domingo, 13 de marzo de 2011

POR EL HONOR DE LA SANGRE

Sangre de Cristo

Por Antonio Caponnetto

Mientras el mundo gemía el drama de Japón, sucedido en el inicio de la Cuaresma; mientras el luto desplegaba su ropaje austero sobre el corazón de los hombres decentes, nos llegó la noticia, según la cual, un grupúsculo burdelesco de funcionarios oficialistas, encabezados por el actual ministro de Economía, se daba cita en el bar "Perón Perón", ubicado en lo que llaman ahora Palermo Hollywood, y que otrora supo ser, decentemente, “un cielo de relinchos y de crines”, al decir de Jorge Luis Borges.

La banda orgiástica del kirchnerismo tenía su propósito expreso en aquella jornada luctuosa de marzo: presentar un nuevo vino, llamado El Justicialista, que según sus promotores, sumaría aún más alegría a la que ya tiene el pueblo como consecuencia de las bondades múltiples que prodiga este Gobierno.

Henchidos de ínfulas electoraleras -que es estar rebosante de chapuzas- los hijos de Cristina libaron y brindaron por lo que juzgan su inmodificable y seguro triunfo político.

Personajes de talante prostibulario se aglutinaron alrededor del neobrebaje, convencidos todos de que se puede imponer la alegría popular por decreto de necesidad y urgencia. Y cada uno de ellos, a su turno y copa en garfio, sintióse autorizado a expresar alguna sonora porquería.

Llegado el momento del palurdo que funge de Secretario de Cultura –y que para abreviar llamaremos Jorge Coscia- dijo, según registro de las crónicas: “El vino es bíblico. El famoso pedo que se agarró Noé aparece en la Biblia, el primer libro." (cfr. La Nación, 12-3-2011,p.18).

“Todos se rieron con ganas”, según apunta a renglón seguido el mismo informante. Es lógico que así fuera. Existe un patológico reír –propio de los idiotas o de los degenerados- el perfidum ridens, que expresa el gozo que les causa ver la humillación de los demás. En este caso el humillado era nada menos que el Patriarca Noé, cuya embriaguez (Gen. 9,18-29) es figura de esa copa densa de los pecados del mundo, que el mismo Cristo pidió auxilio al Padre para poder beber (Mt.26,42). Así lo vieron exégetas de nota, y el mismo Buonarotti lo plasmó en uno de sus frescos, el último de la serie del Génesis que está en la bóveda de la Sixtina.

Pero para el Secretario de Cultura –paradigma del intelectual K- Noé es apenas un borracho, y el sacrilegio un divertimento de taberna peronista. Es que Coscia, como sus pares de Carta Abierta, merecen ser discípulos de aquella extraña Escuela de Slovenrie, para quienes orinar, peer y vomitar era el modo connatural de expresarse.

Faltaba lo peor, y al final llegó en aquella tenida patibularia. El Ministro de Agricultura, que responde al nombre de Julián Domínguez, alzó una de las botellas de “El Justicialista”, y “se animó, incluso, a comparar el vino con la sangre de Cristo, que ‘dio la vida por la humanidad’, con la sangre de Kirchner, que ‘dio la vida por la política’” (Cfr. La Nación, ibidem).

Y hay una sola manera católica de castigar esta horrible imprecación. La explica San Alfonso María de Ligorio en su Sermón IX –para el domingo XXIV después de Pentecostés- citando a San Juan Crisóstomo: “cuando oigas blasfemar a un hijo vuestro, rómpele la boca, santificando así vuestras manos" (Cfr. Obras Ascéticas, Madrid, BAC, 1954, vol.II, p. 523). ¿Quién osará aplicarle la merecida pena? ¿Acaso alguno de estos obispos felones que cuando sale algún curazo agalludo a contener a los viles, acaba pidiéndoles perdón y acallando al valiente?

No; nadie excepto el Dios de los Ejércitos castigará a estos repugnantes blasfemos. Que no se llaman sólo Boudou, Coscia o Domínguez, porque tienen los mil nombres de los obsecuentes que rodean el trono de la jaca.

Por eso, desoiré en la ocasión a las voces amigas que me piden no trasgredir los límites de la mesura. Pero ¿si no estoy dispuesto a este minimísimo gesto de santa indignación por el honor de la preciosa Sangre de Cristo, por quién lo haré?

Escuchen pues, esbirros y esbirras kirchenristas que han sido o serán capaces de tamaña perfidia; escuchen lo único que merecen escuchar con voz tronitonante: son todos ustedes una manga de hijos de puta.

Sanguis Christi, inebria me.

LA VIUDA SE EQUIVOCA

a reina cristina

Por Fernando A. Castro Pintos *

Cuando en la antigua GRECIA se celebraban memorables obras de teatro, un CORO, hacía el relato previo a lo que transformaría COMEDIA en TRAGEDIA.

En nuestros días, en el triste presente argentino pasa lo mismo. El CORO de la ciudadanía, avizora un final de TRAGEDIA a la escenificación de la protagonista; única actriz de pacotilla, que no quiere ver la realidad; la que se cree dueña absoluta del escenario y por qué no de las cámaras televisivas. Esa necedad, desidia e imprudencia en tratar de manejar “la cosa pública”, nos va arrastrando a todos los argentinos a un callejón sin salida.

La falta de LIBERTAD, la falta de respeto por las INSTITUCIONES de la NACION en general y del CIUDADANO en particular, quedaron plasmados en su última actuación teatral en la cancha de Huracán.

Pero la Señora se equivoca, como ya se equivocó el difunto idolatrado cuando el CORO sabía que sus candidatos “testimoniales” eran cargos ocupados por sus esbirros ó sicarios del régimen que terminado el sufragio volverían a administrar sus mezquinos intereses.

El CORO sabía que renunciarían. LA VIUDA SE EQUIVOCA.

No todos somos espectadores, que cumplimos a pié juntillas sus dictámenes.

AQUEL que no tenía escrúpulos, antes de dejar este mundo, pasó los pergaminos a su dignataria y cae muerto dejando para siempre sus sueños de bronce. Esos pergaminos guardan la causante de la oscuridad que cubre nuestra Patria; es la madre oculta de todos nuestros males: la IGNORANCIA, la INTOLERANCIA, la PERFIDIA, el FANATISMO, la falta de RAZON ó lo que es peor la SINRAZON, la INJUSTICIA…estas son las armas que utilizaba el muerto y la viuda ha demostrado gran habilidad en su manejo. Son las herramientas del déspota para sojuzgar a todo un pueblo, son los mecanismos que utiliza este gobierno para afianzar SU PODER.

PERO LA VIUDA SE EQUIVOCA.

No todos somos ignorantes, ni intolerantes, ni ejercemos perfidia, ni somos fanáticos de ningún tipo y tratamos de ser lo más razonables posibles para poder INTERPRETAR los HORRORES de este REGIMEN. Este es el mismo pueblo que en el 2008 dijo BASTA en las urnas. Es el CORO que clama por LIBERTAD; es el CORO que exige a las autoridades que volvamos a ser una REPUBLICA; que necesita de la CONSTITUCION; que se respete al SOBERANO; que se aprecie su esfuerzo y se valoren sus bienes personales.

Es vergonzoso saber que más de la mitad de sus más estrechos colaboradores estén “sospechados” por la Justicia en un común denominador: CORRUPCION.

