compromete su honor. Ese hombre tiene dos opciones: o quedarse donde está lamentándose de su suerte o proponerse hacer el cruce como sea y cuando pueda, sin dejar un instante de quererlo. 

Imaginemos, todavía, que en el lado en que él está domina una banda de facinerosos y que del otro, reinan los buenos en un país feliz. Quedándose de este lado puede dedicarse a mejorar las cosas en cuanto pueda y, en la medida en que los malos se lo permitan -ya que de este lado del abismo el poder será siempre de ellos-, puede intentar una concordia basada en algunas concesiones que le hagan los tiranos no pudiendo ignorar, sin embargo, que serán forzosamente precarias.

La opción para el hombre de nuestra parábola será con eso más difícil aún de resolver, porque no puede negarse que algún alivio podría tal vez conseguir, mientras que la decisión de intentar la travesía casi imposible aparecerá como una decisión insanamente utópica.

¡Ah! ¡Pero la alegría de pensar cómo será aquella otra ribera en donde reina la Justicia, los malos son castigados y los buenos premiados, Dios adorado y obedecido, la inocencia de los niños protegida, la virtud admirada y el vicio repudiado, esa alegría que anticipa la felicidad del otro país maravilloso, esa alegría no la tienen los que se resignan a vivir bajo la pata de los perversos en un vano intento de conseguir una falsa paz!

* * *

Ahora bien, el dilema de ese hombre es el que tenemos los "buenos patriotas", en especial los católicos, que vivimos bajo esta tiranía cuyo final no se avizora ya que tiene todo el poder y todas las cobardías a su disposición y puede durar indefinidamente, siempre para peor.

¿Qué hacer? Dice la Escolástica que lo primero en la intención puede ser lo último en la realización. De lo cual se deduce que lo que consiga uno realizar dependerá de lo que intentó. Si yo intento subir una escalera de diez escalones, lo primero es mi intención de llegar al décimo escalón y, por lo tanto, lo más y lo último que podré realizar es eso mismo, o sea, llegar al décimo escalón. Y nada más que eso.

Consecuentemente, si en esta noche de la Patria en que sobrevivimos, apenas nos proponemos prender dos o tres luces, como por ejemplo, impedir que se amplíen las causales de excusación del aborto contenidas en el art. 86 del Código Penal (que rige desde 1922) o conseguir que se dicte una nueva amnistía para los mil secuestrados políticos o que se suprima la "lista sábana" o insertar un candidato decente en las listas de legisladores de alguno de los partidos indecentes de la “dirigencia” o que se derogue el "homonomio" o conseguir cualquier otra cosa buena en sí pero que en nada modifica el sistema de poder montado por los malos, renunciando a destruir ese sistema y a instaurar una Autoridad legítima que haga reinar la Justicia, habremos optado por quedarnos de este lado del abismo que imaginaba en la parábola.

En cambio, si amaramos con un amor demasiadamente grande el país de la Justicia sin resignarnos a vivir en este otro de la injusticia, aunque no tuviéramos los medios de llegar a él todavía, habríamos puesto lo primero en esa obra, que es la intención, y la realización nos será dada por añadidura en la medida de la intensidad de nuestro deseo: "Buscad el reino de Dios y su Justicia y todas las demás cosas se os darán por añadidura" (S. Mateo. 6 - 33) 

Santo Tomás de Aquino, cita una frase de San Bernardo que expresa maravillosamente lo que quiero decir. La voy a transcribir primero en latín porque su fuerza de expresión es inigualable y da a entender lo que quiero decir con claridad meridiana:

"Amoris sunt decem gradus secundum Bernardum: scilicet quia facit languere utiliter, quaerere incesanter, operari indesinenter, sustinere infatigabiliter, appetere impatienter, currere velociter, audere vehementer, stringere indisolubiliter, ardere suaviter et similari: totaliter" (Opus 61, co.38, etc. citado en la "Tabula Aurea" de Pietri de Bergomo, pag. 75, 2da. col)

(Del amor hay diez grados, según Bernardo: a saber en cuanto hace languidecer útilmente,  buscar incesantemente, obrar sin pausa, soportar infatigablemente, desear con impaciencia, correr velozmente, atreverse con vehemencia, abrazar indisolublemente, arder con suavidad y otras cosas semejantes, siempre totalmente)

Si hubiera un número suficiente de argentinos -que no necesitan ser inicialmente sino unos pocos-, con el alma suficientemente grande como para amar de esa manera la Argentina que perdimos y la que debe ser, ese grupo sería como un motor siempre en movimiento, acumulando fuerzas que serán usadas siempre en la procura del Bien amado y capaz de hacer valer hasta el más pequeño medio de acción y la más fugaz ocasión para acercarnos un poco más al otro lado del abismo.

Las cabezas de la secta que nos tiraniza tienen un odio por Dios, por la Justicia y por la Argentina tradicional al que podrían atribuirse los diez grados del amor que dice San Bernardo, pero al revés.  Están unidas entre sí estrechamente por ese odio y han conseguido munirse de la fuerza material necesaria para imponerse sobre todos. Ese poder es el abismo que nos separa de la Argentina Justa y feliz.

