lunes, 19 de octubre de 2009

RESEÑA DE LA CONFERENCIA DE MONS. BERNARD FELLAY DEL 15 DE OCTUBRE DE 2009

En la foto: Mons. Bernard Fellay saluda al Papa Benedicto XVI, con quien no habrá discusiones doctrinales o contenidos de la Fe

Por Marcelo González *

En una exposición de casi tres horas, el Superior General de la FSSPX desarrolló minuciosamente la historia de las relaciones con la Santa Sede, desde la fundación de la obra hasta la actualidad. Oscilando entre explicaciones doctrinales y un nutrido anecdotario, el obispo Fellay dejó en los oyentes una impresión muy completa de la situación romana y de la Iglesia en general.

Cuando ya habíamos preparado los elementos técnicos, y aún sorprendiendo a las propias autoridades locales, Mons. Fellay no permitió que se registrara su exposición. Fue muy extensa y no hubo diálogo con el público, sino hasta el final, cuando ya muy entrada la noche, más de las 23 hs. los asistentes que quisieran quedarse fueron agasajados con un refrigerio. Allí el obispo dialogó con quienes se acercaron a él.

Pero, evidentemente, no quería ningún registro para la prensa, lo cual se volvió comprensible al ver la naturaleza de la exposición. Para dar una idea –bastante completa por cierto- de las rocambolescas vicisitudes entre Roma y la FSSPX apeló a un nutrido anecdotario, insistiendo reiteradamente en que de muchos de los hechos relatados no podía aportar pruebas, por tratarse de conversaciones telefónicas o personales.

La audiencia siguió atentamente la exposición -en castellano, serena y pausada-, por momentos con alguna dificultad expresiva dado que el obispo suizo no recurrió a ningún texto escrito durante las casi tres rotundas horas de su charla. El silencio y la atención fueron, al menos desde nuestra posición, muy cercana al expositor, absolutos, solo interrumpidos por algunas risas o comentarios en respuesta a las pintorescas anécdotas con las que pintó la realidad romana.

Desconfianza

Después de una breve exposición teológica sobre la Fe, Mons. Fellay remarcó que no existe posibilidad alguna de discutir los contenidos de la Fe, establecidos por la revelación y custodiados por el Magisterio. Pero la actual situación, una especie de sida intelectual y moral del cuerpo eclesiástico hace que la mayoría de sus miembros lejos de defender la Fe hayan perdido todo instinto o reacción católicos, llevando a la Iglesia a un estado que ningún teólogo previamente había creído posible. Sin embargo los hechos están a la vista, y es tan erróneo negarlos como descreer de las promesas de N.S. Jesucristo sobre su protección constante del Cuerpo Místico. Nadie podía haberlo imaginado, parece excesivo, pero en definitiva es Dios quien lo ha permitido y será El quien lo detenga por medio del instrumento que designe.

Insistió el expositor en la desconfianza que la FSSPX tiene respecto a las intenciones romanas, que se fundamentan históricamente en las persecuciones sufridas a lo largo de su historia. Agregó, además, que el caso de la FSSP es paradigmático: hace algunos años, y estando esta congregación en plena regularidad canónica, fue intervenida durante su Capítulo General por Ecclesia Dei, y se designó a uno de sus miembros de la línea más liberal, el P. Arnauld Devillers, desplazando al líder histórico, el P. Bisig, por motivo de su adhesión excluyente a la misa tradicional.

De allí la necesidad, frente a las ofertas de Roma a partir del año 2000, de establecer ciertas condiciones que reconstruyesen la confianza mínima en la seriedad del diálogo, afirmó el obispo. Dos de las muchas posibilidades que se barajaron fueron finalmente planteadas a Roma y concedidas bajo el Pontificado de Benedicto XVI: a saber, la liberación de la Misa Tradicional y el retiro-levantamiento de las excomuniones a los cuatro obispos supérstites de las consagraciones de 1988. Sobre esto último relató el obispo tradicionalista, que el Card. Re. prefecto de los obispos y autoridad natural en la materia, tuvo en su mano el documento en el despacho papal “para ser firmado de inmediato”. Fue producido por una comisión de plena confianza del pontífice, dejando fuera del trámite a los organismos de gobierno competentes, único modo de lograr que el documento prosperase. El Card. Re debió rubricar el texto muy de mala gana y casi sin leerlo, y en menos de tres horas le fue entregado a Mons. Fellay por el Card. Castrillón. De otro modo nunca habría pasado las trabas de la maquinaria burocrática vaticana.