Es deber de un buen ciudadano hacer no solo aplicar las Leyes sino hacerlas cumplir, dejarlo pasar es una afrenta a nuestra INSTITUCION DEMOCRATICA.

Por qué un ciudadano tiene la capacidad para asumir las consecuencias de sus actos y un funcionario público no?

Goza del respeto público aquel que actúa a conciencia y honestidad ejerciendo su albedrío con sabiduría y acierto. Nos MARAVILLA el respetuoso y justo con sus vecinos y consigo mismo, ofreciendo su mano para ayudar generosamente sin esperar nada a cambio. Nos DESLUMBRA el que posee sentido de la justicia, el que predica con el ejemplo, el que motiva a su próximo entusiasta en el logro de sus más nobles ideales. Nos FASCINA la pureza de pensamiento, cuando arroja lejos su costal de piedras de odio, envidia y revanchas que no era más que pesado lastre que lo anclaba en un profundo y oscuro pozo convirtiéndose en un sincero y franco hombre. Nos llena de GOZO el que valora a sus semejantes que no juzgan, que tiene personalidad propia, que extiende su mano para levantar al caído , con sensibilidad, con coraje, solidario, con bondad, con respeto, con alegría, con FE, con ESPERANZA, con humildad, con amor propio y para los demás.

SEÑORA PRESIDENTE: ASI ERA NUESTRA SOCIEDAD. Ud. No se olvidó de enumerar todos estos puntos sino que los esquivó.

Los ARGENTINOS queremos recuperar nuestra sociedad así, como éramos hasta hace unos ocho años atrás. QUEREMOS VOLVER A LA REPUBLICA.

* castropintos@yahoo.com.ar

SECRETARIO CRUZADA CONSERVADORA

PARTIDO DEMOCRATA de la Capital Federal

LA “JUSTICIA” DEL RÉGIMEN. MISCELÁNEAS

boom inmobiliario de okupas

Por SILVIO H. COPPOLA

Cediendo como es la costumbre de este gobierno, pese a discursos triunfalistas de todo tipo, después del doble discurso habitual, el poder ejecutivo, a través de uno de sus jueces (esta vez en lo penal-económico), decidió que en el avión de Estados Unidos demorado por la Aduana del país, no se cometió ningún tipo de delito. Bastó para esta resolución la protesta yanqui. Y entonces se resolvió que las “mercaderías” en cuestión“no estaban escondidas, sino ubicadas junto al cargamento autorizado”. Total, se trataba sólo de “armas, municiones, equipos para comunicaciones, medicamentos psicotrópicos”, etc. Como se ve, nada de importancia. Por analogía, en el próximo embarque de droga a España, se podría poner la misma al alcance de cualquier inspección y en caso de que hubiera alguna observación a su traslado, ampararse en la jurisprudencia que se sienta con el precedente citado.

Salvando distancias, es parecida a la inventada por la jueza nacional dra. Tiscornia, que resolvió que la “ocupación de lugares públicos no es delito”, a raíz de la invasión del Parque Norte de la Capital Federal. Piedra libre entonces para cualquier persona o grupo que resuelva tomar la propiedad pública. Incluso se podría incluir, ampliando los espacios del luminoso fallo, la propia Casa de Gobierno. En disculpa de la magistrada, es del caso señalar que con su resolución satisface cumplidamente los deseos del gobierno nacional, de poner gente en la calle contra el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y de paso, conservar su cargo, evitar el juicio político y eventualmente cualquier escrache o rotura de dientes.

Lo que ha sido corroborado prácticamente por el obsecuente y válido para todo ministro de Justicia Alak en el día de ayer (10/3/2011), que ante una nueva ocupación de viviendas en la ciudad de Buenos Aires, manifestó la incompetencia nacional (policía federal) para intervenir en un eventual desalojo, por otra parte ya ordenado por la justicia ordinaria. Podría alegar tranquilamente, que “la orden viene de arriba”, pero por un exceso de pudor no lo ha hecho.

Mientras, se ha declarado la prescripción de la causa sobre los sobornos a funcionarios, que habría pagado IBM, para lograr la informatización del ANSES. Juicio iniciado en 1996, lentamente tramitado, lentamente olvidado por la opinión pública y lentamente llegado a su prescripción. Indudablemente para nuestra justicia es más fácil declarar esta, que investigar a fondo la causa o cualquiera similar. No olvidemos no obstante, que todo data de la época del Innombrable y que las coimas habían ascendido a menos de U$S 500.000, lo que es un ganga dada la época y por consiguiente su importancia no es del todo destacable como para prolongar demasiado cualquier juicio.

Otra funcionaria que con afán y sin argumentos busca salvar su pellejo, es la jueza W.López, que interviene en la causa que investiga la muerte de Mariano Ferreira, militante del Partido Obrero, quien fuera asesinado en Avellaneda en disturbios donde intervinieron trabajadores tercerizados, elementos de la Unión Ferroviaria y activistas de aquél partido. Achacándose el crimen con arma de fuego al “poder sindical”, lo más sencillo para la jueza para dejar conforme al gobierno, a la prensa y a la opinión pública, es decretar como lo hace, la presión preventiva para el secretario del gremio y dos de sus colaboradores. Son tan fútiles, mentirosos y tan sin sentido los motivos, que sin duda esta resolución será revocada por la cámara respectiva. Pero está dentro de lo importante para un juez o jueza: primero, mirar para arriba para saber qué desea, no Dios nuestro Señor, desde luego, sino la cabeza del poder ejecutivo. Y luego obrar en consecuencia, esquivando como sea las amenazas de juicio político, de escrache o incluso de agresión. En todo esto último, nuestros jueces pueden dar cátedra, salvo honrosas excepciones, que indudablemente las hay.

De menor cuantía es el fallo, pero indudablemente llama la atención, que el futbolista Buonanotte, fuera sobreseído en la causa penal que se le siguiera, por fallecimiento de tres personas, al volcar el auto que conducía y por las cuales era acompañado. Pese a las características del accidente, el sobreseimiento habla de que “no hubo ni impericia ni negligencia” de su parte. ¿Y entonces qué pasó? Faltaría que lo recomienden para una condecoración.

Aunque siempre están en el tapete, tanto los jueces federales Oyarbide como Canicoba Corral, pueden catalogarse como los máximos exponentes de la subordinación, no sólo a los deseos del poder ejecutivo, sino también a los grupos de presión en general. Por eso difícilmente vayan a ser ascendidos, pues siempre tienen que estar dispuestos a actuar, al escuchar la voz de orden que corresponda. Lo casi último de Oyarbide, es declarar en la causa contra los Kirchner por enriquecimiento ilícito, que no hubo delito y sobreseer rápidamente.. Pero hay decenas más en su haber. Y en lo que hace al otro juez federal, hizo suyo sin estudio el dictamen del fiscal Nisman en la causa de la Amia, recibido directamente de la Embajada de USA, y obró en consecuencia, salvando igualmente su cargo y prerrogativas. En cuanto al fiscal, mereció otros reconocimientos internacionales.

LA PLATA, marzo 11 de 2011.

