martes, 19 de enero de 2010

EL PAPA EN LA SINAGOGA DE ROMA


Por Alejandro Pérez Unzner


Ciudad de la Santísima Trinidad y

Puerto de Santa María del Buen Ayre

Lunes, Enero 18 del A. D. 2010

Estimado Sr. Julio Algañaraz

Corresponsal de Clarín en Roma y Ciudad del Vaticano

De mi mayor consideración:

Una vez más tengo el agrado de dirigirme a Usted, casi tres meses después de mi anterior carta, que por supuesto no tuvo el tino de responderme. Y a casi un año del magnificado, falaz y malintencionado asunto de S. E. R. Monseñor Richard Williamson, FSSPX. Asunto que Usted también se encargara de inflar, como no podía dejar de esperarse.

Me permito, otra vez y con las debidas disculpas hacia su distinguidísima pluma, efectuarle algunas observaciones acerca de su nota relativa a la ominosa, vergonzante y, para el mundo católico en el sentido justo del término, impropia, inadecuada, dolorosa, lastimosa, lamentable visita que S. S. Benedicto XVI efectuara ayer a la sinagoga de Roma. Oremos, de paso, por la conversión del Santo Padre y la gloria de la única Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo, el Dios-hombre. Y por la pronta beatificación de S. S. Pío XII.

Pasemos a hablar no sólo de las actitudes y los gestos del actual Pontífice, sino también de las de su predecesor de feliz memoria, S. S. Pío XII, el Siervo de Dios Mons. Eugenio Pacelli. Ese a quien el rabino Dahlin defiende en su libro “El mito del papa de Hitler” contra toda la parafernalia propagandística judaica y sus adláteres de adentro y de afuera de la Santa Iglesia Romana.

Para empezar, me gustaría leer una nota suya (ya que estamos con el tema de los Papas y el problema judío en Europa durante la primera mitad del siglo XX) en la que explique cómo hizo Roma, o sea el Vaticano, o sea la Iglesia Católica, para introducir secretamente en la Alemania gobernada por el Partido Nacional-Socialista Alemán de los Trabajadores y su canciller Adolf Hitler, la Carta Encíclica “Mit Brennender Sorge”, en el Domingo de Ramos de 1937, la cual fue leída en cada parroquia, en cada templo católico, ese histórico día. Quién comandó la distribución de ese documento firmado por S. S. Pío XI, el mismo que criticó al comunismo soviético, el verdadero enemigo de Cristo y su Iglesia, es decir el “otro” rostro del liberalismo doctrinal, claro que con capitalismo “de Estado”, financiada que fue su instalación por la banca que (me imagino, dada su erudición) cuyo origen multifamiliar, étnico, racial, cultural y religioso (llámela como guste, no faltaría más) Usted conocerá sobradamente. Quién era el delegado papal en Alemania. Cómo cayó dicha Encíclica en Berlin. Etc., etc., etc.

Un paréntesis: ¿Leyó la conversión de Eugenio Zolli? Al rabino de Roma, a ese me refiero. ¿Sabe por qué eligió Eugenio como nombre de bautismo cristiano?

Sigo: Dice en su nota que “el Papa levantó hace un año las excomuniones de cuatro obispos cismáticos del grupo Lefebvre, que condena las enseñanzas del Concilio Vaticano II. Uno de esos obispos es el inglés Richard Williamson, quien negó por televisión el Holocausto de los judíos por los nazis y la misma existencia de las cámaras de gas”.

Veamos: 1-¿Lo de “grupo Lefebvre” es un modismo propio de una nota sobre economía o política, al estilo de “Grupo Clarín” o “Grupo de los Siete”? Se constituye así en una novedad de lo más ridícula esta denominación de la Obra fundada por el extinto Mons. Marcel Lefebvre, y me parece que Usted emplea francamente un término poco feliz, al menos para mi gusto. Me imagino un titular: “Sacerdotes del Grupo Bergoglio solicitaron…” En fin.

2-S. E. R. Mons. Richard Williamson no negó la cuestión de los judíos. Lo que el obispo católico tradicionalista relativizó, y ya le he dicho esto en mi envío anterior, es la magnitud del problema.

El vocablo Holocausto me lo reservo para el único realmente con mayúscula, que fue el deicidio ejecutado el Viernes Santo, es decir la crucifixión de Nuestro Señor Jesucristo, con ocasión del accionar de los “hermanos mayores” de entonces y sin entrar en mayores detalles sobre causas y efectos, por exceder el tema los lineamientos de esta carta. Vale la pena sí recordar que dicho deicidio fue fervientemente impulsado por el comando religioso hebreo de entonces (lo que sería el “Rabinato” actual, a mi humilde entender), cuyos líderes llegaron a proponer al gobernador romano, Poncio Pilatos, la ejecución de un de antemano condenado par suyo (un judío) mediante el método más odiado por ellos mismos (los judíos), en vez de lapidarlo como se debería haber hecho según la ley antigua, conforme la pena a los blasfemos (Deut., cap. 16).