Un papa con las manos atadas

Del rico anecdotario relatado, llama la atención la admisión en privado de muchos prelados y hasta de los dos últimos papas respecto a la nula fundamentación legal que tenía la prohibición práctica de la celebración de la Misa. Las excusas para no haber aclarado antes el tema, relató Mons Fellay, fueron la oposición de las segundas líneas de los dicasterios romanos (secretarios y subsecretarios) y la de algunas conferencias episcopales, en particular la alemana y la francesa

Le concesión total de la misa y parcial (por no haber utilizado los términos de nulidad sino de revocación) de las excomuniones, reiteró el expositor, siempre han sido pedidas para provecho de los católicos en general, no de la FSSPX. En el primer caso, la misa, no variaría en absoluto la situación de sus miembros y fieles. En el segundo, dijo el obispo, usando una metáfora, “las excomuniones nos hacen lo que el agua al pato: resbalar por sus plumas”. Nunca se tomaron por válidas ni causaban resquemor de conciencia. Sin embargo constituían un enorme obstáculo para el apostolado.

Puertas que se abren

Mons. Fellay ha destacado que la situación de la Iglesia está en un momento de transición, en el cual la ola conciliar va decayendo junto con las generaciones que hicieron posible y luego aplicaron el Concilio, y se ve nacer una ola más conservadora, especialmente en las jóvenes generaciones de seminaristas y sacerdotes. Las turbulencias de esos dos movimientos, uno que muere y otro que nace, son las que se sufren hoy, particularmente en foma gran confusión sobre lo que está pasando, por un lado interesante y esperanzador y por otro tremendo y obstinadamente sostenido.

En tanto, la generación “dura” de las reformas posconciliares, la que ha recibido con entusiasmo los cambios, está ahora en los puestos de comando, tales como obispados o cargos administrativos de la Santa Sede, desde donde obstaculizan los planes de reordenamiento del Papa Benedicto. Comentó casos concretos de esta permanente acción obstaculizadora.

Considera el prelado que las esperanzas de una restauración de la Iglesia, por vías humanas, es decir, no mediando una intervención directa de Dios, pueden comenzar a verse realizadas en un término de unos quince años, cuando la actual generación posvaticano II haya sido desplazada por razones de edad.

Destacó el caso de numerosos seminaristas que enfrentan a sus profesores invocando las encíclicas papales preconciliares y exigiéndoles se definan o expliquen las contradicciones con sus enseñanzas. Esto ha llevado a un grado tal de tensión que en un caso, el Seminario Francés de vocaciones tardías, se llegó a la clausura ante la imposibilidad de lograr que los estudiantes acatasen a ciegas la enseñanza conciliar.

Benedicto XVI

Respecto al Papa, Mons. Fellay destacó su integridad moral, y su deseo de corregir algunos aspectos de la crisis: a saber, la decadencia litúrgica, la vida religiosa, la falta de identidad sacerdotal. Por eso protege a los que le solicitan volver a las reglas monásticas preconciliares o al rito tradicional, de los cuales casos citó Mons Fellay algunos. Insistió, además, en las contradicciones en materia doctrinal, como por ejemplo la insistencia en la reconciliación con el mundo y la libertad religiosa según se entiende modernamente.

Destacó también las graves dificultades del Papa para gobernar: primero por su deseo de consensuar sus decisiones con el sector progresista. En segundo lugar, porque no ha querido o no ha podido relevar a muchos funcionarios de la Curia que ponen piedras permanentemente en su camino. Por fin, marcó muy acentuadamente la complejidad de la personalidad del Pontífice, que adhiere a muchas formulaciones doctrinales que el Magisterio clásico ha condenado: por ejemplo, el asumir los “valores” del liberalismo, su concepción de la relación Iglesia-mundo, el ecumenismo, atenuado ligeramente por la preferencia del Pontífice de un diálogo con los ortodoxos más que con los protestantes y finalmente su concepción de la libertad religiosa como un derecho. En definitiva, su apego a los puntos más cuestionables del Concilo Vaticano II. Lo que sin embargo no le impide trabajar arduamente en la reforma de la liturgia nueva, de la que un allegado al Pontífice le manifestó “debe desaparecer”, aunque de un modo gradual, por medio de cambios que la vuelvan más cercana a la tradicional.

