miércoles, 25 de agosto de 2010

NUEVOS EVENTOS BIOTECNOLÓGICOS MEJORAN LA COMPETITIVIDAD

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Por Arturo Navarro (*)

Al hacer un analice de lo sucedido en el XVIII Congreso de AAPRESID se puede afirmar que la Argentina perdió el primer lugar en el desarrollo comercial de la biotecnología en Sudamérica por falta de una visión moderna del país sobre orientaba del mundo en dicho desarrollos. Hoy estamos atrás de Brasil regionalmente, y cada vez más lejos de los Estados Unidos. A este paso, seguramente perderemos la carrera también con China y la India. Pero esta mala performance no es por falta de tecnología nacional de primer nivel que la tenemos, si no por no haber sabido construir un marco regulatorio moderno para la propiedad intelectual para que las inversiones aniden en el país. Nuestras dirigencia agropecuaria se quedaron en un debate de coyuntura y muy ideologizado, que no le permitió aggiornarse a los grandes cambios que estaban ocurriendo mundo para poder duplicar la producción de alimento que se va a necesitar en el año 2050.

Mientras nosotros permanecemos en este eterno debate, Brasil desplazaba a la Argentina del 2º lugar quedando atrás de EEUU. Hay que recordar que Brasil tenía prohibido el uso de organismos genéticamente modificados hasta el 2005 y hoy ya tiene el marco legal –tanto de bioseguridad como de propiedad intelectual- que dan previsibilidad a la inversión y asegurando el cobro de regalías. Esta situación le permite hoy tener acuerdo con las principales empresas de biotecnología del mundo, desarrollando eventos que van a estar disponibles mal que nos pese, antes que nosotros, que estábamos adelante en dicho desarrollo desde el año 1996 en el cual se aprobó en el país el primer evento.

Brasil, la India y China tienen programas muy agresivos en cuanto a inversión en biotecnología agrícola se refiere y en joint ventures con empresas privadas, mientras en nuestro país las inversiones extrajeras son limitadas por la falta del marco legal. El trigo, especie históricamente asociada al mejoramiento genético nacional, vive y sobrevive con programas de investigación desfinanciados que impiden convertirlo en una opción atractiva. Al mismo tiempo la inversión pública del país I&D es solamente de 150.000 de dólares por año que es un poco más de lo que sale un solo evento, después de 4 años de investigación para ponerlo a la venta. En la Argentina nunca se reinvirtió los avance producido por la biotecnología. Si solo invirtiera el 1% de los beneficios que deja cada año la biotecnología calculada en 2000 millones de dólares anuales, representaría un fondo anual de 20 millones de dólares que tendría el país para volver a jugar en 1º.

Hoy estamos viviendo de las inversiones que se hicieron para atender situaciones internas y externas que ya pasaron de moda. El mundo de hoy evoluciona muy rápidamente en este rubro y demanda otro rol a los países productores de alimentos –cuantitativa y cualitativamente- por lo cual debemos dejar de lado los falsos nacionalismos o ideologías y subirnos lo más rápido posible al tren del progreso por medio de las grandes inversiones en investigación y desarrollo.

Se dice que la guerra es algo demasiado importante como para dejarla en manos de los militares. Por eso, se convocan a los estrategas políticos con visión amplia y de largo plazo. Las discusión de lo que hay que hacer con el mejoramiento vegetal y la biotecnología no puede quedar en mano solamente de las entidades gremiales si queremos avanzar bien y rápido de ahora en adelante. Nadie está queriendo decir que no se deba escuchar la voz de los usuarios, pero en este tema tienen mucho para decir las entidades técnicas como AAPRESID y AACREA, tanto como las entidades de cadena (ASAGIR, ARGENTRIGO, MAIZAR y ACSOJA), y ni qué decir de los representantes de las empresas semilleras nacionales e internacionales, de los obtentores de variedades y de las empresas biotecnológicas. Los productores de punta deben ser escuchados, ya que están viendo el mundo más globalizado. Los productores pequeños deben ser escuchados, ya que se debe ser creativo y encontrar soluciones equitativas. Las opiniones de todos ellos van a permitir consensuar más rápidamente la propuesta que ya avaló la CONASE para que el Ministro de Agricultura de la Nación eleve el proyecto de reforma al Capítulo V de la Ley de Semillas al legislativo para recuperar los tiempos perdidos.

