jueves, 1 de abril de 2010

DELMIRA DE CAO Y SU DISCURSO DESMALVINIZADOR KIRCHNERISTA

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En la foto: Delmira de Cao es la presidente de la kirchnerista Comisión de Familiares de caídos en Malvinas e Islas del Atlántico Sur, y pronunció un discurso desmalvinizador en la Casa de Gobierno, ante la Presidente Cristina Kirchner, el Canciller Taiana, el ministro del Interior Randazzo, y el secretario General Parrilli, el día 30 de marzo de 2010 en el Salón “Mujeres del Bicentenario”.

 

Por Emilio Nazar Kasbo

Delmira de Cao pretende representar a los soldados de Malvinas, y pretende hacerlo desde la óptica oficialista del gobierno kirchnerista, con la carga antipatriótica del odio, el materialismo, la venganza y la visión inmanentista del ser humano.

Muchas mujeres son madres, esposas, hijas o familiares de Veteranos de Guerra que supieron dar su vida por la Patria, no por una Patria inventada sino por la Patria de siempre, que es la Historia de la Patria, por los ideales de los patriotas que la fundaron.

Madre de un excombatiente muerto en Malvinas, como otras tantas, Delmira de Cao se diferencia de los demás porque no se siente orgullosa de la defensa de la Patria de la cual participó su hijo. La misma pronunció un discurso desmalvinizador en la Casa de Gobierno, ante la Presidente Cristina Kirchner, el Canciller Jorge Taiana, el ministro del Interior Florencio Randazzo, y el secretario General Oscar Parrilli, el día 30 de marzo de 2010 en el Salón “Mujeres del Bicentenario”.

¿Qué dijo esta mujer, que para nada representa el sentir patriótico, sino más bien el cipayismo y el servilismo cargado de odio izquierdista, y que más le valdría correr a aceptar la nacionalidad comunista cubana que permanecer como ciudadana argentina?

 

COMENTARIO AL DISCURSO

A continuación analizaremos el discurso comentándolo, aclarando que el texto en cursiva pertenece a la madre del soldado.

Es cierto que la política económica que el Proceso de Reorganización Nacional desarrolló fue liberal. Pero eso nada tiene que ver con la causa Malvinas. Además es falso que muchos excombatientes de Malvinas participaron de una marcha por reivindicaciones salariales a Plaza de Mayo, en una afirmación que pretende desfigurar la Historia. “En un día como hoy, hace veintiocho años, muchas de nuestras hijas y de nuestros hijos, marchaban a la Plaza de Mayo convocados por la Confederación General del Trabajo, para repudiar la política de hambre, de entrega y de represión ilegal, perpetrados por la ultima dictadura militar. Pocos días después, nuestros hijos marchaban rumbo a las islas Malvinas, para enfrentar por la vía de las armas a la nueva invasión británica y sus aliados colonialistas.”, afirmó Delmira de Cao.

¿Cuál es el sentimiento de una madre, esposa, hija, nieta o familiar de un combatiente? Pues de orgullo sabiendo que la Dios y la Patria pueden exigir incluso la vida del soldado. Jamás insinuaría que se convierta en un cobarde desertor, sino más bien en un héroe. ¿Cuál es el sentimiento de esta mujer? “Como toda madre, le pedí a mi hijo que no marchara a la guerra. Al fin y al cabo, no había recibido la convocatoria, su compañera estaba embarazada, y ejercía la profesión que le gustaba, la de maestro de escuela. Le rogué que no se presentara al regimiento. Si hubiera podido, lo habría escondido bajo mis faldas. Pero Julio me respondió: “mamá, cómo me pedís que me esconda. Cómo les voy a hablar a mis alumnos de San Martín y de Belgrano, si cuando me tocó pelear, el maestro se escondió debajo de la cama”. Y se marchó a su destino. Murió el último día de combate, dejando como legado a sus alumnos y a su hija -y a todos los niños y jóvenes de la Argentina presente y futura-, una hermosa carta desde Malvinas”.

