jueves, 21 de abril de 2011

LA MORAL DESDE EL CATOLICISMO

San Juan Bautista decapitado

Por Emilio Nazar Kasbo

El caso moral tiene dos aristas por sí mismas: a) la enseñanza general de la Iglesia sobre las virtudes y los vicios; y b) la conducta concreta a que se refieren esas virtudes o vicios, planteada de modo completamente hipotético (como hiciera el Papa en la entrevista hablando de un prostituto con sida que usa profiláctico), o de modo concreto y puntual, con nombre y apellido e identificación completa de toda la situación.

Es que hay personas que son herejes, pero a su vez hay quienes los conservan dentro del catolicismo... o para «ser más» en número, para «no perder más feligreses», permitiendo la enseñanza de herejías a cambio de conservar el número... hay quienes apañan estas situaciones como cómplices, y hay quienes han sido deformados e incluso de buena fe comparten desde herejías hasta la militancia herética, tomando como enemigos a quienes no comparten su pensamiento, que en realidad es una herejía.

Por ejemplo: hay una visión herética de la Iglesia, la cual exige «democratización»... ¿qué democratización exigen estos católicos? No hay otra posible: la misma de Lutero ¿entonces por qué no se hacen directamente protestantes, si el protestantismo ya fue inventado por ese sacerdote católico hace 500 años ya?

SACERDOTE PAGA UN ABORTO

Si tomamos el caso de un sacerdote que paga un aborto ¿Qué dudas suscita el tema? Ninguna. Al menos para quienes tienen en claro que el aborto es un crimen, que atenta directamente contra los Mandamientos en materia gravísima como es el «No Matarás», y para quien tiene claro que no solamente quien ejecuta un aborto comete un pecado, sino también quien colabora a ello (el fabricante de píldoras abortivas, el legislador que «despenaliza» el aborto, el gobierno que reglamenta una ley abortista, el juez que autoriza un aborto, el médico que ejecuta un aborto, todos los cuales están comprendidos en ese Mandamiento y con diversa responsabilidad, en lo cual también se incluye a quien financia el aborto, quedando todos excomulgados en el mismo momento en que la acción se efectúa, y por tanto no teniendo posibilidad de acceder a la Comunión). Solamente en este caso concreto de pagar un aborto podría haber una eximente: y es que el sacerdote que entregó el dinero no supiera el destino del mismo (es decir, que no supiera que quien recibía el dinero efectivamente se realizaría un aborto).

¿Qué perplejidades suscita el hecho? Que si no se esclarece la situación, se produce un grave escándalo entre fieles y con otros sacerdotes, porque una acción mala sin sanción no es exceso y abundancia de Caridad, sino un acto de injusticia. Ah, pero el cura se confesó y por eso se le levantó la excomunión... pero sucede que debe reparar lo que ha hecho (¿devolver la vida al niño abortado tal vez?), y en un escándalo hecho público debe decir públicamente que se equivocó, que hizo una mala acción, que ofendió a Dios...

¿Desorientaciones? Las lógicas: si a un cura que hace eso en esas condiciones no se lo excomulga... ¿se excomulgará a un fiel por hacer lo mismo?

LA NOTICIA Y LA MORAL

En general, la información tiene un contenido objetivo como noticia, pero otra cosa diversa es la evaluación de esa información. Cuando los medios no son católicos, la información ya viene con adjetivos incorporados (por ejemplo, «el sacerdote buscado por la justicia por pedófilo realizará un festival de beneficencia en el parque XXX para los enfermos del Hospital HHH»). En estos casos, no divulgan que el sacerdote hará un festival, sino que es pedófilo y buscado por la justicia por ese motivo, sin importar si la denuncia es verdadera o falsa). Noticias como estas u otras similares, implican además un enojo en el católico que tiene verdadero celo por las cosas de Dios, cosa que no sucede en los casos donde a la persona le importa un bledo Dios y todo lo que implica de verdad un pecado.

