domingo, 4 de abril de 2010

DIARIO PREGON LES DESEA FELICES Y SANTAS PASCUAS

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Tal como se había anunciado en las Profecías del Antiguo Testamento, el diablo y la muerte sufrieron su mayor derrota con la Resurrección de Jesucristo, que muestra además cómo será nuestra resurrección al fin de los tiempos.

Como hombre debía morir por su naturaleza mortal; como Dios no podía morir porque es Eterno, Verbo de Dios, Segunda Persona de la Santísima Trinidad, sin principio ni fin, que se convierte en Alfa y Omega de todo lo temporal. La materia forma parte de Jesús como hombre, y en Él se resume todo el Universo creado, que se une a lo Infinito y Absoluto de Dios, en un nexo que es locura para los paganos y escándalo para los judíos.

Y es que la Sabiduría de Dios es locura de los hombres.

Es tiempo de conversión al Evangelio, tanto de creyentes como de no creyentes, para ingresar a la Iglesia Católica por el Bautismo y los Sacramentos, o para regresar y reconciliarse mediante la Confesión y la Comunión.

Jesucristo nos llama, ¿le responderemos con alegría y agradecimiento?

FELICES PASCUAS!!!

MONS AGUER: LOS CATÓLICOS DEBEMOS SER PROTAGONISTAS PRINCIPALES

a Aguer

“Hace falta una cultura cristiana para que las cosas cambien”

En su columna televisiva semanal, en el programa “Claves para un Mundo Mejor” (AMÉRICA TV), Mons.. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, reflexionó sobre el significado de la Pascua destacando que “la fe cristiana y el contacto con Cristo Resucitado nos hace participar de las energías de la resurrección” porque “el Mensaje Pascual es un anuncio esperanzado y esperanzador

Se preguntó: “¿cómo influirá en la trama de la historia humana la fuerza que brota de la Resurrección de Cristo?” y señaló que “no se trata de un pase de magia. El influjo posible de la gracia de la salvación requiere que los cristianos vivan intensamente su fe y la hagan cultura; que impregnen las realidades cotidianas con la energía de la Resurrección de Cristo. Hace falta una cultura cristiana para que las cosas cambien”.

Luego propuso pensar “en la situación que vive la Argentina” manifestando que nuestro país “por momentos nos desconcierta” pues “esta lleno de posibilidades” pero “lo vemos deshilachado, sin rumbo, sin destino. Pareciera que todo tiene que renovarse y sin embargo todo vuelve hacia atrás”.

Culminó destacando que “Nosotros, que a veces miramos como meros espectadores lo que pasa a nuestro alrededor y nos horrorizamos de lo que vemos, nosotros debemos ser protagonistas principales, porque esa es la mejor manera de cumplir con nuestro destino pascual”.

Adjuntamos el texto completo de la alocución televisiva de Mons.. Héctor Aguer:

“Mis amigos televidentes me alegra estar con ustedes, en un día como el de hoy, para poder decirles mi mensaje y hacerles llegar mi saludo pascual”.

“Me parece oportuno que reflexionemos un momento juntos acerca de que significa ese saludo de Felices Pascuas. ¿Qué significa para nosotros la Pascua?”.

“Estamos acostumbrados ya a reconocer que se trata de un día de gozo; nos damos cuenta de que se trata de una gran alegría, de que el Mensaje Pascual es un anuncio esperanzado y esperanzador. La liturgia de la Iglesia, en la Misa Pascual, con el canto del Aleluya, quiere transmitirnos esa alegría”.

“No se trata simplemente de optimismo, como que todo está bien, todo está en orden, sino que se trata de la gran esperanza cristiana que toma origen precisamente, en la Resurrección de Cristo, un acontecimiento  que nos atañe y nos toca a nosotros, que nos incorpora a nosotros. Es una especie de tránsito que hacemos con Cristo, porque la Pascua del Señor es también nuestra Pascua”.

“A mí me impresiona algo que dice San Pablo en la Carta a los Efesios, en el capítulo 2, donde hablando de la salvación cristiana, que es un don gratuito, nos explica que Dios nos hizo revivir con Cristo, que con Él nos resucitó y nos hizo reinar en el cielo con Él; lo dice el apóstol como si se tratara de una realidad ya adquirida, porque es una realidad  ya poseída en la esperanza”.

