jueves, 12 de noviembre de 2009

COMENTARIO GRANARIO: LA SEQUÍA AMBIENTAL NO TIENE LUGAR EN EL CONGRESO


APUntes sobre mercados granarios

Por Alejandro Pérez Unzner

Jueves 12-11-9, a las 7.30.



Mientras la Cámara de Diputados, en su último mes con dócil y servil mayoría oficialista, se aprobaban (dando media sanción) proyectos a favor de la política económica gubernamental, caso la “emergencia económica” o la modificación al Monotributo, que afecta a unos 700.000 aportantes de un universo de 1,1, millón, el desierto seguía avanzando (al momento de escribir este reporte) en el Sudoeste bonaerense y la sequía, implacable, continuaba golpeando en vastas regiones del Centro y Norte del país. Regiones donde el agua pasó a ser no sólo un “vital elemento” sino también un bien más que apreciado. En varios sentidos, ahora.

Eso sí, no se dispondrá de dicha agua en algunas zonas, pero sus habitantes podrán obtener rápidamente su nuevo DNI. De planes hidrológicos, ni hablar… A este paso, un apagón como el que dejó a medio Brasil a oscuras no está tan lejos. El “otro” apagón, el de las ideas positivas para el bien común (que de eso se trata la política), hace rato lo venimos sufriendo. Aunque en el Congreso el agua no falte… por ahora.

Dejando el Parlamento y entrando en los lotes, en este tiempo de siembra, vemos cómo la Bolsa de Cereales, en su reporte semanal de cultivos, muestra que un tercio de la soja (el “yuyo”, según cierto léxico politiquero) ya se implantó. O sea, 6,4 mill./ha sobre 19 mill./ha, en una jornada en que la oleaginosa disponible marcó 970 $/t, 10 pesos más que anteayer, con Chicago de nuevo en plena lucha entre los factores bajistas, encarnados en la oferta estadounidense sobre todo, y la presión no sólo de la demanda que se va replanteando metas para el año entrante.
Los especuladores quieren hacerse de commodities mientras los sigan juzgando baratos, y de ahí que aquella oferta no se logre imponer, en cuanto a su tono bajista. El trasfondo en este sentido está, pero la coyuntura tiene una trama lo suficientemente tupida como para mantener la tensión, a modo de una pareja “pulseada”.

Así que, al lado de esta terrible seca, el productor argentino sigue sobrellevando la situación como puede, junto a los demás actores del comercio granario, en un momento muy difícil y, en algún sentido, tristísimo… El girasol, ya que estamos, subió “cinco pesitos” a 770, con mucha menor área sembrada en Chaco que la prevista: vale 210 u$s/t a cosecha, 20 dólares menos que la soja (esto lo pagó un comprador, contra 225-228 el resto). Los cereales, sin novedades, salvo que aumenta la chance de que llueva sobre sus áreas bajo cultivo, desde mañana.

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