Las noticias, además, por lo general, no ofrecen elementos para un juicio de valor. Ni siquiera las notas policiales de los diarios, ya que quien busca enterarse de la versión real debe ver el expediente judicial de modo directo, ya que dejarse guiar por notas periodísticas puede implicar muchas veces la colaboración con una difamación. Y a veces, aunque la noticia tuviese los elementos que indican que es real, el elemento de difamación en los medios no va contra la persona, sino contra la Iglesia, porque en realidad va contra Cristo, va contra Dios.

En moral, no hay dudas. En cuestión de Mandamientos, virtudes y vicios, acciones santas o pecados, es todo claro intelectualmente. Eso es la moral, que un simple niño de 7 años puede comprender. Sucede que la Moral fue sustituida por la axiología, la cual pretende poner en vez de virtudes «valores», los cuales entran en conflicto para ver «cuál es superior a cuál», acabando en la moralina del malminorismo que hoy está causando estragos en la Iglesia en materia moral.
Muchos dicen que está «prohibido atacar a personas o instituciones. Hay que “atacar el error”, no al que yerra que eso ya le tocará a Dios». Eso es cierto. Pero lo que sucede es que en materia de Moral no hay error en el mero orden intelectual: hay una conducta errada que es calificada de buena o mala.

JUZGAR ACCIONES

En realidad, lo que no está permitido es el juicio a la persona. Lo que sí está permitido es el juicio a tal acción de una persona (de lo contrario no podrían existir los Tribunales de Justicia). Lo que se juzgan son acciones, e incluso la apariencia que ofrecen las acciones, porque la verdad real completa, los íntimos sentimientos y pensamientos de una persona sólo los conoce Dios; considerada la conducta así, no se juzga a la persona. Claro que un asesino es calificado de tal, como un Juez es calificado y recibe el trato de tal... pero eso no es un juicio a la persona, sino la persona calificada por su condición. Ah, alguien podrá objetar que la palabra «asesino» es negativa, que tiene toda una connotación... ¿Cómo diremos entonces? ¿Fulanito violó el quinto mandamiento? ¿Menganito quitó la vida a su semejante? Es decir, eliminada la palabra que se debe utilizar, quedrá un eufemismo.

Precisamente, los principios doctrinales en materia moral no están en juego, porque además son simples. Lo difícil es la calificación del hecho concreto, en cuanto a sus agravantes, atenuantes o eximentes de responsabilidad. Una cosa es lo doctrinario en la Iglesia, y otra la Moral, que es parte de la Filosofía práctica (como la Política, la moral social, etc).

Los puntos doctrinales en juego en la moralidad de los actos se refieren a los vicios o virtudes y los Mandamientos.
Realmente existe una infiltración dentro de la Iglesia, que tiene cabezas que se exponen como tales, pero que a su vez tienen seguidores del error que lo son de buena fe, creyendo que eso es la Iglesia. Y precisamente es de esos infiltrados de donde surgen generalmente los problemas de curas pedófilos, confusiones doctrinales y morales así como su apañamiento y justificación... ya que precisamente esa es su intención.

¿Qué es lo que puedo hacer como laico ante, por ejemplo, un sacerdote pedófilo? Lo que hizo ya no tiene solución, porque ya está hecho. ¿Denunciarlo? Si me entero yo, que soy un simple fiel... si se enteran los diarios ¿es posible que no se entera el Obispo ni antes ni después de que salte a los medios masivos de comunicación que tienen por fin atacar a la Iglesia por esos puntos débiles? Como laico, no puedo sustituir las obligaciones de la Jerarquía... que a veces parece mirar hacia otro lado.

Es más, en el caso concreto de un cura que paga un aborto, puede uno ser cómplice por encubrimiento cuando silencia la situación conocida, que además por lo general es reiterada. El encubridor es el que calla aquello que sabe, el que no denuncia lo que debe denunciar. No es que sea cómplice de un acto semejante solamente si alguien se encuentra involucrado personalmente en una situación similar, sino si revistiendo una posición determinada (un juez, un Obispo, o un testigo) no actúa como se debe ante el caso.

