lunes, 2 de marzo de 2009

Por la inmediata repatriación de los fondos públicos depositados por la Nación Argentina en Basilea y la Reserva Federal, por Mario Mazzitelli

Por Mario Mazzitelli

En un claro intento por encubrir la formidable malversación de fondos públicos de la provincia de Santa Cruz durante la gestión de Néstor Kirchner como gobernador, por los cuales 15 años después se sigue sin rendir cuentas y cuyo manejo sigue encubierto por un manto de "certezas" aún no probadas, el Ministro de Justicia Aníbal Fernández en declaraciones al diario la Nación sostuvo: "Le recuerdo que, por ejemplo, las reservas argentinas no están en el Banco Central. Están en Basilea o en la Reserva Federal."

El Banco Internacional de Basilea (Suiza) tiene la cobertura de ser un Banco de Bancos Centrales. Pero quien ingenuamente crea que se trata de una herramienta neutral debe recordar que el mismo fue fundado en 1930 por acuerdo de Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos. Aunque antigua su fundación la composición es muy parecida al G7. Además en Suiza sesiona todos los años el encuentro de los más ricos y poderosos del planeta para diseñar políticas globalizadoras, el Foro de Davos.

La Reserva Federal es algo así como el "Banco Central" de los Estados Unidos. Más allá de sus funciones técnicas sobre el manejo de la tasa de interés, emisión monetaria, políticas crediticias, regulaciones financieras, financiamiento estatal y otras; su carácter político estriba en "custodiar los superiores intereses de aquel país". Muy lejos del nuestro por cierto.

En 1806 estas tierras que hoy ocupamos cumplían 30 años como Virreinato del Río de la Plata. En aquel invierno sufrimos la primera de las invasiones inglesas. Entre otras cosas "venían por el tesoro". Sabemos que el virrey Sobremonte tomó el tesoro y huyó hacia el interior. ¿Qué pasó después? El invasor comenzó el ejercicio de presiones. Sobremonte entregó en Luján el tesoro –unas cuarenta toneladas de pesos plata-, que poco después Beresford embarcó en Buenos Aires y el día 17 de septiembre de 1806 llegaba a Londres.

En aquel momento el saqueo de los habitantes de estas tierras tenía dos vías. La española por efecto de la conquista y en aquella oportunidad la inglesa como consecuencia de la invasión. En ambos casos permanecía ajena la voluntad de los nativos, que más tarde protagonizarían la Revolución de Mayo.

Hoy en día estamos peor. Los saqueos son mayores y múltiples. Deuda externa, renta petrolera, gasífera y minera, rentas por ejercicio de monopolios y oligopolios, libertinaje en las remesas de ganancias al exterior, liberalidad sobre el sistema financiero y el comercio exterior, fuga de capitales –solo en este rubro durante 2008 se fueron más de 20.000 millones de dólares. Para algunos, parecía que quedaba a resguardo el tesoro público. Ya sabemos oficialmente, por boca del Ministro de Justicia Aníbal Fernández, que no es así.

El gobierno "popular" entrega el tesoro público nacional más rápido que Sobremonte. Y sin que medie violencia alguna.

Será menester que nosotros como pueblo empecemos a velar un poco mejor por la soberanía sobre nuestros propios intereses.

Mario Mazzitelli

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