 

DE COBARDES NO HAY HISTORIA

Una madre cobarde recibió el testimonio de un hijo valiente que buscó la coherencia de su enseñanza como maestro con la acción patriótica. Es más, en Malvinas muchos soldados tuvieron la oportunidad de arrepentirse de sus pecados personales y confesarse, rezar y de participar en Misas oficiadas por los Capellanes, por lo que es de suponer que incluso tal vez murió en Gracia de Dios.

“Las mujeres argentinas no quisimos la guerra. Las guerras traen muerte, dolor y sufrimientos. Pero tengo que reconocer que nuestros hijos nos enseñaron una lección que hoy tratamos de transmitir a todos los argentinos: que vale la pena luchar por lo que nos pertenece. Que para eso no importa el poder del adversario, si de nuestro lado nos asiste la razón, la verdad y la justicia”. Los soldados no fueron a un pic-nic en Malvinas, fueron a una Guerra con sus claras consecuencias: muerte, dolor y sufrimientos. Sin embargo, toda madre trae a este mundo un ser mortal, y tal vez si no hubiese ido a Malvinas a combatir en una Guerra Justa, quién sabe si no habría muerto víctima de la inseguridad o de un torpe accidente de tránsito para sumir su vida en el anonimato. Pero no solamente se fue a “luchar por lo que nos pertenece”, por un derecho de propiedad, que reduciría todo a una mera visión materialista. La Guerra de Malvinas es la recuperación de la identidad nacional con su carga trascendente de Fe Católica y de hispanidad heredera de las sanas tradiciones grecolatinas.

Malvinas no es una “lucha colectiva”, impersonal, sino una gran Causa Nacional, mas no lo entiende así la oradora, para quien las personas deben sacrificarse en pos de un colectivo anónimo e impersonal: “Y otra gran lección que aprendimos, es que los pueblos guardan gratitud eterna a las mujeres y a los hombres capaces de asumir las luchas colectivas, sin medir los sacrificios personales”, afirmó de Cao.

 

LA CAUSA MALVINAS

La Causa Malvinas nada tiene que ver con un gobierno de turno, ni con la represión a los terroristas subversivos financiados desde izquierdistas potencias extranjeras que lograron enfrentar entre hermanos a un pueblo católico como la Argentina.

¿Qué tiene que ver el Proceso de Reorganización Nacional y su forma dictatorial con la Causa Malvinas, que data de 1833 en tiempo del Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas? Nada más que el marco en que fueron efectivamente recuperadas para la Soberanía Nacional las Islas Malvinas, Sandwich e islas del Atlántico Sur, respondería cualquier persona mínimamente pensante.

Ningún soldado argentino combatió por un gobierno, ni para defender un gobierno, ni por la democracia, que por cierto eran todos gravemente criticables.

Los Veteranos de Guerra de Malvinas lucharon por Cristo Rey y por la Patria. De estas afirmaciones surge claramente la desviación de la oradora a temas ajenos a la recuperación de las Islas australes al decir que: “Por eso hoy es un día muy especial, donde prevalece una virtud esencial: la gratitud. Gratitud hacia este pueblo que supo volcarse a las calles para repudiar la dictadura del Proceso de Reorganización Nacional, como lo hiciera en tantas ocasiones anteriores”. ¿Qué tenía que ver en el discurso la disidencia con el Gobierno de turno con Malvinas y el 2 de abril de 1982? Es la gran pregunta que queda pendiente.

 

EL TRIGO Y LA PAJA

La paja son quienes rechazan a Jesucristo como verdadero Dios y como verdadero hombre, así como a la única Iglesia que Él fundara. Separar la paja del trigo es algo que hará Nuestro Señor Jesucristo al final de los tiempos, pues unos irán al fuego sin fin, mientras otros a la Gloria Eterna en Dios. Pero humanamente puede realizarse una labor de castigo a los malos y de premio a los buenos.