Parecería que no teniendo una fuerza igual o superior para vencerlos, ese abismo es intransponible y que deberemos permanecer para siempre bajo su reinado de injusticia plagado de horrores.

Sin embargo, creo que si pudiéramos desear intensamente el triunfo de la Justicia y la derrota de los enemigos de Dios, se renovaría en nosotros aquella famosa lucha que hubo en el Cielo cuando Luzbel se rebeló exclamando. "¡No serviré!" a lo que San Miguel respondió: "¡Quién como Dios!". Esa fue la Batalla de las Batallas, la más grande de todos los tiempos y, sin embargo, fue “sólo” una lucha de espíritus en la que la fuerza material no contaba sino la fuerza invisible de las voluntades angélicas.

"En ese momento empezó una batalla en el Cielo: Miguel y sus Ángeles combatieron contra el Monstruo. El Monstruo se defendía apoyado por sus ángeles, pero no pudieron resistir, y ya no hubo lugar para ellos en el Cielo. Echaron, pues, al enorme Monstruo, a la Serpiente antigua, al Diablo o Satanás, como lo llaman, al seductor del mundo entero, lo echaron a la tierra y a sus ángeles con él". (Apocalipsis 12, 7-10).

* * *

Después ha seguido la misma lucha entre los buenos y los malos a lo largo de la Historia hasta el triunfo irrevocable de Nuestro Señor Jesucristo precisamente en el momento en que todo parecía perdido, porque el poder de la Sinagoga y el del Imperio Romano, aliados en su maldad, lo habían matado colgándolo de la Cruz.

Sin embargo, ese triunfo debe ser completado desde entonces y hasta el fin del mundo por la fidelidad decidida de las almas humanas que siguen al Redentor en lucha contra las que siguen a Satanás.

* * *

La situación política argentina es parte de esa lucha y aunque parezca de poca monta dentro del inmenso panorama de la Gran Batalla, no lo es porque cada día que toleramos el dominio de los malos es un día en que se agrava la ofensa a Dios que eso implica, se hace más difícil la salvación de los buenos y se induce la perdición de las almas.

Luego, no queda otra opción que proponerse, con los diez grados del amor que decía San Bernardo, la derrota de esta tiranía y la instauración de un gobierno justo que sirva el bienestar general, como un acto de amor de Dios que Le debemos por el Primer Mandamiento. Los medios para vencer, está prometido por el Divino Redentor que nos serán dados por añadidura.

Esto es lo que he conseguido aclararme a mí mismo con gran dificultad y creo que esto es lo que no consigo hacer entender, y mucho menos aceptar, por los “buenos patriotas”, tan briosamente empeñados en obras buenas, pero parciales, que no afectan en nada el poder de la tiranía y, por lo tanto, no sirven para la victoria, y hasta me atrevería a decir que ni siquiera sirven para los fines parciales que se proponen.

Cosme Beccar Varela 

e-mail: correo@labotellaalmar.com

EDICTO POR EL P. ANTONIO SAGRERA GAYÁ


Proceso de Canonización - Instrucción Diocesana

EDICTO


A todos los fieles laicos, consagrados y clérigosde la Arquidiócesis de La Plata Que hayan tenido la gracia de conocer o tratar con el Siervo de Dios Rdo. P. Antonio SAGRERA GAYÁ, Clérigo Regular de la Orden de los Teatinos, que ejerció su ministerio sacerdotal en la Parroquia “San Cayetano” entre los años 1976 - 1992, año en que falleció, y puedan ofrecer un testimonio sobre su vida, virtudes y fama de santidad, rogamos dirigirse a la Sede de esta Comisión para la Instrucción Diocesana: calle 14 nº 1009 (esq. 53) - La Plata. Tel: 425-1656/425-8269, de
lunes a viernes de 9 a 12 hs.
Pbro. Dr. Esteban Pablo Alfón
JUEZ DELEGADO

Cgo. Carlos Alberto Mancuso
NOTARIO

ENCUENTRODE CATEQUISTAS DE LA PLATA

Estando ya por comenzar un nuevo año litúrgico, conviene recordar la realización de nuestro encuentro anual
de Adviento.

Como ya lo informamos anteriormente, este año lo realizaremos el sábado 3 de diciembre, a partir de las
8,30hs en la Casa de Retiros Ceferino Namuncurá, Avda, 44y 164.

El tema del Encuentro “La Catequesis en la misión permanente arquidiocesana”, será presentado por el Señor
Arzobispo, y luego, sacerdotes y catequistas, trabajaremos en cinco talleres.

Finalizada la puesta en común de lo trabajado, un almuerzo a la canasta será el cierre fraterno de este
momento anual.

Al reiterar la convocatoria, que en nombre del Señor Arzobispo realizo, me es grato saludarlos con mi mayor
estima.

Mons. Raúl Gross
Director Junta Catequística