EL SEÑOR DE LAS PAMPAS 14 Mar 1877 – Su fallecimiento

a Juan Manuel de Rosas

Argentinos

"Ninguno ignora que una fracción numerosa de hombres corrompidos, haciendo alarde de su impiedad y poniéndose en guerra abierta con la religión, la honestidad y la buena fe, han introducido por todas partes el desorden y la inmoralidad, han desvirtuado las leyes, generalizado los crímenes, garantizado la alevosía y la perfidia. Habitantes todos de la ciudad y campaña la divina providencia nos ha puesto en esta terrible situación, para probar nuestra virtud y constancia, resolvámonos pues a combatir con denuedo a estos malvados que han puesto en confusión nuestra tierra, persigamos de muerte al impío, al sacrílego, al ladrón, al homicida y sobretodo al pérfido y traidor que tenga la osadía de burlarse de nuestra Fe, que de esta raza de monstruos no quede  uno entre nosotros. Que su persecución sea tan tenaz y vigorosa que sirva de terror y espanto a los que puedan venir adelante, la causa que vamos a defender, es la de la Religión , la de la Justicia y la del Orden Publico, es la causa recomendada por el Todo Poderoso el dirigirá nuestros pasos, con su especial protección, nuestro triunfo será seguro."

Brig Gral Juan Manuel de ROSAS - “El Restaurador de la LEYES ”

 

Por DANIEL OMAR GONZÁLEZ CÉSPEDES

“Yo siempre fui un patriota de la tierra y un patriota del cielo”. Leopoldo Marechal

El 14 de marzo de 1877 y lejos de la Patria que tanto amó, entregaba su alma al Creador nuestro Ilustre Restaurador de las Leyes y defensor de la Religión, Don Juan Manuel de Rosas “EL SEÑOR DE LAS PAMPAS” 

Por eso el motivo de esta conmemoración, ante un nuevo aniversario de su muerte, encuentra su síntesis en las palabras que pronunciara el P. Alberto Ezcurra, cuando la justa repatriación: “… te pedimos Señor, te pedimos que no olvidemos nunca las cosas grandes de nuestro pasado. Porque una Nación sólo puede construir su futuro, si como un árbol tiene hundidas profundamente las raíces en la verdad del pasado”. Y nuestro pasado, a decir verdad, es de una gloria absoluta. La Argentina no fue concebida por la democracia liberal; fue la Realeza de Nuestro Señor Jesucristo la que le dio en sus comienzos el ser y en la historia su grandeza. Grandeza que encontramos en el gobierno de este gaucho y patriota.

Rosas tenía una profunda concepción católica de la política. Sabía que el orden social debía fundamentarse con sólidos cimientos religiosos, morales y jurídicos. Recibió un país anarquizado y logró restaurar, gracias a esa sabiduría práctica que poseía  -propia del ejercicio de la prudencia-  la autoridad y la unión; son sus palabras: “… Ninguno ignora que una facción numerosa de hombres corrompidos, haciendo alarde de su impiedad y poniéndose en guerra abierta con la Religión, la Justicia, la Humanidad, el Orden Público, la Honestidad y la Buena Fe, ha introducido por todas partes el desorden y la inmoralidad, ha desvirtuado las leyes, generalizado los crímenes, disuelto la sociedad y presentado en triunfo la alevosía y la perfidia. El remedio de estos males no puede sujetarse a formas, y su aplicación debe ser pronta y expédita… Persigamos de muerte al impío, al sacrílego, al ladrón, al homicida y sobre todo, al pérfido y traidor que tenga la osadía de burlarse de nuestra buena fe. Resolvámonos a combatir con denuedo a esos malvados que han puesto en confusión a nuestra tierra… El  Todopoderoso, que en su Divina Providencia nos ha puesto en esta terrible situación, dirigirá nuestros pasos y con su especial protección nuestro triunfo será seguro”.

¡Viva la Santa Federación, mueran los salvajes unitarios!

He aquí el santo y seña por excelencia, porque la confrontación entre unitarios y federales no se trataba de una rencilla igual a las que hoy estamos hartos de ver en la politiquería local. Era, esencialmente, una cuestión teológica; por eso es que se tornó irreconciliable. La Federación significaba el celo ardiente por la fe en Dios y por la Patria. El liberalismo, engendrado en las satánicas sectas masónicas, era el componente ideológico que alimentaba al Unitarismo. Por eso éstos, nos dirá el Caudillo, atacan a la Santa Religión Católica que es la que “engendra virtudes cristianas y cívicas que constituyen la base de la felicidad de los Estados”. El “Mueran los salvajes unitarios” es pasible de comparación con el “matar al error, amar al que yerra” agustiniano. Así se lo explicará a Felipe Heredia: “No es que se desee la muerte (física) de determinadas personas, sino que mueran civilmente, o que sea exterminado para siempre el feroz bando unitario”. “Viva la Santa Federación”. ¿Por qué habría de ser Santa? Porque la causa que se defendía era “la causa encomendada por el Todopoderoso”.

Repitámoslo para que no queden dudas y consignemos tres breves ejemplos para confirmar lo expuesto insistiendo que, en el fondo, se trataba de una cuestión teológica. El bien y el mal se daban batalla en una época en donde el sentido religioso es el que impera. Por esto es que, entonces, a los unitarios se los consideraba como a herejes; de allí es que toma sentido la divisa levantada por Juan Facundo Quiroga “¡Religión o muerte!”; el canto que se oía en las provincias: “Cristiano soy, líbreme Dios de ser porteño”; y la carta que el Restaurador le enviara al Tigre de los Llanos donde le expresa que “Antes de ser federales éramos cristianos”. ¿Qué quiso significar con ello? Sencillamente que la condición de católico sustenta a la de patriota.

El justo y merecido reconocimiento.

Traigamos a nuestra memoria, para ir concluyendo, tres fragmentos de misivas del Padre de la Patria que nos sirven como testimonio irrefutable.

En la primera de éstas le expresará a su amigo Guido su alegría por el rumbo que llevaba la Nación conducida por Don Juan Manuel: “… Veo con placer la marcha que sigue nuestra Patria: desengañémonos, nuestros países no pueden (a lo menos por muchos años) regirse de otro modo que por gobiernos vigorosos, más claro, despóticos…; no hay otro arbitrio para salvar un Estado que tiene (como el Perú) muchos Doctores… que un gobierno absoluto” (26-X-1836).

En el segundo testimonio el Grl. San Martín hace al Restaurador su apreciación sobre la Confederación Argentina: “He tenido una verdadera satisfacción al saber el levantamiento del injusto bloqueo con que nos hostilizaban las dos primeras naciones de Europa; esta satisfacción es tanto más completa cuanto el honor del país no ha tenido nada que sufrir, y por el contrario presenta a todos los nuevos estados Americanos un modelo que seguir y más cuando éste esté apoyado en la justicia” (2-XI-1848).

Don Juan Manuel, el Señor de las Pampas, condujo a su pueblo al bienestar, es decir, logró el anhelado Bien Común, fruto de su abnegada vocación de servicio. Por ello el Libertador le expresará que: “… como argentino me llena de verdadero orgullo, el ver la prosperidad, la paz interior, el orden y el honor restablecidos en nuestra querida patria; y todos estos progresos efectuados en medio de circunstancias tan difíciles en que pocos estados se habrán hallado.

Por tantos bienes realizados, yo felicito a Ud. Sinceramente como igualmente a toda la Confederación Argentina” (6-V-1850).

Colofón.

La Argentina estaba siendo sometida y ante el peligro de verla perecer Juan Manuel encarnó la reacción criolla. Restableció a la Nación reafirmándola en los principios que le dieron el ser y la devolvió al imperio de la virtud, del bienestar y de la grandeza.