“Esto significa que la fe cristiana y el contacto con Cristo Resucitado nos hace participar de las energías de la resurrección. El Mensaje Pascual, esperanzado y esperanzador, no es solamente para nosotros, sino también para la sociedad en la cual vivimos, es también para el mundo, para el universo entero”.

“Pero ¿cómo influirá en la trama de la historia humana la fuerza que brota de la Resurrección de Cristo? No se trata de un pase de magia. El influjo posible de la gracia de la salvación requiere que los cristianos vivan intensamente su fe y la hagan cultura; que impregnen las realidades cotidianas con la energía de la Resurrección de Cristo. Hace falta una cultura cristiana para que las cosas cambien”.

“La esperanza pascual nos invita a ponernos en la situación que corresponde a quienes han resucitado con Cristo. La novedad pascual implica que no podemos volver siempre para atrás, no podemos estar mirando siempre para atrás; estamos destinados a algo que viene en el futuro y que nosotros hemos de emprender con la gracias de Dios”.

“Pensemos por un momento en la situación que vive la Argentina. Es un país el nuestro que por momentos nos desconcierta; un país lleno de posibilidades y sin embargo lo vemos deshilachado, sin rumbo, sin destino. Pareciera que todo tiene que renovarse y sin embargo todo vuelve hacia atrás”.

“¿Pero cómo podemos superar esta triste situación? Es necesario reeducar a toda una generación, o quizás a varias generaciones, en los verdaderos valores, en los grandes valores superiores. Es necesario promover la civilidad activa en todos los habitantes de este suelo, para que dejen de ser meros habitantes y pasen a ser auténticos ciudadanos. Es necesario asumir una civilidad activa, que no rehúya incluso, cuando corresponde, el compromiso político, pero un compromiso honesto, generoso, servicial“.

“Se trata de recrear una situación de verdadera justicia. Se habla con tanta frecuencia de una mejor distribución de la riqueza, pero vemos que pasan los años y al mismo ritmo la riqueza pasa de manos. Ahora está en otras manos, pero son siempre pocas y siempre para frustración de los más pobres, de los pobres de siempre y de los nuevos pobres, que son muchos”.

“Por eso, nuestra condición de cristianos nos impone un compromiso muy serio a favor de nuestra patria. Nosotros que creemos en la Resurrección de Cristo y que participamos de las energías de la resurrección, nosotros que estamos destinados a la vida eterna y que somos, como dice San Pablo, ciudadanos del cielo, sin embargo tenemos que aprender incesantemente a ser buenos ciudadanos de esta tierra”.

“Es aquel impulso de la esperanza que nos religa con la eternidad el que nos obliga, podríamos decir, a  preparar la materia del Reino futuro con nuestro trabajo presente. Es posible si vivimos en la fe, la esperanza y el amor. Nosotros, que a veces miramos como meros espectadores lo que pasa a nuestro alrededor y nos horrorizamos de lo que vemos, nosotros debemos ser protagonistas principales, porque esa es la mejor manera de cumplir con nuestro destino pascual”.

“Todo esto está implícito en el saludo que hoy intercambiamos los cristianos: Cristo ha resucitado, Felices Pascuas”.

EL EJERCITO ARGENTINO Y LA PESADA MOCHILA DE LOS ‘70

 