Le aclaro que estoy en contra de los crímenes, los de guerra y los otros, por si le caben dudas. Pero también estoy en contra de los criminales, sean del signo que sean y al que le quepa el sayo que se lo ponga. Obviamente, al pecador (y el homicida lo es) hay que corregirlo fraternalmente, pero no se puede levantar un altar al pecado, como se ve por doquiera hoy día… La república de Israel no se instauró de manera pacífica en 1948, según tengo entendido y me consta por el testimonio que personalmente me dieron sacerdotes argentinos residentes en la Palestina de entonces. Yo, personalmente, cuando peco ofendo la Divina Majestad, ofendo a Dios. Y es como si estuviera en medio de la turba enfurecida de dicho Viernes Santo gritando “¡Crucifícale! ¡Crucifícale!”. Esa turba de “hermanos mayores” (perdone el eufemismo) que no se quiso contaminar antes de comer el cordero pascual… y entonces no entró en el Pretorio: hipocresía pura. Quien quiera oír, que oiga.

Ahora, para que no parezca ésta una carta de un sedevacantista, defiendo las declaraciones del Papa en cuanto habla de que “la Santa Sede desarrolló una acción de socorro, muchas veces escondida y discreta". Me gustaría ver una nota firmada por Usted en la que explique a cuántos hombres salvo Raoul Wallenberg, a cuántos Oskar Schindler y a cuántos Pío XII. En serio. ¿O tal vez me deberé conformar con esperar la publicación de los documentos papales, dentro de un lustro, sobre el accionar de Pío XII?

Me imagino Usted sabrá cuáles fueron las reacciones de los dignatarios judíos en el momento de fallecer el papa Pío XII. Antes de la “leyenda negra”, por supuesto.

Y vuelvo a tratar de defender lo que para muchos es indefendible, sin que se piense por esto que soy un “barrabrava” Ratzingerista. Dice Usted que el Papa afirmó que "puedan las plagas del antisemitismo y del antijudaísmo ser saneadas para siempre". Recordó que la Iglesia había deplorado "las faltas de sus hijos y sus hijas, pidiendo perdón por todo lo que haya favorecido de algún modo las plagas del antisemitismo y el antijudaísmo". ¿Tiene un Papa, el Vicario de Cristo, que seguir apilando pedidos de perdones al mejor estilo Juan Pablo II? ¿Ante quién? ¡Por el amor de Dios!

Cuando el Papa polaco visitó esa misma sinagoga... y surgió la infelizmente difundida expresión “Nuestros hermanos mayores en la Fe”, ¿se refería Karol Wojtyla a judíos como el rabino Giuseppe Laras, titular de la asamblea rabínica, quien se negó a asistir ayer al encuentro por estar en contra de que Benedicto XVI haya firmado el reconocimiento de las “virtudes heroicas” de Pío XII? ¿O tal vez estamos ante las mismas “virtudes heroicas”, pero del propio Juan Pablo II? ¿Fueron “hermanos mayores” Abraham, Isaac, Jacob, José, David, Esther, Melquisedec, Ruth, Simeón y la vidente Ana? ¿O el ejemplo es la línea del cardenal Lustiger? ¿O tal vez Kasper, von Baltasar o Rahner? ¿Es que nadie revisó la fe de Karol Wojtyla, nominado Papa Juan Pablo II? Son demasiadas preguntas para mi atormentada mente…

…Como para, encima, tener que leer que “después de que el rabino jefe de Roma advirtió en su discurso que no se podía poner en discusión el Concilio Vaticano II, que abrió las puertas del diálogo de igual a igual entre católicos y judíos, porque no habría más posibilidad de diálogo, el Papa respondió que para la Iglesia el Concilio representa un punto firme, un camino irrevocable de diálogo, fraternidad y amistad hacia los judíos". ¿Cuándo este Papa Joseph Ratzinger dijo que el Concilio se iba a poner en discusión? ¿Por qué tengo que encontrarme con este exabrupto? ¿Qué es “de igual a igual” según la opinión de Julio Algañaraz? Faltó subrayar, como es costumbre, que este Papa es “ultraconservador” o algo así.

Para ir redondeando, “las referencias al Concilio y a su documento "Nuestra Epoca" (Nostra Aetate, agrego), que levantó las acusaciones seculares contra los judíos de ser responsables de la muerte de Cristo, señalaron el segundo problema que ha envenenado en los últimos tiempos las relaciones hebreas con la Santa Sede…” Retrocedamos unos renglones y se verá de qué trata esta cuestión del deicidio, que no es inventada pero si sistemáticamente negada (¿El negacionismo fundamental, básico e inconculcable?).

Y una cosita más: Usted indica “campo de exterminio” y yo le diría que mejor escriba “de concentración” o “de reeducación”. O bien, que primeramente lea ciertos informes incuestionables al respecto, fácilmente ubicables en Internet y demás sitios de consulta periodística e investigativa seria; lo que primeramente Usted prefiera. Estimo que Mons. Williamson ha de estar leyendo varios de estos informes, últimamente, para volver a fundamentar sus opiniones de fines de 2008.

Veremos, estimado Sr. Algañaraz, con qué nos sorprende (ingratamente, por cierto) en ocasión del próximo encuentro de los expertos de la Fraternidad y Roma para seguir discutiendo los temas doctrinales que tanto molestan desde el pastoral Concilio Vaticano II. Y -ya- a un año del Williamsongate.

Sin más asuntos que molesten su amable atención y distraigan la mía, le agradezco como siempre su deferencia y lo saludo muy atte., quedando a sus gratas órdenes.

En Jesucristo, Nuestro Señor, y su Ssma. Madre,

Alejandro Pérez Unzner


República Argentina

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