Hoy nuestra Patria está siendo amenazada de muerte. Reaccionemos como Don Juan Manuel, como verdaderos patriotas. Sabemos que los tiempos son malos; “coraje doble” entonces.

El Caudillo Restaurador nos alienta con su ejemplo. Hagamos nuestro, pues, su Ideal que no fue otro más que el Reinado de Cristo en la Argentina; y por el cual luchó y consagró su vida.

DANIEL OMAR GONZÁLEZ CÉSPEDES

FRACASO UNIVERSITARIO.

a Estudiante

Por Tcnl. José Javier de la Cuesta Ávila (LMGSM 1 y CMN 73)

      La noticia de que las "universidades de la región están ausentes en un ranking mundial" (La Nación . 1203'2011) debería producir una reacción de protesta en la sociedad argentina debido a que ello señala que el sistema "no esta produciendo conocimiento" (Dra. Silvina  Gvirtz) es decir estamos destruyendo el futuro en la formación  de las capacidades de aquellos que serán profesionales en el mundo universalizado competitivo del mañana.

      Esta grave situación venía siendo planteada en los niveles primarios y secundaros pero no era señala con tanta crudeza en el terciario que es el verdadero puente de ingreso desde la educación a la actividad laboral. En una cultura del "conocimiento" que cada vez requiere que las personas tengan una calidad mayor para atender y conducir los múltiples y complejo medios que hacen a la producción y la subsistencia de las comunidades, la noticia que señala  sus conclusiones luego de una evaluación en  13.589  academias en  131 países, es realmente alarmante.

      Nuestra Argentina fue en un pasado no remoto uno de los focos de atracción para la educación y los logros alcanzados mostraban a una sociedad que se desarrollaba como fruto de las capacidades de sus habitantes, pero aquel brillante proceso se ha estancado, dando como resultado esta oscura realidad. En el presente hay temas como la inseguridad o la inflación que afligen a los argentinos por sus efectos inmediatos, pero, la cuestión educacional que requiere tiempo parece no estar en las agendas políticas.

     Debemos reclamar en todos loa ámbitos y foros que se adopten las medidas que esta grave emergencia impone, entre ellas, reclamar a la "Academia Nacional de la Educación" que se aboque a la cuestión con la premura que el tema demanda, para señalar a las autoridades el curso de acción para este necesario revivir en la formación de los habitantes  de Argentina. 

PERONISMO O CAMPORISMO

la campora

Por Claudio Cháves

El Doctor Pedro Cossio *, médico e hijo del facultativo que atendió a Perón los últimos meses de su vida, envió una carta a la agrupación juvenil kirchnerista “La Cámpora” donde relata crudamente los últimos momentos del General y su decepción con el otrora delegado personal Héctor Cámpora. La misiva que recorre los múltiples caminos de Internet me obliga, por estar familiarizado con la Historia y por apego a la verdad, a intentar una aproximación a los años que precedieron al triunfo del Doctor Cámpora aquel 11 de marzo de 1973.

El Doctor Cossio (h) expone con palabras fuertes el disgusto del General con su antiguo compañero. Confirma lo que siempre se sospechó de aquella relación: la profunda desconfianza del anciano líder con quien se había rodeado de montoneros y dirigentes neo peronistas es decir marxistas. Y explica, así mismo, las simpatías que el Doctor Cámpora despierta en las prominentes figuras del gobierno de Kirchner, al punto de bautizar con su nombre a las juventudes que lo apoyan.

El Doctor Cossio (h) afirma en dicha carta que:

“Entre el 28 de junio y el 12 de julio de 1973 estuve en su cuarto de Gaspar Campos doce horas por día junto al General, lo que me permitió presenciar el final del gobierno de Cámpora y los desaires que Perón le hizo.

El General Perón estaba muy disgustado con la gestión presidencial del Doctor Cámpora, por haberse rodeado de gente que consideraba no debía estar ahí, como el Doctor Righi o Puig. También de la forma en que se había llevado a cabo la amnistía del 25 de mayo de 1973.

Cámpora se dejó copar por la izquierda y por su hijo que era de izquierda.

Estaba convencido que en Ezeiza grupos terroristas de izquierda iban a matarlo, para a partir de su muerte iniciar una revolución socialista.

Rechaza la invitación de Cámpora de vivir en Olivos decidiendo irse a Gaspar Campos donde se sentía más seguro, custodiado por su gente de confianza.

El último acto político de su vida fue aceptar la renuncia como embajador de Cámpora para dejar este hecho para la historia argentina y de su movimiento, da las órdenes necesarias para que en ella no se le agradezcan los importantes y patrióticos servicios prestados. De este hecho fue testigo presencial mi padre, que fue quien le acercó el decreto para su firma” [1]

Como las acusaciones son graves y definitorias propongo aproximarnos a aquellos años con el objeto de comprenderlos a la luz de los documentos que se conocen y que sumados a la carta de Cossio revelan el severo conflicto desatado.

BREVE BIOGRAFÍA DE HECTOR CAMPORA

Nació el 26 de marzo de 1909 en Mercedes, Provincia de Buenos Aires donde realizó sus estudios primarios y secundarios. “En el Colegio Nacional Florentino Ameghino inicié mis primeras inquietudes proto-políticas. Allá por el cuarto o quinto año mis compañeros me eligieron presidente del centro de estudiantes” (Autobiografía Panorama 31 de enero de 1973.)

Marchó a Rosario donde se anotó en la Facultad de Medicina. Conflictos estudiantiles en 1929 hizo que la Facultad se clausurara por un año. Cámpora, entonces se dirigió a Córdoba inscribiéndose en la Facultad de Odontología. Llegó a ser presidente del centro de estudiantes.

“Desde 1934 cuando me gradué en Córdoba me dediqué a ejercer la profesión. Me establecí en San Andrés de Giles. Allí conocí a mi actual señora María Georgina Acevedo.” (Panorama)

En 1944 fue designado comisionado municipal y conoció a Perón en Junín.

Ocurridos los acontecimientos del 17 de octubre una movilización en su pueblo lo llevó a la Plaza central donde improvisó un discurso “y puede decirse que fue entonces que comenzó mi acción política” (Panorama)

Elegido Diputado Nacional por el Partido Independiente de reciente creación para las elecciones de 1946 llegó a la Presidencia de la Cámara por su estrecha relación con Evita que lo tenía en alta consideración por su lealtad. Para la oposición era, sencillamente, obsecuencia. El período de su presidencia fue el más duro con los opositores. Fueron expulsados tres Diputados. El último fue Balbín. Significó el peor momento de la Cámara al decir de Félix Luna. [2]

Algunos años después Cámpora intentó una disculpa: “Puede Balbín y su partido haber interpretado mal la cuestión de su desafuero parlamentario. Nosotros lo hicimos de acuerdo a una legislación heredada” (Panorama).

Producida la Revolución Libertadora fue detenido y enviado a la cárcel de Ushuaia. Padeció junto a otros detenidos las inclemencias del tiempo como los malos tratos inflingidos por los carceleros.[3] Huyó del horrible penal a Chile “y después de mi exilio retorné al país, desempeñando siempre funciones en el movimiento” (Panorama) Elegido Delegado Personal de Perón a la caída de Jorge Paladino asumió su nueva responsabilidad en noviembre de 1971.

Como Delegado personal llevó sobre sus hombros la pesada carga de las negociaciones con la Dictadura Militar.