a presupuesto militar

Por el Lic. Pedro Rafael Mercado*

En todas las agrupaciones políticas, especialmente en las que se consideran moderadas o de centro, se escuchan argumentos tales como: "Hay que terminar con la humillación de las fuerzas armadas; tenemos que entender que las fuerzas armadas del presente no son las de la dictadura; las nuevas generaciones no tienen que llevar el estigma de las fuerzas de los 70, etc.. etc.". Por supuesto, todas estas voces, políticamente correctas, terminan aclarando que los juicios por violaciones a los derechos humanos tienen que continuar, con la finalidad de separar la paja del trigo, liberando de esta forma a los jóvenes militares de un pasado atroz.
       Dejando de lado el análisis respecto a la validez o no de esta separación histórica entre militares de la dictadura y militares de la democracia, vamos a centrar nuestro estudio en determinar si resulta posible liberar a las jóvenes generaciones de la pesada mochila de los 70, mientras se mantiene la premisa de continuar los juicios a todos los que participaron en la guerra contra el terrorismo en aquella época.
      Analicemos algunos hechos concretos. Nos encontramos en Haití en el año 2005, donde un contingente de argentinos forma parte de las fuerzas de paz que operan en aquel país sacudido por la violencia. En un operativo de rutina, las fuerzas argentinas reciben fuego de un grupo que opera en la localidad de Gonaives. Un cuadro del Ejercito Argentino se encuentra en posición inmejorable para batir a los atacantes y salvar la vida de sus compañeros de armas. El fusil apunta con decisión al blanco, pero el disparo no se produce. Su inconsciente no le permitió oprimir la cola del disparador.
      Superado el combate, un análisis de lo ocurrido permite llegar a una categórica reflexión. El combatiente argentino no abrió el fuego por miedo a las consecuencias de su acción. Si el mataba al enemigo, ¿Quién se haría cargo de aquella muerte? En aquellas horas, se comentaba en voz baja que el contingente brasileño había producido más de 80 bajas a distintos grupos insurgentes haitianos. Los argentinos pensaban en su interior que de haber actuado como nuestros vecinos, seguramente hubieran perdido sus carreras y habrían tenido que afrontar la acción de la justicia. **(de la INjusticia argentina)
      En junio del ano 2007 una noticia estremeció los cuarteles. En Campo de  Mayo, tres delincuentes roban armamento de un puesto de guardia. Las autoridades castrenses no comprendían, o no querían comprender, el porque de la inacción de los soldados argentinos. Un prestigioso general, hablando con sus hombres arengaba: "No tengan miedo a utilizar sus armas.Yo personalmente me hare responsable de las consecuencias de su uso. No podemos permitir que esto vuelva a ocurrir".
      No hubo lugar a preguntas. Sin embargo, al salir de aquella reunión, el comentario generalizado era el siguiente: "Sí, el general se va a hacer responsable, pero, ¿quién aceptara las responsabilidades del general? Sí producimos un muerto o un herido, el general y todos nosotros vamos a  terminar presos. si no miremos lo que les paso en los 70".  Voces mas agudas corregían: "A lo mejor hasta el general se salva, pero a nosotros no nos salva nadie. Si los subtenientes de los 70 son juzgados con mas severidad que los generales".
       Las dos situaciones ponen de manifiesto un signo muy preocupante para quienes están realmente interesados en mejorar la situación de las fuerzas armadas del presente. Los juicios indiscriminados y generalizados, sin distinción entre quienes impartieron y cumplimentaron ordenes, están generando un clima de escepticismo e indisciplina en las generaciones jóvenes que no favorece a ningún actor de la defensa nacional.
       El terremoto en Chile puso de manifiesto la necesidad de que las Fuerzas Armadas del país trasandino salieran a la calle a mantener el orden.   No había tiempo de pensar si eran fuerzas de la democracia o de la dictadura.   Su presencia era necesaria dejando de lado los prejuicios ideológicos.   ¿Qué hubiera pasado en Argentina?   ¿Hubieran salido nuestros soldados a imponer el orden ante una situación de emergencia nacional?  ¿O el inconsciente colectivo de las nuevas generaciones los llevaría a mirar a otro lado, como sucede muchas veces con las fuerzas policiales, cansadas de ser hostigadas por el garantismo ideológico?
        Si la nueva dirigencia política quiere alivianar a las nuevas generaciones de la mochila del pasado, debe comprender la naturaleza de lo castrense, teniendo claro que en una situación de guerra o de emergencia nacional, el superior se hace cargo de las consecuencias de las ordenes que imparte.   De lo contrario, el político que necesite el accionar de sus fuerzas armadas, las encontrara como en el presente: atomizadas, desmotivadas y sin confianza en sus mandos. Con la lógica y natural ineficiencia que esto implica. Y naturalmente, fuerzas armadas de estas características no le sirven a nadie, cualquiera sea la concepción ideológica de los gobernantes de turno.