Delmira de Cao dijo que “a ese pueblo que, a pesar de sufrir las consecuencias nefastas de ese gobierno, supo “separar la paja del trigo”, y dio su propio significado a la guerra contra los invasores británicos, volcándose masivamente a las calles para acompañar activamente a nuestros hijos, como parte de ese mismo pueblo del cuál procedían. Como lo hicieron la inmensa mayoría de los pueblos hermanos de Iberoamérica, quienes se anotaban de a miles para combatir junto a sus hermanos argentinos, nuestros hijos.”. Y surge así la contradicción en sus palabras. ¿La gente apoyó la Guerra de Malvinas, y se dispuso a “acompañar activamente” a los combatientes? ¿De qué lado estaba la oradora? ¿No había dicho antes que ella se oponía a la Guerra, y ahora se presenta “como parte de ese mismo pueblo del cual procedían” los combatientes?

Los soldados en Malvinas no eran procedentes de un pueblo, sino los representantes actuales de la Patria viva desde su origen, raíz y esencia. Y toda América responde a esa misma identidad, incluyendo territorios usurpados por ajenas potencias europeas en violación a las Bulas del Papa y a los derechos de la Corona de España sobre el territorio descubierto. ¿No era un mal la Guerra? ¿Por qué entonces “la mayoría de los pueblos hermanos de Iberoamérica… se anotaban de a miles para combatir”? ¿Por qué la gente manifestó públicamente su adhesión a la Causa Malvinas el día 2 de abril de 1982, lo mismo que al discurso que indicaba un potencial conflicto bélico próximo?

La Guerra es un mal, lo mismo que la defensa propia; sin embargo el contexto obliga a la acción adecuada y jurídicamente habilitada cuando se trata de una Guerra Justa en el orden nacional, o de una grave amenaza personal en el caso de la defensa propia, y en ese contexto ambas son situaciones de supervivencia.

El Proceso Militar tuvo que enfrentar una guerra donde el gobierno partidocrático de turno no hallaba salidas, en medio de un colapso económico (denominado Rodrigazo, en homenaje al ministro de Economía de aquellos tiempos) y de atentados, bombas, secuestros, torturas, amenazas, extorsiones, robos, chantajes, y todo tipo de tropelías utilizadas para financiar a la subversión y atemorizar a la población a la vez que buscaban la toma del poder utilizando la vía violenta.

Muy pocos recuerdan a Balbín afirmando que ya nada había por hacer institucionalmente en Argentina en aquellos tiempos…

Resumamos y proyectemos: una madre cobarde planteó a su hijo que desertara, madre que resalta su disidencia con el gobierno del Proceso, y que se ve obligada a reconocer la realidad que su propio hijo le enseñara, así como la multitud de adhesiones nacionales e internacionales a la Causa Malvinas. De la visión completamente disidente con el Proceso de Reorganización Nacional, deriva a la reivindicación de la Presidente actual, Cristina Kirchner.

  

CRISTINA KIRCHNER… ¿VGM?

La oradora repudió la Causa Malvinas, repudió al Proceso Militar, pero a su vez reivindica al kirchnerismo con gratitud porque… ¿qué le ha dado? ¿Qué hay para agradecer al kirchnerismo? Lo dice con sus propias palabras Delmira de Cao: “Por eso hoy, la mujer que dirige los destinos de nuestra Patria, dejará a perpetuidad la imagen de las mujeres de Malvinas, en este salón dedicado a la memoria de las “mujeres del bicentenario”. Y por eso hoy, también, las mujeres de Malvinas, le queremos expresar a la señora Presidenta de la Nación, nuestra gratitud por habernos dado todo el apoyo desde el Estado que conduce, para concretar nuestro sueño de inaugurar el monumento que recuerda a los 649 héroes nacionales en el cementerio de Darwin, en la isla soledad. Lo hacemos desde la humildad de nuestros recursos, pero a través de obsequiarle un elemento que encierra una enorme carga simbólica: la Distinción de Honor “Malvinas –Unión Suramericana”. Se trata de un medallón de plata diseñado y labrado por el artista orfébre Carlos Pallarols para la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas”.