Mi propuesta seria: primero convocar a una reunión ampliada de la CONASE en la actual coyuntura, para termina de dar el consenso político al Ejecutivo para que eleve el proyecto ya avalado por los técnicos. Segundo, convocar a las Comisiones de Agricultura de ambas Cámaras para que escuchen porqué es necesario modernizar esta parte de la Ley de Semillas, y cuáles son los cambios que se quieren implementar. Esto demanda urgencia, ya que la misma está determinada porque cualquier evento que se quiera desarrollar en el país recién va estar para su venta dentro de 4 años después de la aprobación de la ley.

Como dijimos, este proyecto modifica el Capitulo V de la ley de semilla 20.247 de año 1973 que está desactualizado en el tiempo y la legislación internacional. En cuanto al tema de bioseguridad que funcionó muy bien desde el año 1991, se necesita ponerlo a nivel del estándar internacional para hacerlo compatible con cualquier acuerdo que se quiera hacer como es el caso de Brasil que está negociando el Ministerio de Agricultura.

Nunca la ley que fijaba el pago de regalía dejó de considerar al pequeño productor. Tampoco lo hace la actual modificación, quedando solamente a definir que es un pequeño productor para eximirlo de pagar regalía por el “uso propio”. Muchos pequeños productores ya evolucionaron mientras se realizaba este debate usando las nuevas tecnologías sin condicionar el precio de la regalía porque mejora su competitividad. Para confirmar lo que digo hay que analizar lo que ocurre con la venta de semillas híbridos, que en el caso del maíz tiene valores extremos que van de 40 U$S/bolsa hasta 160 U$S/bolsa y los primeros que se agotan son los valores más altos porque tienen la mayor tecnología.

¿Por qué no podemos actuar de la misma forma con las autogamas pagando lo que corresponde? Habría que tomar como ejemplo lo que ocurre en nuestros vecinos países después de sancionar los marcos regulatorios. En Uruguay pagan regalía el 96% de la semilla que se usa, en Paraguay 83%, en Brasil 75% y mientras que en la Argentina se paga solamente el 34% de la semilla para el caso del trigo, y menos del 25% para el caso de la soja.

No debemos subestimar ni olvidarnos del pequeño productor, sino que debemos ayudarlo a crecer. Por eso me niego a darle carnet de pequeño productor de por vida, sino temporal. Están y existen objetivamente las condiciones en nuestro país para que muchos pequeños arrendatarios pasen a ser propietarios, al estar viviendo una situación inédita de crecimiento mundial con una sostenida demanda de alimentos que determina un provenir inédito para el país. Puedo afirmar también que en toda mi carrera gremial no encontré un pequeño productor que se halla fundido por usar semilla y pagar una regalía razonable en autogamas, o una semilla híbrida de muy alto precio. Sí, en cambio, conozco muchos productores- inclusive productores medianos y grandes- que se fundieron por seguir negando los avances tecnológicos. Tampoco escuche en las asambleas de productores en los últimos tiempos un reclamo por el pago de regalías porque asumieron que los problemas de sus empresas pasan por otro lado y no por el pago de la tecnología.

Quien ponga en duda lo que estoy afirmando debería haber estado en el Congreso de AAPRESID compartiendo con 2800 asistentes, la mayoría productores muy jóvenes y muchos de ellos arrendatarios que con educación, innovación y trabajo están en condiciones de ser propietarios porque empezaron a trabajar en redes con otros productores y el sistema le permitió hacerse de un capital para empezar a comprar los campos. Quienes pudimos compartir dicho evento, por lo menos nos dimos un gran baño de fe y de esperanza por las extraordinarias condiciones naturales y humanas que tiene el país y lo único que hay que hacer es aprovecharla con políticas de estado que den previsibilidad a quienes invierten.


(*)Consultor
011-15-40442147
www.arturonavarro.com.ar

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