* My (R) del Ejército Argentino
http://afyappa.blogspot.com

INDEC, MALDITO INDEC

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Por Marcos Attias

casasytranqueras@yahoo.com.ar

Hizo que se dispararan los precios, se achicara el poder adquisitivo, trastornara la estabilidad económica del país. Se trago los salarios, y enterró a los jubilados.

Cada día es un golpe al estomago, cada vez que se compra es un nuevo aumento.

Para aumentar no piden permiso, no tienen que ir a la paritaria, no preguntan si los pobres bolsillos pueden o no.

Se cobra el sueldo y se llora, llámesela como quieran, acomodamiento, inflación, pero la verdad es cruel y única: es un aumento generalizado de precios, que negarlo es un insulto.

La falta de credibilidad al INDEC, hizo que los empresarios para cubrirse aumentaran como hacen siempre, en estampidas. Gobierno y empresarios son los únicos responsables.

Para colmo de males, viene un aumento del ABL, para pagar la ineficiencia de los daños de las inundaciones.

Pagamos sueldos fabulosos a los legisladores para que piensen en el pueblo, no para joder al pueblo. ¿Pensaron que los jubilados casa única deberían estar exentos?

DEL JUEGO DE DISTRACCION AL PLURALISMO DE CONVERGENCIA

pluralismo

por Juan Carlos Córica

(03/04/10, jccorica@fibertel.com.ar)

Mientras la dirigencia juega en el bosque y los protagonistas se sientan en la tribuna, la realidad está cautiva. Diferencia entre realismo posibilista y realismo de potencialidad. Del laberinto no se sale por abajo. ¿Tiempo de cambio o tiempo de crisis?

Al grito de “sólo los tontos no se dan cuenta: es tiempo de cambio” se trata de bloquear, y se lo consigue la más de las veces, anulando la percepción de la real realidad. Que se trata de un tiempo de crisis.

Qué otra cosa puede ser la presencia impositiva de un orden mundial dominado por poderosos grupos minoritarios que han establecido un modelo por el que se obliga a pensar la realidad en términos mercantiles y de vale todo. Una operación de orden sistémico por la que se potencia y difunde entre las mayorías un juego que interesa y practican realmente sólo esas minorías. Minorías que, en un contexto seudo democrático, les resulta necesario alcanzar consensos manipulados que los legitime “civilizadamente”. Con el mínimo de acciones visibles por las que lo dictatorial se invisibiliza, a la vez que se da una sutil ingeniería social por la que, lo presentado, instalado, exaltado y percibido como proceso plural y participativo, horizontal, en realidad resulta un proceso de configuración vertical, traccionado y conducido por una fraternidad o corporación, una minorías de elite que desde el vértice del sistema opera sobre las poblaciones cautivas.

Estas elites necesitan del recurso legitimador que emerge de conseguir que se haga carne en la sociedad la lógica del “no importa cómo”. Claro que, así descarnado, resulta nada sustentable. Pero que, con el aditivo de la simultanea descalificación social de los juicios de valor, los dos polos, instalados y vigentes, por efecto de invisibilización de los vínculos que los articulan, subyacen desapercibidos. Se convierten en “fines que justifican cualquier medio” blindados a “los juicios de valor”.

Particularmente en la Argentina, este mundo mercantil y manipulador, se ha potenciado por efecto de la presencia de factores estructurales e inerciales que ofrecen una masa crítica básica para que sus espurias intencionalidades encuentren terreno fértil. Por un lado los efectos de la colonización cultural que bloquean el pensamiento libre y correlativo por el que funciona esa capacidad innata de conocer no sólo por la razón inteligente sino por la sabia intuición del nativo, hombre ducho y baqueano, el que se tutea con la real realidad aún camuflada. Y por el otro la presencia de un discurso único que le hace la cabeza a la gran mayoría sostenido y legitimado por el bloque del establishment letrado, la corporación mediática y los textos académicos. Conjunto uniformado por esa batería de términos y sesgado enfoque que unifica en base a adjetivaciones que rotulan calificando y descalificando. Discurso único reforzado por la generalizada calificación de “lo social y políticamente correcto”, contraseña que habilita y deshabilita. Pero también aporta su cuota de dominación por las subjetividades legitimadas el contexto donde la presencia del relativismo hace necesario un plus de prestigio para los términos, conceptos y teorías validadas, como el que dan los medios de comunicación.