Luego del golpe de estado de 1976 se refugió en la embajada de México un largo tiempo hasta que logró un salvoconducto para salir del país. Murió en el exilio el 19 de diciembre de 1980. Sus restos regresaron en 1991.

EL FIN DE LA DICTADURA Y LA SALIDA ELECTORAL

Mil novecientos setenta y dos comenzaba con buenos augurios para la democracia. En enero era reconocido el Partido Justicialista y la carrera hacia el poder se ponía en movimiento.

Había dificultades, por supuesto, pero la dinámica electoral no tenía retorno. Alarmaba, sí, la resistencia de algunos sectores militares que objetaban el plan pergeñado por el General Lanusse, pero todo era un plano inclinado a las elecciones. Este diseño, el Gran Acuerdo Nacional (GAN) consistía básicamente en reivindicar la figura histórica de Perón para arrancarle, luego, su renuncia:

“Comenzamos, entonces, por colocar el busto de Perón, junto a los otros presidentes. Otro paso fue, apenas estuve en condiciones de hacerlo, la restitución de los restos de Eva Perón. Luego vendría la solución al problema del pasaporte y la prescripción legal en las causas civiles que aún tenía pendientes” [4]

Lo que no cuenta en sus memorias el pícaro general es que en realidad pretendía comprar al viejo líder, adicionándole la jerarquía militar, el uniforme y los salarios no devengados y todo esto para que Perón renunciara a la candidatura y apoyara la del general Lanusse.

Si bien esto nunca fue público el Brigadier Rojas Silveyra Embajador en España y amigo personal de Lanusse informó, en su momento y a pedido de este último, el sentido de sus entrevistas con Perón. En el dossier señalaba:

“Explorar en cuanto a la posibilidad de obtener un candidato negociado. Discutir las condiciones que debería reunir un candidato para merecer el apoyo”[5]

Un gran amigo del “Cano”, Francisco “Paco” Manrique, observaba a propósito de estos acontecimientos cual debía ser el “candidato negociado”:

“Pretendía que lo ayudase a que fuera presidente porque se lo había prometido Perón. En una palabra que se sentía un poco el candidato natural de Perón en las elecciones. Era una barbaridad...pero es real... y que lo niegue”[6]

Lanusse en sus memorias niega esta posibilidad, sin embargo afirma que los desplantes de Perón hacia él revelaban “que no apoyaría una postulación de mi nombre, algo que por cierto, no le había pedido que hiciera” (Mi Testimonio página. 301)

Si Lanusse no se lo pidió es absurdo pensar que esa posibilidad estuviera en los planes de Perón. El inconsciente lo ha traicionado al general Lanusse al negar lo que Perón jamás alentó.

Como el exiliado no entró en la trampa y pateó el tablero, Lanusse se enojó de tal modo que en la tradicional cena de camaradería de las Fuerzas Armadas de aquel año estableció para los candidatos las siguientes exigencias:

“Estar presentes en el país antes del 25 de agosto de 1972 y residir permanentemente después de esa fecha”

y agregaba: que no podrían ser candidatos quienes viajasen al exterior por más quince días sin informárselo al Ministerio del Interior.

Es bien conocido que Perón no vino, como el gobierno de facto pretendía y, entonces, la proscripción apareció como tragedia una vez más.

El Caudillo no aceptó los términos arbitrarios de la dictadura y la desafió llegando a la patria un mes después (el 17 de noviembre), en abierta desobediencia al régimen moribundo, desarmando el plan de Lanusse de “que volviera en lo posible condicionado por las Fuerzas Armadas” (Mi Testimonio pág. 294)

Con ese viaje a destiempo intentaba desbaratar la maniobra, generando las condiciones de un golpe militar o una pueblada que expulsara del poder a Lanusse. Nada de esto ocurrió. Los militares se encolumnaron detrás del Presidente y la sociedad civil no se movió. La cláusula de residencia siguió vigente. “La concentración multitudinaria no se produjo y tampoco hubo reacción militar de ninguna naturaleza” (Mi Testimonio pág. 310)

En la reunión política que Perón organizó en el restaurante Nino de Vicente Lopez el viejo General comprendió que el grueso de la dirigencia política no acompañaba su propuesta de plantear la abstención electoral si no se derogaba la cláusula proscriptiva.

“Esta reunión constituyó un ámbito en el que Perón procuró ejercer la última presión para abolir la cláusula proscriptiva del 25 de agosto. Pero no contó con una decisión favorable de los radicales. Los radicales pensaban que la proscripción era responsabilidad de quién no se hallaba en el país antes de la fecha límite fijada por el gobierno”[7]

Como no iban a cavilar de ese modo si la cláusula proscriptiva salió del Ministerio del Interior cuyo representante era Mor Roig, militante radical.

Balbín fue claro cuando al día siguiente al visitarlo en Gaspar Campos anunció que Perón era “concurrencista”.

“Perón quedó frustrado. Pese al éxito indudable del Operativo Regreso, que convalidaba su carácter cenital en la política argentina, no había logrado que el Chino lo acompañara en una fórmula común, ni en una eventual abstención si la dictadura no levantaba la cláusula de residencia” [8]

¿Le ofreció, Perón, en esa oportunidad una fórmula en común? ¿Es este un antecedente de lo que comenzó a hablarse en 1973?

De ser cierto lo que afirma Bonasso la maniobra podría explicarse porque Perón sospechaba una derrota de Balbín en la interna radical el domingo 26 de noviembre a manos de Alfonsín, que enfrentaba al “Chino” por su acercamiento a Perón.

Balbín, de aceptar la propuesta, y en la fórmula con Perón sería arrastrado a la proscripción obligando al radicalismo aún con Alfonsín triunfante a replantear su estrategia. Nada de esto ocurrió. Balbín fue victorioso, por pocos votos (5100) y lideró su partido.

El cuadro electoral del año siguiente se presentaba entonces con la auto proscripción de Lanusse y la prohibición a Perón. Ante estas circunstancias, este último, decide proponer como candidato a Cámpora quién no reunía las condiciones según lo determinaba la arbitrariedad de la cláusula de residencia, puesto que su Delegado personal había abandonado el país luego del 25 de agosto en dos oportunidades sin informar al Ministro

LOS PLANES DE LANUSSE

Había en el justicialismo una larga lista de candidatos: Taiana, Romero (Corrientes) Cafiero, este último con el apoyo del movimiento obrero, y otros que sería largo enumerar pues todos tenían sus sponsors.

Sin embargo el general se inclinó por su Delegado personal. ¿Por qué lo hizo? ¿Qué lo motivó? ¿Acaso la confianza que le guardaba por el eterno juramento cotidiano de lealtad que Cámpora profesaba a los cuatro vientos?

No, definitivamente, lo propuso porque no podía ser candidato. Violaba la cláusula del 25 de agosto como luego veremos. Es harto improbable que un político avisado como Perón nominara como candidato a un hombre de su propio partido máxime cuando podía llegar a ser su heredero. Jamás lo había hecho en los dieciocho años de exilio. ¿Por qué lo iba a hacer ahora?

En otras oportunidades y cuando señaló a alguien provenía de otras formaciones: Frondizi en 1958 y Vicente Solano Lima en 1963.