EL BUENO Y EL MALO

Barrabás quedó libre, y crucificaron a Jesús. ¿Era Barrabás un hombre honrado, o un comprobado delincuente? ¿Implica decir eso juzgar a la persona de Barrabás?

O en otro ejemplo: ¿Era el Herodes del tiempo del nacimiento de Jesús un hombre moral? ¿Era la actitud de San Juan el Bautista la de un hombre «desubicado» que le enrostraba en la cara lo que Dios enseñó y sus malas acciones? ¿Hizo San Juan el Bautista un juicio sobre Herodes? ¿Lo hizo público? ¿Quién era el bueno y quién era el malo: San Juan el Bautista o Herodes? ¿Cuál fue el precio de la acción de San Juan el Bautista?

O en otro ejemplo: ¿Faltó a la Caridad Jesús al llamar a los Fariseos «sepulcros blanqueados» y «raza de víboras»?

Reitero: en moral no es problema de «doctrina correcta», sino de aplicación de la «doctrina correcta». En el caso de un cura que paga un aborto ¿quién abre el foco de escándalo? La mujer que aborta. ¿Quién potencia el escándalo? El cura que lo avala. ¿Quién continúa en la misma secuencia de escándalo? El Obispado si no esclarece la situación.

PRINCIPIOS CLAROS

Efectivamente, tenemos los principios claros:

1- El aborto es un asesinato

2- El aborto deja fuera de la Iglesia a quien lo practica y a quienes se vinculan a él

Pero tenemos dos posturas divergentes ante tales principios claros:

A- El Obispo debe sancionar al cura y no lo hace, y en eso cumple su misión

B- El Obispo no debe sancionar al cura, y en eso cumple su misión

En sí, el tema concreto pero considerado en abstracto es una crítica al aborto, a un cura que pagó un aborto y al Obispo que no sanciona ni se pronuncia con claridad sobre la cuestión, en lo cual se produce un escándalo más grave que el otro, dado que tales pecados individuales y en conjunto son una ofensa a la Iglesia y a Jesucristo

Pero vayamos a un caso mejor: ¿Lutero debía ser excomulgado o no? ¿Qué pasó con Lutero mientras no fue excomulgado? ¿Qué pasó con Lutero y sus seguidores después de ser excomulgado?

LA MORAL DE HERODES

Evidentemente que al hablar de Moral atacamos el error. Pero el error es sustentado por una persona en un caso concreto, en lo cual hay una identidad práctica en materia de moral. En el caso del Obispo que no sanciona, no somos nosotros los que «levantamos más escándalo» al denunciar el hecho, sino que es el Obispo el que lo hace... ya que su acción es presentada como un aval a quienes financian abortos con la autoridad de dos miembros de la Jerarquía: el presbítero que pagó y el Obispo que no sanciona sin dar suficientes explicaciones.

Si fuese el caso de San Juan Bautista, la idea actual sería decirle que no ataque a Herodes, que ataque al «error en abstracto», que hable contra «la infidelidad», sin decirle nada a Herodes de su caso concreto, ya que provocará mayor escándalo el criticarlo, puesto que sería un cuestionamiento de la autoridad judía que Dios había designado... y si la mentalidad actual se aplicara en ese momento histórico, se acusaría a quienes criticaran a Herodes de levantar más escándalo, y se lo haría callar al mismo San Juan Bautista.

Lo que trato de mostrar, es la complejidad de la situación en materia moral, cuando la misma es desplazada por la «axiología». Nada más.

¿NO COMPROMETERSE?