Pero como diría el vendedor furtivo que ofrece la mercancía en los medios de transporte, hay más para agregar. Dentro de toda esta acción operada y procesada desde lo superestructural, otro elemento juega en igual dirección. Todo lo cual se realiza enmarcado por un halo de científico, aunque contradecido por la simultanea presencia de un “relativismo” irreductible y un “todo es poder” incontrastable. Explicitado el contexto o ecosistema “racionalizador”, corresponde presentar a los que han sido entronizados como los próceres del buen sentido: los Foucault, Nietzsche y Sartre. Cabezas de serie, referentes mentores, albaceas y custodios de verdades tan sabias como relativistas, pero instalados como indiscutibles. Los tres, además, como autenticadores de que el mundo es poder. Verdad de a puño que brota de aquellas profecías autocumplidas que al pautar a la sociedad moderna la determinó socialmente: hombre lobo del hombre –incluido clase lobo de clases--, sociedad de conflicto y realidades de suma cero.

Seguramente, como muestra del poderoso condicionamiento, desde ya tendencioso, corresponde mostrar los contenidos directores del “nuevo buen sentido”. Dominantes y determinantes, núcleo duro de la lógica y reglas de juego que resultan funda-mentales, para cerrar el círculo aúlico del nuevo orden mundial. Claro que si de este detallado panorama alguien se atreviera a sacar como conclusión que se trata de la estructuración de una dictadura civilizada, ése sujeto sería alcanzado por el puño oral del sistema, corriendo el seguro destino del ajusticiamiento por lapidación verbal que comienza en la descalificación social, sigue en la marginalización y termina en la conversión de su existencia en un muerto social en vida.

De la crisis no se sale por abajo

Si hay algo que resulta connatural a la cultura de los pueblos, son los procesos socioculturales regidos por la multiplicidad de interacciones cotidianas desarrollados a ritmo lento donde los partícipes se comunican sus ideas, experiencias, praxis, a la vez que van incorporando criterios y concepciones, registrando los contenidos de procesos de perfeccionamiento, innovaciones, hallazgos y adquisiciones sociales que nutren el acervo cultural que acrecienta su patrimonio como pueblo activo en el devenir de su tiempo histórico situado.

Cuando este proceso natural es atropellado y alterado por efecto de fuerzas que ejercen su poder como arma de opresión, lo que debe advertirse es que ya ha dejado de ser natural y está siendo operado por factores que apelan a la colonización de la subjetividad colectiva cómo método “moderno” de dominación “civilizada”. Metodología a la que le calza más esclarecedoramente la categoría de procesos de alienación.

No son lo mismo los procesos donde los participes actúan como sujetos activos, que cuando se ven reducidos a espectadores pasivos acorralados y cautivos de una superestructura que dictamina el rumbo. Un proceso de verticalización de los cambios a los que se suma la imposición de los nuevos criterios y costumbres a una velocidad que atropella la reflexión, impide la asimilación y que consume energías sociales sembrando falsas alternativas como la de confundir el eje político de soberanía considerando como cuestión central si se es conservador o progresista en lugar de centrar el eje en la cuestión medular de si se actúa como nacional o cipayo. Núcleo clave que a partir del cual se organiza el pensamiento de lo político y se decide la acción.

Frente a este escenario de la realidad real hace falta animarse a reiniciar caminos abandonados por el “no se puede” y la alienante sobreadaptación (1) que nos provoca no sólo el proceso regido por una manipulación que no puede nominarse de otra forma que como dictadura civilizada, metodología por la cual los múltiples efectos convergen en el establecimiento de una realidad cautiva. Realidad que debe ser procesada y administrada políticamente no desde el peligroso realismo pragmático que conduce a la potenciación del statu quo sino, por el contrario, a la instalación del realismo que tiene por base a las potencialidades del hombre y la sociedad. Un realismo que habla de la condición humana, la que el modelo modela pero que puja a partir de esos restos, núcleos resistentes, que en cada encrucijada histórico irrumpieron, generando un quiebre de tendencia, poniendo en evidencia que ser realista es tener conciencia que la libertad se conjuga articulada con la justicia social, que el humanismo necesariamente contiene la dimensión de trascendencia, que la paz es hermana de la justicia. Qué si bien el hombre antropológicamente contiene pulsiones de bien y de maldad, es en la búsqueda de justicia social por donde acumula más efectivamente su pulsión de ser social.