Es cierto que 1972 no se presentaba como antaño. Ahora, Perón había vuelto y estaba en el país. Sin embargo el clima de hostilidad hacia su persona, la proscripción que no logró revertir y las constantes amenazas y provocaciones militares sobre Gaspar Campos no hacían a esta oportunidad más sencilla que las anteriores.

Así mismo Perón que no ignoraba la historia política del país debía estar al corriente de las grandes traiciones. Todas ellas celebradas dentro de una misma corriente de opinión. Los ecos de la defección de Derqui con Urquiza, Juarez Celman con Roca y Marcelo T. de Alvear con Yrigoyen no conformaban el lírico espacio de la metáfora. Él mismo lo padeció con Mercante.

No, ciertamente Perón no propuso a Cámpora como candidato efectivo. Lo hizo para que lo proscribieran y luego llamar al voto en blanco y derrumbar al gobierno por el camino revolucionario de las urnas.

Lanusse pensaba que el justicialismo sin Perón en la fórmula, no ganaba y esa era la trampa:

“Yo, personalmente, no creía que el peronismo pudiera imponerse en la primera vuelta y apreciaba que, por la naturaleza de su electorado, en esa primera vuelta agotaba virtualmente su posibilidad de alianzas” (Mi Testimonio. Pág. 281)

Lanusse entendió la maniobra de Perón. Lo que el líder estaba buscando. Este convencimiento es el que llevó al Presidente a no prohibirlo. A embromarlo.

Si Perón buscaba la proscripción de Cámpora, Lanusse no debía dársela. El Tío sería el candidato. Y esta última decisión era de Lanusse.

El Presidente había impuesto una reforma electoral por la cual se instalaba el ballotage. Si ningún candidato alcanzaba el 50% más uno de los votos habría segunda vuelta. En la fantasía de Lanusse (que no estuvo alejada de la realidad) Cámpora no alcanzaba esos guarismos. De modo que en segunda vuelta Balbín o Manrique podrían alzarse con la presidencia y vencer en el terreno de la democracia al mito de las perpetuas mayorías.

Al respecto el talentoso y perspicaz pensador Jorge A. Ramos llegó a decir:

“Perón imaginó que Cámpora sería vetado por Lanusse. Sin embargo y contra todo lo previsto Lanusse aceptó el nombre de Cámpora, violó su propia ley. Lo que resulta indudable es que Perón no esperaba este giro de la situación.

Cuando el 11 de marzo triunfó la fórmula Cámpora-Solano Lima hubo dos decepcionados: Lanusse y Perón”[9]

Que esto estaba en los planes de Lanusse no hay dudas. En sus memorias afirma la posibilidad de la proscripción del peronismo: “Si el peronismo hubiese resultado proscripto en forma directa o indirecta” (Mi Testimonio pág. 302)

¿Que nos quiere decir con directa o indirecta? La responsabilidad de hacerlo o no era de su gobierno de modo que al plantearlo de ese modo hacerlo o no respondía a razones políticas. En una palabra dependía de su conveniencia.

Continúa Lanusse:

“La fórmula indicada por Perón incluía a Cámpora, quién no se había ajustado a la norma pre-electoral de no abandonar el país sin el conocimiento y autorización previos del Ministerio del Interior.

Perón no ignoraba esa imposición. ¿Por qué pues hizo esa designación? Es razonable pensar que lo fue para encontrar en el veto de su candidato el pretexto para resolver el voto en blanco que le permitiera, o bien continuar ejerciendo su influencia a distancia como en 1963, o bien provocar un clima de honda perturbación política y social que pudiera influir inclusive sobre las Fuerzas Armadas y, en consecuencia, llegar a provocar la caída del gobierno” (Mi Testimonio pág. 312)

De manera que al no proscribirlo Lanusse jugaba su última ficha: que el peronismo concurriera a segunda vuelta. ¡Y ahí otro gallo cantaría! Le salió mal. Eso sí por muy poco. Cámpora sacó el 49, 56 % y Balbín se bajó del ballotage que le correspondía.

No todos en el peronismo advirtieron la maniobra política de los dos grandes contendientes. Miraban la escena sin adentrarse en los personajes y su juego de fulleros.

Jorge Luis Bernetti, de estrecha confianza de Cámpora y jefe de prensa del Movimiento peronista así se refería a aquella nominación:

“La actuación de Cámpora (el éxito en el Operativo Retorno) debe ser incluida como un factor decisivo que explique su candidatura presidencial, imprevisible semanas atrás del 17 de noviembre de 1972.”[10]

Miguel Bonasso, a la sazón, Secretario de Prensa del Frente Justicialista de Liberación, también muy cercano a Cámpora y su entorno afirma:

“Los enemigos de Perón, empezando por el propio Lanusse y siguiendo por el ilusionado Manrique, conjeturaron que el exiliado había designado al dentista (Cámpora) para hacer proscribir al peronismo en su conjunto y jugar, una vez más, desde la lejanía y el mito. Era un error de apreciación, derivado de la pereza argentina para leer la propia historia. Perón repetía la movida que había hecho con el general Farrel treinta años atrás: colocar en la presidencia al hombre de confianza para que este le permitiera, en un segundo paso, tomar el poder. Si amenazó con Licastro (como candidato en caso de proscribir a Cámpora) no fue para patear el tablero sino para asegurarse de que dejarían pasar a Héctor Cámpora.”[11]

De modo que para el dirigente montonero fue una decisión sincera la de Perón. Tendría que explicar entonces por qué el General no participó de la campaña electoral, máxime cuando Cámpora lo esperaba.

En un reportaje aparecido en la revista Panorama de la primera quincena de enero del 73 el Tío aseguraba:

Periodista: Muchos piensan que para que la victoria del Frejuli se produzca en la primera vuelta, se hace imprescindible la presencia de Perón en el país.

Cámpora: ¡Pero por supuesto! Estamos hablando de un hecho que tiene que ser irreversiblemente cierto; el General Perón tiene que estar acá sin ninguna duda.[12] Perón no vino.

En verdad a comienzos de febrero de 1973 el gobierno de Lanusse prohibió el reingreso al país de Perón. No podía hacerlo hasta el 25 de mayo. Lo que ponía en evidencia, una vez más, el carácter proscriptivo de la maniobra electoral.

Pero en rigor la causa profunda de esta prohibición se debió a dos razones:

a) Los permanentes cascotazos que Perón arrojaba desde España, Francia e Italia (ver Tomo 24 de sus obras completas) a la Junta Militar a lo largo del mes de enero con el fin de provocarlos de tal manera que suspendieran los comicios. Si en Nino no había logrado revertir su proscripción buscaba con los exabruptos patear el tablero.

No había razones políticas para semejante agresión en la medida que los militares se retiraban derrotados. Al respecto decía Lanusse: “Los acontecimientos que se habían ido produciendo desde el 28 de diciembre, nos señalaban un definido propósito de enervar a las Fuerzas Armadas, o de provocar a los Comandantes en Jefe, para que saturados ya de tantas agresiones, reaccionáramos interrumpiendo el proceso de institucionalización” (Lanusse: Protagonista y Testigo. Pag 221)

Frente a estas agresiones el candidato Radical en plena campaña en San Juan afirmaba:

“Perón es un atrevido. Sus declaraciones son insolentes e incomprensibles. Perón no quiere volver al país y este tipo de declaraciones irritan inútilmente a los militares y ponen en tensión a mucha gente” (Panorama 31 de enero de 1973. Año X Nº 300)

b) La firma, por parte de todos los Generales en actividad, de lo que dio en llamarse los 5 Puntos el siete de febrero del 73. En primer orden se comprometían “a sostener la continuidad del proceso político y de acatar el pronunciamiento que manifieste la ciudadanía en las urnas.”