Apliquemos lo dicho al caso de Herodes:

Diríamos a San Juan Bautista: «se puede decir que hay una contradicción entre los Mandamientos que Dios ha dado a Moisés y la conclusión a la que llega esta autoridad judía (todo argumentado doctrinalmente), pero sin mencionar de modo explícito a esa autoridad por su nombre y apellido. Y basta: todo acaba ahí, no se emite juicio. Luego se aclaran los principios, que en concreto en este caso son:

* el significado del matrimonio

* el significado del adulterio

* las consecuencias del adulterio

* claridad para saber cuándo sí soy cómplice de un acto como éste y cuándo no

* saber que no es Caridad avalar un adulterio

Y siguiendo esta razón «diplomática» que a lo concreto lo torna en abstracto, y a lo claro lo convierte en una nube de humo axiológica, en una Babel moral (o inmoral, mejor dicho). El razonamiento axiológico nos lleva a evitar la referencia a las personas (como Herodes) o a las instituciones (la Sinagoga que callaba), pero diciendo a a la gente la doctrina correcta para que pueda aplicarla siempre... o que si no lo hace sabrá entonces qué es lo que no realiza, como Herodes lo sabría. La Moral queda en una letra muerta que todos estudian y nadie acata, por «respetos humanos», por «evitar conflictos», por «no alterar la paz», por no «llamar a los problemas»

SAN JUAN BAUTISTA: ¡NO DIGAS ESO!

Una conciencia bien formada siempre sabrá ver el error y el mal, tal como se espera de un presbítero y de un Obispo, integrantes de la Jerarquía de la Iglesia... Por eso, habría que informarle a San Juan Bautista: «si hay denuncias por hacer respecto de Herodes, hay que dirigirse por formulario a la Sinagoga correspondiente, y hacer las denuncias que hayan que hacerse», y no meterse por cuenta propia, como hizo San Juan Bautista, con las consecuencias que pueden apreciarse históricamente: jugarse la vida y ser santo, porque murió Mártir por causa de Jesucristo a quien anunciaba.

Decirle a San Juan Bautista que un pecado como sucede con el caso de Herodes, no quita la pena moral de quien lo comete (aquí se abre todo un camino a la importancia de que Herodes reformara su vida según lo que Dios pidió en los Mandamientos, cosa que no estaba dispuesto a hacer porque su vicio era superior a sus intenciones).

Precisamente, el caso planteado deja ideas claras respecto a la acción de un santo de su tiempo y al pecado de una autoridad... ¡Un ejemplo de hace 2000 años con extraordinarias similitudes a los casos de hoy! Es que precisamente la naturaleza del ser humano no cambia.

Si tuviéramos hoy a San Juan Bautista delante de nosotros... ¿Qué le «aconsejaríamos»? Y de ese “consejo” dependerá el saber nuestro nivel actual de conciencia moral. ¿Le aconsejarías callar o lo seguirías en su prédica?

La Moral católica nos exige el compromiso, involucrarnos vitalmente con la enseñanza de Jesús, porque esa es la Evangelización: predicar la muerte y resurrección de Jesús para salvar a muchos, entre quienes nos queremos contar alguna vez.

CARTA ABIERTA A LOS DIRIGENTES POLÍTICOS FIRMANTES DEL DOCUMENTO “EN DEFENSA DE LA DEMOCRACIA”

Abogados por la Justicia y Concordia

Por Abogados por la Justicia y la concordia

Señores:

Hemos visto el público compromiso -ejemplo de civilidad- que han suscripto ustedes la semana pasada. Sin embargo, creemos necesario hacerles presente que allí ha sido omitido un tema fundamental para la salud de la República, cual es el estricto respeto a la Constitución y a las leyes.

Con profundo estupor nuestra Asociación contempla la diaria degradación del papel que, constitucionalmente, debiera desempeñar la Corte Suprema de Justicia de la Nación como custodio de los derechos de los ciudadanos. No hay República sin una recta justicia.

Tal deterioro en la administración de la justicia se muestra como una lamentable actitud de complicidad del Poder Judicial con el Poder Ejecutivo, que hoy comete los delitos más aberrantes de manera impune y sin cortapisas.

La democracia no es sólo el voto. Implica también el respeto hacia las reglas que permiten que una sociedad funcione; y no es la menor de ellas el reparto de poderes, que hace a la esencia de la convivencia republicana.

