martes, 10 de febrero de 2009

La derecha en Israel ganaría las elecciones

La problemática de Gaza, en Occidente, ha quedado estratégicamente opacada por las manifestaciones de Mons. Williamson que fueran realizadas hace mucho tiempo y reflotadas en la ocasión, para revivir la temática de la Shoah, presentando al pueblo judío como víctima de una injusticia de la década de 1940, en momentos en que violaron los derechos de los palestinos. Hoy todo se centra en una discusión histórica que involucra a todos los católicos, difamados en los medios de comunicación masivos, olvidando el presente, que ha quedado en un segundo plano.

En Medio Oriente, la cuestión parece no tener salida más que el poder del más fuerte según sus posibles alianzas en Occidente. Gaza sirvió para alinear a Estados Unidos en la política israelí, en el marco de elecciones y cambio de gobierno en ambos países, lo cual permitirá mantener la situación en medio de la disidencia y la crítica a los gobiernos anteriores.

El partido de Livni y del gobierno saliente, llamado Kadima, ha ido acercándose en los últimos días al Likud, pero están perdiendo votos en favor del ultranacionalista Yisrael Beitenu (que significa Israel es nuestra casa), el partido del sionista y racista  Avigdor Lieberman. Cabe destacar que el sionismo fue condenado por las Naciones Unidas como un movimiento racista, ya que no reconoce humanidad más que a los judíos de modo exclusivo, siendo todo el resto de los seres humanos "goyim".

Durante el año 2008, docenas de estudiantes judíos y árabes israelíes, miembros de Hadash (el Frente Democrático para Igualdad y Paz) y del Partido Comunista de Israel, se manifestaron en la Universidad de Haifa, contra la visita de Avigdor Liberman, jefe del partido racista "Yisrael Beytenu" ['partido cuyos integrantes mayoritariamente son recientes colonos de origen ruso, y que formaba parte del Gobierno israelí hasta enero de 2008]. Liberman estaba invitado a una conferencia por estudiantes de Ciencia Políticas, pero la entrada a la Sala de Conferencias fue bloqueada por los estudiantes que llevaban carteles y cantaron lemas, incluyendo " No a la transferencia", "Transfieran el Racismo lejos" y, "judíos y árabes juntos contra los racistas".

El término 'transferir' se refiere a la demanda política por el partido Yisrael Beytenu y otros, consistente en deportar a los ciudadnos israelíes de origen árabe fuera de Israel y de sus colonias.

Avigdor Lieberman propone, entre otras medidas, propone poner trabas al derecho a la ciudadanía para los ciudadanos árabes en Israel, tales como exigirles que juren fidelidad al estado para poder conservarla. Anteriormente, apoyaba el plan conocido como Transfer, según el cual todos los habitantes árabes de Israel y los territorios ocupados serían transferidos a Jordania u otros países árabes “por su propia voluntad”.

En este marco, se presentará la victoria de la derecha israelí como “el mal menor”, evitando que Lieberman acceda al poder.

En ese contexto, el saliente jefe de gobierno de Israel, Ehud Olmert, apoyó abiertamente a su ministro de relaciones Exteriores, Zipi Livni, quien es candidata a gobernar dicho país, considerando que ella podrá impulsar un proceso de paz con los palestinos. Hoy la Knesset realiza su elección, mientras las encuestas son encabezadas or Likud, por el partido conservador nacionalista dirigido por Benjamin Netanyahu.

Beitenu se convertiría en la tercera fuerza política de Israel, y Netanyahu considera que si no obtiene una mayoría suficiente para gobernar, deberá recurrir a un acuerdo con los ultranacionalistas, quienes están desplazando a los socialdemócratas del ministro de Defensa, Ehud Barak. El socialdemócrata Barak pensó que su acción en Gaza le permitiría reflotar su partido, pero la situación resultó una catástrofe tanto para los habitantes de Gaza como a nivel internacional, mientras crece el descontento por haber llevado a cabo un ataque sin fines ni resultados difundidos en los medios de comunicación. Todo esto nutre a la derecha de Israel, según los analistas, en tanto que por su extremismo nacionalista se pronostica que no habrá una solución pacífica. Asimismo, los israelíes opinan que alcanzar la paz con los musulmanes palestinos es improbable, y que la seguridad se obtiene con dureza e inflexibilidad.

En el año 2005 Ariel Sharon dispuso la retirada de Gaza, produciendo una división del Likud, pero actualmente se comenta de una posible unión entre Likud y Kadima. Mientras tanto, el sionismo de la derecha israelí envuelve las elecciones, sea quien sea el elegido.

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