En una palabra no proscribían a Cámpora; y Perón no participaría de la campaña electoral. Renacía la esperanza que anunciaba el ballotage.

Las razones de Bonasso para interpretar de ese modo la entronización de Cámpora responde a cuestiones políticas propias del grupo al cual perteneció: montoneros primero, luego Peronismo Auténtico. A este sector se le hacía y hace imperiosa la valoración de Cámpora para darle sentido, pertenencia y continuidad peronista al grupo. Si no fuera por el Tío no guardarían encarnadura con el peronismo.

Van por leña al bosque petrificado. ¡Mala fariña!

El resto de los dirigentes peronistas que vivieron aquellos acontecimientos y escribieron sobre ellos pasan de largo la última jugada del general del Pueblo. Ni Taiana, ni Bernetti, ni Llambí, ni Taccone, hacen referencia a lo narrado. No sorprende que Cámpora calle. ¡Al fin y al cabo se trata de su dignidad!

En su pequeño libro escrito en Méjico no dice absolutamente nada, ni siquiera puede verse a sí mismo como proscripto.

Del resto de los políticos es poco lo que puede extraerse. Por ejemplo Oscar Alende interpretó así aquellas fintas:

“La del 25 de agosto era una cláusula tan absurda que la infringió Cámpora y no se le aplico”[13] ¡Esto es todo lo que tiene para decir!

La insignificancia de gran parte de los políticos de aquellos años agiganta la figura de Lanusse y naturalmente la de Perón.

SIGNIFICADO DE CAMPORA

No es temerario aseverar, siguiendo el orden de ideas expuesto hasta aquí, que al ser Cámpora el candidato de la proscripción ha sido, sin proponérselo, el candidato de Lanusse en la medida que Perón no pudo deshacer la trampa.

Esta última perspectiva, independientemente de la voluntad del Doctor Cámpora, lo ubicó en un territorio de hostilidad al peronismo histórico. Sin apoyos fuertes en el partido y menos en el movimiento obrero[14], en soledad y sin atractivo político fue presa fácil de los violentos de turno que coparon la parada. Los grupos guerrilleros lo rodearon y por medio de ese ariete intentaron perforar la estructura del Estado. Tomar por asalto a la Argentina.

Luego, Perón, hubo de ordenar el caos generado por la proscripción.

El primer objetivo fue lograr la renuncia de Cámpora paso que no resultó sencillo.

El hombre de San Andrés de Giles comenzaba a dar señas de querer quedarse. En un reportaje que le hace la Revista Panorama del 31 de enero de 1973 afirma:

Periodista: Voceros del gobierno militar han definido al próximo gobierno como de transición y consolidación. Por su parte el peronismo habla del mismo tema caracterizándolo como de reconstrucción nacional. ¿Cuál de esas tesis triunfará?

Cámpora: El proceso de institucionalización no es legítimo, pero se puede legitimar. ¿Cómo la ciudadanía resuelve esta aparente contradicción? Con el aporte masivo de su voto. Si éste es notoriamente apreciable para la causa popular, el gobierno que surge del comicio no puede ser de transición y consolidación. Será definitivo porque así lo habrá indicado el pueblo”

Periodista: ¿Cuál va a ser el rol de Perón si usted llega a la presidencia?

Cámpora: Será, como siempre ha sido, conducción espiritual” (lo remarcado en negrita es del autor. Panorama año X Nº 300)

Para el periodista que hacía la nota, Jorge Bernetti, era música celestial las palabras de Camporita.

Al leerla se debe haber inquietado aún más el General Perón, a la sazón en España.

Por otro lado un hombre muy allegado a Perón afirmaba:

“La primera señal clara que obtuve acerca de que Cámpora había cambiado sus intenciones y meditaba mantenerse en la presidencia, en caso de un triunfo electoral del justicialismo, me la proporcionó él mismo espontáneamente. Conversábamos a bordo de un automóvil, saliendo de Campo de Mayo hacia San Miguel. El tema era el inminente retorno. En tono casual, como quien no otorga a sus palabras una excesiva importancia, Cámpora me comentó:

- Este clima no le va a hacer bien a Perón. No creo que se vuelva a adaptar ni que realmente quiera permanecer acá. Usted ya lo va a ver. Va a venir, va a estar un tiempo, y luego retornará a España. Y después ya no va a volver”[15]

Y por si quedan dudas el mismo Cámpora desde México en su corta explicación de su trunca Presidencia afirmaba:

“Yo conservaba siempre la intención de culminar el mandato recibido; así me lo requerían las aspiraciones del Pueblo Argentino”[16]

Esta sorda resistencia a abandonar la Presidencia mal habida dio aire a los subversivos.

Luego vino la sanción de leyes que puso a los violentos fuera de la ley y la expulsión de los terroristas de la Plaza. Acciones que permitieron un reordenamiento y el retorno al peronismo clásico. Pero la salud del viejo General comenzaba a flaquear. Esta derrota política infringida con su último aliento posibilitó la posterior derrota militar.

No es cierto lo que dice Lanusse en Mi Testimonio acerca de que la cláusula del 25 de agosto aceleró los tiempos del enfrentamiento entre Perón y el terrorismo:

“El retorno, en condiciones desfavorables, (perjudicial para el sindicalismo peronista) creó, por primera vez, las condiciones para un enfrentamiento entre Perón y la guerrilla” (Mi Testimonio pág. 294)

Lo que en verdad aconteció fue que la permanente proscripción del peronismo creó las condiciones del accionar subversivo. La figura de Cámpora “candidato de Lanusse” le dio aire y espacio a la violencia armada. La nueva proscripción llevó al terrorismo al poder con Cámpora.

Lo que vino luego es harto conocido por los argentinos. Una guerra atroz generada por la irracionalidad de grupos iluminados por la llama del elitismo.

La reivindicación de Cámpora en la actualidad esconde este secreto: la valoración del putsch político, del golpe de mano fortuito, producto del fraude y la proscripción, para alzarse con el gobierno. Es posible que los jóvenes desconozcan el juego en que se hallan. Pero en la historia no se danza el ritmo que uno desea, si se ignora el significado del pentagrama.

CLAUDIO CHAVES

Notas:

[1] García Hamilton; Luz: Periodismo de verdad

[2] Luna, Félix:: Perón y su Tiempo. Ed. Sudamericana. Primera edición unificada. Bs. As. 1992. Pág. 215

[3] Antonio, Jorge: ¿Y ahora qué?

[4] Lanusse, Alejandro A.: Mi Testimonio. Ed. Lasserre. Bs. As. 1977. Pag. 231

[5] Lanusse, Alejandro A. : Protagonista y Testigo. Reflexiones sobre 70 años de nuestra historia. Ed. Marcelo Lugones. Santiago de Chile 1989. Pág. 209.

[6] Manrique, Francisco: En “Todo es Historia” Nº 190.

[7] Fernandez Pardo, Carlo A. y Frenkel Leopoldo: PERÖN. La unidad nacional entre el conflicto y la reconstrucción (1971-1974) Ed. Del Copista. Córdoba 2004. Pág. 110

[8] Bonasso, Miguel: El Presidente que no fue. Ed. Planeta. Bs. As. 1997. Pág. 328.

