viernes, 19 de noviembre de 2010

“EL REY ARRINCONADO”

 Cristo-Rey

Liturgia de la Palabra en la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo

(25 de Noviembre de 2007)

Predicada por  el R.P. Dr. Alfredo Sáenz, SJ.

Cuando los Magos de Oriente ofrecieron sus regalos al Divino Niño, lo reconocieron como Dios a quien ofrecían incienso, como hombre al que habría que ungir con mirra y como rey al que destinaban el símbolo por excelencia de la realeza, el oro. Sin embargo, muchos coetáneos que estarían dispuestos a ofrecerle los dos primeros dones, le niegan el último porque se han olvidado de que es Rey.

Pero Jesucristo, de quien fue figura David, lo es; un rey de cuyo reinado tenemos necesidad, como dijo San Pablo: "Es necesario que Cristo reine"  (1 Cor 15,25). Un rey que debe ejercer su soberanía tanto en el ámbito privado como en el público. Él, como Verdad Encarnada, quiere reinar sobre nuestra inteligencia ordenándola hacia Sí. Quiere reinar sobre nuestra voluntad para que marche al unísono con la suya.  Quiere reinar sobre nuestros afectos hasta unirlos consigo en una relación esponsalicia. Quiere ser, en definitiva, rey de nuestros corazones hasta que, no habiendo ya en nuestra alma región pagana alguna, podamos decir: "No vivo yo, es Cristo quien vive en mí" (Gal 2, 20)

Y como sería absurdo esconder esta reyecía dentro de nosotros, debemos proyectarla para que ordene la sociedad civil. Él debe reinar en la familia, en la cultura y también en la política, porque difícilmente pueda existir Su Realeza Social sin un gobierno que lo reconozca como tal.

Hubo un tiempo, la Cristiandad Medioeval, en que los hombres llevaron al Señor los tres dones.  Pero junto al grito de San Pablo "Es necesario que Cristo reine", hay en el Evangelio este otro: "No queremos que éste reine sobre nosotros" (Lc. 19, 14);  y sobre ellos se han vertebrado dos ciudades que dan sentido teológico a la historia. Así la revolución anticristiana que comenzó a finales de la Edad Media, primero ha negado la Iglesia, luego a Cristo como Dios, luego a Dios mismo, para llegar al estado actual de poscristiandad en que se pretende derribar el postrer obstáculo que nos separa del Anticristo, a saber:  erradicar a Cristo del último lugar en que se haya arrinconado: el corazón de los buenos.

Pero aunque esta campaña parezca ser tan generalizada y dramática que alcanzamos a verla dentro mismo de la Iglesia, no desfallezcamos; al contrario, invitemos al Señor a poner su trono real en nuestra alma, prometámosle combatir por su realeza sin abdicaciones y roguémosle con las palabras que Él mismo nos enseñó:

"Adveniat Regnun tuum - Venga tu Reino".

Para comenzar a oír y/o descargar la homilía, visite nuestro Blog en el siguiente enlace

El Rey arrinconado

http://pagina-catolica.blogspot.com/2010/11/el-rey-arrinconado.html

(Duración de la grabación 30' 27")

Al activar el enlace, ingresará a la entrada correspondiente en nuestro Blog. Para oír, recorra la página hacia abajo hasta visualizar el dibujo del reproductor cuyo botón PLAY debe oprimir. Debajo del reproductor encontrará dos enlaces que permiten bajar el archivo.  El enlace de Esnip's permite también oír en línea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los mensajes son moderados antes de su publicación. No se publican improperios. Escriba con respeto, aunque disienta, y será publicado y respondido su comentario. Modérese Usted mismo, y su aporte será publicado.