Cuando este principio es transgredido, cuando el supremo Tribunal del país, seguido por muchos tribunales inferiores, se hace parte en un proceso de tergiversación y parcialización de la historia impulsado por ideólogos de un proyecto que pretende modificar a la Argentina desde sus raíces y desatar una persecución de odio y de venganza, acontece lo que hoy presenciamos: la desaparición de nuestro sistema jurídico de principios sin los cuales ninguna sociedad civilizada puede subsistir; son ellos el principio de legalidad, irretroactividad de la ley penal, aplicación de la ley penal mas benigna, cosa juzgada, derechos adquiridos, cumplimiento irrestricto del debido proceso.

Como consecuencia de ello hay mil presos políticos y su número crece en forma inquietante. Como agravante se cuentan más de ciento veinte muertos en cautiverio. Son presos políticos por cuanto su encarcelamiento obedeció a una decisión política. Ya no solamente son perseguidos los militares, sino también, como se ha visto, cualquier ciudadano, a designio de la tiranía. Ante la ausencia del principio de legalidad todos los argentinos estamos en libertad condicional.

Así, con la certeza de la complicidad de la Corte Suprema en este modo de impartir ¿Justicia?, nuestros tribunales aplican hoy viles procedimientos a imputados y testigos, despreciando aquellos principios que permitieron que llegaran a nuestras tierras inmigrantes de todos los orígenes, confiados en la imagen de civilización y justicia que la Argentina mostraba al mundo.

Todos compartimos, la terrible sensación de decadencia de nuestra Patria, que ha desaparecido de todos los mapas, producto de la falta de seguridad jurídica imperante. Los argentinos hemos dejado de respetar la ley y, por sobre todo, la palabra empeñada. Nos transformamos en habitantes de una selva en la cual impera la voluntad del más fuerte. Hoy se ha logrado sustituir la vigencia del Código Penal y de los derechos y garantías contenidos en la Constitución Nacional, por una falsa, difusa y ambigua política de derechos humanos.

Pedimos que piensen en los inmediatos beneficios del regreso de ese esencial instrumento republicano en cuanto a la corrupción, a los contratos, a la verdadera educación pública, a la salud y a la vivienda; en suma, la Argentina volvería a ser la que nunca debió dejar de ser.

Los abogados que integramos nuestra Asociación, personas con diferentes visiones políticas, reclamamos unánimemente a quienes ejercen la máxima magistratura judicial el respeto a la ley y a esos principios básicos que hemos enumerado.

A ustedes les consta que lo dicho es cierto, y como dirigentes, algunos potenciales candidatos a la presidencia de la República, tienen la obligación de bregar por la restitución de un orden justo, como premisa necesaria para alcanzar la concordia entre los argentinos. Deben abordar con coraje y verdadero patriotismo, la reconstrucción de la República. Dios y la Patria lo demandan.

Mariano Gradín                  Alberto Solanet

    Secretario                             Presidente

EL DESTEÑIDO ESPEJO DEL ‘74

peron isabelita lopez rega

Por Enrique Guillermo Avogadro

“La soledad es el miedo

que se teje callando,

el silencio es el miedo

que matamos hablando,

¡y es un miedo el coraje

de ponerse a pensar

en el ultimo viaje …

sin gemir, ni temblar!”

Eladia Blazquez

Si quisiéramos buscar en el espejo de nuestra historia situaciones similares a las que estamos viviendo, deberíamos remontarnos a 1974 y 1975, aunque la imagen aparecería sumamente desteñida. Todos sabemos como terminó ese periodo.

Entonces, como ahora, la figura mas importante de la política argentina se acababa de morir, y su viuda había alcanzado la cima del poder. Entonces, como ahora, la situación económica se había tornado insostenible por la inflación y el atraso en materia de tarifas. Entonces, como ahora, las alas derecha e izquierda se enfrentaban, pero con otros métodos.

En el caso de Juan Perón, su influencia directa sobre la realidad había durado mas de tres décadas. En el caso de don Néstor (q.e.p.d.), solo siete años.