[9] Ramos, Jorge Abelardo: Revolución y Contrarrevolución en la Argentina. La Era del Peronismo. Honorable Senado de la Nación. Pag. 258

[10] Bernetti, Jorge Luis: El Peronismo de la Victoria. Ed. Legasa. Bs. As. 1983. Pág. 46.

[11] Bonasso, Miguel: El Presidente que no fue. Ed. Planeta. Bs. As. 1997. Pag. 348.

[12] Panorama: Año X . Nº 300. Pág. 16

[13] Corbiere, Emilio J.: Conversaciones con Oscar Alende. Ed. Hachette. Bs. As. 1978. Pág. 99

[14] La CGT se resistió lo más que pudo a esta decisión de Perón. Intentaron un viaje relámpago a Paraguay para convencer al General de imponer su candidatura. Finalmente el viaje no se realizó.

[15] Llambí, Benito: Medio siglo de política y diplomacia. Ed. Corregidor. Bs. As. 1997. Pág. 310

[16] Cámpora, Hector: Cómo cumplí el mandato de Perón. Ediciones Que Hacer Nacional. Bs. As. 1975. Pág. 83

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* CARTA DEL DR. PEDRO COSSIO A “LA CÁMPORA”

Fuente: Periodismo de Verdad

El Doctor Pedro Cossio es hijo del famosísimo Pedro Cossio, médico personal y una de las personas de mayor confianza de Juan Domingo Perón. Cossio por lo tanto se sumó al equipo médico que atendía a Perón y tuvo el privilegio de compartir el último año de vida del General siendo testigo directo de charlas y acontecimientos y muchas veces hombre de consulta del General Perón que era consiente de las pretensiones de Cámpora y que estaba abrumado por la izquierda violenta de aquellos años. Hace unos días Pedro Cossio escribió una carta en la que intenta dar testimonio de una época de la que hoy se habla mucho pero que no siempre se cuenta la verdad ya que considera que es fundamental para el país conocer realmente el pensamiento de Juan Domingo Perón en sus últimos años. 'Periodismo de Verdad' tuvo acceso al texto completo de la misma que publicamos a continuación.

Señores miembros del movimiento La Cámpora,
Presente

Por la presente me dirijo a Uds. en conocimiento de su reciente formación para, con el mayor de los respetos, repasar algunos aspectos de nuestro pasado, muchos de ellos ligados al General Perón.

Ante todo deseo dejar bien en claro, que acepto cualquier tipo de convicción e inclinación política, porque de las diferencias surgen las verdades y las soluciones, pero lo que siempre trato de hacer, es no confundir conceptos, y atenerme a la verdad.
Por otra parte, en el caso particular de Uds., si desean apoyar la gestión tal o cual, me parece legítimo y respetable, siempre que no utilicen conceptos equivocados en sus descripciones.

Pero, al ser un argentino de 70 años, médico, hijo de Pedro Cossio quien fuera médico de cabecera del general Perón entre 1973 y 1974, y además tuve la responsabilidad de colaborar con él en su asistencia, es que deseo aclararles ciertos conceptos, que veo que no los tienen claros. Entre el 28 de junio y el 12 de julio de 1973 estuve en su cuarto de Gaspar Campos 12 horas por día junto al General, lo que me permitió presenciar el final del gobierno de Cámpora y los desaires que Perón le hizo. Y luego junto a mi padre lo visité numerosísimas veces, como así también lo hizo el Dr. Carlos Seara quien estuvo en su guardia médica hasta el 1° de julio de 1974, y fue uno de quienes le realizó las maniobras de resucitación, es por todo ello que deseo expresarles con el mayor de los respetos los siguientes conceptos:

1.- Todo lo que diré está escrito en el libro de nuestra autoría 'Perón, testimonios médicos y vivencias' donde se transcriben documentos únicos y muchos inéditos sobre la salud del General Perón.

2.- Nuestro ánimo no fue el de develar hechos frugales, sino el de dejar para las futuras generaciones la verdad cruda de esa circunstancia.

3.- El General Perón estaba muy disgustado con la gestión presidencial del Doctor Héctor Cámpora, por haberse rodeado de gente que consideraba no debía estar ahí, como el Dr. Righi o Puig. También de la forma en que se había llevado a cabo la amnistía del 25 de mayo de 1973. Nos dijo a Seara y a mí claramente que no deseaba ser Presidente, que si no era posible que hubiera alguien mas joven. También al Dr. Seara le dijo claramente que él había confiado en Cámpora porque Evita le había dicho siempre que era la persona en quien mas podía confiar. Pero luego dijo 'ocurrió lo impensado: Cámpora se dejó copar por la izquierda, y no solo por la izquierda, sino por el hijo, que además de ser de izquierda, tiene algunas debilidades. Y aquí me ve, aquí me tiene, ahora de presidente, teniendo que enfrentar esto'.

Directamente atribuía al hijo de Cámpora el haber contribuido a rodear al padre de gente que él no deseaba y que le hacia mucho mal al movimiento.

También le atribuía costumbres no muy varoniles, y lo decía con todas las palabras.

4.- El General Perón estaba convencido, y murió convencido, que en Ezeiza grupos terroristas de izquierda iban a matarlo, para a partir de su muerte iniciar una revolución socialista. Es por ello que el avión que lo traía de España aterriza en El Palomar, y también que rechaza la invitación de Cámpora de vivir en Olivos, decidiendo personalmente irse a Gaspar Campos donde se sentía mas seguro, custodiado por su gente de confianza.

5.- Tenía orgullo de ser militar, y de la importancia de la institución militar.

6.- A esa altura de su vida estaba convencido que los pueblos, a pesar de sus diferencias, progresan con concordia, y no con gobiernos confrontativos. Por eso el disgusto con Cámpora.

7.- Es muy claro el efecto negativo que sobre su salud tuvieron los disgustos, ya que lo del 20 de junio de Ezeiza deriva en un infarto de miocardio, y claramente luego de la expulsión de los montoneros de la Plaza del 1° de mayo, comienza con una angina de pecho cada vez mas grave que termina con su vida el 1° de julio de 1974.

8.- Es importantísimo tener en cuenta que el 'último acto político de su vida' fue aceptar la renuncia como embajador de Cámpora y por sus propias instrucciones, para dejar este hecho para la historia argentina y de su movimiento, da las órdenes necesarias para que en ella 'no se le agradezcan los importantes y patrióticos servicios prestados', lo cual es un gran desaire. De éste hecho fue testigo presencial mi padre, que fue quien le acercó el decreto para su firma. Recién entonces hace la transmisión del mando en la vicepresidenta y muere 48hs después.

He resuelto hacerles llegar estos conceptos, no para confrontar con ustedes, pero al ser jóvenes creo que es necesario que estén bien informados respecto de lo que sentía el General Perón por Cámpora. Respeto lo que ustedes sientan por él, pero también tienen que tener en cuenta la verdad histórica de cual era el sentimiento del General Perón.

Por ello, para no mezclar conceptos, si se es camporista no se es peronista.

No pongo en duda la buena fe de cada uno de ustedes, pero consideré necesario advertirles cual era la verdadera posición del General Perón, para que los hechos no resulten deformados ni aprovechados por quien no debe.

Esperando le lean este texto a sus compañeros, y luego una respuesta, los saluda atentamente.