Hoy como muestra el grado de intoxicación del que se valen quienes mandan sobre la realidad, polemizar sobre el realismo, puede significar enfrentarse con sectores dirigenciales que se presentan como parte del pensamiento nacional y popular. Advertir que el realismo no tiene una sola concepción, existe el realismo escéptico y pragmático y el realismo esencial que se apalanca en una definición de la especie humana omitida detrás del antagonismo de opuestas teorías antropológicas de ángeles y demonios. Hace falta redefinir el concepto de realismo ya que cuando se cree ser realista en una situación de crisis, lo que se hace es consolidar el satu quo (¿habrá que aclarar que toda realidad es producto de un modelo explícito o implícito pautado ideológicamente que se materializa por su lógica, sus reglas y la praxis a que obliga; y que, además, todo modelo socio-político parte de una antropología humana que establece las condiciones de los actores?).

Recuperar la conciencia por la que se advierta que la paz es hermana de la justicia, y la libertad no es hija única, sino siamesa de la igualdad y la fraternidad, laderas imprescindibles de aquella; se advierta que el vínculo revolucionario que transforma el ayer rutinario y deshumanizador en un nuevo escenario, se llama revisión de premisas y cambio de perspectiva. Se trata de darse cuenta que subyacentemente existe una realidad potencial a la que se le ha dado la espalda dentro de un proceso lento pero sin pausa cuyo eje ha sido la premisa “dominar o ser dominado”, siendo su epifenómeno sociedades duales con buscadores de poder y subalternos acomodados a ese poder (2).

Es dentro del escenario que configura una crisis o situación límite que corresponde aplicar el criterio de que del laberinto se sale por arriba. La salida no puede darse por abajo, no puede darse por el realismo pragmático, saturado de señales equívocas. Una cosa es el realismo aplicado a tiempos normales y muy otro el que debe aplicarse a tiempos de crisis, donde los datos de la realidad no deben ser omitidos pero deben tomárselos en un segundo escalón de importancia, ya que no alcanza ni con tomarlos como necesarios para evitar idealismos frustrantes, ni sirve cerrarle los ojos a sus factores. El “se sale por arriba” significa lo que se conoce como Cambio 2, cambio de enfoque y de premisas (3). Instalación de un espíritu de la acción potenciado por objetivos de orden superior. Reconocimiento de que la especie humana tiene potencialidades que pueden y deben ser activadas en situaciones límites. Y, no sólo esto, sino que al redefinir la naturaleza humana desde una perspectiva vitalista e integral –el hombre no es ni bueno ni malo, ni omnipotente ni impotente, es un ser potente que en ése plano su capacidad se multiplica, todo lo contrario que cuando se lo reduce a mero sujeto de intereses--. Por otra parte, ése potencial innato está conectado con el modelo socio-político que predomina. Dos factores que al ser concientizados, procesan un cambio sustancial tanto a nivel del ecosistema como de los actores.

Esta concepción de los procesos, donde por una parte se comprende que no es lo mismo accionar en situaciones límites que en las de menor criticidad, y que, por otra, asume un cambio de premisas, abre a una acumulación de masa crítica de poder real tanto en el plano de la confrontación como en el de la eficacia.

Claro que, quiénes conocen la mentalidad de las actuales capillas dirigentes, unificadas por el criterio único que les ofrece la epistemología de la modernidad occidental, de hecho profecía autocumplida, donde el estereotipo es el del “hombre viejo” que se mueve por “la felicidad, el prestigio y el no importa cómo”, objetivos que configuran sus “intereses”, criterios que se mezclan como verdades y autojustificaciones; deben entender que transformar una realidad cautiva como la que transitamos hoy, sólo tiene chance de concretarse si se estructura un liderazgo que, desde un pensamiento trasformado y transformador, conduzca un accionar transformador. Convertir el realismo matrizado bajo el mandamiento posibilista en realismo de reencuentro con la potencialidad arrumbada por tanto idealismo dogmático y tanto realismo pragmático. Es tiempo de comprender que significa una perspectiva tercerista superadora de la dicotómica del más de lo mismo. La recurrente tesis, antítesis y síntesis, conjugada trascendiendo a las tesis y antítesis remanidas de la historia “moderna”.-