María Estela Martínez de Perón había llegado a la Vicepresidencia por decisión exclusiva de su marido, después que el debilitado líder viera fracasar su propósito inicial de sentar, a su diestra, a Ricardo Balbín y enterrar así el enfrentamiento suicida de los argentinos. La formula Perón-Perón se debió, entonces, a la necesidad de continuar arbitrando entre las distintas corrientes que integraban al Movimiento.

Cristina Fernández de Kirchner también ocupó la Presidencia por una difícil elección interna en la cual votó solo su cónyuge, que continuo reteniendo el poder real hasta su muerte, y que le ha dejado, como le ocurrió a “Isabelita”, un vacío imposible de llenar: el del arbitro equilibrista.

El oficialismo actual esta presenciando una lucha por el poder, que hoy lleva al campo de batalla a La Cámpora y a la CGT de Moyano, al “cristinismo” a ultranza vs. el “pejotismo” territorial, a los antiguos “jóvenes idealistas” vs. los postkirchneristas. Ese escenario, en el cual don Néstor (q.e.p.d.) sabia desenvolverse tan bien, hoy carece de un operador verdadero, mas allá de las meras maniobras electorales que personas como el “Chueco” Mazzon llevan adelante, con singular pericia pero efímera vida.

Cuando digo que el reflejo vuelve empañado del espejo hablo, sin lugar a dudas, de la imbécil y asesina ideología que llevo a tantos jóvenes de entonces a matar y a morir, en notoria contraposición con la actual, que solo piensa en las prebendas y en las billeteras.

Entonces también el Poder Ejecutivo tenia frente a si un problemón, determinado por el atraso cambiario y de tarifas, caída en el ingreso real de los trabajadores y creciente inflación. “Isabelita”, por determinación de López Rega, designó Ministro de Economía a un hombre de éste, que no encontró mejor solución que el “rodrigazo”.

¿Qué hará el Ministro del futuro Presidente que sea –incluida doña Cristina si, contra todas mis expectativas, decidiera presentarse- aun esta por verse, pero las mismas bombas de tiempo están plantadas en el futuro inmediato, agravadas por el descomunal gasto público y la insoportable voracidad fiscal. Salvo que consiguiera recuperar muy rápidamente la confianza en el Gobierno argentino en materia de seguridad jurídica y, con ello, recibir las indispensables inversiones, no tendrá muchos otros caminos para desenredar la perversa madeja inventada por el kirchnerismo.

Porque, si de futuro se trata, parece que la viuda de don Néstor (q.e.p.d.) no tiene demasiado interés en el. Si no fuera así, seria difícil encontrar una explicación –que exceda la profunda vocación por mejorar la caja oficial para continuar con el clientelismo y la corrupción- al decreto de necesidad y urgencia mediante el cual modifico una ley (marco en el cual fueron realizadas las inversiones de las ex AFJP’s) sin consultar al Congreso y desconoció –¡otra vez!- una sentencia concreta de la Corte Suprema de Justicia, que limita el uso de ese instrumento.

El pavoroso silencio de esta, que ha omitido generar el obligado pedido de juicio político a los funcionarios que incurrieron en tal delito, empaña un poco más, si cabe, esa imagen impoluta que tanto alaban muchos argentinos de todo pelaje.

Lo mismo sucede con todo el mundo empresarial del país que, compartiendo el dañino cortoplacismo que nos impregna y contamina, cree que el futuro se limita a la semana que viene, y que debe, cobardemente, transar con el gobierno de turno para mantener las prebendas que le permiten medrar, sin comprender que lo que esta en juego ahora mismo es su propia supervivencia.

El lunes por la tarde, mientras anunciaba descuentos en medicamentos para jubilados y la extensión del subsidio a las embarazadas, doña Cristina no pudo evitar caer en la tentación de referirse a este nuevo episodio de vulneración de las instituciones.

Lo hizo desde un ángulo sumamente curioso, porque exigió, en nombre de los cuarenta millones de habitantes, que una empresa privada distribuyera más dividendos que los que deseaba. Recurrió a un “relato” –así se llama ahora al dibujo de una falsa realidad- en el que los accionistas mayoritarios de Siderar aparecieron como unos criminales que impedían que se diera subsidios alimentarios a los desnutridos o mejores mensualidades a los jubilados. Peor aun, contó su teoría como si fuera una obligación de quienes poseen la mayoría de una sociedad inclinarse ante la voluntad de una minoría.

