martes, 21 de septiembre de 2010

EL GOBIERNO NACIONAL Y EL DOBLE DISCURSO SOBRE TERRORISMO

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En la foto: Hay peritos que señalan que las imágenes tomadas tras los sucesos, indicarían una implosión más que una explosión ocasionada desde fuera de las edificaciones.

  

Por Emilio Nazar Kasbo

“Hay que respetar el orden jurídico de cada país”, y “no hay que dramatizar el tema”, dijo la Presidente Cristina Fernández Wilhelm de Kirchner a su par chileno Sebastián Piñera, según informó el diario kirchnerista oficialista Página 12 el día domingo 19 de septiembre de 2010.

Además, el día jueves 23 de septiembre viajará acompañada por el canciller sionista Héctor Timerman junto a Sergio Burstein en dirección a la ONU para invadir el “orden jurídico” de Irán.

Lo que se pretende en el viaje es otorgar status mundial a la cuestión de que Argentina (es decir en general, un país) haya sufrido en dos oportunidades ataques terroristas en el lapso de 28 meses (las explosiones de la Embajada de Israel y de la Amia), mientras Estados Unidos e Israel impidieron a la Argentina (país víctima) a la investigación de los hechos, imponiendo a los gobiernos que se han sucedido un cerrado encubrimiento, lo cual acabó en una información exclusivamente provista por dichos gobiernos (EEUU e Israel) que incriminaba a un tercer país (Irán).

La cuestión además reside en que no es el pueblo argentino el que resultó víctima, sino una colectividad con raíz extranjera, encabezada en las reivindicaciones por una cúpula afín a la secta sionista. Es decir, la reivindicación en otros términos no es argentina, sino israelí. Quien reclama en realidad, no es la Argentina, sino Israel, y eso es lo grave.

Lo que el gobierno argentino expresará en su discurso es un "pedido de colaboración al gobierno de Irán". Pero hay que destacar que toda la acción en el lugar de los hechos tras la explosión fue frenada para dar paso a un cerco en el cual intervinieron fuerzas de la Mossad y de EEUU para recabar los elementos, siendo violada la jurisdicción argentina en el lugar, a la vez que tratándose de una Embajada debió haberse establecido una acción conjunta de los gobiernos, que no sucedió.

Irán ha ofrecido reiteradamente toda la colaboración a su alcance a fin de esclarecer los hechos, mientras los gobiernos de Argentina han rechazado esa colaboración, que debe ser especificada y no abstracta.

A fines del año 2006, la justicia de Argentina plasmó las acusaciones de EEUU e Israel en una incriminación formal, enviando a Irán exhortos para que fueran extraditados los que habían sido señalados como responsables. Un fiscal de Teherán pidió por nota en diciembre de 2008 la ampliación de la información enviada con los exhortos para proceder con las extradiciones en caso de que correspondieran conforme el orden jurídico de Irán y las normas internacionales vigentes. La Justicia argentina no contestó la nota del fiscal iraní, sin dar siquiera un acuse de recibo, según indicaron fuentes a Diario Pregón de La Plata

La acción que lleva a cabo el Gobierno nacional con Apablaza, es comparable a la de Irán respecto a los acusados. No se puede hacer distinciones en casos similares, a no ser que se esté hablando de una justicia parcial (es decir, de una injusticia).

En marzo de 2010, se realizó en la sede de Lyon de la Interpol una frustrada mediación del jefe de la misma, Ronald Noble, donde Irán ofreció la creación de una comisión binacional que se ocupara de los trámites jurídicos pendientes, la cual fue rechazada de plano por Nisman, quien sólo aceptaba la entrega inmediata de los funcionarios acusados. La propuesta puede hallarse en la siguiente web:

http://www.interpol.int/Public/ICPO/PressReleases/PR2010/PR018Es.asp

Si el fracaso no se debió a Irán, entonces se debió a alguna otra de las partes intervinientes. En verdad, son numerosos los hechos que deben ser investigados, sin contar el extraño episodio en que la actual ministro Nilda Garré, siendo funcionaria durante el gobierno de Carlos Menem, hizo público el nombre reservado de un testigo de la causa.

Ahora bien, si “no hay que dramatizar” con Chile por la extradición de Apablaza, ¿por qué sí “hay que dramatizar” con el tema de Irán?

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