NOTAS:

(1) Ver doctor Ricardo Carpani, Ecología humana, estrés y sobreadaptación. Fenómeno social por el que la sociedad humana tanto como los hombres adaptan su metabolismo y las conductas. Factores que según el entorno caótico que lo potencia, actúan dialécticamente desde una sensación de centrifugación provocado por el volumen de acontecimientos que lo desequilibran, seguido de un estado de pánico y miedo al futuro (desempleo, desamparo, 3ª edad, juventud). Suma que tensa más aún la relación con la realidad. Fenómeno que se desarrolla en tres fases: Proceso interno de sobrepresión; proceso exterior: angustia, estado de alerta y a la defensiva, y reacciones primitivas; desenlace, resignación o resistencia.

(2) Llama la atención la ausencia de textos analíticos que entiendan como una de las causas principales de la implosión del sistema soviético al paradigma del “dominador-dominado”. En este sistema materializado alrededor del poder político que daba el Estado y el Partido, similar al del régimen capitalista, donde se da alrededor del eje acumulación de dinero

(3) Cambio 1 y Cambio 2: El Cambio 1 es el que se da a partir de iguales premisas con incremento en el plano de la aplicación y en la dirección de la aplicación. Por eso se lo conoce vulgarmente por el “más de lo mismo”. Si el problema es el frío y la solución es frazadas, en el límite se trata de la “cantidad de frazadas”. A diferencia del Cambio 2, que a igual situación, en el límite, no se siguen adicionando frazadas (que mejoran la cuestión del frío, pero provocan incomodidad por el peso de tantas mantas sobre el cuerpo), si no que se cambia el sistema: se usa manta térmica o se aplican equipos acondicionan la temperatura del aire.

LA BANDERA DEL 2 DE ABRIL

Malvinas Volveremos mapa

DESDE MI LUGAR DE DETENCIÓN, PENAL DE BOWER CÓRDOBA DESDE EL 22 DE SEPTIEMBRE DE 2003, ENVÍO UN ABRAZO A LOS VETERANOS DE LAS DOS GUERRAS, DE MALVINAS Y CONTRA EL TERRORISMO MARXISTA.
ES PREFERIBLE UNA BATALLA CON DERROTA, QUE UNA DERROTA SIN BATALLA.
“Y CUANDO LA PATRIA ESTA EN PELIGRO CUALQUIER MEDIO ES LICITO, PARA DEFENDERLA.

¡¡¡VIVA LA PATRIA, VIVA LA NACIÓN ARGENTINA!!!
BANDERA DEL 2 DE ABRIL
AQUÍ ESTA, MIRADLA HOY, COMO FLOTA Y ONDEA ORGULLOSAMENTE,
MI BANDERA CON SUS PLIEGUES DESPLEGADOS.
OSAD, DESAFIARLA, A NUESTRA INVENCIBLE BANDERA CELESTE Y BLANCA.

AYER, ROJA DE SANGRE DE NUESTROS SOLDADOS VALEROSOS QUE CAYERON EN COMBATE

MUERTOS ARTERAMENTE POR LAS ORDÁS TERRORISTAS, Y EN LA TURBA MALVINERA DEFENDIENDO NUESTRO SUELO AUN PERDIDO.

MIRARLA Y ADMIRARLA, SALIENDO VICTORIOSA COMO EL SOL REFULGENTE.

¡¡GLORIA Y HONOR A AQUELLOS COMBATIENTES!!

JÓVENES GARBOSOS QUE DIERON TODO POR LA PATRIA; SU HONRA Y HONOR .... Y SUS VIDAS.
¡¡¡QUE DIOS LOS GUARDE EN LA PALMA DE SU MANO!!


ORESTE VALENTIN PADOVAN
Subof My(R) Ejercito Argentino
VGC/TM
ABOGADO