sábado, 28 de agosto de 2010

EL CAPITAL HUMANO

trabajador

"Invierte primero en ti mismo, a no ser que tú

seas un mala inversión.."(Tom Schreiter)

Por Roberto F. Bertossi (1)

Los activos humanos de este capital son entendidos como las percepciones individuales, los conocimientos, las experiencias y el compromiso de los empleados. Este `capital de carne y huesos´ nos vienen demandando una atención creciente, en primer termino, sobre todo lo que concierne al retaceado y postergado compromiso patronal con el mismo.

Sobre esto último,  alienta francamente todo esfuerzo de mejora continua e inversión en capacitación constante, si los empresarios privados y públicos no son renuentes, cuando de su RSE se trata, evitando ser remisos o actuar con una aprehensión que en no pocos casos suele llegar y superar la propia aversión hacia sus recursos humanos lo que nos autoriza afirmar: doctor

Gregory House, ser recíprocamente agradables en todo ámbito de relación, nunca será suficientemente valorado!

Ello nos atañe a todos: desde una infraestructura educativa más equitativa de un país hasta el replanteamiento de los objetivos, incentivos y las funciones de las áreas encargadas de administrar el recurso humano, cualquiera sea su envergadura, funciones, servicios y desafíos.

La actividad laboral no puede prescindir de buenas prácticas, de buenas gentes, de innovación, de psicología organizacional, de calidad y eficiencia para una inescindible gestión participativa y complementaria, productiva y competitiva.

Con esa perspectiva, el primer paso debe darse con una preferencia diaria por la capacitación y el desarrollo integral de los recursos humanos, característica que definirá cada empresa en su gestión, facilitándole unificar visión, misión y objetivos organizacionales a partir de la conformación de sólidos equipos de trabajo, sostenidos, enriquecidos, empoderados, equilibrados y compensados recíprocamente. 

Si de veras queremos apostar a un desarrollo empresario resultan imprescindibles liderazgos creíbles, prestigiosos y solventes en campo del compromiso laboral pues cada operario, obrero o funcionario de cualquier jerarquía, en ese intento o propósito se juega su propia “empresa de vivir”  la que en primer lugar, se debe redignificar con el descanso dominical del trabajador entre su familia, no lejos de ella.

Así entonces, desde progresos notables y sorprendentes en materia de atención al público, para toda empresa y empresario, certificar por caso, la Norma FLO (Fairtrade) de ‘Comercio Justo’ es tan imprescindible como urgente en pro de sumarse a la tendencia mundial que expresa, cristaliza y proyecta internacionalmente, los pilares de la ética y las buenas prácticas en las actividades laborales y económicas, sin perjuicio de otros parámetros laboral y empresarialmente convergentes.

Consecuentemente y cuanto antes, cada empresa con empresarios y trabajadores dignos, deberá propiciar innovación sin intermitencias como la adecuación rentable y pragmática a los nuevos contextos económicos, laborales y sociales ya no sólo para `el patrón´ sino, correspondiendo también, capacitación, saberes, entusiasmo, disponibilidad y solidaridad laboral ajenas a toda participación o legitimación de absurdos, confabulados e incongruentes combates sindicales, ya socialmente acongojantes-; reconocimiento de logros y tal, todos ellos con ítems similares Vg., a la antigüedad en términos de retribución e incentivos pecuniarios nuevos, desarrollo profesional y empleabilidad.

Preconclusivamente, la revalorización del capital humano y el reconocimiento del individuo como origen y destino de la producción, constituirá un reencuentro con un enfoque más humanista en la gestión y el desarrollo de la actividad productiva de bienes y servicios.

En efecto, de acuerdo a las tendencias observadas, el ser humano ocupará la atención en todos los planos de su actividad, y nada se considerará relevante si no contribuye también a su bienestar y a la preservación del entorno que le rodea porque, al fin y al cabo queda claro que, siempre el capital humano es la base de la capacidad competitiva de una empresa de cualquier porte´

Hasta hoy, muchas empresas daban más interés  a la administración  de cómo debemos dirigir o administrar los recursos económicos y materiales; dejando inadvertido los humanos.

Finalmente, lo único cierto e incontrastable es que el recurso humano resulta una valiosa herramienta  para el análisis en el mejoramiento del valor de los productos y servicios, además de justificar por si mismo, una profunda reflexión e inversión sobre la conveniencia de aprovechar y expandir los conocimientos  y destrezas para utilizarlos en nuevos desafíos empresarios de tal forma que nos permita conformar una idea más clara de la importancia, necesidad y relevancia del mejor y más apropiado capital humano posible pues, de eso se trata!

NOTA:

(1) Experto CONEAU

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