Incurrió, así, en varios disparates que llevan a una sola opción: ignora las normas mas elementales del derecho, confirmando que no se recibió de abogada, o es una cínica de marca mayor.

Lo primero que cabe decir es que, si al momento de concretar las ex AFJP’s sus inversiones en empresas privadas el marco jurídico existente (que impedía la concentración del voto en exceso del 5%) hubiera sido distinto, seguramente esas inversiones no se hubieran concretado. Después, la expropiación lisa y llana que hizo el Gobierno de todo el sistema de jubilaciones y ahorros privados fue una nueva alteración del ese marco jurídico, y permitió reunir en una sola mano, el Estado, dispersas inversiones realizadas por distintas entidades.

Luego, hay que explicar a quienes no son abogados ni expertos en materias societarias, que las empresas privadas son administradas por el directorio, cuya integración depende de la asamblea de accionistas, órgano máximo de expresión de la voluntad de estos. Ese directorio, anualmente, presenta a la asamblea un informe de la marcha de los negocios sociales y, en caso de existir ganancias, propone a los accionistas que hacer con ellas.

En general, puede decirse que se destinan a la constitución de reservas para momentos de crisis, a reinversiones en el propio negocio o a dividendos a distribuir entre los accionistas. La decisión final la adopta la asamblea, por mayoría de votos presentes. Entonces, la pretensión de doña Cristina de obligar a Siderar a distribuir mas dividendos constituye una injerencia inaceptable del Estado sobre una persona privada, aunque esta sea jurídica y no física.

La Presidente, en la alocución que cito, tan ponderada por la claque habitual de aplaudidores compulsivos, se permitió, además, decir que esos dividendos que pretende se repartan no la beneficiarían a ella, ni a su Ministro de Economía o a su Administrador de la ANSES, sino que seria alegremente repartido entre los habitantes del país.

Es sabido que este es el mas corrupto gobierno del que se tenga memoria en la Argentina, y que han sido precisamente los Kirchner quienes literalmente se robaron los fondos de Santa Cruz, entre otras muchas canalladas de similar tenor. Pretender que estos se#ores, amparados por los rápidos sobreseimientos de un juez con pasado prostibulario, administraran sanamente en el futuro los bienes públicos, parece cosa de risa, si no fuera tan trágica.

Nótese, además, que la suma que la Presidente pretende que Siderar distribuya –unos seis mil millones de pesos- implicaría para el Estado, dada su participación en el capital de la empresa, un ingreso del orden de los mil quinientos millones. Si, por arte de magia, los famosos fondos –provenientes, recordémoslo, de la venta de YPF a Repsol, que tanto apoyo don Néstor (q.e.p.d.) cuando era Gobernador- fueran devueltos por los Kirchner y reaparecieran en las arcas publicas, el Tesoro recibiría ¡cuatro veces más dinero!

La reiterada y lloriqueante mención a “el” en el discurso presidencial, que esta vez contuvo algunos sabios consejos del fallecido a su cónyuge supérstite referidos a los pobres, no hace más que aumentar la indignación frente a un Gobierno que, a fuerza de ser tan corrupto, se ha transformado en un verdadero genocida. Con la plata que se han robado –en los negocios brutales con Venezuela, en la sobrefacturación de obras publicas, en las actividades vinculadas con el narcotráfico y hasta en la falsificación de medicamentos para enfermos terminales- se podrían construir hospitales y viviendas dignas y dotar de agua corriente y cloacas a grandes conglomerados humanos que hoy, después de ocho años de kirchnerismo, han aumentado sensiblemente su tamaño.

La abrumadora y machacona cita de cifras de distribución de riqueza, de pobreza e indigencia, todas medidas con el falso termómetro del INDEC de Moreno, fue un nuevo agravio a la sensatez y a la inteligencia de los argentinos. Tanto como lo fue, al día siguiente, su desafío a la empresa a presentarse a elecciones, si pretendía desafiar al poder que doña Cristina ejerce.