Finalmente, ese mismo día se había anunciado el primer encuentro de las comisiones teológicas en Roma, para el 26 de octubre. La de la FSSPX presidida por Mons. Alfonso de Galarreta y tres sacerdotes. Mons. Fellay aseguró que después de haber recibido múltiples ofertas de regularización canónica, y habiéndolas rechazado a todas por diversos motivos, se produce finalmente un hecho asombroso: Roma acepta discutir la doctrina del Vaticano II, al que no considera dogmático sino pastoral, y por tanto modificables.

Al establecer estas discusiones en el más alto nivel, el Papa da a la FSSPX el rango de interlocutora autorizada de quienes tienen objeciones doctrinales sobre los textos mismos, no meramente sobre abusos o lecturas erroneas, terreno en el que se mueve generalmente el ala conservadora de la Iglesia. Los teólogos designados por Roma son considerados “ultraconservadores” por los progresistas, quienes no dudan en llamar a la rebelión ante el temor de que el Papa caiga bajo la influencia del movimiento tradicionalista. De hecho así lo temen, lo declaran y contra ello actúan en sus permanentes ataques a la FSSPX y al Papa. Los obispos alemanes han pedido reiteradamente al Papa que vuelva a excomulgar a los obispos que confieren órdenes sacerdotales e incluso, uno de los más importantes sugiere que antes de fin de año habrán logrado el documento de excomunión.

Respecto a los resultado de estos encuentros, Mons. Fellay manifestó una prudente cautela. No se busca ningún acuerdo práctico, sino la corrección de los errores del Vaticano II. Lo cual puede producir consecuencias impredecibles. Calificó de “loco” este empeño desde un punto de vista meramente humano, pero cuya necesidad queda avalada por los hechos, visiblemente llevados por la Providencia. En lugar de reclamar desde lejos, y frente a la hasta hace poco impensable invitación romana a las discusiones doctrinales, ha dicho Mons. Fellay, es un deber ir sólidamente preparados para fundamentar los puntos que se pongan en discusión, y encomendar todo a la oración y el sacrificio, particularmente por medio de la campaña de 12 millones de Rosarios.

Humanamente “loco”, el empeño de disuadir a los romanos de sus errores doctrinales ha causado un profundo disgusto de los progresistas, más que disgusto odio, señaló Mons. Fellay, y que cada día más claramente llaman a la rebelión contra el Santo Padre.

Mons. Fellay, finalmente, llamó a la oración, la penitencia y la confianza en Nuestra Señora del Santo Rosario de Fátima, bajo cuyo patrocinio ha quedado el buen suceso de las discuciones.

* Director de www.panodigital.com

LAS MALVINAS FUERON, SON Y SERÁN ARGENTINAS!


En la última visita que familiares de caídos en Malvinas hicieron al cementerio de Darwin, un periodista del canal 7 se acercó a una Madre de un conscripto cuyos restos fue a honrar y le preguntó (tratando de explotar la sensiblería):

- ¿Qué opinión le merece señora la propuesta inglesa de repatriar todos los restos de las víctimas del conflicto?

La entrevistada respondió:

- No hay lugar a ninguna repatriación puesto que todos están en SU PATRIA, entonces no hay lugar a ninguna repatriación. Además, ¡estoy cansada de que se victimice a nuestros hijos! Mi hijo no fue ninguna víctima de nadie, fue un soldado que cumplió con su deber.

Una esclarecedora respuesta de dignidad en medio de tanta podredumbre moral, y una bofetada de orgulloso Patriotismo a los infames traidores que pretenden ensuciar a la Gesta y el recuerdo de los hombres que dieron lo más grande e importante que un hombre puede dar: su vida por cumplir un Juramento de Fidelidad a Cristo Rey y a la Patria.

