El presidente de UNIR -Unión para la Integración y el Resurgimiento-, Alberto Asseff, expresó que "pareciera que el gobierno tiene el cerebro fuera de servicio o con graves averías. Sólo esto puede explicar que las necesidades de caja lo lleven a pegar un manotazo final al sector productivo dinámico y exitoso que es el rural".
"La estatización del comercio de granos significará menos producción y desestímulos con la correlativa mayor corrupción, burocracia y discrecionalidad gubernamental. Si el gobierno quiere plata y tuviera cerebro apostaría a que se produzcan 150 millones de toneladas, que aumente la exportación y que los ruralistas paguen cada vez más impuestos a las ganancias, den trabajo y generen actividad por doquier. Esto se logra con una fórmula básica: dejen trabajar en paz al campo. Y a todos los sectores productivos".
"La ecuación es simple: o (Ricardo) Echegaray y (Guillermo) Moreno desparraman bienes, dones y trabajo o lo hacen miles de productores habituados a trabajar desde la aparición del sol. Ya que no pueden gobernar con racionalidad elemental, en octubre podremos elegir entre ese dúo o el trabajo y la producción, entre repetir viejos errores o intentar el camino de alentar la creación de riqueza y distribuirla con equidad", concluyó Asseff.
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