Debe considerarse, también, que este nuevo ataque a las instituciones y a los grandes protagonistas de la economía agudizara la aversión al riesgo argentino en los inversores.

Sin la presencia de estos, y con el gasto publico enfocado solo al cortoplacismo y al clientelismo, resultará imposible que la Argentina crezca en desarrollo humano, que la riqueza que genera el tan favorable escenario internacional se distribuya mejor, que la mayor capacidad industrial permita crear más y mejores puestos de trabajo, que se amplíe la oferta de bienes y, con ello, que se reduzca la inflación.

En una nueva confirmación al aforismo “cada pueblo tiene el gobierno que se le parece”, las más recientes e incuestionables pesquisas realizadas muestran que mis compatriotas, por abrumadora mayoría, están conformes con la vocación estatista que hoy encarna el Gobierno.

Después de la pésima privatización de YPF por don Carlos Saúl, realizada con el esencial lobby de don Néstor (q.e.p.d.) entre los gobernadores remisos y de la tan curiosa “renacionalización” de una parte importante del capital de la petrolera y de la conducción de esta, un 67% de los argentinos cree que habría que reestatizarla. Como dijo Ricardo Salda#a esta semana, en su impagable nota “Y la nave va …”, solo el “síndrome de Estocolmo” que padecemos como sociedad puede explicar esta reiterada prueba de la estupidez nacional.

Para concluir, y dado este nuevo y gran paso hacia un futuro chavismo en la Argentina, solo cabe formular una pregunta: ¿alguien puede imaginarse la foto de doña Cristina entregándole mansamente la banda y el bastón a un sucesor de distinto palo?

En la respuesta, quizás, este contenido el futuro.

Bs.As., 20 Abr 11

PROMOCIÓN DEL ABORTO EN LA FERIA DEL LIBRO

Aborto por misoprostol NO ES UN CARAMELO

Según noticias periodísticas, el domingo 24 de abril a las 20.30 hs. y en el marco de la 37° Feria Internacional del Libro en Buenos Aires, la Editorial Nuestra América presentará, promocionará y distribuirá el libro titulado “Todo lo que tenés que saber sobre cómo hacerse un aborto con pastillas”.

A raíz de ello, la Red Federal de Familias de la Ciudad de Buenos Aires emitió un comunicado en el que “repudia enérgicamente a la mencionada publicación, así como su presentación, promoción y distribución”.

“El uso del misoprostol, previo a provocar la muerte del ser humano en gestación, provoca a los niños por nacer intensos sufrimientos que, indudablemente, constituyen tratos crueles, inhumanos y degradantes, impropios de su condición y dignidad humanas. Por otra parte el fármaco se ha revelado como altamente peligroso para la vida y la salud física de las mujeres”.

Advierte asimismo la entidad que “la promoción pública de tal práctica podría, además, configurar el delito de apología del crimen, previsto y reprimido por el artículo 213 del Código Penal. El ordenamiento jurídico argentino protege la inviolabilidad de la vida humana desde el momento de la concepción y hasta la muerte natural; y el Código Penal de la Nación Argentina castiga al delito de aborto voluntario en cualquiera de sus formas (química o quirúrgica), en sus artículos 85, 86 -primera parte- y 88 -especialmente referido a ‘la mujer que causare su propio aborto’-”.

El comunicado concluye expresando particular preocupación porque “estas actividades están previstas en el marco de uno de los eventos culturales más importantes que se desarrollan en el país” y porque “se ha elegido para llevarlas a cabo el día de Pascuas de Resurrección, Triunfo de la Vida por antonomasia”.

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Fuente:

NOTIVIDA, Año XI, Nº 756, 20 de abril de 2011

Editores: Lic. Mónica del Río y Pbro. Dr. Juan C. Sanahuja

Página web: http://www.notivida.org

Email: notivida@notivida.com.ar

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