¿De qué se trata esta acción surrealista? No son los caídos en Malvinas, no son los héroes los homenajeados, sino la Presidente Cristina Kirchner… Y la humildad de sus recursos ¿se traduce en un medallón de plata de Carlos Pallarols? ¿El estado deplorable del Estado Nacional es lo que agradece? ¿Es un premio al hambre, la insalubridad, la ignorancia y la inseguridad e indefensión generalizadas en el país otorgado a su responsable? ¿No se trataba de un acto por Malvinas?

La oradora continuó: “Esta primera edición de la distinción de honor “Malvinas – Unión Suramericana” tiene como destinatarios a aquellas mujeres y a aquellos hombres que durante estos 28 años de postguerra, nos han ayudado a preservar la memoria de nuestros seres queridos, fallecidos en la batalla de 1982 y a defender la Causa por la que ellos dieran sus vidas. En diciembre del año pasado, tuvimos oportunidad de entregársela a ese gran luchador del campo nacional y popular, don Enrique Pedro Oliva, dos meses antes que nos abandonara. Don Enrique fue uno de esos compañeros que abrazó la Causa que hoy consagra nuestra Constitución Nacional, desde su exilio en Francia y en su desempeño como periodista en Londres, donde cubrió los eventos de la guerra bajo el pseudónimo de Francois Lepot. Estamos convencidas que se habrá encontrado pronto con nuestros hijos, para seguir alentándonos desde el comando celestial, hasta que recuperemos definitivamente nuestras Islas Malvinas”.  Enrique Pedro Oliva disentía con la política kirchnerista, y resultan así equiparados en el premio otorgado por de Cao a la Presidente.

 

LA PAJA

Veamos en qué términos se refirió la oradora a Cristina Kirchner:Como presidenta de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas e Islas del Atlántico Sur, entrego a la señora Presidenta de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner, la Distinción de Honor “Malvinas – Unión Suramericana”. Señora Presidenta de la Nación: Por su condición de militante de la causa nacional y popular en nuestras tierras patagónicas durante las acciones armadas de 1982 en la Provincia de Santa Cruz; Por su desempeño como legisladora nacional, en apoyo de la reivindicación de la Causa de Malvinas y de los veteranos de guerra, en especial durante el año 1995, cuando como Senadora Nacional por la provincia de Santa Cruz, defendiera en soledad y con enorme coraje, la sanción de la pensión de guerra para los ex soldados. Por su defensa comprometida de nuestros Hielos Continentales Patagónicos; Por habernos posibilitado, ya como Presidenta de la Nación, la inauguración del Monumento a los Caídos en Malvinas e Islas del Atlántico Sur; Por la firmes decisiones adoptadas frente a la nueva agresión unilateral británica en la plataforma de nuestras Islas Malvinas; Por su compromiso para el cumplimiento de la inclusión de la causa de recuperación de Malvinas en la nueva Ley de Educación Nacional, y la construcción del Museo Histórico Malvinas en la sede que nos cediera el Gobierno para dar la necesaria batalla cultural; Por su valentía y esfuerzo como mandataria de los argentinos, en pos de la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación. Por todo ello, reciba de manos de las mujeres de Malvinas, la distinción de honor “Malvinas – Unión Suramericana”.”

Los últimos gobiernos han acabado por destruir y eliminar a las Fuerzas Armadas, y el elogio realizado a la Presidente no merece ni el más mínimo comentario, ya que no resiste el menor análisis en un contexto que ya referimos. Los méritos de este gobierno consisten en haber convertido a una Nación Católica en un país indigente, más carenciado que los parias hinduistas.

Hoy la historia la escriben los cobardes. La realidad del “Cambalache” de Discépolo quedó corta: hoy resulta que es más el ignorante que el profesor, y los satánicos que Don Bosco. Que se queden con los premios falsos a su incompetencia, que de nada les servirá cuando el trigo sea separado de la paja.

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En la foto: La Presidente de la Nación, Dra. Cristina Kirchner junto a la titular de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas, Delmira de Cao, descubriendo una foto para luego fundirse en un abrazo en el Salón “Mujeres del Bicentenario”, en la Casa de Gobierno

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