SILVANA GIUDICI VIAJA A CARACAS A LAS JORNADAS SOBRE LIBERTAD DE EXPRESIÓN


La Diputada Nacional Silvana Giudici fue invitada por el Alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, a participar a las Mesas de Trabajo sobre “la situación de la Libertad de Expresión e información en el Distrito Metropolitano”, que se desarrollarán entre el 20 y el 23 de Octubre en dicha ciudad, en su carácter de Presidente de la Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados de la Nación Argentina.

El Alcalde Antonio Ledesma recibirá a la Diputada Radical para ponerla al tanto de la situación política y de libertad de expresión en Venezuela, e informarle sobre la situación de las 34 radios que han sido cerradas y las amenazas que sufren los periodistas venezolanos.

El Jueves 22 de Octubre, Giudici disertará en el Cabildo de Caracas sobre la situación de la Libertad de Expresión Latinoamérica, y estará acompaña de la Diputada Nacional, Patricia Bullrích de la Coalición Cívica.

Cabe recordar que el 24 de Agosto de este año, Giudici recibió al Alcalde de Caracas Antonio Ledezma, donde denuncio las graves violaciones a la Libertad de Expresión en Venezuela por parte del Gobierno Bolivariano.

En el marco de su visita, Giudici irá el día martes 20 a la cárcel de Yare, a visitar al Prefecto de Caracas, Richard Blanco, quien se encuentra detenido por motivos políticos por el Gobierno de Hugo Chávez.

Blanco, colaborador del Alcalde Ledezma, fue apresado cuando defendía a un periodista del ataque de la policía, en una protesta contra la Ley Orgánica de Educación, el 22 de Agosto de este año. Se lo acusa de sedición y, desde el gobierno de Chávez, se pide una pena de 15 años de cárcel para él.

Finalmente Giudici también se reunirá con el Colegio Nacional de Periodistas de Venezuela, durante su participación en las jornadas sobre libertad de expresión.

SEGÚN CASAL, LA 'CALIDAD' DEL DELITO TREPÓ AL 35%: “LO QUE ERA UN HURTO SIMPLE, AHORA ES ROBO CON ARMAS”


En la foto: "calidad total" en la Provincia

El ministro de Justicia bonaerense Ricardo Casal destacó el impulso de la gestión de Daniel Scioli, suscribiendo al Plan Nacional de Desarme, que pretende la recolección y el depósito provisorio de las armas, para ser destruidas posteriormente, no sin reparar en que “la tasa de litigiosidad penal, en las estadísticas criminales, han crecido un 35 por ciento la escalada del delito. No la cantidad, sino la calidad”.

En ese sentido, tras la firma del convenio entre el Estado con la Suprema Corte y la Procuraduría General, el funcionario explicó que “el arma es el factor determinante en la tasa de escalada criminal”, al tiempo que dijo que “lo que antes era un hurto simple, ahora es un robo con armas” por lo que aseguró que “el arma es uno de los factores más importantes de temor de la ciudadanía. Un arrebato de un celular en la calle, da bronca, pero un robo de un celular con un arma, da temor”.

Además, dijo que “hay que neutralizar el temor de la ciudadanía, porque el ciudadano tiene miedo y nosotros tenemos que garantizar que la ciudadanía no tenga miedo. Si logramos sacar del circuito ilegal todas las armas que existe, el delito no va a ser tan grave”, en clara referencia al nivel de violencia en los hechos, al tiempo que también sugirió que de esta manera se va a “volver a la estadística antigua, donde el hurto de automotor se hacía con una barreta y un puente. Ahora se hace con el arma en la cabeza del conductor, con riesgo a perder la vida”.

Casal dijo que es fundamental realizar “una campaña muy fuerte con los vecinos para lograr el desarme y evitar que la gente tenga armas de guerra de grueso calibre en sus domicilios”, así como también aseguró que “un vecino que está descansando en su casa con un arma cerca no está en las mismas condiciones para defenderse que quien ingresa a su casa armado y decido a hacerlo”.

El Ministro de Justicia instó a “poner todos los resortes en marcha para neutralizar el temor del ciudadano, si no hay armas, el temor será menor, el uso del arma es muy peligroso y si logramos sacar del circuito las armas”, dijo el abogado platense que encabeza esta iniciativa que busca desarmar a la ciudadanía y entregar dinero por arma